EL UNIVERSO OYE LO QUE SIENTES
Wayne W. Dyer / Esther Hicks
Fragmento
¿Quién es Abraham?
En primer lugar, me gustaría que nos dijerais a mí, a todos los que nos están viendo y a todos los presentes en esta sala quiénes sois. ¿Quién es Abraham? ¿Podéis decírselo a quienes no lo sepan?
Lo más importante es que somos una Conciencia Colectiva, una vibración, en nada distinta de aquella a la que todos podéis acceder. Sin embargo, gracias al nivel de concentración que ha logrado con los años, Esther ha alcanzado una frecuencia que le permite dirigirse a nosotros y oírnos con mayor intensidad.
Todo aquel que está físicamente concentrado, y eso os incluye a todos, es una extensión de la Energía de la Fuente. Y nosotros somos esa Energía de la Fuente de la que todos sois extensiones. Sin embargo, mientras vivís vuestras experiencias cotidianas, encontráis sin querer frecuencias vibratorias que os impiden recibir la totalidad de quiénes sois. Y nosotros somos esa misma totalidad.
Hay quien ha intentado que nos definiéramos en términos físicos, pero no podemos. Y no le estamos susurrando a Esther unas palabras que ella repite. Le brindamos bloques de pensamiento, y ella encuentra las palabras físicas correspondientes. Todo el mundo es capaz de hacerlo. Todos podéis recibir esa inspiración. Sin embargo, podéis recibir inspiración desde diferentes puntos de atracción. Podéis estar de muy mal humor y recibir inspiración, pero entonces no estáis recibiendo inspiración de la Energía de la Fuente, sino de bloques de pensamiento que, por así decirlo, se han quedado en el camino físico.
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Así, es cuestión de sintonizar una alta frecuencia y hacerlo lo bastante a menudo para que haya coherencia en lo que recibís. Esa es la forma más fácil de explicarlo. Y lo más importante que queremos deciros a los seres humanos es que todos lo hacéis, pero que en general no lo hacéis sistemáticamente. Tampoco Esther está siempre en disposición de recibir a Abraham, aunque en un foro como este le resulta fácil gracias a la expectación del público. Aprovechamos el impulso del deseo que todos vosotros habéis generado, y luego Esther traduce nuestras vibraciones y nuestro conocimiento en palabras.
Entonces, en realidad sois un conjunto de vibraciones de una frecuencia cada vez más alta. ¿Diríais que sois equivalentes a Dios?
A los seres humanos les cuesta definirnos, y también les cuesta definir a Dios. Y también les cuesta definir a aquellos que antes ocuparon cuerpos físicos y ahora han vuelto a emerger en la dimensión No Física.
Los seres humanos, a quienes tanto amamos, tenéis una perspectiva absurda de la continuidad de la vida. La mayoría creéis que entráis en vuestro cuerpo, vivís un tiempo, lo hacéis bien o no y luego os marcháis, cuando lo que sucede es que sois Eternos. Nunca os marcháis realmente.
Incluso cuando ya no estáis concentrados en vuestro cuerpo físico seguís siendo conciencia y seguís concentrados en lo que ocurre aquí en la Tierra. Hay una Conciencia Colectiva que siente mucho interés y simpatía por todo lo que os concierne. Y esa Energía de la Fuente es lo que el Hombre quiere llamar Dios. Todos tenéis acceso directo a ella.
He dicho a menudo que no estamos aquí como seres humanos que tienen una experiencia espiritual, sino al contrario. Somos seres espirituales e infinitos que tienen una experiencia humana temporal.
Cuando te sitúas en el ahora y has practicado una vibración de frecuencia elevada en la que no estás irritado, disgustado ni preocupado, permites que fluya la inspiración. Eres mucho más de lo que creías ser. Eres la extensión de la Energía de la Fuente. Es entonces cuando sientes claridad y pasión. Es entonces cuando tu sincronización es correcta. Es entonces cuando te diviertes más. Es entonces cuando te sientes mejor.
Tú creas tu propia realidad, y lo haces porque los pensamientos que albergas te llevan a emanar una frecuencia vibratoria a la que responde constantemente la Ley de la Atracción. Y así, en todos los momentos de vigilia estás creando tu propio punto de atracción, y todo lo que experimentas viene a ti debido a tu emanación vibratoria y a la respuesta de la Ley de la Atracción a esa vibración. Es como si estuvieras en un disco vibratorio y solo las cosas de la misma vibración pudieran reunirse en él contigo. Tu disco cambia según tus pensamientos y emociones.
Eliges el disco a través de las cosas en que te concentras. Puedes elegir un disco que genere un sentimiento de entusiasmo, amor, libertad o alegría, o uno que provoque un sentimiento de pena o de desesperación. Si te fijas en las personas que se reúnen contigo sabrás en qué disco te encuentras. Si estás rodeado de personas irritadas es que te encuentras en el disco de la irritación. Es así de sencillo. Se han encontrado contigo porque sois compañeros vibratorios perfectos.
Cuando eres capaz de situarte conscientemente en esos discos vibratorios, entiendes de forma inequívoca la causa de lo que os ocurre a ti y a los demás.
¿Qué es la inspiración?
Hace unos cuantos años escribí un libro titulado Inspiración a partir de las palabras «in-spire» e «in-spirito» («inspirar» y «en espíritu»). Y hace dos mil años vivió en nuestro planeta un gran maestro llamado Patanjali que dijo: «Cuando te inspira un objetivo importante, un proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras: tu mente supera los límites, tu conciencia se expande en todas direcciones y tú te encuentras a ti mismo en un mundo nuevo y maravilloso».
Y luego dijo —y sobre esto quiero preguntaros—: «Las fuerzas, las facultades y los talentos latentes cobran vida y te das cuenta de que eres una persona mucho mejor de lo que jamás soñaste». Es como si descubrieras que eres Dios, la Fuente, el Tao, mente Divina o cualquier otro nombre que le demos a esa Energía de la Fuente de la que habláis y desde la que nos habláis.
Tal como hemos explicado recientemente, cuando te despiertas por la mañana tienes el potencial de estar en esa frecuencia más alta, porque mientras duermes cesa el impulso de tu punto de atracción.
Por eso, cuando te despiertas, antes de empezar a albergar pensamientos sobre lo que salió mal ayer o lo que tienes que hacer hoy, tienes el máximo potencial para alinearte con esa Energía Pura y Positiva.
Por lo tanto, si puedes centrarte entonces y permitir que se ponga en marcha un pequeño impulso, sintonizas con esa conciencia de la Energía de la Fuente que siempre es consciente de todo lo que estás haciendo. Pero no es algo que simplemente ocurra; tienes que centrarte en esa alineación. Esa es la mejor forma de describirlo.
En otras palabras, la Fuente está a disposición de todo el mundo en todo momento. Siempre estamos ahí. Y así, cuando eres consciente de la presencia de la Fuente y no ofreces una vibración que impida tu alineación con ella, vives momentos maravillosos. Puedes vivirlos en cualquier instante. Y la gente llama «maestros» a quienes lo hacen. Es la maestría de la concentración. Eso es lo que es.
El impulso de la madrugada
Siempre me despierto en torno a las tres de la mañana. Hace muchos años hubo un gran poeta llamado Rumi que dijo: «La brisa de la madrugada tiene secretos que contarte. No vuelvas a dormir. No vuelvas a dormir. No vuelvas a dormir».
He escrito muchos de mis libros en esos momentos. ¿Qué es lo que me despierta? Casi puedo saber a qué hora exacta ocurrirá.
En un documental que rodé hace años, llamado El cambio, aparece un reloj que siempre marca las 3.13. ¿Son los ángeles? ¿Es la Divina Fuente? ¿Es alguien que dice: «Este es tu objetivo; este es el momento en el que no hay distracciones»?
Lo principal es que la Fuente se encuentra siempre a tu disposición. Sin embargo, lo importante de tu historia es que por alguna razón es ese el momento en el que decides escuchar.
Pero a mi alrededor no hay nadie que me distraiga.
Y esa es la conversación importante que debes tener. ¿Qué ocurre con ese momento? ¿Qué es lo que te hace más resonante, más receptivo? El impulso de tu pensamiento se ha detenido mientras dormías, por lo que no hay ninguna vibración contradictoria en tu interior. Por eso ahora tienes más probabilidades de escuchar.
Cuando se despierta a esas horas de la madrugada, Esther se dice a sí misma: «¿Estoy despierta? Porque si estoy despierta voy a levantarme». Dicho de otro modo, en ese momento le resulta más fácil captar los pensamientos que le transmitimos debido a la ausencia de resistencia. A eso te refieres tú.
Sí. Pero para mí los momentos más creativos se sitúan en plena noche.
Reflexiona sobre el motivo. Cuando albergas un pensamiento durante diecisiete segundos la Ley de la Atracción aporta otro similar. Es así como surge el impulso.
¿Por qué decís que la Ley de la Atracción aporta otro pensamiento similar? ¿Qué es la Ley de la Atracción?
Supongamos que te despiertas por la mañana y, en lugar de encontrar ese espacio despejado que se encuentra potencialmente a tu disposición, te pones a pensar en los problemas que tuviste ayer en el trabajo. Recuerdas el dilema en el que te hallabas. Piensas en el malestar y la discordia. Y cuando te concentras en eso durante diecisiete segundos acuden a tu mente más pensamientos iguales.
Si continúas albergando esos pensamientos durante otros diecisiete segundos, habrá aún más impulso. Al cabo de diecisiete segundos más, el impulso se incrementará otro poco, y así hasta que cruces el umbral de los sesenta y ocho segundos. En ese breve plazo se te habrá escapado la ventana de resonancia con la Fuente.
Eso le ocurrió recientemente a Esther, así que le dijimos: «Bueno, siempre puedes empezar otra vez mañana con pensamientos más positivos». Y Esther dijo: «Me niego a aceptar que deba esperar a mañana para volver a mi disco de frecuencia elevada. Puedo hacerlo si me concentro».
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