Introducción. – Sugestión mental y magnetismo personal. – “El sexto sentido”. – Estados mentales y acciones físicas. – Ejemplos demostrativos. – Actuar cada cual su parte. – Las cosas como son. – Uso y abuso. – La forma interna. – “Magnetismo mental”. – Un poco de historia del ocultismo. – Magnetismo personal. – Su uso en los negocios. – Su uso en religión emocional. – Su uso en política. – El día de mañana. - Entusiasmo infeccioso. – Epidemia mental. – Causa y efecto. – Protección propia. – Fuerza personal. – La lucha mentativa. – Ejemplos de positividad extrema. – El otro extremo. – Los impresionables. – El “Hombre magnético”. – Contacto con la voluntad universal. – Voluntad personal y universal.–
Un centro de voluntad forzadora. – El “aire” magnético. – Una imagen mental magnética. – Fuerza magnética del deseo. – Mentación creadora. – La llama mágica. – El deseo intenso. – Las fuerzas gemelas. – La voz magnética. – El regulador del tono. La voz sugestiva. - La expresión flexible. – La voz vibrante, resonante y expresiva. – El paseo del hombre magnético. – El ojo expresivo. – La mirada poderosa. – El secreto de la influencia. – El trabajo de la revista. – Extraños sucesos explicados. – Atmósfera personal.
El precedente capítulo sobre “Sugestión Mental”, el presente, sobre “Influencia Personal” y el próximo, sobre “Telementación”, están íntimamente relacionados y la materia del sujeto estrechamente ligada.
A fin de que el lector pueda comprende esta relación, supongamos que el sujeto de la ”Influencia Personal” es el pensamiento central.
Este Pensamiento Central va involucrado con la influencia mentativa de la persona; esta Influencia Mentativa consiste en la Inducción de Estados Mentales en otras personas; y esa Inducción opera sobre dos líneas: 1) La de la Sugestión Mental, que requiere un agente físico, y 2) la de Corrientes Mentativas, que no requieren un agente físico sino que producen un efecto directamente sobre la mente de la persona, sin la operación de los sentidos físicos o lo agentes físicos, necesarios para llegar a tales sentidos.
Ahora bien; el precedente capítulo tuvo que ver con la Sugestión Mental, esa línea de la Influencia Personal que requiere un agente físico de Inducción o impresión. El presente tiene que ver con la Sugestión Mental en su método de la aplicación de Corrientes Mentativas según las líneas del magnetismo personal, etc. Y en el próximo capítulo trataremos del asunto de las Corrientes Mentativas en su fase de Telementación u operación a “larga distancia”.
Así vemos que, mientras que esos tres capítulos se aplican en un sentido al sujeto general de la ”Influencia Personal”, cada uno, sin embargo, sigue su propia línea especial. Y en el presente capítulo convergen todas las líneas.
SUGESTIÓN MENTAL Y MAGNETISMO PERSONAL
Pero, antes de abordar el sujeto general de la lección me permito suplicar al lector que recuerde esta distinción entre Sugestión Mental y lo que se llama “Magnetismo Personal” o Influencia Personal mediante la agencia de las Corrientes Mentativas. La principal diferencia es ésta:
En la Sugestión Mental, es necesario un agente físico, PORQUE LA IMPRESIÓN ES HECHA A TRAVÉS DE LOS SENTIDOS FÍSICOS de la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto y principalmente a través de la vista y el oído.
Pero en el magnetismo personal no es necesario el agente físico, porque no hay llamamiento a los sentidos físicos, PUES LA IMPRESIÓN ES HECHA DIRECTAMENTE SOBRE LA MENTE DE LA OTRA PERSONA, A TRAVÉS DE UN SEXTO SENTIDO.
Este sexto sentido no puede ser clasificado estrictamente como un sentido físico, porque no es afectado por agentes u objetos físicos, SIENDO SUS IMPRESIONES OBTENIDAS DE LAS VIBRACIONES DE LAS CORRIENTES DE LA ENERGÍA MENTATIVA.
Así como los cinco sentidos físicos reciben impresiones de los objetos físicos y las transmiten al cerebro y a la mente, del propio modo este Sexto Sentido recibe impresiones de las vibraciones de la Energía Mentativa de la otra mente y después las pasa al cerebro y a la mente.
Ruego al lector fije esta idea en su memoria, a fin de que pueda comprender mejor la distinción.
EL SEXTO SENTIDO
Referente a este Sexto Sentido, que yo llamo “Sentido Telemental”, diré que se han expuesto un buen número de teorías sobre él, algunas de las cuales llegan hasta localizar un órgano físico al efecto. Algunos autores eminentes apoyan la idea de que la “Glándula Pineal” es el órgano que recibe las vibraciones de la Energía Mentativa.
La “Glándula Pineal” es una pequeña glándula de color gris rojizo, cónica y adherida al suelo del tercer ventrículo del cerebro en frente del cerebelo. Se compone de una masa de materia nerviosa que contiene diminutas células o corpúsculos de una naturaleza peculiar; contiene asimismo pequeñas partículas de materia calcárea, conocida con el nombre de “Arena cerebral”.
La ciencia médica no da informes referentes al uso de la Glándula Pineal y sus libros de texto se contentan con decir que “su función no es conocida”.
No me meteré a probar que esta glándula desempeñe alguna parte de los fenómenos del Sexto Sentido, pues para el propósito de estas lecciones no necesita el lector aceptar o rechazar la idea. Personalmente creo que desempeña su parte, pero también creo que existen muchas otras células que tiene participación en el sujeto; en suma, creo que cada célula del cuerpo es capaz de ser impresionada por las vibraciones de la Energía Mentativa; hecho que está casi comprobado por las últimas investigaciones en la Terapéutica Mentativa.
Pero todo esto no tiene inmediata resultancia para el asunto de que tratamos, por interesante que pueda ser para mí y para muchos de mis lectores. Diré algo más sobre la materia en mi lección de Terapéutica Mental.
ESTADOS MENTALES Y ACCIONES FÍSICAS
Este es otro punto sobre el cual me permito llamar la atención del lector. Me refiero al hecho psicológico bien conocido de que “los Estados Mentales se expresan en Acción Física”. Cada Estado Mental tiene su asociada Acción Física.
Y estas acciones, cuando son percibidas por otra persona, son aptas para inducir un similar Estado Mental en esta persona, según las líneas de la Sugestión Mental. Pero existe otra ley menos comprendida por el público, y es la de que “la manifestación de una Acción Física tiende a inducir en la mente de la persona que la ejecuta el Estado Mental generalmente asociado con la producción de la acción.”
EJEMPLOS DEMOSTRATIVOS
Permítasenos presentar un ejemplo común para ilustrar la operación de las dos leyes referidas. Supongamos que el lector está poseído de un Estado Mental de cólera, de lucha, de combatividad, etc. En este caso observará que su frente su frunce, que sus mandíbulas se adelantan y aprietan para morder y sus manos se crispan. El Estado Mental ha tomado su forma en Acción Física. Perfectamente; todos reconocemos este hecho.
Pero aquí tenemos el reverso de la ley.
Si el lector frunce el entrecejo profundamente, crispa sus manos, aprieta los dientes, etc., y mantiene esta actitud física durante algunos minutos, al propio tiempo manifestándola en su paso, etc., sin remisión se encontrará acrecentando un Estado Mental de enojo, combatitividad, etc., y si conserva la actitud lo bastante, el estado de ánimo será real y efectivo.
Y, cosa aun más notable, si se continúa en esta actitud física hasta que se produzca el Estado Mental correspondiente, encontraremos que estamos induciendo similares Estados Mentales en aquellos que nos rodean, por virtud de las Corrientes Mentativas.
Así, pues, podemos ver la estrecha relación que existe entre Acción Física, Estados Mentales, Sugestión y Telementación. Todas accionan y reaccionan unas sobre otras. Lo que se ha dicho del Estado Mental de cólera, es aplicable a todo Sentimiento o Estado Mental.
ACTÚE CADA CUAL SU PARTE
Ahora bien; todo esto significa que el hombre que está poseído de un fuerte Estado Mental, manifestará inconscientemente la acciones físicas, que afectarán a otros siguiendo las líneas de la Sugestión Mental; no necesita estudiar de qué sugestiones hará uso, con tal de que se “sienta” suficientemente fuerte para manifestar automáticamente la acción; pero, cuando no ocurra así, puede producir el mismo efecto “representando” la parte “mediante la reproducción de la acción física”, que inducirá así un Estado Mental lo suficiente fuerte para manifestarse tanto sobre la línea de la sugestión como sobre la del Magnetismo Personal. Los buenos actores inducen sentimientos en el público por este medio y siguiendo ambas líneas.
Y cada cual puede hacer lo mismo si lo desea; una porción de gentes (magnéticas) lo ejecutan cada día.
LAS COSAS COMO SON
Naturalmente, alguno de mis bondadosos críticos se dignará tomarme de antemano esta idea de “actuación”. Dirán que oculto “principios de engaño”, etc. y después seguirán su camino admirando “personalidades magnéticas” y lamentando la ausencia de “tacto” en otras personas que les han señalado el mal camino.
He notado que estas personas de supercrítica son también altamente hipócritas.
Pero, sea lo que fuere, me propongo ir derecho hasta el fin y decir en este libro las cosas tales como son; y en tanto como sea posible, “por qué” lo son, y “qué” son. Esta es una lección de Magnetismo Personal, y no un tratado de ética social o una discusión referente a la línea divisoria entre la “urbanidad” y la “sinceridad”.
He conocido muchas buenas personas que no eran magnéticas y el mundo las ha arrojado por el suelo y aun las ha pisoteado.
Y he conocido un gran número, no tan buenas, que poseían un apreciable grado de magnetismo, y el mundo las ha recibido con los brazos abiertos, colmándolas de alabanzas y recompensas. Pero esto no quiere decir que uno no pueda ser “bueno” y “magnético” al mismo tiempo. Hay muchos hombres “buenos” que son altamente “magnéticos”, como hay muchos “malos” hombres que disfrutan de igual beneficio. Así como hay muchos “buenos” y muchos “malos” que carecen de “magnetismo”. Pero obsérvese el hecho de que tanto los “buenos como los malos hombres son altamente “magnéticos” se manejan generalmente para “hacerse un camino” en la difícil vía de la vida. Y tanto los buenos como malos a quienes falta “magnetismo” son echados generalmente a un lado del camino. El “magnetismo” no es bueno ni malo; es una ley natural utilizada por todos. En este respecto es semejante a cualquiera otra ley natural.
USO Y ABUSO
Y otra vez más, diré que estas lecciones no se han redactado con el propósito de enseñar el mal uso del “magnetismo” con preferencia al “bueno”. Exponen los principios y la ley tales como son. Verdad es los que malos pueden sacar ventaja de la ley y usarla para malos propósitos; pero también los buenos pueden hacer lo propio y convertirla en un gran poder para el bien.
El “Magnetismo Personal” es tan efectivo en el “Predicador” como en el “Hombre de Confianza”, y tan efectivo en el industrial y el comerciante como lo es en el predicador y en el hombre de confianza.
Es una cualidad natural y no tiene nada que ver con el “bien” y el “mal”, como ocurre con la elocuencia, la habilidad oratoria o la apariencia personal. Si el buen pueblo quiere dejar este importante sujeto para el mal pueblo, es incumbencia suya y no mía.
Personalmente pienso de una manera semejante a la del viejo predicador, que, habiéndole criticado cierto celoso y beato feligrés el que hubiese introducido algunas innovaciones en la música de los servicios de la iglesia, le contestó bondadosamente en esta forma: “Verá usted, hermano mío; puede que esto le choque a usted en algún sentido; pero a mí me parece un error permitir que el Demonio monopolice la buena música y haber creído que el Señor debe tener su participación”. ¡Y yo digo “Amén” a esta respuesta!
Si el Magnetismo Personal fuese tan usado para extender los intereses del Derecho como lo ha sido para defender el Error, el mundo antiguo hubiera seguido una vía más expedita. Si el predicador quisiera hacer sus pláticas tan “magnéticas” como el actor hace sus comedias y el abogado sus alocuciones al jurado, algo seguramente se hubiese hecho en sentido eclesiástico y el vacío en las iglesias no sería tan pronunciado. Si la “bondad” se hiciera tan ATRACTIVA como la “maldad”, el Demonio figuraría ya entre las clases pasivas.
LA FORMA INTERNA
Y ahora permítasenos considerar esta fase de la “Influencia Personal” que nosotros llamamos “Magnetismo Personal”. Recuérdese que la Sugestión Mental es la forma externa de la Influencia Personal y el “Magnetismo Personal” la forma interna. Hemos considerado la primera; trataremos ahora de la última.
MAGNETISMO MENTAL
Quizá la mejor manera sería la de considerar la palabra “Magnetismo” tal como la usamos en la “Influencia Mental”, etc. Con frecuencia hemos oído los términos “Magnetismo Personal”, “Magnetismo Mental”, “Personalidad Magnética”, “Atracción Magnética”, “Influencia Magnética”, etc., usados en el sentido de Atracción Mental, Influencia Personal, Fascinación, Encanto, Influencia Psicológica, etc.
La palabra magnetismo deriva naturalmente de la palabra “Magneto”. Se verá en los diccionarios que el término ”Magneto” se le dio a la piedra imán o magneto natural, porque fue descubierta cerca de Magnesia, una ciudad del Asia Menor.
UN POCO DE HISTORIA DEL OCULTISMO
La magneto natural o piedra imán era conocida en China, en la India y Persia hace miles de años. Su nombre de “Magneto” viene de la misma palabra Persa, como “Majic” viene de Mag”, significando el sacerdocio esotérico o mágico. Ese nombre se le dio a causa del poder del imán, muy semejante al poder mental ejercido por los magos, y la piedra fue llamada literalmente “Piedra de los Magos” o “Piedra Mágica”, de donde vienen las palabras “Magneto” y “Magnetismo”. Como verá el lector, hacemos uso de la palabra de una manera perfectamente natural.
Un hecho interesante (y que viene a probar que la mente discurre sobre caminos trillados) se notará en la circunstancia de que los misteriosos fenómenos del Mesmerismo, etc., en boga en Europa y América durante el pasado siglo, vino a ser naturalmente llamado “Magnetismo Animal”, “Magnetismo Personal”, etc., relacionando la mente del público intuitivamente aquellos fenómenos con los de la Magneto, con los cuales tiene mucha semejanza. Y en nuestros días hablamos de gentes que son muy “magnéticas”, faltas de “magnetismo” que tienen una “presencia magnética”, y la historia se repite. El imán, que era llamado originariamente “Piedra Mágica”, porque su fuerza tenía semejanza con la fuerza mentativa manifestado por los magos, sirvió para dar nombre a similares manifestaciones de fuerza mental siglos después.