Cuando, siendo ya adulta, empecé a ver de nuevo los campos
energéticos vitales, me sentí escéptica y confusa. Todavía me era
desconocida la literatura al respecto (a la que me he referido en
los dos capítulos anteriores) y no había recibido ninguna de las
guías que cito en el capítulo 3.
Desde luego, como científica conocía
los campos energéticos, pero eran impersonales y estaban
definidos por fórmulas matemáticas. ¿Estaban ahí real mente?
¿Tenían algún significado? ¿Estaba creando mis propias
experiencias? ¿Se trataba de un deseo, o estaba
experimentando otra dimensión de la realidad con un
significado y un orden, que suponía una gran ayuda para
entender mis circunstancias vitales y,
en realidad, la vida en su conjunto?
Anteriormente había leído cosas acerca de milagros, pero
todos les habían sucedido en el pasado a personas
desconocidas para mí. Muchos de ellos parecían bulos y
fantasías. La parte de mi ser como profesional de la
física me exigía observación y control para demostrar
estos fenómenos «reales o irreales». Por tanto, empecé a
acumular datos, es decir, experiencias personales, para
ver si encajabanen alguna forma o algún sistema lógico,
como sucede con los fenómenos del mundo fí sico. Creía,
comoEinstein, que «Dios no juega a los dados con el
universo».
Comprobé que los fenómenos que observaba se parecían
mucho al mundo con el que estaba familiarizada: bien
ordenados en forma, figura y color, además de claramente
basados en la relación causa-efecto. Pero siempre había
un poco más, siempre quedaba algo des conocido,
inexplicable, misterioso. Llegué a comprender lo
aburrida que sería la vida sin el misterio de lo
desconocido flotando siempre ante nosotros a medida que
avanzamos a través de... ¿qué? ¿Tiempo y espacio? Así es
como solía pensar. Ahora veo que avanzamos a través de
las experiencias personales de la «realidad» - pensar,
sentir, palpar, ser, fundirse, individualizarse- sólo
para sumirnos de nuevo en una danza infinita
de transformaciones a medida que el alma se forma, crece
y avanza hacia Dios.
Mis observaciones guardaban estrecha relación con los
numerosos libros esotéricos escritos sobre el tema del
aura y los campos energéticos. Los colores mantenían una
correlación, al igual que lo hacíanlos movi mientos, las
figuras y las formas. Solía hacer la mayor parte de mis
lecturas después de realizarlas observaciones, como si
aquella mano invisible se asegurara de que siempre
experimentaba un fenómeno antes de leer acerca de él, de
forma que no me fuera posible proyectar cualquier imagen
mental que pudiera haberme formado con la lectura. Ahora
creo firmemente en esta experiencia de guía que se
desplaza a través de mi vida penetrando por completo en
todo mi ser como una canción, que incluso me lleva a
nuevas experiencias, nuevas lecciones, a medida que
crezco y me desarrollo como ser humano.
El ejercicio de «ver» los
campos energético-vitales universales
La forma más sencilla de empezar a observar el campo
energético universal consiste, simplemente, en relajarse
tendido de espaldas sobre la hierba en un agradable día
soleado y dejar que la mirada vague por el cielo. Poco
tiempo después podremos observar unos glóbulos diminutos
de orgón que forman dibujos garabateados sobre el fondo
azul celeste. Parecen diminutas bolas blancas, en
ocasiones con una mancha negra, que aparecen durante un
par de segundos, dejan una ligera estela y desaparecende
nuevo. Continuando con la observación y ampliando la
visión, se empieza a ver que todo el campolate con un
ritmo sincronizado. Si el día es soleado, las diminutas
bolas de energía serán brillantes y se moverán con
rapidez. Si está nublado, resultarán más traslúcidas, su
movimiento será más lento y su número menor. En una
ciudad con el cielo contaminado por los humos se verán
en menor número, oscuras y con movimientos muy lentos;
están poco cargadas. Donde observé los glóbulos más
abundantes y brillantemente cargados fue en los Alpes
suizos, donde son frecuentes los días soleados y
la nieve lo cubre todo en densas capas. Parece que es la
luz solar la que carga los glóbulos.
Desviemos ahora la vista a los bordes de las copas de
árboles silueteadas sobre el cielo azul. Se puede ver
una neblina verde que las rodea. Curiosamente, se puede
observar también que la neblina no contiene glóbulos.
Sin embargo, si se mira más atentamente se pueden ver,
en el borde de la neblina verde, glóbulos que cambian su
dibujo garabateado y penetran en el aura del árbol,
donde desaparecen.
Aparentemente los absorbe el aura. El verde alrededor de
los árboles aparece en la fase de nacimientode las
hojas, en primavera y verano. A principios de la
primavera, el aura de la mayoría de los árboles tiene un
matiz rosa rojizo, similar al color de sus yemas.
Si observamos atentamente una planta doméstica ve remos
un fenómeno similar. Sitúe el lector la planta bajo una
luz brillante con un fondo oscuro detrás. Verá cómo las
líneas de color verde azulado destellan hacia arriba, a
lo largo de las hojas, siguiendo la dirección del
crecimiento. Emitirán un repentino destello; luego, el
color se desvanecerá lentamente para destellar de nuevo,
quizá en el lado opuesto dela planta. Estas líneas
reaccionarán con la mano, o con un trozo de cristal, si
se aproxima al aura de laplanta. A medida que se aleja
el cristal de la planta, veremos que el aura de ésta y
la de aquél se estiran para no perder el contacto. Se
estiran como el caramelo. (Véase figura 6-1.)
Figura 6-1: Efecto del lapislázuli sobre el aura de la
planta
En cierta ocasión intenté ver el efecto de hoja fantasma del que
tanto se habla en la fotografía de Kirlian. Empleando estos métodos
fotográficos ha sido posible registrar la imagen de una hoja
completa después de cortarle la mitad. En aquel caso observé el aura
de la hoja. Era de un sencillo color azul aguamarina. Cuando corté
la hoja, el aura de toda ella se tornó marrón sanguinolento. Lamenté
haberla cortado y me disculpé con
la planta. Cuando se restableció el color aguamarina, un par de
minutos más tarde, mostró señales definidasde la parte que faltaba,
pero no con tanta claridad como lo había visto en las fotografías de
Kirlian. (Véase figura 6-2.)
También los objetos inanimados tienen aura. La mayoría de los
efectos personales se empapan de la ener- gía de su propietario y la
irradian. Las piedras preciosas y los cristales muestran
interesantes auras que se pueden emplear en la curación, con muchos
y complicados dibujos formando capas. Por ejemplo, la amatista tiene
un aura dorada con rayos de esa misma tonalidad que saltan de sus
puntas cortadas en facetas naturales.
Características del campo energético universal
(CEU)
Como se ha dicho en el capítulo 5, el CEU ha sido conocido y
observado a lo largo de los siglos. Se ha estudiado hasta en las
épocas más remotas de la historia. Cada cultura ha dado un nombre
distinto al fenómeno del campo energético y lo ha considerado desde
su punto de vista particular. En la descripción de sus
observaciones, cada una de estas culturas encontró propiedades
básicas similaresen el CEU. Con el avance de los tiempos y el
desarrollo del método científico, la cultura occidental empezó a
investigarlo con mayor rigor.
Conforme la técnica de nuestros equipos científicos se hace más
compleja vamos siendo más capacesde medir las cualidades más
refinadas del CEU. Podemos dar por supuesto, a partir de estas
investigaciones, que la composición del CEU es urca energía no
definida previamente por la ciencia occidental, o quizá una materia
de sustancia más fina de lo que en general considerábamos que estaba
formada la materia. Si definimos ésta como energía condensada, el
CEU puede existir entre los reinos que actualmente se consideran de
la materia y de la energía. Como hemos visto, algunos científicos
denominan bioplasma al fenómeno del CEU.
Los doctores John White y Stanley Krippner han des crito numerosas
propiedades del campo energético universal: el CEU empapa todos los
objetos, animados e inanimados, del espacio y los conecta entre sí;
fluye de un objeto a otro y su densidad varía en relación inversa a
la distancia desde su fuente. Sigue, además, las leyes de la
inductancia armónica y la resonancia simpática (el fenómeno que se
produce cuando se golpea un diapasón y otro situado cerca empieza a
vibrar a la misma frecuencia, produciendo idéntico sonido).
Las observaciones visuales revelan que el campo está muy organizado
en una serie de puntos geométricos, puntos de luz pulsantes
aislados, espirales, tramas de líneas, chispas y nubes. El campo
palpita y se puede detectar mediante el tacto, el gusto y el olfato
y su sonido y luminosidad son perceptibles para los sentidos
superiores.
Los investigadores de este campo afirman que el CEU es básicamente
sinérgico, lo que indica unaacción simultánea de distintos medios
que en conjunto tienen un efecto total más elevado que la sumade sus
efectos individuales. Este campo es lo opuesto de la entropía,
término utilizado para describir el fenómeno de la lenta degradación
que observamos corrientemente en la realidad física, el
derrumbamiento de la forma y el orden. El CEM tiene un efecto
organizador sobre la materia, y crea formas. Parece existir en más
de tres dimensiones. Cualquier cambio en el mundo material va
precedido por una modificación en este campo. El CEU está asociado
siempre con alguna forma de conciencia, que va desde la
extraordinariamente desarrollada hasta la muy primitiva. La
conciencia muy desarrollada está asociada con «vibraciones » y
niveles energéticos más altos.
Vemos, pues, que el CEU no es, en cierto modo, tan distinto de todo
lo demás que conocemos en lanaturaleza. Sin embargo, debemos
esforzar nuestras mentes para entender algunas de las propiedades
que posee. A determinados niveles es una cosa «normal», algo así
como la sal o la piedra; tiene propiedades que podemos definir
empleando métodos científicos normales. Por otra parte, si
seguimossondeando más a fondo en su naturaleza, se escapa de las
explicaciones científicas ordinarias. Se hace escurridizo. Cuando
creemos que «lo hemos puesto en su sitio», junto con la electricidad
y otros fenómenos no tan inusuales, se desliza de nuevo entre los
dedos y nos obliga a preguntarnos: «¿Qué
es realmente? No obstante, también podrí amos preguntarnos: ¿qué es
la electricidad?».
El CEU existe en más de tres dimensiones. ¿Qué quiere decir esto?
Que es sinérgico y crea formas, lo que significa que va contra la
segunda ley de la termodinámica, referida al crecimiento continuo de
la entropía; según dicha ley, el desorden en el universo crece
siempre y no es posible extraer más energía
de algo que la que se haya depositado en ese algo. Siempre se
obtiene un poco menos de la que se puso.
(Jamás se ha logrado construir una máquina de movimiento perpetuo.)
No es éste el caso con el CEU. Parece que continúa siempre creando
más energía. Como el cuerno de la abundancia, se mantiene
eternamente lleno, por mucho que se tome de él. Estos son conceptos
asombrosos que nos ofrecen una visión muy esperanzadora del futuro
frente al riesgo de hundirnos en el pesimismo de la era nuclear.
Quizá algún día podamos construir una máquina capaz de conectarse
con la energía del CEU, lo que nos permitiría disponer de toda la
que necesitamos sin la amenaza de causarnos daños a nosotros mismos.
Revisión
del capítulo 6
1. ¿Qué es un aura?
2. ¿Tiene aura una moneda?
3. ¿Qué es lo que no tiene aura?
4. Describa el CEU .