Con motivo de
la publicación de 'Vuela conmigo',
la nueva novela de Richard Bach,
elmundo.es ofreció a los lectores la
posibilidad de trasladar sus dudas o
comentarios al escritor. He aquí las
respuestas del autor.
Pregunta.- ¿Volvería a escribir
ahora su libro 'El Puente hacia el
Infinito'? ¿Mantiene la misma
opinión respecto al amor y a la
posibilidad de encontrar ese alma
gemela después de su separación de
Leslie?
Richard Bach.- Sí,
escribiría el libro de nuevo 25 años
después, y sí, pienso de modo
distinto hoy día, pero no muy
distinto. Lo que aprendemos sobre
expresar el amor lo aprendemos en la
escuela de las relaciones. Nuestras
almas gemelas son nuestros maestros,
y nosotros los suyos. Podemos pasar
semanas o vidas enteras en clase
juntos, mientras el vínculo del amor
nos mantenga conectados. A veces, la
clase se acaba porque los dos
descubrimos a tiempo que nos movemos
en direcciones distintas, hacia
futuros diferentes. Lo que aprendí
es que aunque ese cambio no era lo
que yo esperaba, el cambio es
algunas veces parte del plan
didáctico. Nuestro mundos no se han
acabado, nuestras vidas no se han
detenido.
P.-
Sus libros fueron muy importantes
para una generación como la mía en
Argentina, donde teníamos "las alas
cortadas" por razones políticas y al
leerlos entendíamos que la libertad
personal era una posibilidad aún
posible. Gracias por darnos la
esperanza cuando no la teníamos. Una
pregunta: ¿aún sigue usted con su
alma gemela?
R.
B.- Gracias por ese
comentario tan amable. Una
respuesta: Leslie Parrish y yo no
estamos juntos, aunque aún seguimos
el caminos hacia nuestros destinos,
y seguimos aprendiendo maravillas
sobre nuestro tiempo en la tierra.
P.-
Cuando uno se ha encontrado a sí
mismo, ¿a quién más debe buscar para
que le acompañe en la tarea del
vivir?
Richard Bach, en su casa. |
I. H.
R.
B.- No tenemos que mirar
hacia nadie para completar nuestras
vidas. Ya somos espíritus, ya somos
expresiones perfectas de vida, ya
tenemos las respuestas que buscamos,
dentro de nosotros. La mayoría de
nosotros, sin embargo, disfrutamos
de la aventura y del reto de
compartir nuestros descubrimientos,
las respuestas que funcionan para
nosotros, con nuestros seres
queridos: familia, amigos, parejas.
No es un requisito, a pesar de todos
los retos que conllevan, elegimos
estas relaciones por la oportunidad
de conocer a otra alma y también por
que se nos conozca.
P.-
He leído el libro 'El Don de Volar'
varias veces y me gusta la forma
como el escritor va orientando al
lector por los diversos capítulos.
Deseo que 'Vuela Conmigo' siga esta
tendencia de acercamiento al lector
y le haga partícipe de sus
experiencias personales.
R.B.
- De este modo, y del modo
en que lo son todos mis libros, sí.
No me importan mucho los libros que
me mantienen al margen de la acción.
Disfruto sobre todo de los
escritores que me dicen
directamente: "Esta es una historia
que me ocurrió a mí, y esto lo que
aprendí de ella. Está escrita para
ti, querido lector, si ves tu propia
vida, tus propios sueños y verdades
en estas páginas". Si los ves en 'Hypnotizing
Maria', entonces debes saber que no
estás solo, que otros miembros de tu
familia interior están vivos en este
momento, ¡y por todo el mundo!
P.-
Sr. Richard Bach, vuelo como usted,
y coincido plenamente con el
contenido del libro 'El don de
volar', incluso mis iniciales —Jesús
López García—, coinciden con las de
John Livingstone Gull. Pero, ¿por
qué en su libro se vuela
mayoritariamente en un avión con
motor y no en un planeador, donde el
vuelo es el esfuerzo personal del
piloto y se manifiestan mejor los
sentimientos y la personalidad
propia?
R.
B.- Bien dicho, JLS. Volar
sin motor sí que es volar de verdad;
uno tiene que aprender a ver lo
invisible para elevarse y mantenerse
mediante el conocimiento de las
corrientes del cielo. Eso es lo que
cada uno de nosotros hacemos todos
los días, elevarnos toda una vida
sobre lo que creemos que es cierto.
En 'El don de volar' encontrarás 'Death
in the Afternoon: A Story of Soaring',
y quizá te resulte interesante.
P.-
Además de felicitarle no sólo por su
obra sino por su forma de vivir y de
pensar, quisiera preguntarle si cree
que Donald Shimoda tiene cabida en
el mundo actual o habría sido
devorado por el 'marketing' que hoy
domina todo.
R.B.-
Donal Shimoda es posible porque él
nos muestra, en parte, en qué
consiste ser humano, nos ofrece
revelaciones que creo que
disfrutamos al recordar. En lugar de
que el 'marketing' controle las
historias que amamos, pienso que
funciona al contrario: las historias
controlan el 'marketing'. Antes de
que se venda ningún libro, tiene que
haber algo de fuego, alguna aventura
que atrape nuestra imaginación. Sin
esas chispas, el 'marketing' no
significa nada.
El
autor, en su avión. | I. H.
P.-
En su libro 'Puente al Infinito'
usted nos narra su lucha por
conciliar el amor y la libertad. ¿Es
su ruptura con Leslie un triunfo de
ésta última sobre el primero?
R.
B.- Nunca lo he pensado de
ese modo. El amor y la libertad
cabalgan felizmente codo con codo,
siempre que sigan el mismo camino,
hacia la misma luz. Cuando sus
caminos se separan, ni el amor ni la
libertad se pierden; ambos se guían
por las decisiones y por el destino
hacia una oportunidad infinita para
expresarse.
P.-
Sabemos que la necesidad agudiza el
ingenio y la creatividad. ¿Cree que
esto le ha podido tener apartado de
la publicación, o cuál es la razón
de estos 10 años sin obras en el
mercado?
R.
B.- Perdí mi dirección, y
me distraje escribiendo otros siete
libros: 'Fuera de mi mente', la
serie de cinco libros 'Crónicas de
los hurones', y 'Manual del Mesías'.
P.-
¿Por qué ha tardado tanto en escrbir
un nuevo libro? ¿se atrevería a
tomar un café conmigo?
R.
B.- La conversación sería
maravillosa, pero el café
probablemente no encajaría conmigo.
Me tomé un sorbito cuando tenía ocho
años y me supo un poco a corteza de
árbol, y nunca reuní el valor
necesario para volver a probarlo.
P.-
¿Naciste escritor o aprendiste a
escribir por un impulso que
sentiste? Sinceramente, ¿esperabas
llegar tan lejos con tus libros?
¿Has tenido algún guía espiritual
para escribir tus libros? Un saludo
y sigue volando alto.
R.
B.- Todo lo que sé sobre la
escritura lo reflejé en un solo
libro de 'Crónicas de los hurones'.
Se titula 'Con las musas', y todo
está allí: la demostración de que un
escritor profesional es un escritor
aficionado que no abandona, aprender
a valorar enormemente toda una
colección de rechazos, encontrar la
calidad a través de la mera cantidad
en la escritura. Y lo más
importante, descubrir los tres
elementos que he acabado pegando en
una esquina de la pantalla del
ordenador: Pásatelo bien, no pienses
y que nada te importe.
Un
manuscrito es un éxito cuando, para
el autor, la historia encaja con la
última palabra de la última oración,
cuando al autor no se le puede
forzar a cambiar una palabra más
porque le encanta tal y como ha
quedado. Que con ese libro ese autor
gane un solo euro es otra
cuestión... ¿Que si venderá? Las
dudas sobre el éxito comercial de un
libro no las contestan los autores,
sino los lectores.