Es evidente que la
mediumnidad ha sido desde siempre una de las
mejores formas en que el ser humano a
accedido a los conceptos espirituales, a
través de profetas, Mesías, santos, etc.
Como esta práctica está
lejos de ser algo perfecto, los conceptos
que han llegado por este medio, a menudo han
sido difusos, dudosos, incontrastables,
cuestionables, entre otras cosas.
No obstante en los últimos
tiempos y sobre todo luego de la aparición
de Alan Kardec, la cantidad de médiums y de
mensajes comienza a ser más profusa y la
técnica comienza a ser sistematizada hasta
llegar al punto en que se pueden realizar
estas prácticas con cierta seguridad y
previsibilidad respecto de los objetivos que
se pudieran plantear.
Aquí plantearemos un
espacio para la difusión de estas prácticas,
con el ánimo de desmitificar las mismas y
darle mayor verosimilitud a los mensajes que
solemos encontrar y que se han obtenido
mediante estos medios.
Adelante estimado lector y
usuario de esta página, estas invitado
recorrerlas a fin de ver si hay algo de
realidad en ellas o son puras charlatanerías
como muchos afirman.
Son
muchas las personas que poseen mediumnidad. Buena parte
de ellas tienen miedo, pues no saben qué les puede
pasar, para qué existe esa facultad, con qué fin
son molestados por ese problema, pues las gentes los
toma por brujos o locos cuando se atreven a hablar lo
que perciben, escuchan, ven o sienten.
Por otro lado, hay aquellos que, al percibir que la
poseen, se creen unos iluminados y pasan a explotar a las
gentes que sufren y son crédulos, estando dispuestos a
pagar para liberarse de sus dolores.
Esos son
llamados o se autodenominan espiritistas, cuando en
realidad ni conocen a la Doctrina Espírita, pues, si la
conocieran, sabrían que se están engañando a si mismos
además de engañar a otras personas. Los Espíritus
superiores no se prestan a adivinanzas, a atender las
personas a tanto por sesión o la voluntad y cosas de esa
naturaleza. Los que concurren a ese tipo de actividad
son Espíritus poco evolucionados que, la mayor parte de
las veces, no tienen condiciones de auxiliar a nadie, ni
a si mismos pues están necesitados de esclarecimientos y
orientaciones a propósito de su evolución espiritual y
de la necesidad de cambiar los malos hábitos a fines de
progresar. La mediumnidad ha existido desde siempre.
Los libros más antiguos de la Humanidad registran hechos
relacionados con esa facultad.
La Biblia ya trata de los charlatanes que explotan la
ignorancia del pueblo, pero deja claro la importancia de
la comunicación con los Espíritus de forma desinteresada
con el propósito de hacer el bien (Números, 11:26-29).
El Nuevo Testamento presenta al Cristo en diversos
momentos hablando a los Espíritus como en el caso de la
transfiguración en el Tabor. Los Hechos de los
Apóstoles, que son los continuadores de la divulgación
de la Buena Nueva, registran muchas referencias a
curaciones y expulsiones de Espíritus inferiores que
molestan a las personas, hechas por la mediumnidad de
los discípulos de Jesús.
Pablo de Tarso, en su segunda epístola a los Corintios,
habla de la diversidad de dones, que son distintas
formas de comunicación con los Espíritus a través de la
mediumnidad.
No siendo cosa nueva, ¿por qué las personas tienen tanto
miedo de la mediumnidad? El miedo es fruto de la falta
de conocimiento acerca del tema y de la importancia que
generalmente se da a la opinión de los demás.
Es natural que la opinión de la mayoría no sea favorable
a la mediumnidad, pues la religión, desde hace siglos,
afirma que ella es cosa del demonio o de brujería.
Muchas personas fueron quemadas vivas en la edad media
por poseer mediumnidades. Juana de Arco fue llevada a la
hoguera porque hablaba con los Espíritus y de ellos
recibía instrucciones y orientaciones. Más tarde fue
considerada santa, porque se reconoció que ella había
prestado inmensurable servicio a Francia orientada por
los llamados santos de la Iglesia, que son, en verdad,
Espíritus superiores que trabajan bajo el comando del
Cristo para auxiliar a la Humanidad a avanzar en su
camino de progreso.
La falta de conocimiento, sí es un peligro, pues, con la
mediumnidad el hombre traba contacto con Espíritus de
todas clases. La verdad es que esos Espíritus son los
propios hombres sin el cuerpo de carne, o sea, son los
mismos, buenos y malos que vivieron entre nosotros y que
siguen en el mundo espiritual igual que fueron aquí. Los
que ignoraron siempre la realidad espiritual, que no se
preocuparon en dominar sus malas inclinaciones y hacer
bien hacia los demás, llegan al mundo espiritual como el
viajero que no lleva equipaje ni recursos para buscarse
un buen sitio donde acomodarse. Se encuentran perdidos y
desorientados. Como no tienen merecimiento, los buenos
no pueden auxiliarlos, aún que busquen hacerlo siempre.
Habrá la necesidad de que ellos cambien sus formas de
actuar, que busquen elevar el nivel de sus pensamientos
para percibir que a su lado vibran Espíritus superiores
que desean verlos salir de esas situaciones de dolor y
sufrimiento. Mientras no despiertan, muchas veces se
ponen al lado de los que quedaron en la Tierra,
familiares, conocidos y a veces hasta desconocidos.
No será por el hecho de ignorar esa realidad que la
persona estará liberada de esas influencias. Ellas
existen, aunque se desee el contrario, porque la vida
sigue en el más allá como ella es aquí donde estamos
ahora. Los buenos encuentran su camino y siguen buscando
las oportunidades de auxiliar a los demás. Los malos
siguen intentando atender a sus necesidades groseras
como es la satisfacción de los vicios que llevan para el
plan espiritual. Como ya no pueden manipular las cosas
materiales, pues son Espíritus, se aproximan de las
personas que tienen los mismos vicios o costumbres mal
educados para satisfacción de sus necesidades a través
de ellas.
Al contrario de lo que se piensa normalmente, el
conocimiento de esa realidad puede auxiliar a las
personas a saber como evitar las malas influencias y
como prepararse para recibir las buenas.
La mediumnidad existe independiente del Espiritismo,
pero el Espiritismo puede auxiliar a que las personas
encuentren la utilidad de esa facultad y como ahorrarse
dolores y sufrimientos. Eso no ocurrirá por magia o
milagro. Será fruto del esfuerzo por mejorarse a la luz
de las enseñanzas de los Espíritus superiores que
presentan la moral de Jesús de forma que pueda ser
vivida por las personas sin misterios o falsas prácticas
exteriores que no llevan a los cambios necesarios al
progreso espiritual.
De esa forma, al estudiar el Espiritismo, aquel que
posea cualquier tipo de mediumnidad – que no es
privilegio de algunos iluminados, sino que es una
facultad común que muchos tienen y no le dan la debida
importancia – tendrá la oportunidad de conocer a que
viene esa facultad y como actuar para que ella, al revés
de ser un problema sea un medio de progreso y
adelantamiento espiritual.
Artículo de Carlos Roberto Campetti-
http://www.espiritismo.cc
La mediumnidad -
1ª Parte
La mediumnidad,
también llamada canalización telepática, es la
manifestación característica del espíritu desencarnado
(o del thetán, como se denomina al Yo Superior
del espíritu que está encarnado), y no el fruto de
sensibilidades o anomalías del sistema nervioso. Es una
facultad que en su percepción psíquica se engrandece en
la misma medida en que evoluciona y se moraliza el
espíritu del hombre. Su expresión más elevada fue cuando
el Maestro Jesús cedió su cuerpo para dar cabida a la
Energía Crística. La
mediumnidad es un recurso que
faculta el intercambio entre los "vivos" de la tierra y
los "muertos" del otro lado, y sirve como puente o
ligazón para que Altas Entidades Espirituales como
Cristo (actual Logos Dimensional), Jesús (actual Logos
Solar), Johnakan-Ur-el (Juan Zebedeo, el discípulo amado
y alma gemela de Jesús), Buddha, Saint Germain, Kahlil
Gibrán, Confucio, Sócrates, Allan Kardec, etc., presten
con sus oportunos mensajes un valioso Servicio a la
humanidad. Esta aseveración pretende disipar el error
muy común de creer que los líderes espirituales, después
de abandonar el cuerpo físico, se desentienden
totalmente de la suerte de aquellos discípulos o
seguidores que guiaron en la tierra. La mediumnidad
es un fenómeno resultante de la hipersensibilidad
psíquica que, en el presente, surge entre los hombres,
en concomitancia con el fin de la "Era de la Materia" y
el umbral de la "Era del Espíritu", etapa en la que los
seres humanos se verán impulsados, como un imperativo
determinado por la evolución del planeta, hacia el
estudio y cultivo de los bienes de la Vida Eterna.
Debe tenerse en cuenta que, aunque muchos movimientos
filosóficos o espiritualistas no utilicen la palabra
"médium" (para distinguirlos, quizás, del tan
cuestionado espiritismo), sus mediadores no dejan de
encuadrarse en la técnica sideral de la manifestación
mediúmnica, cuando captan los mensajes directamente de
sus maestros o por vía de la intuición, como lo hacía
hace dos mil años Jesús, por ejemplo, o más
recientemente Ron Hubbard, fundador de Dianética y
Cienciología. En estas circunstancias se encontraba
también como médium el reverendo G. Vale Owen,
protestante, cuando recibía los mensajes mediúmnicos de
su progenitora en la sacristía de su iglesia, y Alice
A. Bailey, que psicografiaba en el ambiente iniciático
las orientaciones del Maestro Tibetano. Eran médiums,
asimismo, la fundadora de la Sociedad Teosófica Helena
P. Blavatsky y también muchos de sus afiliados, como el
obispo anglicano Leadbeater y Geoffrey Hodson. Los
profetas eran médiums poderosos (Jonás, Isaías,
Jeremías, Ezequiel y muchos otros). En la esfera
católica eran también efectivos médiums Santa Teresita,
Antonio de Padua, Don Bosco y Vicente de Paul, por citar
solamente algunos. Más allá, entonces, de cualquier
denominación o interpretación dada a este tipo de
manifestaciones por las instituciones filosóficas o
espiritualistas ("gracia", "milagro", "don profético",
etc.), todas son, en esencia, fenómenos mediúmnicos.
En el libro de Alice A. Bailey Tratado de los Siete
Rayos, editado en 1936, en la página 155 se lee: "En las próximas décadas la ciencia penetrará más
hondamente en el reino de lo intangible y trabajará con
médiums y aparatos hasta ahora desconocidos.Se
descubrirán los medios que facilitarán el contacto con
los que actúan fuera del cuerpo físico, y un grupo de
médiumsoperará como intermediario para un número
de científicos que están en el más allá y aquellos que
aún tienen cuerpo físico".
Este tiempo
profetizado es ahora.
La mediumnidad -
2ª Parte
La
mediumnidad es la comunicación entre seres humanos y
entidades que no pertenecen al plano de existencia
físico donde nos desenvolvemos. Existen muchas
referencias históricas a este tipo de comunicaciones
entre hombres y entidades de los planos espirituales.
Todas las grandes religiones milenarias conservan, y así
podemos constatarlo en los libros que nos han legado,
referencias concretas a este hecho. La Biblia, el libro
sagrado de la religión judeo- cristiana, relata un
episodio ocurrido más de mil años antes del nacimiento
de Jesús. En ese entonces, el rey Saúl hace echar de las
tierras de Israel a todos los adivinos y nigromantes,
porque la Ley de Moisés prohibía
formalmente la evocación de los muertos. Y, sin embargo,
el propio Saúl, atemorizado por el poder que estaban
desplegando los filisteos, se apresuró a buscar un
vidente clandestino, pues quería pedir consejo al
profeta Samuel, que acababa de fallecer. Logró encontrar
a una vidente, la maga de Endor, dirigiéndose
prestamente a la casa de esa mujer. Llevaba vestiduras
viejas para no ser reconocido y entró en la vivienda de
la vidente, lográndose la comunicación mediúmnica. Fue
allí cuando Samuel dijo a Saúl : -¿Por qué me perturbas
evocándome? En los relatos mitológicos, Ulises
consultaba al adivino Tiresias (10º canto de la Odisea)
y Atossa convocaba al rey Darío (Los Persas, de
Esquilo). También se lee en los poemas de Gilgamesh, el
héroe asirio, cuando éste se comunica con su amigo
Endiku, que había fallecido tiempo atrás.
Es para destacar que, en
todas las épocas, siempre hubo cristianos pidiendo
favores a sus santos, con el convencimiento de que éstos
podían escucharlos y atender sus requerimientos. Esto
último con el beneplácito de la propia Iglesia Católica
que, sin embargo, prohibió más tarde los intentos de
comunicación con los espíritus - lo que demuestra que lo
consideraba posible - porque decidieron asumir la
proscripción de las antiguas legislaciones hebreas.
En el Nuevo Testamento se habla de que Dios concede
dones espirituales diversos. Entre ellos figura el Don de discernimiento de espíritus (1 Cor,
12, 10), pero las autoridades eclesiásticas decidieron
en su momento que ese donde comunicación del que hablaba
San Pablo no le había sido concedido a todo el mundo y
acordaron preservar a los feligreses de los posibles
contactos con espíritus malignos.
Lo real, de todas maneras, es que la creencia de que es
posible comunicarse con las entidades que habitan el
mundo espiritual, es algo admitido desde hace milenios
por todas las religiones. Lamentablemente, en Occidente,
a causa de la prohibición religiosa y el miedo de ser
quemados en la hoguera, la inmensa mayoría de los
feligreses se abstuvo de intentar ningún tipo de
comunicación con los espíritus… En este tema existe la
avidez de la comunicación mediúmnica por la consulta con
seres queridos que han desaparecido del plano físico o
por averiguar temas
futuros mediante la precognición
espiritual. Dejan de lado lo más importante: Los
mensajes de los Maestros de Luz, que pueden guiar el
camino evolutivo del hombre. Es por eso que la segunda
parte del libro EL CIELO RESPONDE consta de diálogos con
distintas entidades espirituales de Luz que, a través de
contactos mediúmnicos, dan diversos mensajes para la
orientación de las personas que deseen acceder al camino
hacia la Esencia Divina. Lo importante es tomar
conciencia que somos espíritus en evolución y que la
única manera de elevarnos es dando Amor.
"Aún sigue vigente el postulado hermético: "Conócete a
sí mismo y la verdad te hará libre". Mientras el ser
humano encarnado no sepa verdaderamente quién es, para
qué está aquí, de donde viene y para donde va (¿quién
decretó que no es posible saberlo?) será esclavo de sí
mismo y fácil presa de las religiones de turno, que se
nutren de la ignorancia de sus feligreses.
Por el Prof.
Jorge Raúl Olguín.
Mediumnidad, espiritismo o canalizaciones telepáticas.
Como
nos comunicamos con los espíritus en el mas allá, como nos
han llegado las mas altas verdades en la historia.