12. Es mi intención atraer a las personas ideales y las relaciones divinas
"En el momento en el que te comprometes definitivamente, también da un paso la Providencia. Ocurren toda clase de cosas que te ayudan y que en otro caso jamás habrían ocurrido... situaciones imprevistas, encuentros y ayuda material que nadie podría haber imaginado que se te presentarían."
Johann Wolfgang von Goethe
Quizá hayas visto una película de 1989, El campo de los sueños, y recuerdes el concepto de que si vas en pos de un sueño, lo lograrás (o «Si lo construyes, vendrá»), He pensado en esto al empezar a escribir el presente capítulo porque quisiera recomendarte que, si te comprometes a corresponderte con el campo de la intención, aparecerá cualquiera a quien desees o necesites para hacer realidad tu intención personal. ¿Cómo es posible? Goethe, uno de los estudiosos y creadores más dotados de la historia de la humanidad, te da la respuesta en la cita que encabeza este capítulo. En el momento en el que te comprometes definitivamente a formar parte de la fuerza de la intención, «...también da un paso la Providencia», y se te presenta una ayuda imprevista.
Aparecerán las personas idóneas para ayudarte en todos los aspectos de la vida; allí estarán quienes te apoyen en tu carrera; surgirán las personas que te ayuden a crear el hogar perfecto y a solucionar los aspectos económicos de cualquier cosa que desees; el conductor que necesitas para ir al aeropuerto te estará esperando a la puerta; el diseñador al que admiras querrá trabajar contigo; el dentista que necesitas urgentemente en mitad de tus vacaciones está en el mismo sitio que tú, y te encuentra tu alma gemela. La lista es infinita, porque todos estamos interrelacionados, todos emanamos de la misma Fuente y todos compartimos la misma energía divina de la intención. No hay lugar en este universo en el que no esté la mente universal y, por consiguiente, la compartes con cuantos atraes a tu vida. Tienes que librarte de toda resistencia que te impida atraer a las personas idóneas, porque en otro caso no las reconocerás cuando aparezcan en tu vida cotidiana. Puede resultar difícil reconocer la resistencia al principio, porque es una forma de tus pensamientos, emociones y niveles de energía que te resulta muy conocida. Si te crees impotente para atraer a las personas idóneas, habrás atraído la impotencia a tu experiencia. Si te sientes apegado a la idea de estar con las personas que no debes, o a ninguna persona, tu energía no está alineada con la fuerza de la intención y te domina la resistencia. El campo de la intención no tiene otra opción sino la de enviarte lo que deseas en mayor cantidad. Da otro salto mortal hacia lo inconcebible, donde tienes fe y confianza en la mente universal de la intención, y permite que las personas idóneas lleguen a tu espacio vital a su debido tiempo.
Eliminar la resistencia con el permiso
Tu intención es completamente clara en este sentido. Quieres atraer a las personas que están destinadas a formar parte de tu vida, y mantener una relación espiritual feliz y plena. El campo universal y omnicreador ya está colaborando con tu intención. Evidentemente, esas personas ya están aquí, porque en otro caso supondría que deseas algo que no ha sido creado. No sólo existen ya las personas idóneas, sino que compartes con ellas la misma Fuente divina de la vida, puesto que todos emanamos de esa Fuente, Ya estás conectado espiritualmente, de un modo invisible, con esas personas «perfectas para ti». Entonces, ¿por qué no puedes verlas, tocarlas o abrazarlas, y por qué no están ahí cuando las necesitas?
Lo que hace falta para que se presenten ante ti las personas idóneas es que estés dispuesto y preparado para recibirlas. Siempre han estado ahí. Están ahí en este mismo momento. Siempre estarán ahí. Lo que tienes que plantearte es lo siguiente:
«¿Estoy preparado? ¿Estoy dispuesto? ¿Hasta qué punto estoy dispuesto?». Si respondes a estas preguntas con una completa disposición a experimentar tus deseos, empezarás a ver a las personas no sólo como cuerpos con almas, sino como seres espirituales envueltos en un cuerpo único. Verás las infinitas almas que somos todos: infinitas, en el sentido de para siempre y en todas partes, y en todas partes, en el sentido de que están contigo en este mismo momento sí ese es tu deseo espiritual.
Dar lo que quieres atraer. Una vez que te hayas formado una imagen mental de la persona o personas que deseas que aparezcan en tu espacio vital inmediato y que sepas cómo quieres que te traten y cómo serán, debes ser lo que estás buscando.
Vivimos en un universo de atracción y energía. No puedes desear atraer a un companero confiado, generoso, amable y que no censure y esperar que ese deseo se ponga de manifiesto sí piensas y actúas de una forma desconfiada, egoísta, crítica o arrogante, razón por la que la mayoría de las personas no atraen a las personas idóneas en el momento adecuado. Hace casi treinta años yo quería atraer a mi vida a un editor para mi libro Your Erroneous Zones [Tus tonas erróneas].
El editor tendría que haber sido muy comprensivo, porque entonces no se me conocía como escritor y él tendría que haber corrido un riesgo y haber dejado a un lado cualquier duda que albergara sobre mí. Mi agente literario concertó una cita con un ejecutivo, al que llamaré George, de una importante editorial neoyorquina. Al sentarme para empezar a hablar con él, me di cuenta de que tenía algún problema personal. Le pregunté qué le ocurría, y pasamos las tres o cuatro horas siguientes hablando sobre un terrible asunto personal que había tenido lugar la noche anterior. La mujer de George le había dicho que quería el divorcio, y él se quedó estupefacto, Dejé a un lado los deseos de publicar mi libro y me convertí en lo que buscaba: una persona comprensiva, segura de sí misma, dispuesta a correr riesgos. Al ser eso mísmo y distanciarme de los deseos dominados por mi ego, fui capaz de ayudar a George aquella tarde, que nunca olvidaré. Abandoné su despacho sin siquiera haber hablado sobre la publicación de mi libro. Cuando se lo conté a mi agente literario, me dijo que estaba convencido de que había perdido una oportunidad única de darle un buen empujón a mi libro con una editorial importante. Al día siguiente George llamó a mi agente y le dijo: «Ni siquiera sé lo que conlleva el libro de Dyer, pero quiero que sea uno de nuestros autores». En aquel momento no me di cuenta de lo que estaba ocurriendo. Ahora, tras un cuarto de siglo viviendo en este mundo de búsqueda espiritual, lo veo con toda claridad. Las personas idóneas aparecen precisamente cuando las necesitas y eres capaz de corresponderte con ellas. Debes ser aquello que deseas. Cuando eres lo que deseas, lo atraes irradiándolo. Tienes la capacidad de corresponderte con la fuerza de la intención y hacer realidad tu intención de atraer a las personas ideales y las relaciones divinas.
Atraer parejas espirituales
Es absurdo que un hombre o una mujer poco afectuosos se quejen de no encontrar pareja. Están condenados a una infinita frustración porque no reconocen a la persona que se corresponde con ellos cuando aparece. Esa persona afectuosa podría estar ahí mismo, ahora mismo, pero su resistencia no les permite verla. La persona que no siente afecto culpa a la mala suerte o a una serie de factores externos de no tener una relación amorosa. El amor sólo se puede atraer y devolver con amor. El mejor consejo que puedo dar para atraer y mantener parejas espirituales, como ya he destacado en este capítulo, consiste en ser aquello que estás buscando. La mayoría de las relaciones que no logran mantenerse se basan en que uno o ambos miembros de la pareja se sienten como si su libertad corriera cierto peligro.
Por otra parte, en las relaciones espirituales no se trata de que la otra persona se sienta inferior o relegada. «Parejas espirituales» simplemente significa que la energía que os mantiene juntos está en estrecha armonía con la energía de la Fuente de la intención. Eso significa que por la relación fluye una filosofía de «permiso» y que no hay que temer que se cuestione tu libertad para que hagas realidad el conocimiento interno de tu propósito, Es como si una persona le hubiera dicho a la otra: «Eres la energía de la Fuente en un cuerpo físico y, cuanto mejor te sientes, más fluye por ti esta energía amante, bondadosa, hermosa, receptiva, abundante, creativa y en expansión. Respeto esa energía de la Fuente y la comparto contigo. Cuando uno de nosotros se siente desmoralizado, fluye menos energía de la intención. Hemos de recordar que la mente universal no rechaza nada. Lo que no nos permite ser felices es porque nosotros lo rechazamos. Me he comprometido a mantenerme en este campo de la energía de la intención y a no dejarme ir. Esa es la Fuente que nos ha unido, y me esforzaré por mantenerme en armonía con ella». A este compromiso interiores alo que Goethe se refiere en la cita que da inicio al capítulo. Permite que la providencia dé un paso adelante y ayude a que sucedan cosas «que nadie podría haber imaginado que se le presentarían».
Ya has conectado con quienes deseas en tu vida; actúa en consecuencia.
Desde un punto de vista místico, no existe diferencia alguna entre la otra persona y tú. Un concepto quizá un tanto extraño, pero sin embargo válido, que explica por qué no puedes hacer daño a otra persona sin hacerte daño a ti mismo, ni puedes ayudar a otra persona sin ayudarte a ti mismo. Compartes la energía de la Fuente y, por consiguiente, debes empezar a pensar y actuar de una forma que refleje que tienes conciencia de este principio. Cuando sientas la necesidad de que aparezca la persona idónea, empieza a cambiar tu diálogo interior para reflejar esa conciencia.
En lugar de decir: «Ojalá apareciera esta persona porque necesito salir de la rutina», activa un pensamiento que refleje tu conexión, como: «Sé que la persona idónea llegará según el orden divino en el momento adecuado». Así actuarás basándote en ese pensamiento. Pensarás desde el fin y preverás la llegada. La previsión te pondrá alerta. Has modificado tu nivel de energía hasta alcanzar la misma receptividad que la fuerza de la intención que dispone que todos y todo lleguen aquí. Cuando alcanzas los niveles más altos de energía, tienes acceso a una información superior. Se pone en funcionamiento tu intención, y notas la presencia de la persona o las personas que deseas en tu vida. Actúas según esa intuición, sabiendo desde lo más profundo que vas por buen camino. Actúas de acuerdo con tu nueva conciencia, y te conviertes en colaborador de la creación, al tiempo que se activa una nueva comprensión en tu interior. Estás contemplando el rostro del Creador, y te ves como su colaborador en la creación. Sabes a quién llamar, adonde mirar, cuándo confiar y qué hacer. Te están guiando para que te conectes con aquello que estás suscitando.
Si una amistad o una pareja requiere la sumisión de tu naturaleza original y tu dignidad más elevadas, significa que algo va mal. Cuando realmente sabes lo que es amar, como te ama tu Fuente, no experimentarás el dolor del pasado cuando tu amor pasaba desapercibido o era rechazado. Se parecerá más bien a la descripción de la experiencia de una amiga mía cuando decidió abandonar una relación: «Tenía el corazón partido, pero también me daba cuenta de que sus puertas seguían abiertas. Notaba que el amor fluía hacia esa persona que no podía amarme como yo quería ser amada, aunque había dejado esa relación para buscar el amor que sentía en mi interior. Me extrañaba sentir ese dolor, y al mismo tiempo notar que todavía mantenía una posición abierta. No dejaba de pensar: "Tengo el corazón destrozado, pero abierto de par en par". Me trasladé a un nivel completamente distinto de amar y ser amada, y la relación con la que había soñado apareció al cabo de dieciocho meses».
Tú eres amor; emanaste del puro amor. Estás conectado a la Fuente del amor en todo momento. Piensa así, siente así, y dentro de poco actuarás así. Y todo cuanto pienses, sientas y hagas te será correspondido de la misma manera. Aunque no te lo creas, el principio de que la persona idónea aparezca en el momento adecuado funciona desde siempre. Lo único que te impide verlo con claridad es tu ego.
Todo se desarrolla según el orden divino. Ya tendrías que estar proclamando que aparecerán cuantas personas necesitas para ese viaje que has emprendido y que serán perfectas en todos los sentidos para las necesidades que tengas.
Además, llegarán en el momento adecuado. En este sistema inteligente del que formas parte todo surge del campo de la intención en el que fluye la fuerza vital infinita e invisible a través de todo y de todos, entre los que tú estás incluido. Confía en esa fuerza vital invisible y en la mente omnicreadora que dispone la vida de todo.
Te recomiendo que hagas un rápido repaso y tomes nota de todas las personas que han aparecido como personajes en esa obra de teatro que es tu vida. Ha sido todo perfecto. Tu ex cónyuge apareció en el momento adecuado, cuando necesitabas tener esos hijos a los que tanto quieres. El padre que te abandonó para que aprendieras a ser independiente se marchó en el momento adecuado. El o la amante que te dejó plantado formaba parte de esa perfección. El amante que se quedó contigo también siguió el ejemplo de la Fuente.
Los buenos momentos, las luchas, las lágrimas, los insultos... en todo ello intervinieron personas que llegaron a tu vida y después se marcharon. Y ni todas tus lágrimas podrán borrar una sola palabra de todo eso. Es tu pasado, y cualesquiera que fueran entonces tu nivel de energía, tus necesidades, tu posición social, atrajiste a las personas y los acontecimientos idóneos. Quizá te parezca que no aparecieron cuando te hacían falta, que cuando estabas solo no apareció nadie, pero te ruego que lo veas desde la perspectiva de la vida entera que sigue un orden divino. Si no apareció nadie, es porque tenías que encargarte de algo tú solo y por consiguiente no atrajiste a nadie que satisficiera tu nivel de energía en esa época. Examinar el pasado como una obra de teatro en la que todos los personajes y sus entradas y salidas del escenario forman parte del guión escrito por tu Fuente y son lo que tú atrajiste en su momento te libera de las bajas energías de la culpa, el arrepentimiento e incluso la venganza. Al final, pasarás de ser un actor influido por quienes desempeñan los papeles de productor y director a ser autor, director, productor y protagonista de tu maravillosa vida. También serás el director de reparto y podrás hacerle una prueba a quien quieras, Toma tus decisiones basándote en el camino de la no resistencia y manteniéndote en armonía con el productor supremo de la obra: la mente universal, omnicreadora, de la intención.
Unas palabras sobre la paciencia. Hay una frase tan paradójica como maravillosa en A Course in Miracles: «La paciencia infinita da resultados inmediatos». Ser infinitamente paciente significa saber sin lugar a dudas que te encuentras en armonía vibratoria con la fuerza omnicreadora que dispuso que llegaras aquí. En realidad, colaboras en la creación de tu vida. Sabes que aparecerán las personas idóneas según un programa de orden divino. Intentar acelerar ese programa con tu propia agenda es como arrancar un brote de tulipán por haberte empeñado en que necesitas la flor inmediatamente, La creación desvela sus secretos poco a poco, no según tus planes. El resultado inmediato que obtendrás con una paciencia infinita será una profunda sensación de paz. Sentirás el amor del proceso de la creación, dejarás de exigir y empezarás a estar ojo avizor para encontrar a la persona idónea.
Estoy escribiendo esto con la idea de que la paciencia infinita da resultados inmediatos. Sé que no estoy solo mientras escribo. Sé que aparecerán las personas idóneas, como por arte de magia, para proporcionarme los incentivos o los materiales que pueda necesitar. Tengo una fe absoluta en este proceso, y me mantengo en armonía con mi Fuente. Alguien me llama por teléfono, y tiene una cinta grabada que podría interesarme.
Hace un par de semanas a lo mejor no me habría llamado la atención, pero hoy escucho esa cinta mientras hago ejercicio y me proporciona precisamente lo que necesito. Veo a alguien mientras doy un paseo y se para a charlar conmigo. Me habla de un libro que, según me dice, me gustará. Apunto el título, lo busco y me encuentro con lo que necesito.
Lo mismo ocurre todos los días, de una u otra forma, mientras entrego la mente de mi ego a la mente universal de la intención y permito que me ayuden las personas idóneas con mi intención individual. Ei resultado inmediato de la paciencia infinita consiste en la paz interior derivada de saber que tengo un «jefe» que me enviará a alguien o me dejará en paz para que resuelva las cosas por mí mismo. Esto se llama fe práctica, y te ruego que confíes en ella, que seas infinitamente paciente con ella y que mantengas una actitud de reverencia, respeto y agradecimiento absolutos cada vez que aparezca misteriosamente la persona idónea en tu espacio vital inmediato.
Hacer de tu intención tu realidad
A continuación presento mi programa de diez pasos para poner en práctica la intención de este capítulo.
Primer paso. No te dediques a esperar, desear, rezar y rogar para que aparezcan en tu vida la persona o las personas idóneas. Comprende que este universo funciona con la energía y la atracción. Recuerda que tienes poder para atraer a las personas idóneas para que te ayuden a cumplir cualquier deseo siempre y cuando seas capaz de abandonar la energía impulsada por el ego y corresponderte con la Fuente omnicreadora de la intención. Este primer paso es fundamental, porque si no puedes disipar todas las dudas sobre tu capacidad para atraer a personas creativas, que te ayuden y te quieran, los nueve pasos siguientes no te servirán de gran cosa. Atraer a las personas ideales y las relaciones divinas empieza par saber en lo más íntimo que no se trata solo de una posibilidad, sino de una certeza.
Segundo paso. Conceptualiza tu conexión invisible con las personas que te gustaría atraer a tu vida. Olvida la identificación exclusiva con la apariencia de tu cuerpo y sus posesiones. Identifícate con la energía invisible de tu interior que mantiene tu vida regulando las funciones corporales. Reconoce esa misma Fuente de la energía que fluye por las personas que, según tu percepción, están ausentes de tu vida, y después vuelve a alinearte en el pensamiento con esa persona o esas personas. Ten la convicción interna de que esa fuerza de la intención os conecta. Tus pensamientos de crear esa fusión también emanan del mismo campo de la intención universal.
Tercer paso. Házte una imagen mental del encuentro con la persona o las personas que te gustaría que te ayudaran o qué tuvieran una relación contigo. Manifestarse es una función de la intención espiritual que se corresponde con tus deseos en armonía vibratoria. Puedes ser tan explícito como quieras, pero no compartas con nadie esta técnica de visualización, porque te pedirán que te expliques, que te defiendas, y tendrás que enfrentarte a la baja energía de la duda que inevitablemente surgirá. Se trata de un ejercicio privado, algo entre Dios y tú. No permitas» bajo ninguna circunstancia, que la negatividad o la duda nublen ni desgasten esa imagen. Por muchos obstáculos que puedan presentarse, aférrate a esa imagen y mantente en una armonía de amor, bondad, creatividad y paz con la Fuente de la intención, en continua expansión e infinitamente receptiva.
Cuarto paso. Actúa según esa imagen interior. Empieza por actuar como si cuantos conozcas formaran parte de la intención de atraer a tu vida a las personas ideales- Comparte con los demás tus necesidades y deseos sín entrar en detalles sobre tu metodología espiritual. Acude a los expertos que pudieran resultarte de ayuda y expon tus deseos. Estarán dispuestos a ayudarte. No esperes que nadie más vaya a realizar la tarea de atraer a las personas idóneas para lo que buscas, ya sea un puesto de trabajo, la admisión en una universidad, un empuje económico o un mecánico que te arregle el coche. Sé proactivo y mantente alerta ante las señales de sincronía, no las dejes pasar. Si un camión pasa a tu lado con un número de teléfono que anuncia lo que necesitas, apunta el número y telefonea. Considera lo que quizá te parezcan extrañas coincidencias que rodean tus deseos mensajes de la Fuente y actúa inmediatamente. Te aseguro que se producirán repetidamente.
Quinto paso. Sigue el camino de la mínima resistencia. Utilizo el término «resistencia» en el mismo sentido que en diversas ocasiones en la segunda parte de este libro. Los pensamientos como los siguientes constituyen una forma de resistencia a que tus deseos se pongan de manifiesto: «Esto no es nada práctico. No voy a conseguir que mí persona ideal se materialice sólo con mis pensamientos. ¿Por qué me van a tratar a mí mejor que a los demás, que también esperan a la persona perfecta? Ya lo he intentado, y lo que apareció en mi vida fue un perfecto cretino». Son pensamientos de resistencia que interpones a la Fuente cuando va a enviarte a alguien. La resistencia es una energía baja, mientras que la Fuente es una energía alta, creativa, expansiva. Cuando tus pensamientos tienen vibraciones de baja energía no puedes atraer a las personas de alta energía que necesitas o deseas. Aunque se abalanzaran sobre ti diciendo: «Aquí estoy yo, dispuesto a servirte», incluso con un cartel que dijera SOY TUYO, ni las reconocerías ni las creerías porque estás demasiado liado intentando atraer más de lo que no puedes ni mereces tener.
Sexto paso. Practica ser la clase de persona a la que deseas atraer Como ya he apuntado, si quieres que te amen incondicionalmente, practica el amor incondicional. Si deseas ayuda de los demás, presta ayuda en cada ocasión que puedas. Si quieres recibir generosidad, sé tan generoso como puedas y con la mayor frecuencia posible. Esta es una de las formas más sencillas y eficaces de atraer la fuerza de la intención. Correspóndete con la comunicatividad de la mente universal de la que surge todo y atraerás hacia ti cuanto tienes intención de poner de manifiesto.
Séptimo paso. Distánciate del resultado y practica la paciencia infinita. Este es el paso crucial de la fe. No cometas el error de valorar tus éxitos o fracasos basándote en tu pequeño ego y su calendario. Saca a la luz tu intención y practica cuanto está escrito en este capítulo y en este libro y quédate tranquilo. Crea el saber interior y deja que la menre universal de la intención se encargue de los detalles.
Octavo paso. Practica la meditación, sobre todo el japa, para atraer a las personas ideales y las relaciones divinas. Repite el sonido que es en el nombre de Dios como un mantra, viendo literal y mentalmente la energía que irradias, atrayendo a tu vida a las personas que deseas. Te quedarás estupefacto ante los resultados. En este libro he proporcionado numerosos ejemplos de cómo la meditación japa ayuda a muchas personas a poner de manifiesto sus sueños, casi como por arte de magia,
Noveno paso. Considera que cuantas personas han desempeñado un papel en tu vida te han sido enviadas para tu provecho. En un universo habitado por una inteligencia creativa, divina, organizadora, que yo denomino fuerza de la intención, no existen las casualidades. La estela de tu vida es como la estela de un barco. No es ni más ni menos que el rastro que deja. La estela no dirige el barco, como no dirige tu vida. En tu vida personal, todo y todos tenían que estar allí cuando estuvieran- ¿Y qué lo demuestra? ¡Que estaban allí! Eso es lo único que necesitas saber. No esgrimas como razón para no poder atraer hoy a las personas idóneas lo que resultó de esa estela, o las personas que aparecieron en esa estela y que no eran las adecuadas. Es el pasado... nada más que un rastro que has dejado.
Décimo paso. Mantente, como siempre, en un estado de eterna gratitud. Agradece incluso la presencia de quienes hayan podido causarte dolor y sufrimiento. Da gracias a tu Fuente por habértelos enviado y a ti mismo por haberlos atraído. Todos tenían algo que enseñarte. A partir de ahora da las gracias a cuantos Dios ponga en tu camino, y comprende que, como colaborador de la creación que eres, de ti depende resonar con la elevada energía del amor y la intención y mantener a esas personas con similar energía en tu vida, o dejarlos marchar con una bendición silenciosa y un amable «no, gracias». Y lo más importante es el «gracias», porque esa es la verdadera gratitud en acción.
En el fabuloso libro de Lynne McTaggart The Field: The Quest for the Secret Force of the Universe [El campo: la búsqueda de la fuerza secreta del universo], se nos ofrece una perspectiva científica de lo que he escrito en este capítulo: «Nuestro estado natural de ser es una relación, un tango, un estado constante en el que nos influimos mutuamente. Al igual que las partículas subatómicas de las que estamos compuestos no se pueden separar del espacio y las partículas que las rodean, tampoco se pueden aislar los seres humanos... Mediante el acto de la observación y la intención tenemos la capacidad de extender una especie de superradiancia hacia el mundo».
Mediante la relación con los demás, utilizando la fuerza de la intención, podemos irradiar toda la energía necesaria para atraer lo que deseamos. Te ruego que tomes conciencia de ese hecho ahora mismo y que lo sepas desde lo más profundo de tu corazón, como lo sabía el campesino de El campo de los sueños: que si construyes ese sueño interior, sin duda vendrá.