Mi primera visión interna tuvo lugar una mañana en que, tendida en
la cama, observaba la interesante estructura muscular y ósea de la
nuca de mi marido, dormido de costado junto a mí.
Pensé lo curiosa que resultaba la
forma en que se conectaban los músculos con las vértebras
cervicales. De pronto me di cuenta de lo que estaba haciendo
y desterré la visión de inmediato. No «volví» a ese nivel de
realidad durante algún tiempo; me decía a mí misma que había
acabado con ella. Pero, naturalmente, volvió en
su momento y empecé a «ver» en el interior de mis clientes.
Al
principio me resultaba desconcertante, pero como mi
visión interna persistía decidí hacerlo yo también. La
visión interna se correspondía con otros informes que
podía obtener sobre el paciente, fuera a través de él
mismo o de su médico.
La visión interna es la versión humana de los rayos X o
del proceso de resonancia magnética nuclear(RMN), y es
tan compleja como éstos. Incluye la capacidad de
observar el interior del cuerpo a cualquier
profundidad y resolución (hasta cierto límite) que uno
desee. Es una nueva forma de percibir las cosas.
Si quiero ver un órgano, me centro en él. Si lo que
quiero ver es el interior o alguna parte específica del
órgano, me centro en ello. También lo hago sobre un
microorganismo que esté invadiendo el cuerpo. Recibo
imágenes de es tas cosas; su aspecto es el de cualquier
imagen normal. Por ejemplo, un hígado saludable aparece
de color rojo oscuro, igual que en la visión normal. Si
ha sufrido o sufre ictericia, tendrá un color pardo
amarillento enfermizo. Si la persona ha estado o está
sometida a quimioterapia, el hígado tendrá una
coloración parda verdosa. El aspecto de los
microorganismos es, más o menos, el mismo que pueden
presentar vistos al microscopio. Mis experien cias sobre
la visión interna, que se produjeron de forma espontánea
al principio, se hicieron luego más controlables. Empecé
a comprender que, para ver de este modo, tenía que
situarme en un estado particularmente abierto, en
el que mi tercer ojo (el sex to chakra) estuviera
activado y el resto de mi mente en estado centrado, en
relativa calma. Más adelante descubrí las técnicas para
situarme en tal estado de manera que pudiera mirar al
interior del cuerpo cuando lo desea ra, siempre que
fuera capaz de si tuarme en ese estado mental y
emocional. Si estaba cansada no podría hacer lo, en
parte porque en tales circunstancias resulta más difícil
centrarse y serenar la mente. El cansancio hace también
más penosa la tarea de elevar la propia tasa vibratoria.
Descubrí, además, que importaba poco que mantuviera los
ojos abiertos o cerrados, excepto por el hecho de que
teniéndolos abiertos puede produ cirse interferencia
a causa de la información adicional. Hay ocasiones en
que ésta ayuda a centrarse, pero otras
perjudica la concentración. Por ejemplo, a veces re
curro a la vista para que me ayude a centrar mi mente en
lo que estoy mirando. En otras ocasiones, cierro los
ojos tratando de dejar fuera cualquier otra información
que pueda distraerme.
Ejemplos de visión interna
En la figura 18-1 se ofrece un ejemplo de dicha visión.
En el ángulo superior izquierdo se muestra la vista
aural frontal externa, en el superior derecho la vista
interior, y la ilustración de abajo muestra la vista
dorsal ex terna.
Se trataba, en este caso, de una amiga mía que resbaló
en el hielo y cayó lesionándose un hombro.
Mientras trabajaba con ella pude ver la «hemorragia
aural» que se producía en la parte frontal del hombro,
por donde estaba perdiendo energía. Las líneas
energéticas de la zona dorsal a lo largo del músculo
trapecio estaban enmarañadas y había que enderezarlas.
Situé la mano derecha en forma de copa sobrela
hemorragia, a fin de detenerla, y peiné las marañas de
la espalda. Mientras lo hacía, pude ver elextremo
astillado del húmero, lo que confirmaron luego los rayos
X. Esta «breve» sesión de curación
(media hora) bastó para restañar la hemorragia y
desenmarañar el enredo, lo que ayudó a que el hueso
fracturado sanara más rápidamente.
Otro ejemplo, que se muestra en la ifgura 18-2, es el de
un quiste ovárico que, según observé, debía medir unos
siete centímetros de diámetro, el tamaño de una pelota
de tenis. El 3 de enero (figura 18-2) tenía un aspecto
gris azulado oscuro. Un médico había diagnosticado ya el
quiste, pero no así la inflamación pélvica, que aparecía
de color rojo oscuro en el aura. Para el 15 de enero
(figura 18-2B), se había encogido hasta unos cuatro
centímetros, y el médico había diagnosticado la
inflamación pélvica. El 21 de enero (figura 18-2C), el
quiste medía dos centímetros, pero se estaba
ennegreciendo y mostraba una extraña configuración en
espiral que se conectaba con él. La paciente había sido
sometida a una dieta limpiadora que estaba despejando el
problema. (Yo no le estaba aplicando curación en ese
momento, sino sólo observando la evolución.) El 29 de
enero (figura 18-2D) el quiste aumentó de volumen, hasta
tres centímetros, el tamaño de una moneda, al producirse
la menstruación (es algo que sucede normalmente con los
quistes). Para el 6 de febrero (figura 18-2E) se había
reducido a un centímetro y, finalmente, el 3de marzo
(figura 18-2F) había desaparecido por completo, siendo
reemplazado por una gran cantidad debuena y sana energía
premenstrual. Todas estas observaciones se
correspondían, en lo que respecta al tamaño, con las del
médico que realizó el examen pélvico.
Figura 18-1: Lesión en el hombro percibida mediante la
visión interna.
(Vista de diagnóstico)
Vista frontal
Cicatriz externa
Cicatriz interna
Vista dorsal
Líneas de energía enmarañadas
A causa del color oscuro del aspecto del quiste en el aura, el 21 de
enero tanto el médico como yo aconsejamos a la mujer que tomara
antibióticos. Se sabe que, durante un periodo de tiempo
prolongado(tres años en este caso), este tipo de enfermedad, la
inflamación pélvica, precede al desarrollo de un cáncer, lo que
queríamos prevenir eliminando la infección. La paciente mantuvo una
dieta limpiadora a todo lo largo del tratamiento. Tal vez se hubiera
librado totalmente de la infección sin necesidad de antibióticos,
pero no queríamos correr el riesgo. Según mi visión interna, el
quiste parecía casi negro. En esta fase precoz, el cáncer es azul
grisáceo os curo y, a medida que progresa, se va haciendo negro en
el aura. Más adelante aparecen puntos blancos sobre el negro. Cuando
dichos puntos destellan y saltan como la lava de un volcán, el
cáncer se ha metastatizado. En el caso que nos ocupa, el quiste se
iba oscureciendo demasiado como para esperar que la dieta
limpiadora, por sí sola, hiciera el trabajo necesario.
La figura 18-3A muestra otro caso de inflamación pélvica: quiste
ovárico y tumor fibroide. Como el lec tor puede ver, es fácil
distinguir los quistes HSP de los tumores fibroides, que aparecen en
el campo con una tonalidad parda rojiza.
La figura 18-3B muestra un ejemplo del uso de la vi sión interna a
distancia. Al término de una de mis cla- ses, cierta alumna me
preguntó si podría someter a una amiga suya, que tenía dos
fibroides, a una sesión
de curación. Mientras me preguntaba, vi inmediatamente el interior
de la región pélvica de su amiga y dibujé mi vi sión interna en la
pizarra. Dos meses más tarde, cuando sometí a la paciente a la
sesión de curación, se confirmó el dibujo, y también el diagnóstico
médico refrendó mi visión. Tenía dos tumores fibroides relativamente
pequeños que aparecían con una coloración parda rojiza en el aura.
El de la derecha estaba más alto y en el exterior del útero,
mientras que el de la izquierda, más bajo, se encontraba
parcialmente incrustado en él. Lo que no había podido ver a
distancia, pero que observé durante la sesión de curación, era que
el segundo chakra frontal tenía una rotura, debida en parte,
probablemente, a la extirpación del ovario izquierdo. Lo más seguro
es que este chakra fuera alterado antes de extirpar el ovario,
siendo la primera causa de la disfunción. Estoy segura de que la
intervención quirúrgica ocasionó más traumas al chakra. Se añade al
trauma quirúrgico el hecho de que las mujeres suelen retirar su
energía del área de donde se ha extirpado un ovario porque no
quieren sentir el dolor emocional de su pérdida. Este tipo de
bloqueo inhibe el proceso de curación natural en dicha zona del
cuerpo, lo que llega a empeorar el trauma.
Precognición con visión interna
Cierto día, cuando me disponía a visitar a una amiga, experimenté un
caso de precognición, o aviso de los maestros espirituales. Me
hallaba a tres manzanas de su oficina cuando recibí el aviso de que
no estaría allí, que quizá había sufrido un ataque cardiaco y me
necesitaban para que le aplicara una sesión de curación. Su oficina
estaba cerrada cuando llegué, por lo que me dirigí a su apartamento,
donde la encontré en un estado de dolor físico, sujetándose el brazo
izquierdo contra el cuerpo. Había pasado la mañana en la sala de
prgencias haciéndose cardiogramas. La figura 18-4 muestra lo que me
reveló mi visión. Había dolor emocional y miedo aferrados a la
garganta y el plexo solar, y la energía que se hallaba estancada en
el área del corazón penetraba en su cuerpo e iba directamente hacia
atrás a través del aspecto posterior del chakra cardiaco. La quinta
vértebra torácica (T5) estaba desplazada a la izquierda. Esta
vértebra no guarda relación con los nervios que intervienen en el
corazón, pero se encuentra situada en la raíz del chakra cardiaco.
Figura 18-2: Curación de una inflamación pélvica y un quiste ovárico
(visión interna)
(Vista de diagnóstico)
A.3deenero
B.15deenero
C.21deenero
D.29deenero
E.6defebrero
F.3demarzo
También pude observar debilidad en la aorta, justamente encima del
corazón. A medida que trabajamos juntas para despejar la energía
estancada alrededor de éste, mi amiga liberó la retención emocional
en las zonas dela garganta y el plexo solar compartiendo su dolor
conmigo y llorando. La energía oscura desapareció; la T5 volvió a su
sitio. La muchacha se sintió muchísimo mejor. Cuando me marché, la
debilidad de la aorta seguía presente, pero con el tiempo se ha
aliviado considerablemente.
Visión interna microscópica
En la figura 18-5 A y B se ofrecen dos ejemplos de vi sión interna
microscópica. La figura 18-5A muestralos diminutos organismos en
forma de bastoncillo que penetraron el área del hombro/brazo de una
persona a la que se diagnosticó una ligera infección de lepra. Pude
ver cómo esos organismos penetrabanen dicha zona, tanto en el
músculo como en el hueso. A medida que trabajábamos para curar la
dolencia, una luz muy fuerte de color lavanda y luego plateada fue
fluyendo al interior del cuerpo y llenó la zona infectada. La luz
hizo que los organismos vibraran a gran velocidad. Daba la sensación
de que los hacía saltar. Luego el flujo energético giró y los aspiró
arrastrándolos al exterior del cuerpo.
En el caso de una paciente llamada Rose, la cual se hallaba afectada
de leucemia mieloblástica aguda y había estado sometida a
quimioterapia, pude ver extraños objetos planos, blancos, semejantes
a semillas, que parecían invadir los glóbulos rojos (figura 18-5B).
Aproximadamente un año antes de que recurriera a mí, varios médicos
habían diagnosticado su probable muerte en el plazo de dos semanas.
Se sometió de inmediato a cuidados intensivos y a quimioterapia. Me
explicó que cuando le dijeron que le quedaban dos semanas de vida
vio una luz blanca dorada en la habitación y supo que no se iba a
morir. Mientras estuvo hospitalizada escribió unas palabras en la
etiqueta de cada frasco de liquido que entraba en su cuerpo
incluyendo los de la quimioterapia: «amor puro». La quimioterapia no
le produjo efectos secundarios y la enfermedad empezó a remitir.
Cuando se convirtió en paciente ambulatoria y siguió sometiéndose a
quimioterapia, empezó a recibir sesiones de canalización de una
amiga mía, Pat Rodegast, que canaliza a un guía llamado Emmanuel.
Emmanuel dijo a Rose que suspendiera la quimioterapia porque le
hacía enfermar. Los médicos le habían dicho que si la suspendía
moriría en muy breve plazo porque sus mues tras de sangre probaban
que seguía en proceso de remisión, pero que no estaba curada. Aunque
no le resultó fácil, decidió parar. Fue entonces cuando acudió a mí
y cuando vi en su sangre los objetos semejantes a semillas. Durante
la primera sesión de curación esos objetos se soltaron de golpe con
un relámpago de luz lavanda y luego plateada, y a continuación todos
ellos fueron absorbidos y expulsados. El siguiente análisis de
sangre demostró que estaba completamente limpia y normal, por
primera vez desde que le diagnosticaron la en- fermedad.
Es evidente que yo no fui el instrumento principal de su curación;
mi papel fue de apoyo y me limité a limpiarle la sangre. Gracias a
mi visión interna pude garantizarle que su sangre no tenía nada
anormal, lo que siguieron corroborando los sucesivos análisis, hasta
que decidimos que ya no era necesario que siguiera acudiendo a mi
consulta para obtener dicho apoyo. No le fue fácil aceptar la
verdad, y seguía necesitando que la apoyara porque en aquel entonces
los médicos estaban francamente asustados ante la perspectiva de que
muriera de inmediato si suspendía la quimioterapia, y así se lo
decían con regularidad. Esto no significa, en modo alguno, una
crítica a los médicos; ellos hacían cuanto podían por salvar su
vida, pero en este caso intervenían otros factores de los que no
tenían conocimiento. Yo, como sanadora, tenía acceso a dicha
información; ellos, no. Éste es un ejemplo que demuestra el gran
servicio que obtendrían los pacientes si se estableciera una abierta
colaboración entre los sanadores espirituales y los médicos. Tenemos
muchísimo que darnos mutuamente para colaborar en el proceso de
curación.
El proceso de la visión interna
He elaborado una explicación sobre la forma en que actúa la visión
interna. Por medio de mi visión internao rayos X he observado el
sendero de luz que penetra en el cuerpo, viendo lo que a
continuación describiré. La luz penetra tanto a través del tercer
ojo como por los ojos físicos y fluye a lo largo de los
nervios ópticos, como se muestra en la figura 18-6. Esta luz tiene
una vibración más elevada que la luz visible y puede penetrar por la
epidermis. Pasa a través del quiasma óptico y rodea la pituitaria,
situada inmediatamente detrás de aquél. Entonces, la luz toma dos
caminos. Uno va a los lóbulos occipitales parala visión normal; el
otro, al tálamo, para el control oculomotor. He observado que,
mediante determinadas técnicas meditativas y respiratorias, se puede
hacer que la pituitaria empiece a vibrar e irradiar una luz
aural dorada (o rosa, si la persona está enamorada). La vibración y
la luz dorada aumentan la cantidad deluz que se ramifica al área del
tálamo. Según mi visión, la luz aural se arquea sobre la parte baja
delcorpus callosum y es dirigida hacia la glándula pineal, que actúa
como detectora de la visión interna. Respirando de cierta manera
controlada que hace que el aire frote contra la parte posterior de
la garganta
y el paladar blando, situado justamente al otro lado de la
pituitaria, puedo estimular a esta última para quevibre. Esta
respiración meditativa me ayuda, además, a enfocar mi mente y
relajarla. También lleva la luz dorada hacia arriba, siguiendo la
parte posterior de mi es pina dorsal desde la base, y la luz rosada
hacia arriba por la parte frontal. Estas dos corrientes se arquean
una encima de otra en el área del tálamo, lo que aporta más energía
a la parte central de la frente y a las zonas centrales del cerebro,
que son con lasque veo. La sensación subjetiva de este tipo de
visión permite que algo (energía, información) penetre en
la zona de la cabeza donde se halla el tercer ojo. Este tipo de
visión aporta la capacidad para explorar acualquier profundidad que
se elija, con un amplio abanico de resoluciones, hasta el nivel
celular e incluso viral.
Figura 18-4: Visión interna de problemas cardiacos
(Vista de diagnóstico)
Figura 18-5: Visión microscópica interna
B. Sangre de un paciente leucémico
Mi sensación subjetiva es la de tener un scanner en la cabeza,
situado en la parte central del cerebro,detrás del tercer ojo, a
unos cinco centímetros hacia dentro, donde una línea recta que
partiera del tercer ojo cortaría a otra trazada entre las sienes.
Éste parece ser el centro del aparato exploratorio. Puedo mirar en
cualquier dirección desde el lugar en que me encuentre sin tener que
mover la cabeza;
sin embargo, me suele servir de ayuda mirar directamente aquello que
esté explorando.
Cuando recibo a un paciente realizo una exploración generalizada de
todo su cuerpo para seleccionarlas áreas de interés. Me siento
atraída hacia las zonas que requieren atención. Entonces procedo a
afinar mi enfoque del área en cuestión y la exploro con una
resolución más precisa. En ocasiones, para que la exploración sea
más certera, realizo la imposición de manos en esa zona. De este
modo me resulta más fácil.
A veces recurro a otro método: me limito a pedir que se me muestre
una imagen del problema y reciboentonces un cuadro mental de la
situación.
Ejercicios para establecer la visión
interna
1. Viajar por el cuerpo
La mejor forma de practicar la visión interna es mediante ejercicios
de relajación profunda, incluyendo lo que denominamos viajar por el
cuerpo.
Para empezar, tiéndase y aflójese toda la ropa. Inspire
profundamente y relájese. Pruebe de nuevo.
Inspire otra vez profundamente y tense todo el cuerpo al máximo que
pueda. Contenga la respiración y espire entonces dejando que
desaparezca la tensión. Hágalo de nuevo. Repita ahora el ejercicio
tensor- respiratorio, pero tensando el cuerpo sólo la mitad que
antes, también en su totalidad. Espire y afloje los músculos.
Vuelva a inspirar a fondo y relájese mientras deja es capar el aire.
Repita el ejercicio tres veces sintensar el cuerpo. Visualice cómo
la tensión rezuma de su cuerpo como miel espesa que se depositasobre
la superficie en la que está echado. Note cómo los latidos de su
corazón se van haciendo más lentos hasta alcanzar un ritmo' suave,
agradable, saludable.
Imagínese ahora que es usted algo diminuto, como un punto de luz, y
penetre en su cuerpo por el lugar que elija. Ese yo diminuto fluye
hasta el hombro izquierdo relajando la tensión por donde pasa;
desciende entonces por el brazo izquierdo para penetrar en la mano,
relajando toda la tensión con una ligera sensación de cosquilleo,
calor y energía. Su brazo izquierdo resulta ahora pesado y cálido.
Figura 18-6: Anatomía de la visión interna
Ahora, su yo diminuto fluye hacia atrás por el brazo izquierdo,
desciende por la pierna izquierda relajando toda su tensión, vuelve
a subir por dicha pierna para penetrar en la derecha y regresa al
brazo derecho. Tódo su cuerpo tendrá una sensación de calor y
pesadez. Empiece ahora a explorar sus sistemas corporales con ayuda
de su yo diminuto. Penetre en el corazón y siga el riego sanguíneo
queva bombeando por el cuerpo. ¿El aspecto del sistema es bueno? ¿Lo
nota sano? Viaje ahora por los pulmones y examine sus tejidos. Pase
a los órganos digestivos. Siga el recorrido de los alimentos que
ingiere: vaya de la boca al esófago y de aquí al estómago. ¿Qué
aspecto tiene éste? ¿Recibe suficiente energía? ¿Está equilibrado en
cuanto a la cantidad de enzimas digestivas que necesita? Siga ahora
al alimento cuando sale del estómago y pasa a la parte baja de éste,
de ahí al intestino delgado y luego al grueso. ¿Está todo bien?
Vuelva ahora y penetre en el hígado, el páncreas, el bazo. ¿Funciona
todo bien? Viaje por sus genitales.¿Reciben los amorosos cuidados
que se merecen?
Si hay algún lugar de su cuerpo que le preocupe, envíe a su yo
diminuto, con amor y energía, a esa área y examínela cuidadosamente.
Si le falta algo, deje que su yo diminuto lo solucione. Si hay que
limpiarla, hágalo. Si precisa energía, deje que su yo diminuto se la
envíe.
Cuando haya quedado satisfecho de la exploración y los cuidados de
su cuerpo, deje que el yo diminutocrezca a su tamaño normal y se
funda con su auténtico ser. Puede volver a este tipo de
autoexploracón cada vez que quiera.
Regrese a su estado consciente normal, pero manténgase profundamente
relajado, lleno de confianza ensí mismo y atento. Ha estado
explorando su propio cuerpo.
2. Explorar a un amigo
Siéntese en una silla delante de su amigo; uno será el observador y
el otro deberá ser receptivo a la observación. Haga un ejercicio de
meditación para silenciar su pensamiento. Déjese concentrar
suavemente sobre su amigo. Mantenga los ojos cerrados. Recuerde la
sensación de viajar por su propio cuerpo; ahora podrá hacerlo
visualmente por el de su amigo. Esta vez la sensación será un poco
distinta, pues la observación se realiza desde fuera del cuerpo.
Primero explore el cuerpo para hallar el área que le atraiga. Al
principio puede usar las manos, pero sin to- car a su amigo. Más
adelante no tendrá que recurrir a ellas. Cuando sea arrastrado
intuitivamente a un área concreta, limítese a concentrarse más en
ella. Déjese concentrar en los órganos de esa zona. Creaen lo que
ve. Puede que reciba un color, una textura, una sensación o
simplemente algo vago, indefinido. Deje que las imágenes entren en
su cabeza.
Cuando se sienta satisfecho con lo que ha descubierto, déjese
arrastrar a otra zona del cuerpo y repita el ejercicio. Si no se
siente atraído por otra parte, limítese a empezar de nuevo a
explorar el cuerpo.
Puede hacerlo por zonas o, si está familiarizado con la anatomía
(algo que deberá aprender si quiere sersanador), explore los
sistemas corporales. Fíjese en lo que ve en su mente.
Si su exploración le ha satisfecho, regrese lentamente a sí mismo y
abra los ojos.
Comente con su amigo lo que haya podido detectar. ¿Cómo se
corresponde lo que ha detectado con lo que su amigo sabe sobre sí
mismo? ¿Qué es lo que no coin cide? ¿Puede explicar por qué? Quizá
la respuesta esté en las suposiciones que usted haya hec ho. Tal vez
el problema radique en su propio cuerpo. A lo mejor tiene razón y su
amigo desconoce la situación que usted ha «visto». Cambie ahora de
papel y deje que sea su amigo quien le observe. Sea pasivo, para
facilitarle la tarea.
3. Meditación pa ra abrir el scanner de
su tercer ojo
Un ejercicio que me sugirió uno de mis maestros, el reverendo C. B.,
consiste en tumbarse de espaldas o sentarse en posición recta.
Compruebe que está cómodo. Inspire profundamente por la nariz. En
primer lugar llene de aire el abdomen inferior, luego la parte media
del torso y por último la parte superior. Abra ahora la boca tanto
como pueda. Mantenga la lengua pegada al fondo de la garganta y
disponga ésta de forma que deje escapar el aire únicamente si roza
contra la parte superior posterior de la garganta, cerca del paladar
blando. Intente que raspe lo más atrás que pueda. El aire debe salir
raspando con suavidad,
no borboteando. No incline la cabeza hacia atrás; debe mantenerla
recta sobre la espina dorsal. Deje escapar poco a poco el aire del
cuerpo, primero del abdomen inferior, luego del torso medio y
finalmentede la parte alta de éste. Deje que salga todo. Inspire y
relájese, para repetir a continuación la respiración frotadora.
Cuando se haya habituado a hacerlo, añada la visualización que
sigue.
A medida que el aire vaya saliendo de su cuerpo vi sualice un rayo
de luz dorada que empieza en el áreaposterior de la pelvis, le
recorre la espina dorsal hacia arriba y penetra en el área central
del cerebro. Repita la respiración frotadora tres veces. Concéntrese
ahora en la parte delantera de su cuerpo. En esta zona, el rayo de
luz aparece rosado. Realice otras tres respiraciones frotadoras.
Observe que los dos rayos de luz se arquean sobre la parte central
del cerebro y penetran en éste.
Cuando haya aprendido a hacer este ejercicio no realice más de tres
o cuatro respiraciones por cada lado del cuerpo, de lo contrario
podría marearse. Le ruego que trate este ejercicio con el máximo
respeto, pueses muy poderoso. Hágalo todo con lentitud. No puede
acelerar su evolución de forma no orgánica. Nuncada resultado
(aunque la mayoría desearíamos que lo diera).
Muchas veces, en el curso de una sesión de curación, hago ejercicios
rápidos de respiración que me ayudan a elevar mis vibraciones y
energías para poder examinar mejor el aura y ver en ésta niveles más
elevados, así como para transmitir frecuencias más altas por mi
campo. Para ello, hago que el aire raspecontra la parte superior
trasera de mi garganta, pero lo hago respirando muy breve y
rápidamente por la nariz. Ahora me resulta fácil hacerlo, pues he
repetido el ejercicio muchísimas veces. En ocasiones, además,
realizo inspiraciones y espiraciones largas, firmes, iguales e
ininterrumpidas, y froto el aire en la parte posterior de mi
garganta para centrarme en el enforque, aclarar mi mente y
equilibrar mi campo energético. A esto lo llamo técnica de
respiración de frotamiento nasal.
La información recibida todavía es más útil si se combina la elevada
visión sensorial con la elevadaaudición sensorial.
Hallar la causa de una enfermedad:
recorrer el tiempo hacia atrás
He descubierto un procedimiento para «leer» la causa de un problema
físico determinado. Combina dos técnicas: la primera es la manera
normal de evocar la memoria. Basta con volver la vista atrás, a
cuando uno era más joven. Elija entonces una edad determinada, o un
lugar concreto en el que haya vivido, y recuérdelo. Recuerde ahora
otra época anterior a ésta. ¿Qué proceso interno emplea p ara evocar
los recuerdos? ¿Qué le pa recen? Yo, para recordar algo sobre mi
pasado, utilizo mi mente de manera particular. Sé lo que se siente.
Retengo mis recuerdos en forma de sentimientos, imágenes o sonidos.
«Recorrer el tiempo hacia atrás» es fácil; todos lo hacemos. La
mayoría cree que sólo se puede hacer para unomismo, no para los
demás. Se trata, simplemente, de una creencia limitada. He
descubierto que es este proceso interno de retroceder en el tiempo
el que se emplea para «leer» los antecedentes de una enfermedad.
La segunda técnica consiste en utilizar la conexión quinestésica y
la visión interna. Lo primero que hagoes conectar con la parte del
cuerpo de que se trate utilizando mi sentido quinestésico.
Seguidamente, obtengo una imagen del área problemática para
describir sus actuales condiciones. Retengo esta conexióny retrocedo
en el tiempo, leo el pasado y soy testigo de la historia de esa
parte del cuerpo. Sigo siéndolo a medida que retrocedo en el pasado
y, finalmente, «leo» la caus a del problema. Por ejemplo, veo un
traumatismo que se produjo en una parte del cuerpo del paciente en
algún momento anterior de su vida. Luego veo otro, en algún momento
más remoto, y así sucesivamente. La mayoría de las enfermedades
graves son el resultado de una serie de estos traumatismos. Lo que
hago, sencillamente, es ir hacia atrás hasta un momento anterior a
que se produjera cualquier traumatismo en esa parte del cuerpo. El
primero que sufrió es la causa primigenia del problema actual.
Revisión del capítulo 18
1. ¿Qué puede ver cuando emplea la visión interna? ¿Qué parte del
interior del cuerpo puede ver? ¿A qué profundidad?
2. ¿Qué gamas de tamaño de los objetos puede percibir un
clarividente que emplee la visión interna?
3. ¿Se puede usar la visión interna a distancia?
4. Relacione tres ejercicios que se empleen para realizar la visión
interna.
5. ¿Qué glándula endocrina actúa como sensor de la vi sión interna?
Alimento
para la mente
6. ¿Cuál es la diferencia entre visualizar y percibir?