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Capítulo II

(segunda parte)

 

FUERZA MOTRIZ DE LA MENTE


Reflexionemos un momento. ¿Qué parte de la mente es la que parece producir el mayor poder motor? ¿No será, principalmente, aquella región que produce lo que llamamos Emociones, Sentimientos, Deseos, Pasiones? ¿No será esta parte de la mente la que realmente causa la mayor acción incentiva por nuestra parte? ¿No será la entera fuerza motriz grandemente resumida en las dos palabras DESEO y VOLUNTAD? Pensemos sobre esto un momento.

 

¿Por qué hacemos esto o aquello? ¿Es porque pensamos sobre ello con un frío y lógico raciocinio, y obramos bajo el impulso del mismo? O, ¿no es porque NECESITÁBAMOS hacerlo, porque DESEÁBAMOS hacerlo, porque SENTÍAMOS gusto en hacerlo? ¿No son siempre SENTIMIENTO o el DESEO precedentes a la acción y a sus originadores? Y, en lo tocante al Pensamiento, ¿no lo usamos sino meramente como juez que decide de la conveniencia de la acción y como un instrumento que escoge el mejor camino para manifestar el Sentimiento o Deseo? Piénsese en esto. ¿No es ello así? ¿Hemos hecho alguna cosa (a menos de no vernos a ello obligados) que no deseáramos hacer? ¿Y no era el Deseo la precedente causa de toda acción nuestra?

EL DESEO ES EL INCITADOR MENTAL

El DESEO es el gran poder incitador de la mente. Deseo es “lo que incita a la acción”. Y siempre se obra bajo el más fuerte Deseo, sujeto siempre a la restrictiva influencia de la Razón o la restrictiva o impelente influencia de la Voluntad. Diré algo más sobre esa cosa admirable que se llama Voluntad dentro de pocos momentos; pero permítasenos pensar ahora en el DESEO, puesto que es el real poder emotivo.

El Deseo tiene su origen en las regiones subconscientes de la mente, y con frecuencia lo sentimos allí, antes de que aparezca en la conscientividad, sumergiéndonos en un vago descontento y cierta intranquilidad. Después de un corto tiempo, adquiriendo bastante fuerza, aparece en el campo consciente, y allí empieza a demandar la expresión. Recuérdese que, cuando digo Deseo, me refiero a toda suerte de deseos, altos y bajos. Mucha gente piensa del Deseo sólo como ansia de baja naturaleza; pero Deseo significa realmente un sentimiento que NECESITA algo; y este algo puede ser la más elevada aspiración de la mente humana.

PODER ATRACTIVO DEL DESEO

Este Deseo, en todas sus manifestaciones, tiene un elevado poder de atracción e influencia. Se manifiesta como la ley de Atracción Mentativa, que impele constantemente hacia nosotros las cosas que deseamos, y asimismo nos impele hacia ellas. No tan sólo esto es verdad en la región consciente, sino aun en la subconsciente. Nuestros deseos constituyen nuestra naturaleza, y nuestra naturaleza está siempre operando un alto poder de Atracción Mentativa.

La inquietud que nos sobrecoge a muchos es que permitimos que nuestra Fuerza de Deseo se disemine y difunda, debilitando así su poder atractivo. Tan sólo cuando aprendamos el secreto de concentrar y Enfocar la Fuerza del Deseo por medio de la Voluntad, obtendremos los resultados que son de esperar. La Voluntad es el director y regulador de la Fuerza del Deseo, y de su educación y manejo depende el poderoso uso de la última.

EFECTOS DE LA FUERZA DEL DESEO

La Fuerza del Deseo no solamente produce sus efectos sobre las personas inmediatas, sino que puede ser y es con frecuencia enviada a miles de leguas, afectando e influyendo a otros en su camino. La Fuerza del Deseo es la elevada fuerza que hace posibles muchas de las formas de la Magia Mental. Irradia de la mente de la persona, afectando e influyendo sobre otras, aun en otras partes del mundo, si se concentra y dirige por la Voluntad. Es una fuerza ante la cual los rayos X y la electricidad quedan en la insignificancia. No mueve tan sólo cosas ciegas e inanimadas, sino mentes vivas, pensamientos, emociones, pasiones y acciones de los hombres. Es la fuerza que domina el mundo y sus destinos. Como toda otra gran fuerza natural, es susceptible de ser usada para el bien o el mal. No es buena ni mala; no es ninguna o es las dos cosas, según la mente en que se origina.

 


DESEO INSISTENTE

¿Qué fase de esfuerzo mental es más apto para ser una fuerza motriz? ¿El pensamiento frío y sin vida sobre una abstracta proposición metafísica o un problema matemático, por una parte, o una calurosa onda vital, como Amor, Odio, Ambición, Aspiración, Valor y deseo, por la otra? Y téngase presente que lo mencionado pertenece todo al lado “sentimental” de la mente, y todas son manifestaciones de Deseo elemental.

El Deseo está en el fondo de todo sentimiento, antes de que podamos amar u odiar, es preciso que haya Deseo. Antes de que tengamos ambición o aspiración, es preciso que sintamos Deseo. Antes de que manifestemos valor o energía, es preciso tener Deseo. En toda ación de la vida es preciso que respire el Deseo por algo, consciente o inconsciente. El Pensamiento abstracto es una cosa fría y desnuda, falta de vitalidad y calor: el Deseo está lleno de vida, agitándose, ansiando, solicitando, insistiendo e impeliendo hacia la acción.

ONDAS DE FUERZA DEL DESEO

Y no sólo el Deseo nos incita a acción, nos mueve a cumplir sus fines, sino que también, cuando es lo bastante fuerte, surge de nuestra mente en grandes ondas y nubes de invisible y sutil energía o fuerza y discurre aquí y allá hacia el objeto de sus ansias, afectando, atrayendo, forzando a la cosa deseada a someterse a sus urgencias y demandas. En presencia de algún hombre o mujer fuertes, esto es, en presencia de uno cuyo Deseo arde intensa y fuertemente, y cuya Voluntad ha aprendido a reconcentrar la Fuerza del Deseo, uno puede sentir de momento el impacto del principio elemental de la mente al vibrar en grandes ondas desde el cerebro y sistema nervioso del mismo. ¿Quién no ha conocido personas que actualmente parecían ser Deseo Viviente y Voluntad?

LO QUE SIGNIFICA REALMENTE “DESEO”

La fuente de la Fuerza del Deseo existe en toda persona y puede desarrollarse hasta un grado admirable. Los deseos de muchos de nosotros – de la mayoría de las gentes, mejor dicho – jamás van más allá de un débil grado. Estas personas “quieren” las cosas algo a la ligera. Jamás necesitan una cosa con la suficiente intensidad para aguijar su Fuerza de Deseo hasta la acción y hacer que la cosa venga a ellos, o también hacer que ellos vayan a la cosa. La mayor parte de la gente no sabe cómo desear. No saben lo que es estar poseído de ese intenso, ansioso, devorador y ardiente Deseo que los inunda con una nueva y elevada fuerza, y hace que EXIJAN cosas en lugar de pedirlas meramente. Son como corderos, palomas o conejos, que permanecen cabizbajos alrededor, mientras los fuertes de la raza, los llenos de Deseo dominador, registran el lugar apoderándose de todo lo bueno que hay a su paso. Y lo merecen realmente, pues no ejercitan la fuerza que la Naturaleza les ha dado con el propósito de su uso y defensa propia. Tienen el vigor elemental y la virilidad debilitados por los refinamientos de una fase de la civilización, y han perdido casi todo lo que es capaz de producir hombres fuertes y mujeres valerosas. Se han convertido en mendigos en lugar de señores, mendigos de la Naturaleza, en vez de dueños de ella.

Las fuerzas de la Naturaleza está a disposición del hombre de vigor y determinación y Deseo. Semejante hombre no tiene más que llamar a la puerta de la Obtención para que se abra ante él. En lugar de hacer esto, la mayoría nos sentamos en las gradas esperando que la puerta se abra para nosotros. ¡En el nombre del Poder Humano, amigos míos, llenémonos de ardiente Deseo; marchemos después a la puerta y llamemos enérgicamente, diciendo con denuedo: “Abrid al amigo!” Y la puerta se abrirá de par en par.

RELACIÓN ENTRE LA VOLUNTAD Y EL DESEO

Creo haber demostrado que la Fuerza del Deseo es la gran fuerza mental que origina los fenómenos de la Magia Mental. Pero la Fuerza del Deseo sin la ayuda de la Voluntad es semejante al vapor no recogido y conducido, o a la pólvora quemada al aire libre. Ambos malgastan energía. La Voluntad es la palanca que dirige el gran poder del Deseo, y sin su ayuda este último es casi inoperativo e ineficaz. Examinemos la operación de la voluntad.
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La Voluntad ejerce dos cargos en su relación con el Deseo. Estos dos cargos pueden denominarse Dirección y Protección.

La Voluntad actúa como el despertador, director, restringente, concentrador y guía de la gran fuerza oculta del Deseo. Lo que generalmente conocemos como Poder de Voluntad, es frecuentemente, en realidad, mero poder del Deseo fuertemente concentrado y dirigido a un foco por el poder de la Voluntad. Recuérdese esto, porque capacita para formar una idea completa del sujeto del Poder de Voluntad. Con frecuencia el lector habrá oído hablar del Poder de Voluntad como atribuido a Deseo intervenido, dirigido y enfocado por la Voluntad. El esfuerzo de la Voluntad opera en el sentido de esta directiva, enfocadora, concentradora fuerza, y según el grado en que la Voluntad es educada, así será el grado del “Poder de Voluntad” del individuo. No tan sólo la Voluntad es capaz de realizar esto, sino que es capaz también de dirigir la Fuerza del Deseo en la mente de otras personas, despertando allí similares vibraciones; y entonces, por su propio poder, la Voluntad es capaz de dirigir la Fuerza del Deseo de las otras personas, privando este cargo de la Voluntad de los otras personas, si su Voluntad no es bastante fuerte en su cargo protector para resistir el ataque.

LOS GEMELOS MENTATIVOS

La idea del Poder de Voluntad es más familiar a la mente del pueblo que la Fuerza del Deseo. Todos reconocen el admirable poder de la Voluntad y saben de muchos ejemplos que demuestran su poder. Y sin embargo, son muy pocos los que se detienen a considerar que, sin un deseo precedente, no habría manifestación de Voluntad, A menos que una persona desee, esto es, necesite hacer una cosa, no manifestará Poder de Voluntad.

Pero, por otra parte, uno puede desear hacer una cosa, y a menos que la Voluntad no sea despertada y aplicada, no puede producirse acción. El Deseo estimula el Poder de Voluntad, y la Voluntad puede estimular Deseo. Los dos accionan y reaccionan el uno sobre el otro. Los dos operan al unísono, y la educada Mente-Dueño los tiene a ambos bajo su domino y los encauza juntos, semejante al vapor bien conducido. El Poder de Voluntad es algo más que una determinación a obrar, aun cuando esta actitud y acción estén manifestadas en el Poder de Voluntad. Es una fuerza viviente. El Deseo es la hermana, y la Voluntad el hermano gemelo. Y ambos juntos, manifiestan lo que llamamos Influencia Mentativa.

El Poder de Voluntad es algo más que una facultad mental; es un elevado atributo, cuya influencia puede que lo manifiesta. Los más grandes hechos de la magia oculta dependen de la Telementación operada por el Poder de Voluntad bien conducido. Y los llamados “grandes hombres de la historia, antigua y moderna, tenían su fuente de vigor de este Poder de Voluntad que educaron y desarrollaron en grado extraordinario.

DOMINIO DE LA VOLUNTAD

El ejercicio de la Voluntad se muestra de dos modos: Por el domino de la propia Mente y por el domino de la Mente de los otros.
El segundo es puramente imposible, a menos que el primero no se posea.

Es necesario que uno eduque primero su propia mente, a fin de sujetarla firmemente en manos de la Voluntad, e impedir que tome éste o el otro camino, en lugar de marchar directamente a su propósito. Cuando se haya conseguido que nuestra mente obedezca a nuestra voluntad de modo que podamos disponer de ella en todo momento, entonces estaremos en aptitud de dirigir sus Corrientes Mentativas sobre otros con el mejor resultado.

Pero, en tanto que la mente permanece en un estado de desorganización, una facultad que impela en una dirección, y otra en otra y así sucesivamente, no esperemos reconcentrar sobre otros la fuerza que necesitamos ordenar en casa. Cuando la mente está dominada por la Voluntad, entonces es posible la conquista de nuevos territorios.

El término Poder de Voluntad se usa comúnmente en relación con la manifestación de Firmeza o de Determinación. La Voluntad determinada es conocida como un elevado factor hacia la obtención y el cumplimiento.

Y creo conveniente estudiar ese hecho en este punto, pues detrás de todas las manifestaciones exteriores de la Influencia Mentativa sobre líneas activas, alienta esta Voluntad Determinada del individuo. Cuanto más determinada y firme sea la Voluntad del individuo, más fuerte será la Influencia Mentativa emitida y emanada de él. Esta afirmación no requiere prueba, pues su verdad es aparente para todos los que han hecho un detenido estudio del hombre y sus poderes. Es un hecho reconocido por pensadores de todas las épocas. Damos unas cuantas citas, que tenderán a fijar la materia en la mente del lector, creando en él un deseo de manifestar la Voluntad Determinada, la palanca que mueve y reconcentra Influencia Mentativa.

HECHOS ADMIRABLES DE LA VOLUNTAD

Buxton dice:
“Cuanto más vivo, más me afirmo en la idea de que la gran diferencia entre los hombres, entre el débil y el poderoso, el grande y el insignificante, es la Energía-Determinación Invencible, un propósito bien decidido, y después Victoria o Muerte. Esta cualidad hace todo cuanto se puede hacer en este mundo, y sin ella, ni talentos, ni circunstancias, ni oportunidades, harán un Hombre de una criatura de dos pies.”
Donald G. Mitchell escribe:
“La resolución es la que pone a un hombre de manifiesto; nada de vacilante resolución ni determinación de momento, ni voltario propósito, sino esa fuerte e infatigable Voluntad que desafía obstáculos y peligros como el niño desafía las crudas nevadas del invierno.”

Disraeli dice:
“He llegado, tras larga meditación, al convencimiento de que un ser humano con un propósito sentado, es necesario que lo realice, y que nada resiste a una Voluntad que pone hasta su vida en juego para realizar sus fines.”

Sir John Simpson afirma:
“Un Deseo apasionado y una Voluntad inquebrantable pueden realizar imposibles o lo que parecen tales a los seres apáticos y débiles.”

John Forster escribe:
“Es admirable cómo hasta las cualidades de la vida parecen inclinarse ante un espíritu que no quiere doblegarse ante ellas, y ayudan a realizar un designio que ellas, en su primera aparente tendencia, amenazaban frustrar. Cuando un firme y decidido espíritu es reconocido, es curioso ver cómo el espacio se aclara ante él, cediéndole lugar y libertad.”

Pero tales materias han de ser tratadas en otra parte de este libro, y debo apresurarme a considerar las manifestaciones del Poder como director de las Corrientes Mentativas que afectan a personas y cosas fuera del individuo que las manifiesta.

 


LA VOLUNTAD PROYECTOR DE LA FUERZA MENTATIVA

Según hemos visto, el uso de la Voluntad, como proyector de Corrientes Mentativas, es la base real de toda Magia Mental, sea cualquiera el nombre con que se manifieste. Y la fase de Voluntad conocida como Telementación, es la forma cuyos resultados impresiona al observador con mayor fuerza.

Las Corrientes de Voluntad de un hombre fuerte, alcanzan mucho más allá de los límites de su cerebro e influyen sobre personas y cosas, inclinándolos a someterse a sus deseos. Muchos hombres han ejercido su Voluntad sobre otros muy distantes, y mucho de lo que es conocido como Transferencia de Pensamiento, Telepatía, Influencia Mental, etc., es realmente esta labor de las Corrientes de la Voluntad en el espacio.
Lo que los ocultistas han llamado “formas de pensamiento”, etc., son realmente manifestaciones de la Energía de la Voluntad. La Voluntad es una fuerza viva que puede ser proyectada y empleada a distancia. Posee la propiedad de reaccionar sobre otros, y los impregna de una esencia mental que no es suya, a menos que no repelan la invasión o se fortifiquen contra el ataque.

MARAVILLAS DE LA VOLUNTAD

El Deseo y la Voluntad son formas más elevadas de mentación que el Pensamiento. Ambos lo producen. Aun el “Sentimiento” precede al Pensamiento, y Deseo y Voluntad forman la Esencia de lo que llamamos “Sentimiento”. Mucha gente vive casi enteramente en la región del Sentimiento y ejercita muy poco el Pensamiento. El niño desea y quiere antes de que pueda pensar. El Deseo y la Voluntad son realmente el medium de que emerge el Pensamiento.

Un autor místico ha dicho:
“No hay fuerza en el Universo, excepto la Fuerza de Voluntad”
Significando, naturalmente, la Gran Fuerza Natural o Energía llamada Voluntad, de la que el Deseo y la Voluntad son expresiones en el hombre.

El Deseo es una fuerza natural, y puede ser utilizada, gobernada y dirigida lo mismo que cualquiera otra fuerza natural. Y lo que conocemos como Poder de Voluntad es la fase positiva del Deseo dirigido. Los orientales han educado y cultivado este Poder de Voluntad hasta un grado que parece milagroso a las mentes occidentales, y por medio de este poder educado ejecutan los llamados “milagros” que confunden a nuestros científicos. Pero hasta el occidente tiene sus hombres de “férrea voluntad”, cuya influencia se siente en todas partes, y cuyo poder es francamente reconocido por el público. En oriente los hombres son generalmente ermitaños y sabios, mientras que en occidente son “hombres de acción”, caudillos, “reyes de la industria”, etc.

LA ENERGÍA MASCULINA Y FEMENINA

La Energía Mentativa es la esencia de toda influencia mental y otras formas del dominio mental de una persona sobre otra. Incluye la fase positiva, forzadora, impelente, llamada Voluntad como su Polo Motor, y como su Polo Emotivo posee ese algo atrayente, encantador, fascinador que llamamos Deseo.

La Energía Mentativa se manifiesta en las fases de ambos, en la forma en que usamos generalmente estos términos, pues está compuesta con elementos de ambos, y podemos decir que la Voluntad representa el lado masculino de la Energía Mentativa y el Deseo Femenino. Será esto de mucha ayuda para fijar en nuestra mente los atributos, rasgos característicos y naturaleza de estas dos fases de la Energía Mentativa, asociándolos con la idea de Masculino y Femenino.

Deseo que el lector se enseñe a pensar de la Fuerza del Deseo como de la calurosa, ardiente y tenaz energía que palpita en las manifestaciones de la Energía Mentativa, y del Poder de Voluntad como el frío, profundo, fuerte y dominante proyector de la Energía. Fijando estas imágenes mentales en nuestra mente, estamos más capacitados para manifestar las dos fases, según la ocasión.

LA VOLUNTAD DIRECTORA

Además de su cargo como Director de la Energía, la Voluntad desempeña el muy importante de Refrenador de la Fuerza del Deseo. Ella, cuando está bajo la férula del “Yo” del individuo, tiene poder para impedir que uno exprese perjudiciales o peligrosos deseos. Se niega a proyectar la Fuerza del Deseo o a permitir al Deseo que tome efecto en acción.

Es de la mayor importancia que el individuo adquiera el dominio de su Voluntad, pues de hacerlo así será apto, no tan sólo para expresar sus deseos con la mayor fuerza y efecto, sino para refrenar deseos perjudiciales y evitar sus manifestaciones en el plano de acción.

 

 

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Capítulo II

(segunda parte)

 

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