Algo importante que es necesario saber sobre la curación es que,
durante la sesión, el sanador opera en distintas capas del aura, y
que el trabajo es muy distinto en cada una de ellas. Esto se
entenderá mejor cuando se describa en detalle lo que sucede durante
una curación.
Otro aspecto destacado es la
consideración de que las energías necesarias para la
curación pasan por el crisol ardiente del chakra cardiaco
para transformarse de espíritu en materia y viceversa, como
se ha dicho ya en el capítulo 16.
Ejercicios destinados a la acumulación de energía para
una jornada de curación
Antes de comenzar una sesión curativa es importante que
el lector se alinee con las energías más elevadas
disponibles y que realice varios de los ejercicios
descritos en el último capítulo para despejar y cargar
todos los chakras a fin de permitir que la energía
penetre en su campo. Practique estos ejerciciosde
meditación durante varios meses hasta que se sienta
cómodo con ellos. Antes de iniciar la jornadade curación
es muy importante que haga acopio de energía y se centre
en los fines que persigue. Medite sobre ello antes de
proceder a la curación. Dedique un minuto a cada
paciente. Otra téc nica consiste en centrar su mente,
desterrando otros pensamientos, en cada paciente
mientras acumula energía. También en este caso, el
tiempo de concentración es de un minuto por cada
paciente. Visualice o sienta
la energía que fluye a través de su cuerpo. También
necesita una gran experiencia para discernir
cadasensación, tal como se indicó en el capí tulo 19.
Asegúrese de que cuenta con el apoyo de varios amigos
experimentados en estos asuntos. Estas dos condiciones
(discernimiento y apoyo) no son opcionales, sino que
constituyen requisitos previos para cualquiera que desee
actuar como canal durante la curación. Se trata de un
trabajo muy profundo y no debe tomarse a la ligera ni
como un juego. El mal uso de estas técnicas puede dar
lugar, y de hecho lo hace, a experiencias muy
desagradables que pueden causar daño a cualquier persona
que intente canalizar sin haber seguido la disciplina
espiritual
apropiada. La canalización es, en realidad, un
subproducto de la disciplina espiritual. Una vez
cumplidos estos requisitos, uno puede seguir adelante
con el ejercicio, que ofrecemos más adelante en este
capítulo, de permitir que los guías penetren en su
campo. Por el momento, limítese a realizar los
ejercicios detallados en el capítulo 21 antes de
enfrentarse a su paciente.
Después de saludar a éste, si no ha trabajado antes con
él, no deje de describirle brevemente lo quepretende
hacer. Es importante que el sanador se comunique en la
mayor medida posible en el lenguaje del paciente. Sea
tan sencillo como pueda, pero, si descubre que el
enfermo comprende ya muchas cosas sobre el aura y la
curación, háblele entonces con ese nivel de comprensión.
Determine con rapidez cuál es el nivel general de
comprensión sobre la curación y el aura, a fin de
establecer una base común para la comunicación. Ello
tranquilizará al paciente y le permitirá a usted empezar
su trabajo.
Por mi parte, suelo iniciar una sesión de curación
trabajando con los cuerpos aurales inferiores, para
irpasando paulatinamente a los superiores. En la figura
22-1 ofrezco un breve esbozo de mi secuencia curativa
que le puede resultar útil a medida que siga la
descripción detallada que expongo a continuación.
Figura 22-1
SECUENCIA DE CURACIÓN
1. Análisis general del sistema energético del paciente.
2. Alineación de los tres sistemas energéticos a
utilizar en la sesión de curación: el del sanador, el
del paciente y los guías y el campo energético
universal.
3. Curación de los cuatro cuerpos inferiores (capas 1,
2, 3 y 4 del aura). A. Quelación: carga y despejado del
aura del paciente.
B. Limpieza de la espina dorsal.
C. Limpieza de áreas e specíficas del aura del paciente.
4. Curación del patrón etéreo (cirugía espiritual) (5º
capa del aura).
5. Curación del patrón cetérico (7º capa del aura)
(reestructuración). A. Reestructuración del órgano del
patrón cetérico.
B. Reestructuración del chakra del patróncetérico.
6. Curación del nivel celestial (6º capa del aura).
7. Curación del nivel cósmico (8º y 9º capas del aura).
SECUENCIA DETALLADA DE LA
CURACIÓN
1. Análisis general del sistema energético del paciente
Para iniciar una curación por primera vez, lo que suelo
hacer es efectuar un rápido análisis energético del
cuerpo para determinar la forma en que el paciente
utiliza su sistema de energía en general, tomando nota
de las características físicas del cuerpo para
establecer la es tructura de su carácter. Tan pronto
como puedo ver esta estructura, sé que es probable que
tenga que trabajar muchísimo con los chakras que están
habitualmente bloqueados. Lo que hago es, sencillamente,
poner a la persona de pie, con los pies en paralelo y
separados a la distancia de los hombros. Luego le pido
que se agache flexionando las rodillas y se vuelva a
levantar armonizando la respiración con este movimiento.
Puedo captar así numerosos datos sobre la forma,
adecuada o errónea, en la que la persona dirige su
energía,
lo cual indica en definitiva cuál es la causa del
problema físico. Por ejemplo, la energía no fluirá
usualmente por igual en su ascenso por ambas piernas;
suele ser más fuerte en un lado del cuerpo queen el
otro. Todos estos desequilibrios guardan relación con
cuestiones emocionales y mentales que la persona debe
afrontar y trabajar. Por ejemplo, es probable que
alguien que tenga miedo al amor envíe más energía a la
parte posterior del cuerpo más cercana al área cardiaca
(el centro volitivo), dirigiendo erróneamente la energía
que necesita para nutrir su centro cardiaco amatorio.
Una vez que me había hecho una idea válida acerca de la
forma en la que el paciente utilizaba su sistema, solía
hacer un análisis de los chakras por medio del péndulo;
actualmente me limito a «leer» psíquicamente el
problema.
Al principiante le sugiero que observe la estructura del
cuerpo físico. Compárela con lo que ha aprendido sobre
la estructura del carácter. ¿Qué estructuras del
carácter predominan? ¿Cuá l será entonces la
psicodinámica implicada? ¿Qué chakras son los que,
probable mente, funcionan mal? Revise las tablas
contenidas en el capítulo 13. Estos datos revelan gran
cantidad de información sobreel equilibrio de la razón,
la voluntad y la emoción y sobre los principios activos
y receptivos de lapersonalidad. También dice muchas
cosas sobre la forma en que la persona funciona en las
áreas representadas psicodinámicamente por cada chakra.
Observe la estructura del cuerpo físico. Toda esta
información la puede utilizar para guiar a la persona
hacia una comprensión más profunda del yo y sobre el
modo en que funciona en su vida cotidiana.
Pido al paciente que se quite los zapatos y se des
prenda de cualquier joya que lleve (que podría
interfe-rir en sus líneas normales de energía) y que se
acueste de espaldas en mi mesa de masaje. (Llegadosa
este punto se puede optar por hacer una lectura del
chakra con el péndulo, como se ha dicho en el capítulo
10.) Por lo general, saco mis cristales si considero que
son apropiados para el paciente. Como
he dicho en el capítulo anterior, deposito un cuarzo
rosa grande en la mano izquierda del paciente y uncuarzo
transparente grande en la derecha. Para el segundo o el
primer chakra utilizo una amatista grande con depósitos
de hierro en su interior, a fin de mantener fuerte la
pulsación del campo del paciente y hacer que éste quede
anclado en el cuerpo. Un cuarto cristal que empleo es
una pieza de cuarzo transparente de alrededor de 3,75
centímetros de ancho por unos 9 centímetros de largo. Si
fuera más grande me resultaría pesado, y uno más pequeño
no podría extraer mucha energía. Este cristal presenta
un poderoso haz de luz blanca que sale por su extremo y
que actúa como un láser conel que desprender los
residuos acumulados en el aura. Lo uso en la parte
«limpiadora» de la sesión.
2. Alineación del sistema energético del sanador con los
del paciente y los guías
Antes de establecer el primer contacto físico con el
paciente, es importante que el sanador se alinee con las
energías omnipresentes, cada vez más elevadas. Para
ello, conduzco de nuevo mi energía rápidamente hasta los
chakras tal como se describe en el ejercicio 22. Realizo
un acto de afirmación para alinearme con Cristo y las
Fuerzas universales de la luz. Suelo orar, sea en mi
fuero interno o en voz alta:
«Ruego ser un canal para el amor, la verdad y la
curación en el nombre de Cristo y las fuerzas
universalesde la luz». Si el lector no tiene conexión
con Cristo, le ruego que utilice la conexión que tiene
con la plenitud universal, con Dios, la Luz, el Sagrado
entre los Sagrados, etc. A continuación silencio mi
mente cerrando los ojos y respirando por la nariz en
inspiraciones y espiraciones profundas, largas y
pausadas,
de manera que el aire frote contra el paladar. Me siento
ante el paciente y coloco los pulgares en el puntode
reflejo del plexo solar en la planta de sus pies. Este
punto, como se define en el sistema de reflexología del
pie, se encuentra en la planta justo por debajo de la
eminencia metatarsiana (véase la figura 22-2).
Seguidamente, me centro en el paciente para ajustar los
tres sistemas energéticos implicados: el suyo, el mío y
las fuerzas más potentes de la luz. Tal operación se
puede llevar a cabo explorando hacia arriba, a través de
la corona del cuerpo del sanador y luego a través del
cuerpo del paciente hasta alcanzar su co- rona. Una vez
hecho esto se puede realizar un rápido estudio de los
órganos corporales palpando los puntos reflejos del pie
para detectar el estado energético de cada uno. [.os más
importantes, por logeneral, suelen ser los órganos
principales del cuerpo y la espina dorsal.
Al tacto, los puntos desequilibrados de la planta del
pie serán demasiado blandos o excesivamente duros.
La huella de la presión con la yema del dedo sobre la
piel quedará marcada, lo que demuestra que necesita una
mayor elasticidad. También puede ocurrir que sea
demasiado elástica y no muestre huella alguna. O tal vez
su estado se parezca al que produce un espasmo mus cular.
Ot ra forma de describir la sensación que puede
recogerse en los puntos desequilibrados en términos de
¡lujo energético es el surgimiento de una pequeña fuente
de energía, o un pequeño torbellino energético que
penetrara en la piel por ese punto. Otro tanto es
aplicable a los puntos de acupuntura desequilibrados.
Los puntos de acupuntura tienen el aspecto de pequeños
torbellinos de energía o diminutos chakras. Un punto de
acupuntura desequilibrado expulsará energía, o dará la
sensación de ser un pequeño remolino que absorbe
energía. Quizá desee llevar ésta a los puntos
específicos que la necesitan.
A. Canalización para la curación
Conforme vaya progresando en la secuencia curativa puede
ir añadiendo una nueva dimensión a la canalización que
haya empleado para informarse. Al canalizar para la
curación propiamente dicha, el sanador permite que los
guías utilicen en mayor medida su campo energético de
dos formas principales.
La primera consiste, simplemente, en permitir que se
canalicen a través de su campo diferentes niveles
ovibraciones de luz. Por lo general es el guía quien
elige estos colores e intensidades. La persona que
canaliza se limita a mantenerse alineada con la luz
blanca, o luz de Cristo. Una segunda forma consiste
en permitir que los guías entren parcialmente en el
campo del sanador y trabajen en el del paciente por
medio de la manipulación directa. En ambos casos, deje
que su maestro espiritual guíe sus manos. En el primer
caso, la guía y el movimiento de fa mano son generales y
pueden empezar tan pronto como se pongan las manos en el
pie del paciente. En el segundo, son muy intrincados y
precisos y, por lo general,se realizan en los niveles
más elevados del campo (5-7). Muchas veces el guía
alargará su mano a travésde la del sanador, saliendo de
ella y dirigiéndose directamente al cuerpo del paciente.
Esto exige una máxima atención por parte del sanador
sobre lo que está haciendo el guía, con el fin de no
interferir. Por ejemplo, si en la curación del quinto
nivel aural se cansa de mantener la posición de la mano
o de moverla
en cierta forma y quiere detenerse, primero tiene que
hacérselo saber claramente al guía y darle tiempopara
que ajuste la curación a fin de permitir esa ruptura
energética. Retirar la mano prematuramente suele causar
un choque energético en el paciente, el cual quedará
sobresaltado. A continuación, el sanador deberá
retroceder y arreglar la interrupción que ha ocasionado.
La experiencia le hará familiarizarse con secuencias de
puesta en fase energética que permiten realizar pausas
en caso necesario.
3. Curación de las cuatro capas aurales inferiores
A. Quelación: cargar y despejar el aura del paciente
El término «quelar», derivado de la voz griega chele, o
«garra», significa arañar. La reverenda Rosalyn Bruyere,
fundadora de esta técnica desarrollada por ella misma,
adoptó dicho término para indicar, sencillamente, la
limpieza del campo del paciente mediante la separación
de los residuos aurales. La quelación, además, llena el
aura de energía, como si se hinchara un globo, y por lo
general la equilibra. Esto se logra haciendo correr la
energía por el cuerpo de manera gradual, empezando por
los pies. Lo mejor es hacer que discurra de forma
natural; con ello se fomenta el equilibrio y la salud de
todo el sistema. En consecuencia, la energía atraviesa
el cuerpo en sentido ascendente desde los pies, ya que
normalmente se obtiene a partir de la tierra por medio
del primer chakra y de los dos chakras de las plantas de
los pies. Estas energías terrestres son nec esarias en
todo momento para curar el cuerpo físico, puesto que son
las que presentan las vibraciones físicas más bajas. De
este modo es posible verter energía con absoluta
naturalidad al agotado sistema. El cuerpo energético la
absorbe y la transporta a donde sea necesaria. Por otra
parte, si se empieza en la zona en la que se produce la
queja, puede darseel caso de que el cuerpo energético
conduzca la energía a otro emplazamiento antes de que
comience a nutrir realmente la zona de entrada. Al no
ser un flujo natural, carece de eficacia.
Figura 22-2: Puntos principales de reflexología del pie
DERECHO
IZQUIERDO
Véase el gráfico de quelación en la figura 22-3. Las figuras
siguientes de este capítulo demostrarán cómose carga el aura de una
persona hasta su curación total.
Cuando Mary acudió a mi consulta por primera vez, su campo aural
aparecía atascado, desvaído y desequilibrado (figura 22-4). Tenía
bloques de colores rojo oscuro y pardusco en las rodillas, el área
pélvica, el plexo solar y los hombros. El chakra del plexo solar
estaba desfigurado y parecía como si el pequeño torbellino de la
parte superior izquierda sobresaliera como un muelle estirado. Esta
deformación
se extendía atravesando la quinta y séptima capas del campo,
configuración típicamente relacionada conla hernia de hiato. Mary se
quejaba de dolor en esa parte de su cuerpo y, además, en su vida
personal tenía problemas para conectar profundamente con la gente.
El proceso de curación, que se prolongó unaspocas semanas, no sólo
reequilibró, cargó y reestructuró su campo energético, sino que, por
añadidura, ayudó a Mary a aprender la manera de relacionarse mejor
con los demás. Esto se logró canalizando la información sobre sus
experiencias infantiles en las que aprendió a bloquear de forma
habitual su campo energético, lo que, en su momento, condujo a la
aparición de problemas psicológicos y físicos.
Examinemos a continuación cada paso de la curación como si el lector
fuera el sanador.
Siéntese y apoye las manos en los pies del paciente (Mary) hasta que
se despeje y equilibre su campo general (figura 22-5), que será
activado en su totalidad por la energía que fluye desde esta
posición. No intente controlar el color que está canalizando; deje
que fluya de forma automática. Si se centra en un color,
probablemente interferirá en vez de ayudar, ya que los campos
disponen de mayores opciones que
su mente lineal.
Siempre que despeje su campo de manera que sus chakras también
queden despejados y, por tanto, se sitúen en condiciones de
metabolizar todos los colores del campo energético universal, el
campo del paciente absorberá lo que necesite. Si uno de sus chakras
queda bloqueado, tendrá dificultades para canalizar a través del
mismo el color o la frecuencia de la luz transmitida. En tal caso,
repita el ejercicio de apertura de los chakras hasta que todos los
suyos estén abiertos. La figura 22-6 muestra el flujo de energía que
penetra en los chakras del sanador a través de su corriente de
fuerza vertical para penetrar
en el chakra cardiaco y salir después por sus brazos y manos,
introduciéndose a continuación en el campoaural del paciente.
Conforme la energía fluye, despeja, carga y, en general, reequilibra
el campo energético del paciente, pro- bablemente la sentirá usted
discurrir por sus manos. Es como si manaran chorros desde ellas. Es
posible que note una sensación de calor u hormigueo. Su pulso se
hará quizá lento y rítmico. Si es usted sensible
en este aspecto, detectará los cambios que se producen en el flujo.
A veces fluirá más energía por un lado del cuerpo; entonces cambiará
la frecuencia de las pulsaciones, corno lo harán la dirección del
flujo o bien
el emplazamiento general de la energía que llena el campo energético
del paciente. En este punto, el fl ujo penetra en las áreas
generales del cuerpo aural.
Después de unos minutos de trabajo, la intensidad del flujo remitirá
y se producirá un flujo igual de energíaascendente por ambos
costados del cuerpo. Ello quiere decir que el campo está equilibrado
en conjunto y que usted está listo para pasar a la siguiente
posición. Observe que el aura de Mary, como se ve en la figura 22-5,
está ahora muchísimo más despejada que cuando acudió a la consulta,
como se muestra en la figura 22-4. Pase a continuación al costado
derecho del paciente. Apoyando en todo momento una mano en
el cuerpo de éste para mantener la conexión, toque con la derecha la
planta del pie izquierdo del paciente y con la izquierda su tobillo
izquierdo. Para ello tendrá que inclinarse sobre el cuerpo del
paciente (figura 22-
7). Deje fluir la energía desde su mano izquierda a la derecha
atravesando el pie del paciente. Puede que, al principio, la energía
sea débil; luego, a medida que los ríos de energía se vayan
llenando, el flujo se hará más fuerte. Cuando el pie se llene de
energía, el flujo entre sus manos descenderá. Cambie ahora las manos
al pie y al tobillo derechos y repita la operación. Llénelo de
energía, como hizo con el pie izquierdo. Pase ahora la mano derecha
al tobillo izquierdo del paciente y la izquierda a la ro dilla
izquierda. Haga que la energía de su mano derecha pase por la parte
inferior de la pierna izquierda del paciente para llegar a la mano
izquierda de usted. Es posible que, al principio, el flujo sea débil
y quizá más fuerte en un lado de la pierna que en otro. Cuando haya
acabado de llenar, cambie a la posición tobillo/rodilla derechos
(figura 22-
8). Al proceder a la quelación entre el tobillo y la rodilla, las
nubes oscuras del muslo y la cadera derechos seaclararán y se
abrillantará su campo. Entonces empieza a despejarse también parte
de la oscuridad del lado izquierdo del plexo solar. Siga trabajando
por las piernas, subiendo de articulación en articulación, desde la
rodilla a la cadera y desde el lado, izquierdo al derecho (figura
22-9). A medida que progrese su trabajo con
el cuerpo se seguirá despejando el aura del paciente y éste entrará
en un estado alterado de conciencia.
Pase de la cadera al segundo chakra (fi - gura 22-10). A
continuación se despeja el campo del área pélvica del paciente,
especialmente en la zona que se encuentra entre las manos de usted.
En esta posición su mano derecha se apoya en la cadera del paciente,
y la izquierda, en el centro del segundo chakra por enci ma del
hueso púbico. Repita la operación en cada cos tado. Tendrá
conciencia de los cambios que van despejando el aura como
consecuencia de la elevación y el descenso del flujo energético
mientras pasa de un lugar al siguiente. Cuando haga la imposición de
manos en un nuevo punto, la energía fluirá lentamente al princi pio,
hasta que se establezca la conexión entre su campo y
el del paciente. El flujo aumentará y alcanzará su cres ta, luego
descenderá poco a poco y se detendráo segui rá a un ritmo muy bajo.
Ello significa que ha llegado el momento de cambiar a otra posición.
Notará el flujo energético como un cosquilleo o como oleadas de
calor. Asegúrese siempre de que obtiene un flujo energético
equilibrado en ambos lados de cualquier parte del cuerpo antes de
pasar a
la si guiente. Esto vale tanto para los dos lados de las piernas
como para los dos lados del cuerpo.
Después de haber despejado, cargado y equilibrado el segundo chakra,
desplace la mano derecha al segun do chakra y la izquierda al
tercero (figura 22 -1 l). Trat ándose de Mary, sería necesario
dedicar más tiempo a los chakras segundo y tercero, que son los más
bloquea dos. Una vez que haya despejado usted esta área, pon ga la
mano derecha en el tercer chakra y la izquierda en el cuarto.
Figura 22-3: Gráfico de quelación
Cuando proceda a la quelación directa en los cha kras entrará en una
comunicación más profunda consu paciente. Tal vez descubra que está
respirando al mis mo ritmo que él. Esto quiere decir que ustedse ha
«es peculado», es decir, se ha conver tido en espejo; una vez
logrado esto, puede cambiar el ritmo de la respiración de su
paciente con sólo alterar el suyo propio; el enfer mo le imitará.
Quizá sea importante que lo haga así a estas alturas de la curación,
ya que usted empezará a abrir materi al emocional conforme se
desplace hacia los chakras. Tan pronto como se empiece a liberar el
ma terial emocional, el sujeto intentará contener la respi ración
esforzándose por mantener ocultos sus sen - timientos.
Mary está tratando de ocultar sus sentimient os a me dida que los
chakras segundo y tercero se van conec tando más. Indúzcala a que
respire. Lo hace y llora. Siente su soledad. También usted. Puede
sentir o ver las experiencias infantiles de Mary que tienen relación
con el caso. Compártalas con ella. Mary entiende aho ra la conexión
y vuelve a llorar. Como resultado de la expresión de sus
sentimientos los chakras segundo y ter cero de la mujer se abren y
se despejara aún más. Si tie ne usted dificultades para soportar los
sentimientos de ella, cambie su ritmo de respiración para hacerlo
más lento y eleve su propia conciencia a un nivel superior. Siga
enviando energía. A medida que se despejen los chakras de Mary, ella
se irá calmando. La figura 22 -12 muestra que la quelación ha
despejado los cuatro ni veles inferiores del campo de Mary, pero no
ha reparado el desgarro. El tercer chakra requerirá atención
especial en las capas quinta y séptima, donde se encuentra la ro
tura. Para quelar los chakras cuatro, cinco y seis limí tese a
ascender por el cuerpo, poniendo la mano izquierda
en el chakra superior y la derecha en el inferior. Al llegar al
quinto chakra, la mayoría de los pacientesse sentirán más cómodos si
les coloca la mano izquierda debajo del cuello en lugar de encima.
Figura 22-5: Equilibrado de los costados derecho e izquierdo del
cuerpo
e inicio del paso de energía a los pies
Figura 22-7: Flujo de energía durante la quelación del campo aural
Cuando haya concluido esta operación, lleve cada mano a un hombro
mientras se desliza para quedar sentado por encima de la cabeza de
su paciente. Equilibre los lados derecho e izquierdo del campo
energético de Mary. Luego vaya avanzando las manos lentamente por
los lados del cue llo hasta las sienes, haciendo circular la energía
mien tras realiz a el movimiento. En este punto el aprendiz pasaráal
sexto nivel de curación, tal como se ha descrito en el apartado
seis. Realice la curación del sexto nivel y el cierre del séptimo,
como se describe en el apartado que se titula «Sellado en el nivel
del patrón cetérico». Al principio no espere avanzar más, mientras
no ad quiera experiencia suficiente en
la curación. Probable mente le llevará una hora completa hacerlo.
Cuando haya practicado varias horas empezará a percibir las capas
superiores del campo aura] e iniciará el trabajo en ellas como seha
descrito en los puntos cuatro y cinco. Más tarde podrá percibir por
encima de la séptima capa y empezará a trabajar en los niveles
octavo y noveno, como se describe en el apartado siete de este
capítulo.
A mi s nuevos alumnos les suelo pedir que hagan una quelación
completa para asegurarme de que nopasarán por alto nada que sea
necesario despejar de este modo. Más adelante, cuando tengan más
práctica tanto en ha cer pasar la energía como en percibir el campo,
ya no necesitarán realizar la quelación de todos los chakras. Sabrán
hasta dónde es necesario quelar. Para los enfermos cardiacos
es importante invertir la quelación, es decir, extraer la energía
del chakra del corazón, ya que, por lo general, se muestra obturado
por energía oscura.
Llegados a este punto, conviene aportar algunas ins trucciones
adicionales sobre la quelación. Recuerde que está canalizando, no
irradiando. Así pues, usted eleva sus vibraciones hasta el nivel de
energía necesario y, a renglón seguido, se limita a entrar en
contacto con el campo energético universal y dejarlo fluir (algo así
como introducir un enchufe en la toma de corriente de la pared). Si
no cura de esta manera, se cansará con mucha rapidez. No puede
irradiar o dirigir energ ía suficiente para curar desde el interior
de su propio cam po; tiene que canalizarla (su misión al canalizar
es úni - camente elevar el nivel de las vibraciones de manera que
pueda completar el circuito con el CEU). Los ejercicios de apertura
de los chakra s que ha realizado resultan muy útiles para elevar sus
vibraciones a un nivel de energía más elevado. Al preparar con
anticipación una sesión de curación, empezará a operar a un nivel
elevado de energía y frecuencia. A lo largo del proceso ascenderá
len tamente hacia niveles cada vez más altos, sim plemente porque se
encuentra usted en un estado de conciencia elevada. Es probable que
cuanto más tiempo permanezca en él, más alto pueda llegar,
Figura 22-8: Quelación del aura entre el tobillo y la articulación
de la rodilla
Figura 22-9: Quelación del aura entre la rodilla y la articulación
de la cadera
Figura 22-10: Quelación del aura entre la articulación de la cadera
y el segundo chakra
Figura 22-11: Quelación del aura entre el se gundo y el tercer
chakras
especialmente si se mantiene centrado y enfocado y su respiración es
adecuada. La mejor forma derespirar que yo uso es inspirando y
espirando larga y continuadamente, con muy poca pausa intermedia. La
respiración debe realizarse por la nariz, frotando el aire contra el
paladar blando, comoen los ejercicios expuestos en el capítulo 18.
También puede concentrarse en ampliar su campo aural.
Lo más importante es mantenerse en un flujo sincronizado sensible
con los campos energéticos que le rodean. Una pausa en el flujo
energético puede ser indicio de que está a punto de pasar a una
frecuen-cia más alta. Espere un poco. Si no llega, siga avanzando
como se ha dicho antes. Conforme se vaya sintonizando mejor,
empezará a not ar cambios de frecuencia en la energía que fluye a
través de usted.
Llegado el momento podrá mantener determinados niveles de frecuencia
ajustando su respiración y su enfoque.
Mantenga con firmeza las manos, ligeramente tensadas, sobre el
cuerpo del pac iente y dirija a éste, a través de ellas, toda la
energía que está recibiendo con todos sus chakras. Es posible que
desee hacer vibrar su cuerpo para que sus chakras bombeen más
energía; recurra para ello al ejercicio 25 descritoen el capítulo
21.
En esta parte de la curación es probable que utilice más energía a
través de los chakras inferiores que por los superiores. Una gran
cantidad de energía asciende también desde la Tierra a través de las
plantas de los pies. Asegúrese de que los tiene bien afirmados sobre
el suelo. Visualice las raíces que crecen hacia el centro de la
Tierra y la energía que se extrae a través de ellas. Este proceso
nutre y carga los cuerpos energéticos inferiores. Asegúrese de que
su cuerpo se encuentra en una postura cómoda para garantizar el
libre flujo de la energía.
El sistema energético del paciente absorberá la energía y se
desplazará automáticamente a la parte del cuerpo donde sea
necesaria. Por ejemplo, aunque las palmas de sus manos estén
colocadas sobre los pies del paciente, la energía podrá subir por la
espina dorsal de éste hasta alcanzar la parte posterior interna de
su cabeza. Mientras se está realizando la quelación y a fin de
preparar al paciente para un trabajo más específico, el sanador
puede emplear su tiempo vital para leer psíquicamente al paciente y
comunicarse con él. Éste es el momento en el que el paciente empieza
a abrirse y a compartir más profundamente su historia personal. Tan
pronto como el sanador realiza la imposición de manos sobre
el paciente, se establece entre ambos una mayor confianza mutua. El
primero seguirá explorando elcuerpo para hallar áreas problemáticas.
En el caso de Mary, su aura se ha despejado y es mucho más clara,
como se puede ver en la figura 22-12. Durante la quelación de las
áreas de los chakras segundo, tercero y cuarto, su liberación
emocionalla ha transportado a un estado de profunda relajación. Los
primeros cuatro niveles de su campo están lo bastante despejados
como para soportar el trabajo en las capas quinta y séptima. Otro
paciente podría
no estarlo, ni siquiera después de la quelación completa a través
del sex to chakra, y quizá siganecesitando que se le siga des
pejando el campo en emplazamientos más específicos donde se da una
profunda alteración. Para despejar se pueden seguir dos
procedimientos principales: uno consiste en la limpieza de la espina
dorsal; el otro, en empujar o extraer con el cristal de cuarzo los
residuos auralesde determinadas áreas específicas.
B. Limpieza de la espina dorsal
Puede que, a estas alturas, el paciente necesite una limpieza en su
espina dorsal (véase la figura 22-
13). En general, es aconsejable hacerlo, ya que así se limpia la
corriente de fuerza vertical principal enel campo aural. Sin
embargo, en sesiones de una hora de duración no suelo hacerlo, a
menos que se presente algún problema en las vértebras, ya que
generalmente hay cosas más importantes que hacer y una espina dorsal
normal se des peja durante la quelación. Parte de esta técnica me la
enseñó mi maestro C. B.
Para realizar la limpieza de la espina dorsal, pida al paciente que
se dé la vuelta para quedar tendidoboca abajo. Coloque en la mesa
una placa facial o practique un orificio para la nariz de manera que
el paciente pueda mirar directamente hacia abajo. Durante este
trabajo no debe tener la cabeza vuelta aun lado.
Aplíquele un masaje en el área del sacro. Realice el masaje de los
forámenes (pequeños orificios del hueso por los que pasan los
nervios) del sacro con los pulgares. (Es la zona por encima del
gluteus maximus donde se encuentran los hoyuelos.) Si no conoce el
aspecto de esta parte del cuerpo, busqueel sacro en un libro de
anatomía. Es un grupo de huesos fundidos entre sí, en forma de
triángulo con el vértice invertido, que tiene cinco forámenes a cada
lado, y en el que se asienta la última vértebra lumbar; el cóccix se
extiende hacia abajo des de su vértice inferior. Describa pequeños
círculos con los pulgares en la zona de los forámenes del sacro. A
través de sus dedos enviará energía de color anaranjado rojizo.
Opere de este modo ascendiendo por la espina dorsal, desde el
costado derecho del paciente, situando los pulgares a cada lado de
las vértebras. Lo que suele dar mejores resultados es trazar
círculos en el sentido de las agujas del reloj con el pulgar
derecho, y en sentido contrario con el izquierdo.
Acople a continuación las manos sobre el segundo chakra. Canalice
hacia éste con sus manos la
energía anaranjada rojiza moviéndolas lentamente en el sentido de
las agujas del reloj. Al hacerlo, podrá mantener su flujo energético
en la frecuencia anaranjada rojiza. Esta técnica se enseña en el
capítulo 23, dedicado a la curación con el color. Cargue el chakra y
a continuación empiece a desplazarlas manos subiendo por la es pina
dorsal. Deje que la luz cambie hasta convertirse en un haz azul
semejante al láser cuando sus manos dejen el segundo chakra.
Asegúrese de que no «pierde» la co- nexión energética al avanzar por
la espina dorsal. Tendrá que situarse de forma que pueda moverse con
comodidad avanzando con las manos al ascender por la espina dorsal.
Figura 22-12: Quelación del aura entre el tercer y el cuarto chakras
Con la luz láser azul está limpiando la espina dorsal y expulsando
toda la energía atascada por la partealta de la cabeza, a través del
chakra corona. Repita toda la secuencia no menos de tres veces;
hasta que se haya limpiado la corriente de fuerza principal. Es
posible que tenga que golpear ligeramente los chakras cuarto y
quinto para ayudar a que se abran.
C. Limpiez a de zonas específicas del aura del paciente
Durante la quelación empezará a sentir a través de la elevada
percepción sensorial las áreas del cuerpo físico donde será
necesario trabajar a continuación. Conforme avance en el
aprendizaje, probablementeno necesitará quelar todos los chakras
antes de empezar a trabajar de forma más directa en el área de
energía atascada. Cuando tenga mucha práctica, deberá quelar como
mínimo el corazón antes de concentrarse en una zona determinada
(déjese conducir intuitivamente). El trabajo es más directo si se
hace pasar la energía a un área atascada para activarla y soltar la
energía estancada o bien des - plazando directamente con las manos
de la mucosidad aural coagulada.
Pueden usarse las manos, separadas o juntas, para hacer que la
energía pase directamente a un áreaespecífica. Situando las manos a
cada lado del bloque (de delante hacia atrás y de abajo arriba del
cuerpo), puede dirigir la energía para sacarla de una zona e
introducirla en otra empujando con la mano derecha y tirando con la
izquierda (o viceversa). (Véanse en el capítulo 7 las técnicas de
empujar/tirar/parar.) En ciertas ocasiones es correcto hacerlo así;
en otras, considerará usted más apropiado, usar ambas manos juntas.
Cualquiera de las técnicas envía la energía directamente al bloque y
hace que penetre en profundidad en el aura. Cada una de ellas,
además, hace que fluya nueva energía hacia las partes más internas
del aura, y sirve para llenar los chakras. La figura 22-14 ilustra
las posiciones de las manos. Para el método de las manos cerradas,
se juntan haciendo hueco, con los pulgares cruzados y las palmas
hacia abajo, y se colocan sobre la zona a la que esté dirigiendo la
energía. Asegúrese de que une las manos sólidamente, sin dejar
espacio entre ellas ni entre los dedos. También debe ahuecar los
dedos ligeramente. Haga vibrar las manos para aumentar el flujo
energético.
Comprobará que mediante este procedimiento puede dirigir la energía
como un haz de luz capaz depenetrar profundamente en el campo y de
llenar las cosas o hacerlas saltar. Los guías le conducirán a donde
sea preciso y harán que fluya a través de su cuerpo la energía
apropiada. Si emplean la técnicade golpear los bloques para
soltarlos, en breve cambiarán la frecuencia que están enviando
yprobablemente invertirán el flujo energético para aspirar y extraer
el bloque. Basta con que deje que sus manos se desplacen según
convenga para acomodarse al tirón extractor. Quizá desee elevar la
mano con la energía orgónica muerta y dejar que los guías se la
quiten.
Otra técnica consiste en utilizar las manos etéreas para tirar de la
energía bloqueada y sacarla del campo del paciente. Para extraer
esta energía, imagínese que sus dedos etéreos se hacen muy largos,o
que las partes etéreas de ellos se alargan y penetran en el cuerpo
del paciente para vaciar o barrer la energía como si se empleara una
pala. Lo único que tiene que hacer el sanador es empujar la energía
hacia arriba y afuera del aura y mantenerla en su mano mientras los
guí as la iluminan, es decir, la activan hasta convertirla en luz
blanca, soltándola entonces (de ese modo no se le llenará la
habitación
de energía muerta). Seguidamente se pasa al siguiente bloque.
Cuando convenga, también puede tirar de la energía atascada y
extraerla usando el cristal de cuarzo(véase el capítulo 24). El
cristal de cuarzo, herramienta muy poderosa para este tipo de
trabajo, actúa como un haz de láser: penetra, corta y recoge la
energía, que usted sacará entonces para dejar que los guías la
conviertan en luz blanca.
No siempre es bueno usar cristales. Algunas personas son
excesivamente sensibles a este tipo deacción cortante. No los emplee
nunca después de realizar un trabajo en el patrón cetérico (un
trabajo de nivel superior que explicaremos más adelante). El empleo
de cristales podría deshacer el trabajo realizado en el patrón.
Después de este trabajo en el patrón no será necesario el empleo del
cristal de cuarzo; el trabajo con el cristal debe completarse con
anterioridad (es decir, en cualquier zona determinada del cuerpo).
En el caso de Mary, descrito anteriormente, no se emplearon
cristales.
Mientras realiza este trabajo, el sanador puede explorar los campos
aurales para ver si es necesarioreestruc turar los chakras o los
órganos en los niveles de los patrones. Los guías decidirán si el
trabajose realizará en el nivel del patrón etéreo (quinto) o en el
nivel del patrón cetérico (séptimo). Este tipo de trabajo sólo se
puede llevar a cabo después de haber realizado una gran limpieza en
las cuatro capas principales del aura. De hecho, cuando el aura
presenta una gran cantidad de residuos suele resultar muy difícil
ver el nivel del patrón etéreo a través de la energía oscura.
Si los guías deciden realizar el trabajo en el patrón cetérico
(séptima capa), el sanador debe retirar loscristales del paciente,
toda vez que éstos ayudan a retener al enfermo en su cuerpo. Para
realizar el trabajo en el patrón cetérico es necesario que el
paciente abandone parcialmente su cuerpo, pues de lo contrario los
posibles dolores que sentiría impedirían la realización del trabajo.
En cierta ocasión intenté coser un pequeño desgarro en la séptima
capa sin retirar los cristales del cuerpo del paciente. Éste empezó
a gritar de dolor cuando no llevaba más que unos dos segundos
trabajando (mis manos no tocaban su cuerpo). Retiré rápidamente los
cristales, terminé de realizar el cosido y le curé la extensa
inflamación roja que le había producido en los niveles 1, 2, 3 y 4,
para lo cual recurrí a las técnicas de despeje que he descrito
anteriormente.
Si los guías deciden realizar el trabajo en el patrón etéreo (quinta
capa) a estas alturas de la curación,no es necesario retirar los
cristales. Creo que esto se debe a que el patrón etéreo actúa en
espacio negativo y no está conectado al cuerpo «sensitivamente».
D. Ejercicio para permitir que los guías penetren en su campo para
trabajar
Si tiene dificultades para permitir que los guías penetren en su
campo, le sugiero que practique el siguiente ejercicio (también lo
puede realizar, si lo prefiere, antes de iniciar la sesión de
curación). Sólo debe hacerlo después de haber cargado su campo con
el ejercicio 22 (vi sualización) descrito en el capítulo 21.
Una vez que su campo esté cargado y equilibrado, repita el ejercicio
citado y cámbielo ligeramente parafacilitar el acceso de los guías
que le ayudarán a realizar la curación.
Antes de hacer este ejercicio, retire las manos del paciente si las
tiene colocadas sobre él. Regrese a su propio primer chakra. Vea
cómo gira en rojo. Respire el color dos veces. Al inspirar por
segunda vez, eleve su conciencia al segundo chakra y deje que el
rojo se convierta en anaranjado rojizo. Espire este color.
Céntrese en el segundo chakra. Inspire el color anaranjado rojizo.
Espírelo. Inspire de nuevo el color ana-rajando rojizo y deje que se
convierta en amarillo mientras eleva los ojos de su mente al tercer
chakra. Inspire el color amarillo. Espírelo. Inspire el color
amarillo y deje que se vuelva verde mientras pasa al chakra
cardiaco. Inspire el color verde; espírelo. Inspire el color verde.
Elévese al chakra de la garganta y deje que el verde se torne azul.
Inspire el color azul; espírelo. Inspire el color azul y elévese
hasta el tercer ojo mientras el azul se vu elve índigo. Inspire el
color violeta; espírelo. Ins pire el color índigo y déjelo pasar al
blanco mientras se eleva hasta la corona para salir por la parte
superior de su cabeza. Mientrasse eleva a través de la corona, deje
que los guías penetren en su campo atravesando el aspecto posterior
del chakra de la garganta. Sentirá cómo se depositan sobre sus
hombros y descienden hacia el interior de sus brazos, como
superponiéndose.
Figura 22-13: Limpieza de la espina dorsal.
(Vista de diagnóstico)
Figura 22-14: Operación para hacer que la energía pase profundamente
al interior del campo aural
Quizá sienta que su campo se llena en demasía. Al llegar a este
punto, quizá pueda usted ver los brazosde un guía interpenetrando
los suyos y la luz que surge de ellos. Relájese. Acostúmbrese a esta
sensación. Si siente la necesidad de poner las manos en alguna parte
de su propio cuerpo, hágalo. (Más adelante practique para ayudar a
algún amigo. Deje que sus manos sean guiadas al lugar del cuerpo
desu amigo que necesite curación. Puede que no sea donde usted
pensaba.) Permita que la hermosa
energía curadora surja amorosamente de sus manos. Nunca tema poner
las manos con amor sobre otra persona.
4. Curación a nivel del patrón etéreo del aura (quinta capa del
campo aural)
Si los guías deciden trabajar en el patrón etéreo, se limítarán a
indicar al sanados que ponga las manos sobre dos lugares del cuerpo,
generalmente sobre dos chakras, dejándolas reposar allí. A partir de
este momento, los guías controlan todo lo que pasa y el sanador se
mantiene en una actitud más bien pasiva.
En mi caso, a medida que progresaba con el trabajo de curación del
patrón etéreo, empecé a observar larealización de operaciones
completas. Al principio me resultaba difícil de creer lo que veía,
ya que aquellas operaciones parecían ser idénticas a cualquier
intervención a nivel físico realizada por cirujanos
en el quirófano de una clínica. Pensaba, naturalmente, que lo estaba
proyectando todo. Solicité la presencia de dos amigas muy
clarividentes y realicé varias sesiones de curación para comprobar
si nuestras experiencias guardaban relación. Así era.
Esto es lo que veía habitualmente: al dejar que mis manos
descansaran pasivamente sobre el cuerpo delpaciente, mis manos
etéreas se separaban de las físicas y se hundían profundamente en su
cuerpo. Luego, las manos de los guías que realizaban el trabajo en
el patrón etéreo (a los que yo llamo cirujanos)se adelantaban a mis
manos etéreas y realizaban, literalmente, una operación. Al hacerlo,
el tamaño de mis manos etéreas se iba ampliando.
Para hacer una operación, los guías sujetaban unos tubos que
atravesaban mis brazos, pasaban por mis ma nos y penetraban en el
cuerpo del paciente. Al parecer, emplean el mismo equipo que un
cirujano normal: bis turíes, torniquetes, tijeras, agujas,
jeringuillas, etc. Cortan, arrancan cosas, extirpan, realizan
trasplantes y cosen. En un momento determinado vi cómo una je
ringuilla de gran tamaño descendía flotando por mi brazo hacia el
interior del cuerpo de un paciente cuya médula espinal estaban
rejuveneciendo y uniendo de nuevo mediante suturas. Miré a mi amiga
y le pregunté:
«¿Has visto eso?». «Sí», me respondió ella, y empezó a describir la
misma escena que yo estaba viendo. Desde aqu ella fecha hemos
realizado juntas mu chas curaciones, coincidiendo siempre en lo que
vemos.
Todo este trabajo se hace en el quinto nivel del cam po aural.
Parece que esta capa existe en espacionegativo, como se ha descrito
en el capítulo 7. A través de mi elevada percepción sensorial, el
espacio negativo se me presenta como el negativo de una fotografía:
todas las partes oscuras son luz, y todas las zonas claras apa recen
oscuras. En espacio negativo, todas las áreas que esperamos ver
vacías están llenas, y viceversa. En este nivel, todo lo que debería
ser espacio vacío tiene un co- lor azul cobalto oscuro, y todas las
líneas aurales pa recen ser espacios vacios dentro de ese campo azul
cobalto. Cuando se ha entrado en ese nivel de realidad, todo ello
parec e perfectamente normal.
El quinto nivel es el patrón de toda forma que existe en el plano
físico. Si se altera una forma en el campo aural, habrá que
restablecerla en el quinto nivel del campo para que recupere su
forma saludable en el pla no físico. Toda la cirugía aural debe
hacerse en la quinta capa del campo. Por tanto, la cirugía etérea
es, en esencia, la tarea de crear un nuevo espacio negativo para que
el campo etéreo del paciente crezca y sane.
En el transcurso de este tipo de operación, al que he denominado
cirugía espiritual, el sanador no puede mover las manos bajo ninguna
circunstancia. De hecho, las manos se encuentran paralizadas la
mayor parte del tiempo, por lo que difícilmente se pueden mover.
Siem pre que lo he intentado me ha costado un g ran esfuerzo. Se
necesita muchísima paciencia para permanecer sentado sin más, en
ocasiones durante 45 minutos. mientras los guías realizan su
trabajo.
Una vez terminada la operación, los guías esterilizan la zona donde
han trabajado y empiezan a cerrar l a in cisión lentamente. Las
manos etéreas del sanador em piezan a aflorar poco a poco y se
funden con sus ma nos físicas. También ahora se necesita paciencia
(a mí me suele resultar aburrido). Por último, la mano que tengo
situada en la parte inferior del cuerpo del pacien te (por lo
general mi mano derecha) se suelta y los guías me suelen dirigir
para subirla por el cuerpo hasta lle gar a la mano izquierda. A
continuación retiro la mano izquierda lentamente y, paso a paso, con
delicados mo- vimientos de la palma de los dedos, reconecto el área
recién reestructurada del patrón etéreo con el patrón de la parte
del cuerpo que la rodea. Para ello, muevo la mano muy despacio a
través de los chakras. Las rua nos del sanador no se apartan del
cuerpo hasta que la in cisión está cerrada y se han reconectado los
campos nuevos y viejos.
Volvamos a nuestra paciente, Mary. Durarte las fa ses finales de la
quelación ha permanecido
tumbada en la mesa de curación en estado sereno y relajado. Se ha
salido un poco de su cuerpo y está descansando. El campo aural sigue
utilizando la energía que ha recibi do para curarse a sí mismo. Se
puede empezar a traba jar en el patrón etéreo de su hernia de hiato.
Al poner las manos en los chakras tercero y cuarto (figura 22 -15),
el sanador deja que desciendan flotando sus ma nos etéreas y va
tomando una mayor conciencia del in terior del cuerpo a través de la
forma de acceso que
le resulte más conveniente. Siente el cuerpo, lo oye o lo ve. Se
encuentra en el espacio negativo, pero lo con side ra completamente
normal. El campo energético que rodea su cuerpo se expande al
aumentar la velocidad de sus vibraciones. Detecta una presencia por
detrás; incluso, más de una. Suavemente, con mayor suavidad cada
vez, los guías se deslizan a través de su campo aural. La sensación
que producen es muy familiar, muy cómoda y, sobre todo, maravillosa.
El sanador, usted,
ha sido elevado a un estado de serenidad angelical. Se encuentra en
paz con el universo. Permanecerendido a su propio poder creativo más
eleva do mientras ob serva cómo las manos del guía se deslizan al
interior del cuerpo del paciente a través de sus propias manos
etéreas.
Observa cómo cosen la hernia en el diafragma. Al principio, usted se
sentirá incrédulo, pero luego le parecerá todo tan nat ural gire se
limitará a dejar que suceda. En cualquier caso, lo más importante es
que el paciente se ponga bien. Debe confiar usted en una forma de
conocimiento que supera sus autodefiniciones normales y estrechas y
dejar que se produzca la cura ción. Lo s guías reparan el desgarro y
reconectan el pa trón recién estructurado con el resto del patrón de
la quinta capa. Seguidamente sentirá que empiezan a re tirar su
energía. Al lector le sorprenderá la profundi dad que alcanzaron sus
manos etéreas en el camp o del paciente. Cuando penetraba no se dio
cuenta de hasta qué extremo lo hacía, pero ahora, a medida que el
cam po energético empieza a tirar hacia fuera, notará cómo salen.
Puede que el paciente también lo advierta en este momento. A
continuación, usted sentirá que va cobrando más control sobre su
mano derecha. La conexión de esta mano con el aura del paciente se
rompe y em pieza usted a retirarla lentamente. Cuando la haya sacado
por completo, flexione un poco los dedos para ejercitarla. Ahora
hunda la mano derecha en el cuarto chakra y libere la izquierda, que
debe retirarse suave y lentamente. Ya está listo para pasar al
trabajo
en la sép tima capa, pero le daré, primero, unas cuantas
indicaciones adicionales sobre la curación enel nivel del patrón
etéreo.
Durante la cirugía del patrón etéreo los guias controlan las
frecuencias de color, la dirección del flujo y la localización del
trabajo. Cuanto más confíe en ellos y les siga, más capaces serán de
hacerlo. En ocasiones le instruyen sobre los proc edimientos
quirúrgicos «normales>: y le enseñan además a mantener
las manos y brazos sobre el cuerpo, muy quietos, pidiéndole que se
eleve a vibraciones más altas y quepermita el paso de la poderosa
fuerza de la lavanda y, a veces, la de la plata. En es tas
circunstancias no debe moverse, ya que el flujo es muy fuerte, y si
lo hace, no sólo alterará el campo de su paciente sino también el
suyo. Una vez que haya vertido la suficiente energía como para
romper la configuración, los guías invertirán el flujo energético y
reabsorberán la energía expulsada. Este es un nivel de curación más
elevado, en el que probablemente se emplean energías del sexto
nivel. En este nivel se retiran del campo ciertas formas específicas
del patrón etéreo, como las formas físicas de virus y bacterias o,
en su caso,los objetos blancos semejantes a semillas que se
encuentran en la sangre de un enfermo leucémico, de manera que no
puedan autorregenerarse en el cuerpo.
De vez en citando, tan pequeño grupo de amigos que hemos
desarrollado la elevada percepción sensorial nos reunimos para
apoyarnos mutuamente en relación con nuestras vidas personales y
para tratar todas las cues tiones que surgen en ellas por nuestra
condición de clarividentes, clarioyentes y clarisensitivos. También
nos curamos unos a otros (cada tino es el paciente en cada caso).
Este trabajo resulta muy fructífero, ya que no sólo permite que los
sanadores vean lo que sucede, sino también que lo vea el paciente.
Ello me ha permitido confirmar muchas de mis percepciones y me ayuda
a crear un marco definido con el que describir estas ex periencias.
Estamos aprendiendo a observar cada capa del aura, a valorar la
impresión que nos causa esa ex periencia y a considerar los nuevos
procedimientos de curación
que pueden obtenerse de la información que recibimos.
5. Curación del patrón cetérico o reestructuración de la trama aural
dorada (séptima capa del campo aural)
Muchas veces cuando el campo aural se encuentra des figurado en el
quinto nivel, también lo está en el séptimo. Por tanto, es necesario
reestructurar el patrón cetérico. Esto se suele hacer antes de que
el sanador se concentre en la curación del sexto nivel, aunque, a es
tas alturas, la curación de algunas frecuencias del sex to nivel se
ha producido ya automát icamente. El trabajo del séptimo nivel se
diferencia mucho del que se realiza en el quinto, en que el sanador
despliega gran actividad. En el quinto nivel, su tarea principal
consiste en rendirse y seguir la operación. En este nivel el sanador
debe ser muy activo, respirando y moviendo los dedos y las manos, y
permaneciendo al tiempo muy sensibilizado y centrado en
un nivel de elevada frecuencia. Para alcanzar el séptimo nivel es
necesario centrar muchísimo la mente ycontrolar la respiración. En
él, la luz dorada es muy fuerte y flexible. Muchas veces parece
estar configurada por diminutos hilos de oro ex traordinariamente
fuertes.
Los guías del paciente acuden siempre a las curaciones v aportan su
ayuda. Si está atento, el lector podráverlos entrar en la sala de
curaciones junto con el paciente. En esta fase de la curación suelen
extraer al enfermo de su cuerpo y lo cuidan de manera que pueda
relajarse profundamente a fin de permitir eltrabajo en el patrón.
Por lo general, el paciente tiene la sensación de flotar en un
estado de paz. Lo normales que no tenga conciencia del profundo
traslado que ha experimentado hacia un estado de conciencia alterada
hasta que, al término de la curación, se incorpora o trata de
ponerse en pie.
El trabajo en el patrón cetérico, que reestructura la séptima capa
con luz dorada, se compone de dos par- tes principales: limpieza y
reestructuración de la trama de los órganos, músculos, nervios u
otras partes del cuerpo, y limpieza y reestructuración de los
chakras. Las manos del guía trabajan directamente a través de las
del sanador de forma superpuesta. Los guías des cienden sobre sus
hombros y penetrara en sus brazos y manos. De los dedos del sanador
surgen diminutos hilos dorados que se mueven a gran velocidad cuando
son guiados. Estos hilos dorados se desplazan con una rapidez mucho
mayor que los intrincados movimientos de los dedos del sanador. Para
reestructurar la trama cetérica de un órgano, los guías suelen
retirar del cuerpo la estructura en trama de dicho órgano. Esto sólo
se puede hacer si la conciencia del paciente lo permite. Me refiero
a la conciencia profunda, no al conocimiento consciente. En este
momento, el paciente se encuentra en un estado alterado,
comunicándose con sus guías, a los quequizá recuerde, o no, cuando
regrese al cuerpo.
A. Reestructuración del patrón cetérico
Las manos del sanador se mueven con tremenda fuerza de luz y con una
fuerte explosión de energía para retirar el campo cetérico del
órgano. El órgano queda flotando por encima del cuerpo, donde se
limpia y reestructura con movimientos más rápidos de los dedos, que
van trenzando la trama etérea dorada sobreel patrón dorado con hilos
de oro blanquecino. Antes de devolver el órgano a su lugar se limpia
y esterilizacota luz el espacio interior del cuerpo. Una vez
completada esta tarea, el órgano se desliza con facilidad
de vuelta al cuerpo. Parece como si fuera absorbido. Entonces se
cose en su posición y se llena de luz azul para cargarlo de energía.
A continuación se suele rellenar el área con una luz blanca
algodonosa, tranquilizante, que actúa como anestésico interno. Luego
se cubre toda el área con un vendaje protectorde energía dorada.
En las figuras 22-16 y 22-17 se muestran ejemplos de este tipo de
curación. Cierto día me llamó por teléfono una cliente que tenía un
bulto de mama. Sus médicos no pudieron decirle si se trataba de una
infección o de
Figura 22-15: Curación del patrón etéreo: cirugía espiritual
Hernia de hiatoun tumor. Habían intentado drenarlo, pero no fue
posible, así que decidieron intervenir quirúrgicamente. Mientras
hablaba por teléfono con ella, recibí inmediatamente la imagen
mental de un bulto rojo oscuro ensu mama izquierda y manchas grises
oscuras que se ex tendían hasta su sobaco, donde deberían estar los
nódulos linfáticos. Para comprobar lo que «veía» le pregunté si el
bulto lo tenía en el seno izquierdo, lige- ramente por debajo y a la
izquierda del pezón. Cuando me lo confirmó, le dije que estaba
plenamente convencida de que no era cáncer, sino algún tipo de
infección, como una mastitis. Esto se lo pude decir gracias al color
rojo oscuro, indicativo de infección. Además, mis guías me dijeron
que era algún tipo de mastitis. Sin embargo, también vi que los
nódulos linfáticos ax ilares tenían un color gris muy oscuro, lo
cual me causó inquietud. Le dije que su principal problema no era el
bulto de la mama, sino los nódulos linfáticos atascados, y que tenía
que someterse a una limpieza del cuerpo y de este sistema en
particular. Unos cuantos días más tarde, cuando le hicieron la
operación, los cirujanos le extirparon las glándulas mamarias
infectadas y le diagnosticaron infección mastítica causada por
obturación de los nódulos linfáticos.
Cuando vino a mi consulta, unos tres días después de la operación,
para someterse a una sesión de cura-ción, su sistema se hallaba muy
atascado. Padecía una obturación masiva del sistema linfático en
todo el cuerpo, que se mostraba en forma de áreas de color verde
oscuro a ambos lados del esternón y a la izquierda del abdomen. Todo
su campo estaba ligeramente grisáceo. La zona roja del seno
izquierdo se había despejado casi por completo y sólo quedaba una
cicatriz que aparecía como una raya roja brillante
en el aura, con una tonalidad rojiza más desvaída alrededor, secuela
de la operación. Después de haceruna quelación normal y el trabajo
de limpieza en los cuerpos inferiores, los guías retiraron su
sistema linfático completo y lo limpiaron antes de colocarlo de
nuevo en la forma descrita más arriba (figura 22-16). Recargaron
todo su torso y lo protegieron primero con luz azul y luego con luz
dorada, dejando el sistema linfático (en la séptima capa) Con un
aspecto muy transparente y brillante. La raya roja desapareció. En
la figura 22-16 aparecen los guías trabajando a través del sanador
para limpiar el sistema linfático; los guías
de la paciente se encuentran a la cabeza de ésta, sosteniendo su
cuerpo mientras se realiza el trabajo enel patrón.
B. Reestructuración del chakra del patrón cetérico
Una secuencia similar se produce en la estructuración de los chakras,
salvo que nunca se procede a reti-rar éstos. Las formas en que se
pueden lesionar los chakras son diversas. Puede producirse un
desgarro abierto o dañarse la pantalla que los cubre; a veces, un
torbellino aparece atascado y con menor velocidad giratoria; es
posible que el vértice del chakra no esté correctamente asentado en
el área del corazón o la raíz del chakra, o que el torbellino se
despegue o quede colgante como un muelle estirado. Quizá el chakra
completo haya desaparecido casi por completo, o puede es tar
afectado en una pequeña parte. Por ejemplo, en el caso de Mary con
su hernia de hiato, uno de los torbellinos pequeños del plexo solar
tenía el aspecto típico de un muelle aflojado. Para curarlo, es
necesario empujarlo y coserlo, reestructurar la pantalla protectora
y dotarla de una cubierta de protección para dejar que sane durante
cierto tiempo. Todo ello se hace con ayuda de los guías, que dirigen
el movimiento automático de las manos del sanador, y con la luz
curativa.
Volvamos a la paciente, Mary, que se ha elevado al exterior de su
cuerpo, en estado alterado, y seencuentra al cuidado de sus maestros
espirituales. Ahora que ha terminado usted la curación en el quinto
nivel y puede percibir el desgarrón en la séptima capa, sabe que ha
llegado el momento de elevar su conciencia hasta el séptimo nivel
para seguir trabajando. Empiece por acelerar el ritmo de su
respiración frontal nasal. A medida que crece, centre su mente al
máximo posible en elevar su conciencia. No se preocupe de la
hiperventilación; utilizará en la curación toda la energía que
acumule. Al elevarse a la séptima capa, usted empezará a
experimentar la Mente Divina, donde todo se entiende a la
perfección. Pronto empezará a salir luz dorada de sus manos,
conforme los guías vuelvan a conectarse a través de su séptima capa
(figura 22-17). Sus manos se desplazarán casi involuntariamente por
encima del tercer chakra de Mary. Empezará a ver hilos de luz dorada
que cosen el pequeño torbellino del chakra. Sus dedos se mueven con
la máxima rapidez, pero la velocidad de los hilos dorados es miles
de veces más rápida. La luz dorada obliga al torbellino deformado a
recuperar su posición normal. No puede dar créditoa la cantidad de
energía que fluye a través de usted. Se pregunta si su cuerpo
podrátolerarla. Sigue
respirando mientras se reestructura la coraza protectora. Puede que
se pregunte si Mary se da cuenta de todo esto y desea saber lo que
está sucediendo. Pero usted no puede hablar. Tiene demasiado que
hacery debe mantener todo su ser concentrado. Por fin, el trabajo se
acaba y el chakra vuelve a ser normal. Su
respiración pierde velocidad. Se alegra de que todo haya terminado.
Quizá le duela la mano, pero se siente maravillosamente.
Con mucha rapidez, realice urca ligera quelación a través de los
chakras superiores y sitúese a la cabezade la mesa de masaje. Ponga
las manos a cada lado de la cabeza de Mary y haga pasar energía
suavemente a sus sienes para equilibrar cualquier posible
desequilibrio derecha/ izquierda. Ahora que están reestructuradas
las capas quinta y séptima y pueden retener la forma aura], es el
momento de recargarla en el sexto nivel, poniendo en ello amor
celestial.
6. Curación del nivel celestial (sexta capa del campo aural)
Para curar en la sexta capa del campo aural tiene que trabajar
principalmente a través de los chakras desu corazón, el tercer ojo y
la corona. Ponga las manos en forma de taza sobre el tercer ojo del
paciente con los dedos juntos, menos los pulgares, que deberá
cruzar; eleve sus vibraciones para alcanzar la luz
y deje entonces que fluya por y frente a usted para penetrar en el
centro del área cerebral de su paciente (figura 22-18). Alcance
físicament e la realidad espiritual más elevada que conozca
conectando primero a través del corazón con el amor universal y
elevándose luego con esa conciencia para llegar ala luz. Es muy
importante que proceda a través del corazón y que espere hasta haber
alcanz ado el estado de amor universal antes de pasar a través de la
corona; de lo contrario, la curación será de- masiado mental. Esta
curación debe ir acompañada por un profundo amor hacia cada
partícula del ser
de su patiente, Mary. Estar conectado con la conc iencia mesiánica o
el amor universal implica mantenera alguien en el corazón y penetrar
en un estado de aceptación total y de voluntad positiva hacia el
bienestar y la existencia continuada de dicha persona. Es una
celebración de su existencia en el amor. Esto significa que debe
penetrar en este estado del ser, no imaginarlo simplemente.
Manteniéndose en dicho estado, trate de alcanzar la luz y la
realidad espiritual más elevada y amplia que pueda experimentar.
Utilice tanto los principios activos como los receptivos para elevar
sus vibraciones. En primer lugar, es- fuércese únicamente en
aumentar su frecuencia. Esto se logra mediante la respiración, el
enfoque meditativo y la elevación hacia la luz con los ojos de la
mente. Su sensación subjetiva es como si buscara la luz .y la
alcanzara. Mientras asciende, se siente más ligero y menos unido a
su cuerpo. Da la sensación de que parte de su conciencia sube
literalmente por la espina dorsal y se estira desde su cuerpo al
interior de la luz blanca. Sus sent imientos se hacen cada vez más
placenteros al penetrar en ella. Siente que crece la seguridad
universal y el amor que le rodea y se infunde en usted. Su mente se
expande y puede entender conceptos más amplios que no comprendería
en estado normal. Es posible que acepte una realidad superior, y los
guías tienen mayor facilidad para obtener conceptos a través de
usted, ya que no siente tantos prejuicios sobre la naturaleza del
mundo, es decir, que ha desterrado algunos bloques de su cerebro.
Cada paso más alto hacia la luz le libera más. A medida que
practique,
a través de los años, podrá canalizar energías y conceptos cada vez
más elevados.
Ahora, después de haber alcanzado cierto grado de exaltación, deje
de esforzarse y permita que la luz blanca infunda su campo aural,
que ha sido elevado a una vibración que armoniza con la luz blanca.
Laluz fluirá hacia abajo, a través de su campo, hasta el interior
del campo del paciente.
Una vez que la luz haya fluido al interior del área cerebral central
del paciente y se eleven las vibraciones del área a esa frecuencia,
pase al siguiente nivel de vi bración. Cuando el paciente haya
alcanzado ese nuevo nivel, pase al siguiente; de esta forma, paso a
paso, el área central del cerebro del paciente se iluminará. Su aura
se llena de luz blanca dorada infundida de colores opalescentes. En
ocasiones, el enfermo ve imágenes es pirituales durante esta fase de
la curación, o «se queda dormido».
(Para mí, esto sólo significa que, cuando vuelve al estado normal de
realidad, todavía no tiene
capacidad para retener la memoria de esa experiencia. La tendrá
algún día, y este proceso le ayuda a desarrollarla.)
Esta forma de canalizar es muy fuerte, por lo que debe sacudir
ligeramente las manos para romper la conexión con el sexto chakra
antes de proceder al paso siguiente del proceso de curación. Una vez
quehe iluminado la zona del tálamo del cerebro y he llenado el aura
de luz blanca, lo que suelo hacer, sihay tiempo para ello, es
trabajar directamente en los niveles exteriores del aura. Para ello,
peino los rayos de luz del cuerpo celestial con las palmas de las
manos hacia arriba, trazando surcos con los dedos. Es un movimiento
similar al de pasarse los dedos por el cabello tirando de ellos. Se
empieza con las manos cerca de la piel y se van desplazando hacia
fuera, perpendicular al cuerpo, mientras se levanta el aura. Esto da
al paciente una sensación de ligereza y mejora el cuerpo celestial
al añadirle
luz y ensancharlo. Si tiene tiempo, haga la prueba. A Mary le
encantárá.
7. Sellado en el nivel del patrón cetérico
Una vez que se ha iluminado y ampliado el nivel celestial, paso a la
forma ovoide cetérica que parece proteger el aura. Aliso, enderezo y
refuerzo esta forma moviendo las manos sobre su borde externo. Puede
que sea demasiado estrecha alrededor de los pies, excesivamente
ancha en algunos puntos y tener bultos o bandas res trictivas.
(Algunas de estas bandas guardan relación con vidas pasadas; a ellas
me referiré en el capítulo 24.) La forma ovoide puede ser delgada en
algunos lugares e incluso tener roturas o agujeros. Es necesario
reparar es tas roturas, y la forma completa debe recuperar su for-
ma ovoide con un cascarón liso y firme. Esto lo hago mediante una
sencilla manipulación. Si aparece un bulto, lo aliso; si necesita
luz, hago pasar la energía a su interior hasta que se ilumina. Si lo
que necesita es refuerzo, hago que le llegue energía fortalecedora.
Desplazar y manipular los niveles exteriores del aura es muy fácil,
por lo que esta parte de la sesión de curación lleva muy poco
tiempo.
Figura 22-16: Curación del patrón cetérico del sistema linfático
Figura 22-17: Curación del patrón cetérico: cirugía espiritual
Para completar la curación en el séptimo nivel del aura, me inclino
sobre la cabeza del paciente y unolas manos, que se encuentran a
unos 75 centímetros por encima de la cabeza, en la coraza ovoide del
aura. Entonces describo un amplio movimiento de barrido alrededor de
todo el cuerpo del paciente. Desplazo la mano izquierda en esa
dirección, y la derecha por la derecha del cuerpo. La energía
fluyede mis manos formando un arco desde la zona superior de la
cabeza hasta por debajo de los pies del
enfermo, mejorando el séptimo nivel del aura en su totalidad. A
medida que muevo las manos para circunscribir un círculo de luz
dorada alrededor del tórax del paciente, todo el nivel de cascarón
del aurase va reforzando.
Para reforzar la séptima capa de Mary y aportarle una coraza
protectora a fin de permitir que la curación siga su curso en el
aura, eleve las manos sobre el cuerpo de la joven. Usted sigue
sentado en el lado desu cabecera, como se ve en la figura 22-19. La
altura de la séptima capa varía entre 75 y 90 centímetros
sobre el cuerpo. Si no puede verla, palpe sensitivamente con las
manos el espacio situado por encima de Mary. Notará una presión muy
sutil al desplazarse a la séptima capa. Sostenga las manos con los
pulgares juntos y las palmas hacia abajo en el borde exterior del
campo aural de Mary. Para mantener el nivel de energía y su
conciencia en la séptima capa, necesitará usted recurrir a la
respiración frotada. Haga que surja de sus manos una luz dorada para
crear un arco en la séptima capa de Mary, desde la cabeza hasta los
pies. Mantenga firme el arco y ensánchelo separando las manos para
rodear el cuerpo.
La mano derecha se mueve hacia la derecha y la izquierda traza un
arco hacia la izquierda. Complete elcírculo de manera que trace una
forma ovoide completa alrededor de Mary.
Una vez terminada esta operación, suelo romper la conexión entre mi
campo y el del paciente con una suave agitación brusca de las manos,
y me desplazo entonces al lado derecho del paciente. Entonces vuelvo
a conectar con la séptima capa desde el exterior. (Antes, cuando
hacía curaciones estaba conectada dentro del sistema energético.
Ahora me he liberado y ya no formo parte de ese flujo.) Al colocar
mis manos suavemente en la parte exterior del cascarón de la séptima
capa rindo silencioso homenaje a mi paciente y le devuelvo su
curación. Mi homenaje va dirigido a quien es, a su poder para crear
salud y equilibrar su vida, y a mi pequeña participación en
recordarle quién es. Luego rompo de nuevo el contacto con el campo,
me siento y regreso a un estado normal, despierto, de conciencia.
(Cuando entro en la curación de la séptima capa también me encuentro
en un estado de conciencia alterada muy elevado.) Me vierto de nuevo
a mi propio cuerpo, algo así como si me pusiera un guante. Me
concentro en estar dentro de cada parte de mi cuerpo. Hago homenaje
a mi encarnación, a quien soy y alo que he venido a hacer. Permito
que cualquier energía curativa que pueda necesitar penetre en este
momento a través de mi cuerpo.
Figura 22-18: Curación a nivel celestial (sexta capa)
Este último procedimiento ayuda al sanador a des prenderse de su
paciente, de manera que no tenga que«llevarlo» consigo toda la
semana. Es bueno honrar al yo de este modo a fin de que se pueda
integrar el trabajo de curación en la vida personal del sanador.
Esto no siempre sucede automáticamente, pues durante gran parte del
tiempo empleado en la sesión de curación el sanador se encuentra en
un estado de conciencia alterado. En ocasiones siento como esa
encantadora persona que está haciendo un trabajo tan bueno no fuera
yo: he comprobado que la mayoría de los sanadores que conozco han
tenido una vida difícil y necesitan honrarse a sí mismos por ello,
en lugar de autojuzgarse por sus experiencias. Creo que todo esto
forma parte del aprendizaje del amor y la simpatía.
Repita ahora lo que antecede con nuestra paciente, Mary. Desplácese
a su derecha y establezca un ligerocontacto con su séptima capa
desde el exterior. Ríndale homenaje y devuélvale la curación.
Siéntese en algún lugar de la consulta, alejado de Mary . Vuelva a
su propio cuerpo. Hónrese a sí mismo y a su propósito.
Por lo general, el paciente necesita descansar un rato después de la
sesión de curación, y probablementeestará mareado durante algún
tiempo. Es un buen momento para hacer un breve registro de la
curación para que sirva de referencia en el futuro. Si ha trabajado
en el nivel del patrón etéreo, le ordeno tajantemente que no haga
ningún ejercicio físico y descanse y coma bien durante tres días,
por lo menos.
Tras un breve descanso, pida a Mary que se siente al borde la mesa
unos minutos, antes de levantarse,de lo contrario se podría marear.
Ella sentirá curiosidad por lo que ha hecho usted. En este momento
es importante no volver demasiado a la mente lineal, ya que eso la
arrancaría de su estado de conciencia alterado. Explíquele
brevemente lo que ha hecho, lo suficiente para satisfacer su
curiosidad, pero sin alterar su estado de relajación.
Durante la curación, probablemente tomará usted conciencia de
cualquier trabajo posterior que neces iteMary. Si tal es el caso,
coméntelo con ella y recomiéndele, si lo considera necesario, que
vuelva la semana próxima.
Acaba de completar una curación total. Se siente us
ted.maravillosamente. Ofrezca a Mary un vaso lleno
de agua mineral, y bébase usted otro. La figura 22-20 muestra el
aura de su paciente Mary después de la curación. Compárela con el
aura anterior a la curación, que se muestra en la figura 22-4.
Este es el esbozo de una curación básica del espectro total. Durante
la primera parte de la curación, en la quelación y la limpieza
previa al trabajo sobre el patrón, puedo haber canalizado
información verbal procedente de los guías del paciente que han
asistido a la sesión. Las preguntas que pueda hacer al paciente
serán res pondidas por los guías. Sin embargo, tan pronto como se
inicia el trabajo en el patrón, soy incapaz de hacer ambas cosas a
un tiempo. Parece, simplemente, que el trabajo en el patrón
energético, para el cual se requiere una elevada concentración,
absorbe la mayor parte de mi «capacidad cerebral». El paciente
también se beneficia al pasar al estado de profunda relajación en
este momento, y
al hablar hace salir a los guías.
Yo recibo continuamente nueva formación de mis guías. Tan pronto
como asimilo un nivel, me trasladan al inmediatamente superior. En
ocasiones, un nuevo grupo de sanadores espirituales acude al trabajo
a tra- vés de mí.
Figura 22-19: Sellado del nivel del patrón cetérico del aura para
completar la curación
8. Curación en los niveles económicos del aura (octava y novena
capas del campo aural)
He empezado recientemente a ver dos niveles de campo aural por
encima del patrón dorado. Parecen serde naturaleza cristalina y
estar dotados de vibraciones muy finas y elevadas. Todo lo que hay
desde el séptimo hacia abajo e,, en cierto sentido. un vehículo que
nos guía y apoya a lo largo de esta vida. Esto incluye las bandas de
la vida anterior en el cetérico, ya que representan las lecciones
kármicas que hemos encarnado para aprender en esta vida.
La octava y novena capas del nivel cósmico, sin embargo, van un paso
más allá. Se relacionan con quienes somos más allá de esta vida.
Somos almas que se reencarnan una vida tras otra, progresando
lentamente en nuestro camino revolucionario que nos aproxima cada
vez más a Dios.
En las siete capas inferiores de nuestro campo energético se
encuentran almacenadas todas las experiencias que hemos tenido en
esta vida, así como los planos impresos de las posibles experiencias
que programamos cuando planificamos nuestra vida actual. Creamos
constantemente, además, nuevasexperiencias. Puesto que gozamos de
libre albedrío, no siempre elegimos tener estas experiencias. El
libre albedrío lo tienen también otras personas, de ahí que la
posibilidad de ex perimentar sea un asunto complejo. Dicho de otro
modo, las experiencias posibles superan con mucho a las que tenemos
realmente. Todas estas experiencias posibles o realidades probables
se hallan acumuladas en nuestro campo energético. Han sido
proyectadas para enseñar determinadas lecciones a nuestra alma,
lecciones que hemos decidido aprender.
En ocasiones, estas posibles experiencias dejan de tener relevancia
para el crecimiento del alma y es necesario retirarlas del aura.
Esto se hace desde los ocho niveles del aura. Es cómo si el sanador
se auto proyectara más allá de las dimensiones de esta vida, llegara
entonces a las siete capas inferiores y, sencillamente, retirara la
experiencia posible de lo que yo denomino coraza del octavo nivel.
A. La coraza del octavo nivel
La coraza del octavo nivel se utiliza para desterrar un trauma de
esta vida o bien bloquea gravemente el desarrollo de una persona o
simplemente no se necesita ya. Es decir, no sirve ya a la finalidad
de enseñar cualquier lección que el alma del individuo haya decidido
aprender.
Es la conciencia superior, no el nivel de personalidad del
individuo, la que decide cuándo es apropiada lacoraza del octavo
nivel. Durante la mayor parte del tiempo el paciente no tendrá
conciencia de ello en absoluto; no obstante, es posible que pida una
coraza de este tipo si ha oído hablar de su poderoso efecto, pero
esta petición no suele dar resultado. La coraza será otorgada al
sanador por sus guías únicamente cuando éstos lo consideren
apropiado. Elevar un trauma prolongado ex trayéndolo del campo
de una persona puede resultar aterrador. En ocasiones se necesita
una coraza para proteger al individuo
de la mayor libertad que experimenta cuando se extrae de su cuerpo
un trauma prolongado. El proceso consiste, básicamente, en que el
sanador sitúa la coraza dentro del aura del paciente, extrayendo o,
en realidad, persuadiendo al antiguo trauma para que salga,
rellenando el hueco dejado por éste con la luz rosada del amor
incondicional y sellándolo luego. Con ello, el paciente dispone de
tiempo para curarse y acos tumbrarse al abandono del peso que le
abrumó durante años. (No es tan fácil como el lector se pueda
imaginar; la libertad asusta.) Llegado el momento, cuando la persona
desarrolla una experiencia positiva para mantenerse en su posición,
la coraza se disuelve.
La secuencia para establecer una coraza es bastante complicada, y
usualmente se produce después dehaberse realizado la limpieza
general y de haberse trabajado en el patrón. La decisión al respecto
no es adoptada por el sanador en ningún caso; son los guías quienes
la sugieren. 1-a coraza parece ser una
«pieza» plana de luz azul de calidad muy impermeable y persistente.
Encaja a lo largo del borde inferior del chakra, justo por encima
del trauma, y se asienta en la raíz del chakra. La mano izquierda
practica una abertura para colocar la coraza. Su campo energético
penetra profundamente en el cuerpo hasta la raíz
de chakra, mientras desplaza len-tamente su mano derecha hasta
situarla en posición. Este movimientoes supervisado por los guías.
La coraza sobresale del borde inferior del chakra y se extiende
-hacia abajo, sobre el área traumatizada, formando un pequeño ángulo
con el cuerpo. Su extremo inferior está abierto para facilitar una
salida al trauma.
La mano izquierda sujeta la coraza y no se puede mover mientras dura
el proceso de acorazado y salida del trauma, ya que separa la parte
anatómica superior del cuerpo aural de aquélla en la que se está
trabajando y sirve de entrada para los guías que mantienen esa parte
del campo separada del área donde
se localiza el trauma. Al mismo tiempo, los guías personales del
paciente suelen sacar a éste de su cuerpo para protegerle y
enseñarle.
Una vez colocada la coraza, el sanador extiende su mano derecha por
debajo de ella y empieza a comuni- carse con la conciencia
energética del trauma a fin de persuadirla para que salga,
recordándole su conexión con Dios. Este método de curación desde un
nivel elevado es muy distinto del procedimiento consistente en
retirar los bloques del campo en los niveles inferiores. Al conectar
directamente con la conciencia energética del trauma que está listo
para salir, el sanador abre un camino a través de la coraza. El
trauma sale por su propia voluntad. Cualquier fuerza que se haga
para obligarlo, por pequeña que sea, alterará el proceso y obligará
al sanador a empezar de nuevo. Este método permite que salga el
trauma completo. Muchas veces, cuando se practica la curación desde
las capas aurales inferiores, los bloques del campo constituyen
señales energéticas del trauma, en lugar de ser la energía total de
éste. En cierto sentido, en los niveles de curación más elevados se
trata al trauma como si tuviera una esencia propia, ya que es una
parte integrante de la conciencia energética. Cuando el trauma sale,
todos sus efectos lo hacen con él, y el paciente ya no tiene que
luchar más para contrarrestarlo. La coraza facilita la integración
del cambio que se ha producido en la vida del paciente e impide
cualquier alteración en ésta, cosa que suc edería si el paciente no
contara con dicha coraza. Al salir del trauma, los guías lo recogen
amorosamente y lo llenan de luz. Una vez que ha salido todo el
trauma, se cauteriza el área con luz dorada o blanca y el hueco que
ha dejado se llena con la luz rosada del amor incondicional.
Seguidamente se reconecta el nuevo campo rosa con el campo que lo
rodea, situado aún debajo de la coraza. A continuación el área de
salida de la base de la coraza se cubre con un sello dorado, que se
deja colocado. El sanador desconecta su mano izquierda de la coraza,
que deja colocada. Lentamente, hunde
la energía de su mano derecha en el interior del lugar donde está
apoyada su mano izquierda. De estemodo se libera la mano izquierda,
que emplea entonces para integrar la nueva área, reestructurada y
acorazada, con el resto del campo aural del paciente. El sanador
mueve lentamente la mano derecha a través de la parte superior del
cuerpo aural reconectando los campos.
Después de haber colocado la coraza, el sanador apuntala la
corriente de fuerza vertical principal del aura haciendo pasar luz
dorada palpitante a través de la misma. El paciente regresa
lentamente a su cuerpo.
Es posible que la curación concluya en este punto. El sanador puede
pasar a la curación del sexto nivel para serenar en mayor medida al
paciente, o simplemente darla por concluida con el séptimo.
El mayor reto con el que me he encontrado en este tipo de trabajo ha
sido aprender a permanecer sentaday persuadir al trauma para que
salga. Es una operación muy distinta de la de vaciar, extraer o
soltar las altas vibraciones. Es difícil elevarse por encima de la
séptima capa y permanecer allí en un estado de completa paz y de
alineación con la voluntad de Dios. Uno tiene que controlar la
respiración con inspiraciones y espiraciones lentas y prolongadas y
mantener la mente centrada en el sometimiento a la voluntad de Dios.
La chispa divi na existe dentro de cada célula del ser de una
persona y obedece inexorablemente a la voluntad de Dios. El sanador
debe situarse dentro de la chispa divina. Dicho de otro modo, tengo
que situarme junto al trauma, es tablecer contacto con esa
conciencia energética mientras me encuentro en estado de alineación
con la voluntad de Dios y limitarme a recordar a cada célula del
trauma
y a cada célula del cuerpo que llevan consigo la chispa de Dios. Les
recuerdo que son Dios, luz ysabiduría, y que, por tanto, fluyen
inexorablemente con la voluntad universal y son uno con ella. No es
cosa fácil de hacer. Al principio, yo tengo tendencia a tirar. Si lo
hiciera, ello significaría que mi voluntad
ha interferido, lo que quiere decir que he descendido a un nivel más
bajo. Mis guias serían expulsados demi cuerpo y todo él se
estremecería. Abandonarían mi cuerpo como señal, o bien tolerarían
mi vibraciónde «voluntad» de bajo nivel. Entonces tendríamos que
empezar de nuevo desde el principio.
Se necesita una coraza del octavo nivel cuando el paciente es
incapaz de soportar el haberse liberado deun trauma de toda la vida
durante la sesión de curación; por lo general, el paciente tiende a
llenar el vacío con otra experiencia negativa. Me quedé pasmada
cierto día que fui testigo de algo semejante.
Después de terminar una sesión de curación, cuando el paciente se
estaba poniendo los zapatos,repentinamente todo el campo dorado
reestructurado se desplomó ante mis ojos. Llena de sorpresa pensé:
«¿Cómo lo has hecho tan rápido?». Deseaba hacerle regresar a la
mesa, pero me di cuenta de que no era correcto hacerlo y que se
había introducido algún ot ro elemento. Más adelante, Emmanuel, un
maestro espiritual canalizado a través de mi amiga Pat (Rodegast) De
Vitalis, dijo que el paciente sabía entonces que, en realidad, no
podía aceptar lo que había deseado, que no estaba preparado para
afrontar determinados aspectos de su vida relacionados con la
curación. Eso significaría tener que afrontar cuestiones que le
resultaban muy dolorosas, algo que simplemente no quería hacer.
Fue poco después de esta experiencia cuando aprendí a colocar la
coraza. Me di cuenta, además, de queno podía ofrecerme a dar otra
sesión de curación a esa persona, pues eso la obligaría a afrontar
su decisión negativa, lo que, posiblemente, empeoraría las cosas. Lo
único que podía hacer es esperar a que viniera a la consulta por sí
misma, cuando hubiera decidido afrontar esos asuntos externos en su
vida. El paciente quizá decidiría entonces someterse a la sesión de
curación y podríamos colocarle la coraza para protegerle contra la
desaparición de la carga mientras se cura interiormente. Después, la
coraza se disolvería y el sujeto podría ser capaz, poco a poco, de
experimentar su mayor libertad.
En la figura 22-21 se ofrece un interesante ejemplo de la curación
con coraza. La paciente, a la que llama-ré Betty, se dedicaba a los
negocios. Su madre murió cuando ella contaba tres años. Cuando
empezó conmigo las sesiones de terapia, varios años más tarde, no
tenía la menor idea del aspecto que tenía su madre natural y ni
siquiera recordaba haber visto una fotografía suya. A lo largo de la
terapia fue capaz de obtener imágenes de su madre y empezó a
reconectarse y a relacionarse con ella. El hecho de que su madre
natural se convirtiera en una realidad para ella la ayudó a
desarrollar su autoestima. No había llegado a aceptar a su
madrastra, pero este proceso la ayudó a mejorar sus relaciones con
ella. Había sufrido siempre fuertes dolores en el tórax causados por
la muerte de su madre natural.
Un día, después de varios años de terapia, me preguntó por qué no la
sometía nunca a una sesión de cu- ración. Le contesté que no lo
necesitaba porque tenía muy buena salud. Sin embargo, en ese
momento,los guías me recordaron el uso de la «nueva coraza cuya
colocación acababa de aprender». La siguiente sesión fue de
curación; después de pasar por los procedimientos normales de
quelación y limpieza y de comprobar el nivel de su patrón, que no
requería trabajo, los guías le colocaron la coraza y retiraron el
trauma de la pérdida de su madre, que tuvo lugar en su infancia. Me
conmovió mucho ver aparecer a su madre en forma espiritual sostenida
por sus propios guías. Lo que vi fue que la sustancia de la
conciencia energética del trauma no era recibida e iluminada por un
equipo de guías, sino que era recibida amorosamente por su madre
(véase la figura 22-21). Entretanto, los guías de mi paciente la
habían extraído de su cuerpo para darle protección y enseñanza. En
el siguiente paso del proceso de colocaciónde la coraza, los guías
llenaron con la luz rosada del amor el hueco que había dejado el
trauma. Entonces
prosiguió la curación con el sellado de la parte inferior de la
coraza, aplicado con luz dorada, como se veen la figura 22-22.
Seguidamente reconectamos el área acorazada con las mitades superior
e inferior del campo aural. Cuando terminamos, el trauma retenido
por la madre se había tornado luz blanca.
B. Curación en el noveno nivel del aura
Sé muy poco sobre este procedimiento. Cuando observo a los guías
trabajando desde este nivel me da la sensación de que se limitan a
retirar un lado completo de los cuerpos energéticos del paciente
(con todos sus campos) y colocar un grupo nuevo. Todo ello aparece
ante mi vista como luz cristalina. Este procedimiento tiene el
efecto de curar al paciente con mucha rapidez. Supongo que ello
tiene que ver simplemente con que el sujeto se reencarna en el mismo
cuerpo sin necesidad de pasar por las experiencias del
nacimiento/infancia para establecer las tareas de la vida. He sido
testigo de ello varias veces.
Equipos de guías
A veces me da la impresión de que distintos equipos de guías
trabajan en los diferentes niveles; otras veces parece que son los
mismos guías los que trabajan en cada nivel. Los que actúan en el
nivel astralse ocupan principalmente de asuntos relacionados con el
corazón y el amor. Son muy reconfortantes,
amorosos y cariñosos, hablan en tono poético y nos enseñan a amarnos
a nosotros mismos, con todas nuestras faltas, etc. Los guías que
realizan el trabajo en los niveles de los patrones cetérico y etéreo
me parecen muy serios y bastante activos, «deseosos de poner manos a
la obra». Se ocupan de perfeccionar
el patrón y se limitan a curar de manera eficiente. No parecen tener
demasiados sentimientos, aunque almismo tiempo son muy proclives a
pres tar su apoyo y aceptación. Muestran una actitud más
autoritaria. Los guías de la coraza del octavo nivel dan sensación
de ser muy acogedores y de tener una infinita paciencia en
cuestiones de amor. Me cuesta mucho percibir a los guías del noveno
nivel, pero parecen ser
un tanto impersonales.
PROGRAMA DE LA SESIÓN DE CURACIÓN
Como ayuda para el nuevo sanador, describiré una vez más el programa
de la sesión de curación, aunque
en forma mucho más breve. A ello seguirá un análisis de la sesión de
curación que servirá de ayuda al lector para saber cuándo necesita
practicar y cuándo es preciso que realice su propio trabajo de
crecimiento.
1. Antes de que entre el paciente, póngase en alineación con la luz.
Abra sus chakras con los métodos
que ha aprendido en la sección titulada «Canalización para la
curación».
2. Escuche las razones por las que acude a usted el paciente. ¿Por
qué ha sido guiado específicamente a usted? ¿Qué tiene usted para
darle? Ábrase a su repertorio interno.
3. Explíquele lo que le está haciendo.
4. Analice el flujo energético del sistema de su paciente. ¿Cuáles
son los bloques principales? ¿Cómo em - plea su energía? ¿En qué
forma la dirige mal? ¿Cuáles son los resultados a largo plazo de su
dirección errónea? ¿Cuál es su principal defensa? (véanse los
capítulos 9, 10 y 12.)
5. Mida los chakras con un péndulo. Haga anotaciones (véase el
capítulo 10).
6. Sintonícese y alinéese con la luz; realice un acto de afirmación;
alinee y equilibre su sistema energético con su paciente. Sea
consciente de sus guías si no lo ha hecho ya. Es necesario que
periódicamente, a lo largo de la sesión, realinee y equilibre su
sistema con la luz, sus guías y el sistema de la otra persona.
7. Interprete la lectura de los chakras mientras hace pasar la
energía a través de los puntos reflejos de suspies: compruebe el
equilibrio de la razón, la voluntad y la emoción, el principal o los
principales centros cerrados, el principal o los principales centros
abiertos a través de los cuales pueden tratar las personas sus
problemas y abrir los chak ras cerrados. Averigüe las principales
cuestiones. Lea psíquicamente cualquier información que pueda
recoger. ¿Cuál es la causa inicial de la enfer medad? ¿Cuáles son
las cualidades del yo superior que necesita atraer para ayudar a la
persona a curarse a sí misma? (véanse los capítulos 9, 10 y 12).
8. Realice la quelación de los chakras de los cuerpos aurales
mientras explora los sistemas corporales. Sies un principiante, debe
saltar al paso 16. Cuando tenga más práctica añada el paso 9 y, si
es necesario, los pasos 10 y 11. Una vez que haya percibido la
quinta, sex ta y séptima capas del campo, realice los pasos 12, 13,
14 y 15.
9. Realice la limpieza de la espina dorsal.
10. Trabaje directamente en los lugares a los que se sienta atraído.
Elija entre los diversos métodos que conoce. Mientras trabaja,
observe el estado emocional de la persona. ¿Permite que entre la
energía o se bloquea emocionalmente? Permanezca junto a ella.
Atraviese los bloques con ella. Permita que sus guías
le ayuden en sus áreas de curación específicas. Escuche.
11. Limpie los bloques específicos de los cuerpos energéticos
inferiores.
12. Si sabe cómo hacerlo, éste es el momento en que se realiza el
trabajo a nivel de los patrones etéreo
o cetérico. 13. Pase al nivel celestial (sexto); envíe luz blanca
directarnente a la zona central del cerebro. Eleve sus vi braciones
haciendo que vibre su pituitaria. Una vez que le lleguen sus
vibraciones personales, pase al siguiente nivel y repita el proceso.
Hágalo hasta que se ilumine el área central del cerebro.
Figura 22-22: Sellado de una coraza del octavo nivel
14. Llegado a
este punto, si no ha sucedido ya, empezará a ver a los guías del
paciente, ángeles u otrasvisiones y recibirá mensajes directos de la
persona. Rompa suavemente la conexión y cierre las aberturas.
15. Desde la cabecera de la mesa, intente obtener, empleando la
técnica de las dos manos, las
agradables corrientes vibratorias ascendentes y descendentes que
proceden del tercer ventrículo y pasan por la espina dorsal.
16. En este momento lo que debe hacer es peinar los cuerpos
celestial y astral (especialmente si la persona está deprimida o
sometida a un excesivo esfuerzo).
17. Mejore y refuerce el cascarón u orbe.
18. Desplácese al costado derecho del paciente; vuelva a establecer
contacto con la séptima capa;rinda homenaje a su paciente y a su
poder para curarse a sí mismo.
19. Rompa suavemente la conexión, cierre todas las aberturas y
aléjese del paciente. Concédase unos minutos para regresar por
completo a su propio cuerpo y al plano terrenal. Deje que la energía
curadora fluya a través de usted. Ríndase homenaje a sí mismo,
afirmándose en quién es y en el trabajo que realiza.
20. Si el paciente ha abandonado su cuerpo y necesita ayuda para
volver a él, empújelo suavemente cogiéndolo de los pies y aspirando
la energía hacia usted.
21. Una vez concluida la sesión de curación, recuerde a su paciente
que debe beber un gran vaso de agua fresca, y haga usted lo mismo.
ANÁLISIS DE LA SESIÓN DE CURACIÓN
1. ¿Qué tia sucedido en orden cronológico? ¿Cómo se ha desarrollado
cada paso de la sesión de curación? ¿Qué pasos resultaron más
fáciles? ¿Con cuáles tuvo dificultades?
2. Responda a la pregunta 4 del programa de la sesión de curación.
3. Responda a la pregunta 7 del programa de la sesión de curación.
4. ¿Cuáles han sido los procesos internos del sanador y del cliente?
¿Perdió usted su concentración y derrochó quizá energía innecesaria?
¿En qué forma? Rela cione esto con las estructuras (le carácter del
sanador y del cliente.
5. ¿Qué logró con la sesión de curación? ¿Llegó a al canzar la luz
interior de la persona? ¿De qué
naturaleza eran las cualidades del yo superior de esa persona? ¿Cómo
la apoyó y la hizo salir?
6. Basándose en lo que antecede, ¿qué trabajo personal necesita
realizar?
7. Trace una imagen del flujo energético anterior y posterior.
8. ¿Cuál fue la causa original de la enfermedad? ¿Cómo la trató?
9. Basándose en lo que antecede, ¿en qué trabajo de curación deberá
concentrarse la próxima vez?
¿Cuál es su pronóstico? ¿Qué pauta puede dar en relación con dicho
pronóstico?
Revisión del capítulo 22
1. ¿Qué es lo primero que hace un sanador antes de ini ciar la
sesión de curación?
2. ¿Qué significa hacer pasar la energía? ¿Y quelar el cuerpo?
3. ¿Qué función realiza la quelación?
4. ¿Controla conscientemente el sanador el color de la luz cuando
hace pasar energía para la quelación? ¿Por qué? ¿O por qué no?
5. Si el primer chakra de un sanador está cerrado en los niveles
inferiores del campo, ¿p odrá usar de
forma efectiva el color rojo en la curación? ¿Por qué? ¿O por qué
no?
6. Describa la dirección de la quelación en un paciente cardiaco.
7. Describa el proceso de limpieza de la espina dorsal.
8. ¿Qué diferencia hay entre hacer que pase energía con una mano,
con las dos manos separadas o con ambas juntas?
9. En la curación del quinto nivel, ¿qué sucede si no si gue la
pauta y aparta las manos antes de que
los guías hayan terminado?
10. Cite tres maneras en las que una persona puede ras gar la
séptima capa (véase además el capítulo 15).
11. Si en el aura hay un desgarro que atraviesa todo el campo, ¿qué
capas hay que coser?
12. ¿Se detendrá la fuga de energía si no logra usted al canzar la
séptima capa y coserla en caso de que esté desgarrada?
13. ¿Se puede reparar con la quelación un campo aural desgarrado?
14. ¿Por qué abandona el paciente su cuerpo durante el trabajo en la
séptima capa?
15. Cuando se cura con luz blanca, ¿de qué forma po demos centrar
nuestra energía y conciencia?
¿Dónde con creta usted su atención? ¿Cómo realiza la exploración?
16. Describa el desarrollo del proceso de curación en cada nivel
aural.
17. ¿Qué es la coraza del octavo nivel? ¿Para qué se em plea? ¿A
quién atañe la decisión definitiva de si se puede utilizar?
18. Describa un procedimiento para concluir una curación que le
permita apartarse físicamente de su paciente hasta que desee
establecer de nuevo contacto con él. 19. ¿Cuál es la diferencia
entre canalizar para curar y canalizar para obtener información?