Este poema del siglo XIII quizá te haga comprender que tienes tu propio destino.
"Naciste con potencial.
Naciste con confianza y bondad.
Naciste con sueños e ideales.
El Poder de la Intención
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Naciste con grandeza.
Naciste con alas.
No estás destinado a arrastrarte;
Tienes alas.
Aprende a usarlas y vuela."
Rumi
Si Rumi hubiera escrito este poema desde el lado inactivo de la infinitud, sus palabras podrían parecerse más a las siguientes:
Eres una casualidad de la naturaleza.
Estás sometido a las leyes de la suerte y el azar.
Te pueden mangonear fácilmente.
Tus sueños son absurdos.
Estabas destinado a vivir una vida normal
No tienes alas.
Olvídate de volar y sigue en tierra.
El sentido de lo posible. La creación actúa sobre la imperecedera posibilidad de que cuanto se piensa puede ser Piensa en algunos de los grandes inventos que actualmente son algo cotidiano: los aviones, la luz eléctrica, el teléfono, la televisión, las máquinas de fax, los ordenadores. Son resultado de ideas creativas, de individuos que no hicieron caso del ridículo al que se expusieron cuando se centraban en lo posible en lugar de en lo imposible. En otras palabras, el sentimiento de lo posible crece en el terreno fértil del lado activo de la infinitud.
Tengo en mi zona de trabajo la maravillosa historia de cuatro niños que se negaron a permitir que la palabra “imposible» entrase en su corazón. Eddie nació sin manos ni pies. A los cinco años, cuando fue a Sudáfrica, vio una montaña y quiso subir a la cima; lo hizo en tres horas. A los trece años de edad decidió tocar el trombón. No ve razón alguna para no conseguirlo que se propone. Víve en el lado activo de la infinitud, teniendo en cuenta ese mundo de posibilidades infinitas.
Abby estaba terriblemente enferma; necesitaba un transplante de corazón. Al ver a su madre llorando, le dijo: «No llores, mamá. Me pondré mejor». Cuando tenía once años, se le ofreció milagrosamente un corazón, y Abby está mejor. La intención de Abby procedía de ese mundo de posibilidades infinitas. Es el lado activo de la infinitud donde se manifiestan las intenciones.
Stephanie tenía cinco años cuando enfermó de meningitis y tuvieron que amputarle las dos piernas. Hoy, con doce años, monta en bicicleta y tiene sueños que superan los de la mayoría de los adolescentes completamente sanos. Su lema personal es: «Llega hasta el límite».
Tras dos importantes operaciones de corazón cuando era muy pequeña, los médicos les dijeron a los padres de Frankie que ya no podían hacer nada más. Frankie vivía gracias a una máquina que mantenía constantes vitales. Cuando aconsejaron a los padres que desconectaran la máquina porque si Frankie sobrevivía sería a base de sufrimientos, ellos accedieron. Pero Frankie sobrevivió. De alguna manera estaba en el lado activo del mundo de las posibilidades infinitas. Bajo su foto hay una leyenda que lo dice todo: «No pensaríais que os ibais a librar de mí así como así, ¿verdad?».
La fuerza de la intención supone mantenerse en el lado activo de las posibilidades infinitas. Se cuenta que George Bernard Shaw, que seguía creando a sus noventa y tantos años, decía: «Ves las cosas como son y preguntas: “Por qué?". Pero yo sueño cosas que nunca fueron y pregunto: "¿Por qué no?"». Piensa en las palabras de Shaw mientras practicas el mantenerte en el lado activo de la infinitud y ver las infinitas posibilidades accesibles para todos.
El sentido de la reverencia. Hay que reconocer que el concepto de infinitud inspira reverencia y respeto. Ni principio, ni fin, ni tiempo. Todos los sitios a la vez. Y todo aquí y ahora. El hecho de que formes parte del universo infinito y que hayas pasado a lo finito resulta inconcebible, indescriptible. El lado activo de la infinitud infunde un sentido de reverencia y respeto. Cuando te encuentras en ese estado, también te encuentras en un estado constante de gratitud. Quizá el camino más seguro hacia la felicidad y la realización en la vida consista en dar gracias y alabar a tu Fuente por todo lo que te ocurre. Entonces, incluso cuando sobreviene un desastre, puedes tener la certeza de que lo transformarás en una bendición. En el lado inactivo de la infinitud asumes que estás aquí temporalmente, y por consiguiente no tienes ninguna obligación con el universo, el planeta y sus habitantes.
Al negar tu naturaleza infinita, pasas por la vída como si los milagros cotidianos fueran lo más normal del mundo, A medida que te familiarizas con tu naturaleza eterna va cambiando tu punto de vista. Te encuentras en un continuo estado de gratitud por todo lo que se te presenta. Este estado es el secreto para llevar a cabo todas tus intenciones individuales, y, sin él, tus más sinceros esfuerzos quedarán
reducidos a nada.
Encontrarse en un estado de gratitud crea magnetismo y, naturalmente, un imán atrae las cosas. Agradeciendo de corazón todo lo bueno que te llega, así como los desafíos, empezarán a fluir más cosas buenas a tu vida gracias a ese magnetismo.
Todas las personas de éxito que conozco están agradecidas por todo lo que tienen. Este proceso de agradecimiento abre las puertas a más cosas. Así funciona el lado activo de la infinitud. El sentido de la reverencia y el respeto ante los milagros que ves a tu alrededor te permite pensar más en esos sucesos milagrosos, verlos y vivirlos más. Por el contrario, un estado de ingratitud interrumpe el flujo infinito de la abundancia y la salud. Es una puerta cerrada.
El sentido de la humildad. El lado activo de la infinitud fomenta el sentido de la humildad. Cuando la humildad entra en tu alma, sabes que no estás solo en este mundo, porque sientes el corazón de la fuerza de la intención, que existe en todos y cada uno de nosotros. Como dice el Talmud: «Incluso si eres perfecto en otros sentidos, fallas si te falta la humildad». Cuando aceptas el lado activo de la infinitud, te encuentras ante algo tan inmenso que tu pequeño ego queda eclipsado. Estás contemplando la eternidad, y tu pequeña vida no es sino un minúsculo paréntesis en la eternidad. Una de las razones de tanta depresión y tanto hastío en la actualidad es la incapacidad de vernos conectados a algo más grande y más importante que nuestro insignificante ego. Los jóvenes que se centran fundamentalmente en sus posesiones, su aspecto, la imagen ante sus iguales —en definitiva, su ego—, tienen muy poco sentido de la humildad. Cuando sólo piensas en ti mismo y en cómo apareces ante los demás, te distancias de la fuerza de la intención. Si quieres sentirte conectado a tu intención, ten por seguro lo siguiente: solo encontrarás tu propósito en el servicio a los demás, y en estar conectado a algo mucho más amplio que tu cuerpo, mente o ego.
En las sesiones de orientación siempre les decía a mis clientes jóvenes, algunas de los cuales buscaban desesperadamente la aceptación de los de su edad, que cuanto más intentaran obtener esa aceptación menos la lograrían, porque a nadie le gusta estar con los que van en su busca. Las personas más aceptadas son las que se despreocupan de que las acepten.
De modo que si de verdad quieres que te acepten, deja de pensar en ti y céntrate en tender una mano a los demás. El lado activo de la infinitud te mantiene humilde, El lado inactivo te mantiene centrado en «yo, yo, y nadíe más que yo», y en última instancia supone un obstáculo para que te conectes a la intención.
"Wilhelm Stekel dijo unas frases extraordinarias sobre la importancia de la humildad (recogidas por J. D. Salinger en El guardián en el centeno): «Lo que distingue al hombre inmaduro es que quiere morir noblemente por una causa, mientras que lo que distingue al hombre maduro es que quiere vivir humildemente por ella».
El sentido de la generosidad. Si le preguntara al sol: «¿Por qué nos das luz y calor?», creo que me respondería: «Porque es mi naturaleza». Debemos ser como el sol, y situar y ofrecer nuestra naturaleza dadivosa.
Cuanto más des de ti mismo, por poco que sea, más abrirás la puerta para que la vida entre a raudales. Esto no sólo te compensa por tu regalo, sino que aumenta el deseo de dar y, en consecuencia, la capacidad de recibir. Cuando te encuentras en el lado inactivo de la infinitud, enfocas la vida fijándote en la escasez y acumular se convierte en un modo de vida. Cuando piensas en estos términos, pierdes la
generosidad, así como la inclinación a lograr tus intenciones. Si no eres capaz de ver un universo infinito, con un suministro, un tiempo y una Fuente igualmente infinitos, tenderás a acumular y a ser tacaño.
Paradójicamente, la fuerza de la intención se experimenta a través de lo que estás dispuesto a dar a los demás. La intención es un campo de energía, con un suministro infinito. .?Qué puedes dar si no tienes dinero que dar? Me gusta el consejo de Swami Sivananda, y pienso que deberías reflexionar sobre él. Poseerás cuanto él sugiere en cantidades infinitas.
Lo mejor que puedes dar a tu enemigo es el perdón; a tu adversario, la tolerancia; a un amigo, tu corazón; a tu hijo, el buen ejemplo; a tu padre, consideración; a tu madre, la conducta que le haga sentirse orgullosa de ti; a ti mismo, respeto; a todos, caridad. Que dar se convierta en tu modo de vida. Al fin y al cabo, es lo que hacen eternamente la Fuente y la naturaleza. Los árboles se doblan con la fruta madura; las nubes se cargan de delicada lluvia; los hombres nobles hacen una graciosa reverencia: así es la naturaleza, así funciona la generosidad.
El sentido del saber. La Fuente infinita de la intención no alberga ninguna duda. Sabe y, en consecuencia, actúa según ese saber. Eso es lo que te ocurrirá cuando vivas en el lado activo de la infinitud. Todas las dudas se disipan, para siempre.
Como ser infinito en una forma humana temporal, te identificarás fundamentalmente con tu naturaleza espiritual. Este sentido del saber que surge del lado activo de la infinitud significa que ya no tienes que pensar de una forma limitada. Tú eres la Fuente. La Fuente es ilimitada.
No conoce límites; es ilimitadamente expansiva e ilimitadamente abundante. Así eres tú. Desechar la duda es una decisión para volver a conectarte con tu ser original. Eso distingue a las personas que llevan una vida de autorealizacíón. Piensan de una forma sin límites, infinita. Una de las cualidades sin límites consiste en la habilidad para pensar y actuar como si lo que quisieran tener ya estuviera aquí. Este es otro de mis diez secretos para el éxito y la paz interior en el libro del mismo título. La fuerza de la intención carece de dudas hasta tal punto que cuando estás conectado a ella tu sentido del saber ve lo que te gustaría tener como si ya estuviera presente. No existen opiniones encontradas.
He aquí mi consejo para llegar a la fuerza de la intención: mantenerse en el lado activo de ía infinitud, donde existe un eterno suministro de energía de la creación. Sueña noche y día en lo que tienes intención de hacer y de ser, y esos sueños interpretarán tus intenciones. No permitas que la duda entre en tus sueños e intenciones. Los soñadores son los salvadores del mundo. Igual que el mundo visible se sostiene gracias al invisible, las manifestaciones del hombre se nutren de las visiones de nuestros soñadores solitarios. Sé uno de esos soñadores.
El sentido de la pasión. Los griegos han aportado una de las palabras más hermosas en varios idiomas: «entusiasmo». La palabra «entusiasmo» se traduce como «un Dios interior». En tu interior hay un alma infinita y apasionada que desea expresarse. Es el Dios que existe en tu interior, alentándote a satisfacer un profundo sentido de lo que estabas destinado a ser. Todos nuestros actos se miden por la
inspiración de la que surgen. Cuando tus actos muestran las caras de la intención, provienen de un Dios que reside dentro de ti, Eso es el entusiasmo. Cuando emulas la fuerza de la intención es cuando sientes la pasión que estabas destinado a sentir y vivir. La belleza de sentirse apasionado y entusiasta consiste en el maravilloso sentimiento de alegría y júbilo que la acompaña. Nada me da tanta alegría como estar aquí escribiendo para vosotros de todo corazón. Me entusiasma dejar que estas enseñanzas de la Fuente de toda intención, la mente universal de toda la creatividad, se transmitan a través de mí.
Dicho más sencillamente, me siento bien, estoy de buen humor y mi inspiración me da alegría. Si quieres sentirte estupendamente, mírate al espejo y dile a tu reflejo: «Soy eterno; esta imagen se desvanecerá, pero yo soy infinito. Estoy aquí temporalmente por una razón. Seré apasionado en todo lo que haga». Fíjate en cómo te sientes mientras contemplas tu reflejo. Sentirse alegre es un maravilloso efecto secundario del entusiasmo, que deriva de estar en el lado activo de la infinitud, donde no existe nada por lo que sentirse mal.
El sentido de formar parte de algo. En un mundo que dura eternamente, tienes que sentirte parte de él. El lado activo de la infinitud no sólo inspira este fuerte sentimiento, sino también una fuerte sensación de conexión con todos y con todo lo que hay en el cosmos. Es imposible que no formes parte del mundo, porque tu presencia aquí es prueba de que una Fuente universal y divina dispuso que vinieras aquí. Sin embargo, cuando vives en el lado inactivo de la infinitud te sientes alienado de los demás. La idea de que todo esto es temporal y de que no eres una pieza de la infinita perfección de Dios te lleva a dudar de ti mismo, a rechazarte, a la depresión, a la angustia y muchas otras energías bajas de las que hablo en este libro. Lo que se necesita para abandonar esa sensación dolorosa es trasladarse a la consciencia infinita. Como enseñaba Sivananda a sus devotos:
Toda la vida es una. El mundo es un solo hogar Todos son miembros de una sola familia humana. La creación es un todo orgánico. Ningún hombre es independiente de ese todo. El hombre se inflige dolor al separarse de los demás. La separación es la muerte. La unidad es la vida eterna.
Con esto termino de exponer mis ideas sobre los lados activo e inactivo de la infinitud. Te ruego que recuerdes a diario, con la mayor frecuencia posible, tu naturaleza infinita. Puede parecer un cambio intelectual de escasa repercusión, pero te aseguro que mantenerte en el lado activo de la infinitud y recordarlo regularmente te pondrá en situación de manifestar tus deseos. De todas las citas sobre este tema que he leído, destaca una frase de William Blake: «Si se limpiaran las puertas de la percepción, todo se le aparecería al hombre tal y como es: infinito». Recuérdalo; estamos intentando limpiar el vínculo que nos conecta con el campo de la intención.
Cinco sugerencias para poner en práctica las ideas de este capítulo
1. Como ya sabes que tienes una cita con la infinitud y que en última instancia se te exigirá que abandones este mundo corpóreo, toma la decisión de hacerlo lo más pronto posible. En realidad, hoy, ahora mismo, es buen momento para acudir a esa cita y arreglar el asunto de una vez por todas. Sencillamente proclama para tus adentros: Ya no me identifica este cuerpo/mente, y rechazo esa clasificación a partir
de ahora. Soy infinito. Soy uno con toda la humanidad. Soy uno con mi Fuente, y así es como he decidido considerarme a partir de este mismo día.
2. Repite este mantra para tus adentros todos los días mientras recuerdas que Dios no querría y no podría crear algo que no durase, existiré para toda la eternidad. Igual que el amor es eterno, así es mi verdadera naturaleza. Nunca volveré a tener miedo, porque soy para siempre. Esta afirmación interior te alinea con el lado activo de la infinitud y disipa las dudas sobre tu verdadera identidad más elevada.
3. En postura meditativa, considera las dos opciones sobre la creencia en el concepto de la infinitud. Como ya he dicho, eres, en el sentido más auténtico, un ser humano que vive una experiencia espiritual ocasionalmente, o un ser espiritual infinito que vive temporalmente una experiencia humana. ¿Cuál de las dos te aporta un sentimiento de amor y cuál te inspira temor? Cómo el amor es nuestra verdadera
naturaleza y la Fuente de todo, cualquier cosa que provoque temor no puede ser real. Como ves, el sentimiento de amor va asociado a ti como ser infinito. Por eso debes confiar en que ese sentimiento te diga la verdad. Tu lugar en el lado activo de la infinitud te garantiza una sensación de seguridad, de amor y una conexión permanente con la intención.
4. En el momento en que te asalten pensamientos de baja energía como el miedo, la desesperación, la preocupación, la tristeza, la angustia o la culpa, párate un momento a pensar si tiene sentido desde la perspectiva del lado activo de la infinitud. Saber que estás aquí para siempre y siempre conectado a tu Fuente te proporcionará una perspectiva completamente distinta. En el contexto de la infinitud, vivir cualquier momento de tu vida que no sea en medio del amor y el agradecimiento es una pérdida de energía vital. Puedes disipar rápidamente esas energías bajas y conectarte al mismo tiempo a la fuerza de la intención limpiando las lentes de la percepción y viéndolo todo tal y como es: infinito, como dice William Blake.
5. Dedica unos minutos a reflexionar sobre las personas fallecidas que amaste y a las que estuviste próximo. Ser consciente de tu naturaleza infinita y mantenerte en el lado activo de la infinitud te permite sentir la presencia de esas almas, que no pueden morir y no han muerto. En su libro sobre la sabiduría celta titulado Anam Cara, John O'Donohue ofrece estas palabras, con las que no sólo estoy de acuerdo, sino que sé que son ciertas por mi experiencia personal: Creo que nuestros amigos entre los muertos se preocupan de verdad por nosotros y nos cuidan... Podríamos conectarnos de una forma muy creativa con nuestros amigos en el mundo invisible. No tenemos por qué llorar a los muertos. ¿Por qué habríamos de hacerlo? Ahora están en un lugar donde ya no existen las sombras, ni la oscuridad, ni la soledad, ni el aislamiento ni el dolor. Están en casa. Están con Dios, de donde vinieron No sólo puedes comunicarte con los difuntos y sentir su presencia; puedes morir mientras estás vivo y librarte ahora mismo de esas sombras y esa oscuridad viviendo en el lado activo de la infinitud.
Aquí concluye la primera parte de La fuerza de la intención. La segunda parte consiste en una serie de capítulos en los que se explica cómo poner a funcionar en tu vida esta nueva conexión con la intención, de diversas formas. Como la primera parte, léela con la mente no sólo abierta a la posibilidad de que puedes lograr cuanto imagines, sino de saber que en el lado activo de la infinitud todo es posible.