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Los Signos del Zodiaco y su Carácter

GEMINIS LOS GEMELOS

Linda Goodman 

 

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Como reconocer a Géminis

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El hombre Géminis

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La mujer Géminis

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El niño Géminis

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El jefe Géminis

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El empleado Géminis

GÉMINIS, LOS GEMELOS
Del 22 de mayo al 21 de junio

Hace falta que corras todo lo que puedas para seguir en el mismo lugar.

Si quieres ir a alguna parte, ¡tendrás que correr con doble rapidez!

Como reconocer a Géminis

No quiero que sigas apareciendo y desapareciendo tan súbitamente.

¡Si le das a una vértigos! Y esa vez desapareció muy lentamente,

empezando por la punta de la cola y terminando por la sonrisa,

que se mantuvo ahí durante un tiempo después que todo lo demás.

Si alguna vez un Géminis te hace pensar, lector, que estás viendo doble, no te pongas otras gafas. Recuerda simplemente que Géminis es el signo de los Gemelos, y que en su personalidad cambiante hay dos lados bien distintos. Ahora lo ves, dentro de un momento no. ¿Era amor lo que te pareció distinguir al vuelo en la movilidad de esos rasgos? ¿Odio? ¿Éxtasis? ¿Inteligencia? ¿Idealismo? ¿Tristeza? ¿Alegría? Los cambios mercuriales de la expresión de Géminis son tan fascinantes de observar como las luces psicodélicas en una discoteca. Es difícil decir dónde termina la realidad y comienza la ilusión. Ambas se mezclan... y luego se separan.

Saber dónde hay que buscar estas versátiles criaturas requiere pensarlo un poco de antemano. Géminis puede estar en un lugar hoy y en otro mañana. Y súbitamente, vamos. Los Gemelos pueden cambiar de ropa, de trabajo, de amor o de residencia con la misma rapidez con que cambian de opinión... cosa que hacen muy deprisa. Si quieres encontrar un ejemplar bueno para estudiar tendrás que moverte mucho. Podrías intentar en una librería, donde los Géminis suelen andar husmeando, ya que con una rápida lectura de las paginas son capaces de captar lo esencial del contenido. (No fue casualidad que John F. Kennedy practicara la lectura rápida.) La gente de Mercurio tiene también el desagradable hábito de empezar a leer por la última página. Si conoces a algún Géminis que alguna vez haya leído un libro desde el comienzo hasta el final, sin aburrirse por la mitad, envíalo como curiosidad al circo, o estudia su carta natal para ver si tiene ascendente Tauro, Capricornio o uno de los signos mas persistentes. A Géminis le gusta leer un libro con movimiento de lanzadera, y la misma forma de acción prefiere también con otras cosas, aparte de la lectura.

Con toda seguridad te encontrarás con uno o dos Gemelos flotando por los pasillos y batiéndose en un duelo de ingenio con la gente, en estaciones de radio, empresas de relaciones públicas, editoriales, locales de exposición y venta de automóviles o agencias de publicidad, si es que puedes atrapar a alguno entre una reunión y otra. Y cuando encuentres a este personaje fluido como el mercurio, estúdialo cuidadosamente, aunque con sólo seguirlo de un lado a otro quedarás agotado. Lo primero que observarás es una energía nerviosa que cruje, chisporrotea y restalla en el aire en torno de él. Si tiene la Luna en Escorpio, Libra, Cáncer o Capricornio, es posible que no vibre con un chisporroteo tan evidente, pero las demás manifestaciones estarán latentes y percibirás su presencia por debajo de la influencia de las otras posiciones planetarias. A veces se encuentra uno con un Géminis que habla lentamente, pero la mayor parte de ellos lo hacen con extraordinaria rapidez. Todos son rápidos para escuchar.

Hombre o mujer, el nativo de Géminis se impacienta con los conservadores que se quedan estancados, o con la gente que es incapaz de decidir su posición en un momento dado. Géminis sabe cual es su posición, por el momento al menos.

A no ser que tenga un antecedente en conflicto, físicamente Géminis da sujetos delgados, ágiles y de altura superior a la media. Muchos de ellos tienen rasgos finos y nítidos, como si estuvieran tallados en un camafeo. Se encuentran algunos de ojos oscuros, sin duda, pero la mayor parte de los regidos por Mercurio tienen hermosos ojos castaños, azules, verdes o grises, claros como el cristal y que continuamente destellan y se mueven de un lado a otro. Géminis jamás deja descansar los ojos en el mismo objeto durante más de algunos segundos. De hecho, la rapidez con que mueve los ojos suele ser la manera más fácil de reconocerlo. Suele ser de cutis pálido, aunque generalmente se broncea fácilmente, y esto sirve para distinguirlos en verano. (En invierno es frecuente que estén quemados por el sol y el viento de las pistas de esquí.)

Géminis exhibe una cierta cualidad ansiosa, una inmediata y amistosa simpatía, y es de movimientos excepcionalmente rápidos, no exentos de gracia. Pueden ser de pelo claro u oscuro, o ambas cosas... veteados, digamos. Los Gemelos, ¿recuerdas? Es probable que tengan nariz larga y recta, o diminuta, y en todo caso, bien formada. Una calva incipiente es común entre los hombres (debido a la intensa actividad cerebral, tal vez), y es frecuente que ambos sexos presenten frente alta y despejada.

Generalmente, es un error tratar de inmovilizar a Géminis en un lugar o en una idea. Y lo es siempre desafiarle a una batalla de ingenio, ya que con la mayor facilidad se vale de la lengua para armar y desarmar situaciones. Piensa con rapidez cuando está de pie (o en cualquier posición); puede ser ácidamente satírico y es mas despierto que casi todo el mundo. Hay mercurianos que encuentran un perverso deleite en desconcertar a los espíritus más lentos con la vertiginosa rapidez de sus procesos mentales. ¿A quién le gustaría enzarzarse en una discusión con el Géminis Bob Hope?

A veces, uno tendrá la impresión de que las personas nacidas en junio aterrizan junto a uno, como pájaros curiosos, echan un vistazo inquieto a la escena y se van volando en dirección totalmente diferente antes de que se haya tenido tiempo de saludarles. Yo suelo encontrarme con un amigo Géminis en un bar, a comer un trozo de pastel de queso y charlar un rato.

Tiene entre treinta y cinco y cuarenta años, pero parece un estudiante universitario; típico de la apariencia intemporal de Géminis. Durante un rato conversamos agradablemente, interrumpiéndonos uno a otro y pasando ágilmente de uno a otro tema. En el momento en que yo busco en mi bolso la polvera o el bolígrafo, al levantar la vista... como si fuera el artista de las desapariciones en un número de magia, mi amigo Géminis se ha hecho humo, llevándose consigo la cuenta. (Los ejemplares menos evolucionados del género se aprovechan de esta agilidad para dejarle a uno que pague.) Cuando él opta por disolverse de esta manera, yo miro ansiosamente por el local y de pronto ahí lo veo... haciendo una llamada telefónica o saludándome alegremente con la mano mientras se escurre por la puerta rumbo a Dios sabe dónde.

El Géminis de quien hablaba se comprometió hace poco con una encantadora muchacha Acuario (si alguien puede seguirle el Juego a un escurridizo Géminis, ese alguien es Acuario), y una semana antes de la boda, uno habría apostado cualquier cosa a que de alguna manera conseguiría zafarse del nudo, a que no llegaría a tiempo a la iglesia. Pero llegó. Los Géminis le pueden dar a uno grandes sorpresas, sobre todo cuando están enamorados.

Una de mis Géminis favoritas es una mujer de Mercurio que     –típicamente– tiene un servicio de tele–radio llamada en Nueva York. Hasta hubo una obra de teatro basada en su vida. Debido tal vez a las veinte horas diarias que se pasaba pegada al teléfono, no tiene en sus pies la misma agilidad que tenía cuando trabajaba como corista en Broadway. Claro que no se puede decir que sea ágil alguien que rara vez puede apartarse del conmutador, pero así y todo da la impresión de andar volando, aunque esté inmóvil. Como la mayoría de las mujeres Géminis, es bonita de rostro y sumamente interesante; cada uno de sus rasgos denota inteligencia, y sus manos, móviles como el mercurio, parecen pájaros que aletearan en el aire. Mi amiga se vale de mas encanto e ingenio de lo que hay derecho a tener para resolver alegremente los problemas de todo el mundo en menos tiempo del que lleva guiñar uno de sus límpidos ojos azules. Yo la he visto encontrar una baby–sitter y dos hamsters para un cliente, hacer la lista del supermercado, extender treinta y dos cheques (una de sus ocupaciones favoritas), telefonear a un productor de Broadway que estaba paseándose en su yate por el Caribe, enviar nueve telegramas, doblar la ropa traída de la lavandería, programar la semana de trabajo para sus telefonistas, encontrar la corbata azul de su marido, anotarle la dirección de la tienda donde podía encontrar los peces tropicales que quería su hijo, tomar cuatro fotos Polaroid del perro, recibir y comprobar las cuentas del mes (es cierto que después las archivó distraídamente en el cesto de los papeles), ayudar a una oficina de repartos a encontrar una actriz que hablara seis idiomas y despertar por teléfono a doce clientes; todo eso en el término de poco mas de una hora y sin levantarse de su sillón giratorio. A ver quien es capaz de hacer más.

El secreto está en la naturaleza dual de los Géminis. Son capaces de hacer dos cosas a la vez con menos esfuerzo del que necesitamos la mayoría de nosotros para hacer una sola. Es común que las mercurianas estén planchando, dándole de comer al bebé y hablando por teléfono, todo al mismo tiempo. Hasta hay  quien jura que todos los de Géminis nacen con un teléfono en cada mano.

Cualquier tipo de rutina puede hacer que un Géminis típico se sienta como un pájaro triste, enjaulado y con las alas cortadas. Son gente que no aguanta los trabajos penosos y monótonos. Por lo común, no son las almas mas puntuales que hay en el mundo (a no ser que casualmente tengan ascendente Virgo, porque entonces son verdaderos despertadores humanos). El Géminis típico, sin embargo, llega siempre tarde, no porque se olvidó de la hora sino porque por el camino se encontró con algo que le llamaba la atención y se desvió. La inquietud de la naturaleza mercuriana exige una excitación y un cambio constantes para no desalentarse ni ponerse de mal humor.

Quien tenga un amigo Géminis habrá experimentado ya probablemente uno de sus rasgos típicos, que puede ser terriblemente molesto. Digamos, lector, que te sugiera alguna actividad, que puede ser darte una vuelta por su apartamento (rara vez tendrá una casa, que es algo demasiado permanente para él), ir a ver una vieja película de Humphrey Bogart que ponen junto con un western excelente (programa doble, claro; con él nada es simple), ir a jugar un rato al minigolf o tomar unas copas en algún bar. Tú estás cansado y te ibas para tu casa. De todas maneras se lo agradeces, pero prefieres no ir. Géminis lo discute contigo y te convence. Abriendo muy grandes sus ojos azules (o verdes o castaños) de bebé, te envuelve en un capullo de fascinación. Habla tan rápido y con una sonrisa tan persuasiva que, finalmente, tú cedes. Irás. Ahora resulta que Géminis tiene un par de diligencias que hacer, de manera que dice que os encontrareis en la esquina dentro de una hora, más o menos. Eso tú no te lo esperabas, de manera que empiezas a echarte atrás, pero él insiste con su técnica y finalmente quedas de acuerdo en encontraros. Realmente, es un opio tener que matar esa hora, sin contar que a ti te duelen los pies, pero te las arreglas y a la hora convenida te dejas caer por la esquina. Él llega media hora atrasado y un poco sin aliento.

¿Sabes qué? Pues cambió de opinión. Realmente, ya no da más. Ha decidido dar el día por terminado, meterse en la cama y dejar todo lo demás para mañana por la noche. A ti te da lo mismo, ¿no es cierto? Llegados a ese punto, sólo un Géminis es capaz de evitar un directo a la mandíbula, y él lo evita. Tú le perdonas, y lo mas ridículo de todo es que te encuentras con él a la noche siguiente, como si fuera lo mas 1ógico del mundo. Eres tú el único culpable por sucumbir al irresistible fervor vendedor de Géminis. Si a la noche siguiente te vuelve a dejar en la estacada, pues ya te lo debías haber visto venir. Te lo tienes merecido por dejar que te engatuse.

En todos los nacidos en junio hay una necesidad profundamente arraigada de disfrazar sus verdaderos motivos. Como los Piscis, sienten la compulsión de conducirse de manera exactamente opuesta a sus verdaderos deseos. Pero esta pasmosa versatilidad de Géminis, unida a su facilidad de palabra, hace de ellos estupendos políticos, por no decir que son expertos en el campo de las relaciones humanas. Géminis sabe cómo apartar a cualquiera de sus más firmes convicciones. Con su karate mental, puede convertirle a uno en un nudo como esos bizcochos que llaman pretzel, conseguir que la víctima esté de acuerdo con él y que, además, esté encantada con lo que le hacen. Y si se presenta alguna complicación, Géminis sabe instintivamente cuales son los puntos débiles de cada cual y es capaz de valerse de la rapidez de su mente y de su lengua despiadada para aprovecharse de ellos.

Pasa algo raro con Géminis y el arte de escribir. Géminis es el signo solar que rige esta actividad y, por ende, prácticamente todos los nacidos bajo la influencia de Mercurio son capaces de decir una frase ingeniosa y de hilvanar con inteligencia las palabras. Los Géminis que escriben, ya sea discursos, anuncios, obras de teatro o libros, se cuentan por momentos. Pero los libros serán novelas, libros de texto, ensayos o biografías. Es muy raro encontrar a Géminis escribiendo la historia de su vida. Y rarísimo tropezar con uno a quien le guste escribir cartas personales. Al nativo típico le molesta en gran manera contestar correspondencia, y puede demorarse semanas enteras.

Es posible que al principio parezca contradictorio, pero la cuestión se aclara cuando uno recuerda la renuencia de los mercurianos a verse encasillados en una opinión. No se deciden a poner sus pensamientos sobre el papel porque instintivamente saben que es posible que su opinión de hoy no sea la de mañana, y no quieren comprometerse por escrito. No son muchos los Gemelos que necesitan que su abogado les advierta: <<Dígalo, pero no lo escriba>>. Ellos ya nacieron con ese mecanismo de defensa. Es sorprendente el número de escritores Géminis que prefieren usar seudónimo, e incluso un Géminis del montón terminará por encontrar alguna razón para adoptar un alias, ya sea un cambio completo, alguna modificación en el nombre, o por lo menos un mote. La regla es tan constante que se puede apostar con todos los Géminis que uno conozca seguro de que ha de ganar.

Casi todos los Géminis entienden o leen más de una lengua, y la favorita es el francés. De una manera o de otra, Géminis triunfará con las palabras. Afiló sus dientes mordiendo un diccionario enciclopédico. Es capaz de venderle cubos de hielo a un esquimal, o sueños a un pesimista. Y si llegas a atraparlo en algún fallo, lector, el mercuriano es capaz de cambiar con tal rapidez de tema, y es tan diestro para apartar de sí los reflectores, que el que terminará puesto de espaldas sobre la alfombra serás tú y no él. A veces, la tendencia de Géminis a embaucar a la gente puede llevarle a la deshonestidad y a actividades criminales, pero no con tanta frecuencia como te lo habrán hecho creer. Aunque sus talentos puedan arrastrar a algún que otro mercuriano a vivir en una telaraña de mentiras y engaños, la mayor parte de ellos son demasiado idealistas para llevar una vida de ese tipo. Así y todo, hay que admitir que Mercurio los hace especialmente dotados para el éxito en este campo, y que si les da por ahí pueden ser brillantes artistas de la estafa. Con su destreza manual, si deciden vaciar un bolsillo, falsificar un cheque o imprimir un billete de diez dó1ares, por lo menos lo hacen con sumo cuidado y es raro que los atrapen.

Si te encuentras con un locuaz vendedor de coches usados que nació en junio, y que te asegura que el Studebaker azul no tuvo mas que un solo propietario –una ancianita que solamente lo usaba para ir a la iglesia los domingos por la mañana– lo prudente será que preguntes por el nombre de la iglesia y vayas a hablar con la ancianita (a menos que ella también sea Géminis). Pero, dejando de lado la broma, salvo que las influencias y posiciones planetarias de la carta natal sean marcadas, la mayoría de los Géminis son honrados, y algunos de ellos hasta la exageración. Aparentemente, se van de un extremo al otro.

Sin embargo, todos, desde el ladronzuelo al estafador y al ciudadano impecable, serán incapaces de resistirse a darle una ligera mano de barniz a un relato, de vez en cuando. Claro que eso no es mentir; simplemente es imaginación.

Como promotores, todos los mercurios son absolutamente soberbios. Nadie los iguala, ni siquiera Aries. Es posible que en nada de lo que promueven haya gato encerrado, pero es poca la gente con la fortaleza suficiente para defenderse de la combinación de encanto y de inteligencia con que les envuelve Géminis, y eso ya equivale a jugar con ventaja. Y cuando un Géminis respalda un proyecto digno, y se pone a vender algo que la humanidad necesita y desea profundamente, los ángeles le sonríen, y podemos agradecer a los que han nacido bajo este signo solar muchos logros grandes y perdurables que han sido beneficiosos para todos. Todos los de Mercurio son vendedores de corazón, incluso los que se convierten en sacerdotes jesuitas o misioneros protestantes. Vamos a demostrarlo con dos ejemplos totalmente divergentes. John F. Kennedy, que era Géminis, le vendió al mundo entero un ideal resplandeciente, y Michael Todd, que también era Géminis, le vendió algunos sueños a Broadway. Cada uno a su manera, era hijo de Mercurio. Y hay que añadir que tanto el mundo como Broadway están muy atiborrados, y no es fácil venderles más.

Los Géminis necesitan el doble de sueño que cualquier otro mortal, para compensar la actividad de su cerebro. Lamentablemente, son tan susceptibles al insomnio que rara vez duermen lo suficiente. Sin embargo, es muy necesario que se esfuercen por descansar, descansar y descansar, para reparar esos nervios que parecen cables pelados y renovar las hiperactivas células cerebrales, porque en ellos el agotamiento nervioso es una amenaza constante. También necesitan toneladas de aire fresco y no contaminado, y todo el sol que puedan tomar, para no acabar en algún hospital. La falta de cualquiera de estas cosas, sumada a la supresión de la actividad, puede hacer que Géminis sea susceptible de sufrir accidentes que afecten a los hombros, brazos, manos y dedos. También los pulmones pueden ser débiles, lo mismo que los intestinos. Los problemas que afectan a los pies, la espalda, la eliminación, así como la artritis, el reumatismo y las jaquecas, son siempre posibles entre los mercurianos que descuidan su salud. Lo raro es que Géminis es más propenso a colapsos emocionales provocados por el aburrimiento y el encierro que por exceso de actividad.

En lo profundo de su naturaleza indagadora e impaciente, Géminis busca un ideal, y su principal problema consiste en saber cual es. Podría ser cualquier cosa, ya que su imaginación no conoce límites. Dinero, fama, riquezas, amor, triunfo profesional..., nada es suficiente. Mercurio siempre atrae a Géminis más y más alto, y más y más adelante, con la seductora promesa de algo siempre un poco mejor. La hierba del otro lado del camino siempre parece más verde. El cielo es más azul sobre otros océanos. Las estrellas brillan más en otras latitudes.

¿Qué es lo que busca? Tal vez algún oculto continente, aun sin descubrir, dentro de sí mismo. Géminis es el explorador de la mente.

Sus ojos son agudos y sus talentos múltiples. Su humor es brillante, y tiene tacto, diplomacia y destreza, pero le falta paciencia y constancia. Está demasiado dispuesto a deshacerse de algo viejo y precioso por algo nuevo y sin probar, y después vive lamentando lo que hizo. A pesar de que es mucha la gente que le rodea, sus emociones mas profundas las comparte únicamente con su único compañero constante: el gemelo que lleva dentro de sí. El aire es su elemento y su hogar. Géminis es ajeno a la tierra.

El encanto de Géminis puede inducir a un pájaro a descender del árbol para aprender de él cinco canciones nuevas. Pero la mercurial inquietud de su mente puede hacer que fácilmente pase por alto el pájaro azul de la felicidad, que año tras año espera ansiosamente en su propio huerto. Prefiere los colores claros, amarillos, verdes y azules, plata y gris, y sus estados de ánimo son un reflejo de la destellante aguamarina, su piedra.

Leve de tacto, encuentra un eco en la delicada fragancia del lirio del valle, y ha inhalado la fresca promesa de los más verdes helechos en lo más profundo de la selva. Pero el frío mental de Mercurio divide a Géminis con deseos gemelos... hasta que se detiene, y espera, y escucha los latidos de su propio corazón.

Personalidades Géminis famosas

Bennett Cerf- John Dillinger - Arthur Conan Doyle - Bob Dylan - Duque de Edimburgo

Ian Fleming - Errol Flynn - Judy Garland - Paul Gauguin - Thomas Hardy - Bob Hope

Al Jolson - John F. Kennedy - Beatrice Lillie - Marilyn Monroe - Cole Porter - Rosalind Russell

Francoise Saga - Wallis Simpson - Michael Todd - Rodolfo Valentino - Walt Whitman

Frank Lloyd Wright - Brigham Young

 

El hombre Géminis

Podría contarte mis aventuras empezando por las de esta mañana...

Por lo menos esta mañana, al levantarme, sabía quien era,

pero creo que debo de haber cambiado varias veces desde entonces.

Estar enamorada es algo que le da a una gran sensación de cálida seguridad. Es un consuelo celestial saber siempre que hay alguien cuando una lo necesita, que ya no hay por que seguir andando sola. Todas las dudas que conociste antes, lectora, se evaporan como el rocío... a menos, claro, que te hayas enamorado de un mercuriano, que puede reducir esa cálida <<seguridad>>. Con Géminis será mucho mas realista que si lo mandas a buscar el pan el lunes, no lo esperes de vuelta hasta el jueves. Nunca lo busques si no le ves venir, ni te le cuelgues de los faldones de la americana cuando quiera irse.

Una vez que te hayas adiestrado en la aceptación de su espíritu inquieto e impredecible, es posible que las cosas funcionen, pero no insistas en el <<consuelo celestial de saber siempre que hay alguien cuando una lo necesita>>. Probablemente jamás estés segura de cuando va a estar este hombre en ninguna parte, de modo que eso puede seguir manteniendo en ti algunas de las dudas que supuestamente se disipan con el romance. Es verdad que si estás enamorada de un Géminis no estarás sola. Eso, seguro que no. Tendrás por lo menos dos hombres que anden contigo... y los dos serán él. Ya sabes que nació bajo el signo de los Gemelos, pero en su caso, no se trata jamás de verdaderos gemelos, de mellizos idénticos. La naturaleza dual de Géminis combina dos personalidades completamente diferentes. Hasta podría ser que te vieras envuelta con uno de esos mercurianos que son trillizos o quintillizos, y en ese caso no te faltaría abundante compañía, ni siquiera cuando estuvieras sola con él.

El Géminis típico es el favorito de las amas de casa. Le gusta la gente; cuanta más gente hay, mas contento está. Es raro el mercuriano que no sea una perfecta delicia como conversador. Tiene un gusto exquisito, es pródigo en comentarios ingeniosos, y sus cumplidos son obras maestras de cálida sinceridad. Con su habitual e impecable dominio de los modales y su instinto social, es quien mantiene la fiesta, en más de un sentido.

¿Conoces ese juego que se llama la caza del tesoro, en que las parejas deben conseguir los objetos de una lista disparatada, como un pelo de la cabeza de una famosa estrella de cine y un trozo de secante que hay sobre el escritorio del jefe de policía, y en el que gana el premio la pareja que ha reunido mas cosas de la lista? Es la diversión favorita de Géminis, porque combina el mayor contacto posible con toda clase de gente con la mayor oportunidad posible de ir de un lugar a otro, y al mercuriano le encantan ambas cosas.

Si llegas a conocerlo en una reunión social donde él esté representando su fascinante acto de las personalidades múltiples, no tienes salvación: quedarás convencida de que es el hombre más atractivo, interesante e inteligente que hayas encontrado jamás. Eso, nadie podría discutírtelo; es probable que lo sea, y no es raro que tú estés excitada e impresionada. Pero antes de que por él te decidas a cambiar de apellido, asegúrate de que eres capaz de hacer frente a un destino incierto con un hombre cuyos caprichos pueden cambiar con el viento, y cuyas metas en la vida pueden ser completamente distintas antes de que hayáis terminado la luna de miel. <<¿Es que me contradigo?>>, escribió una vez el Géminis Walt Whitman, <<...Contengo multitudes>>. Lo supiera o no, estaba resumiendo en esas palabras la naturaleza de Mercurio.

Es posible que un día tu galán Géminis aparezca con un mono parlanchín encaramado en un hombro y te invite a ir a un circo de pulgas. Te traerá flores, perfume, un disco o un par de libros, y hasta posiblemente uno del que él es autor. Las horas pasarán en un soplo mientras tú gozas, feliz, en su cordialidad, te ríes de sus ingeniosos chistes y te derrites bajo su encanto cálido y alegre. Géminis te dirá <<Te amo>> de cien maneras diferentes, como no podría hacerlo nadie mas en el mundo.

Al día siguiente te llamará por teléfono para deshacer una cita sin ningún motivo aparente, y tú empezaras a imaginarte toda clase de cosas. ¿Hablaba en broma cuando dijo que te amaba? ¿Estará saliendo con alguna otra chica? ¿Tendrá algún problema? Es posible que tus temores tengan fundamento, pero también es posible que no lo tengan. Una semana después, Géminis reaparece, lleno de comentarios sarcásticos, malhumorado e irritable. Se mostrará impaciente, crítico y quisquilloso. Es posible que critique tus zapatos, tu lápiz de labios o tu gusto literario, y que esté carcomido por dudas sobre la posibilidad de que lleguéis a ser felices juntos. Claro que también es posible que se le vea hosco y preocupado, mentalmente distante, lejano. Y de nada sirve preguntarle por qué: no obtendrás ninguna respuesta coherente.

Si sobrevives a esa experiencia, al cabo de pocos días mas estarás visitando una galería de arte, un teatro, un museo o biblioteca con tu cortejante Géminis, absolutamente hipnotizada por sus conocimientos y por la amplitud de sus intereses. Le encontrarás excepcionalmente tierno, lleno de sueños frágiles como mariposas y de dulces esperanzas para el mañana. Entonces, te propondrá el matrimonio. Así, con la rapidez del relámpago. Y tú, olvidada de los truenos y de los nubarrones, y de toda la lluvia que ya viste caer, le contestarás que sí antes de que cambie de parecer y... ahí estás, comprometida con un enigma.

Sí, enigma he dicho. Si esperas otra cosa, digamos un hombre estable y paciente que se muestre siempre gentil contigo mientras el amor y la vida se desenvuelven con la calma de una góndola que se pasea por los románticos canales venecianos, entonces van en la misma dirección que una calesita: en círculo.

Bájate a toda prisa sin pensar que podías haberte ganado el anillo. No dejes que la música, ligera y alegre, te engatuse y te haga ir en pos de una escena pintada de colores que no son nunca los mismos, y en la que tan pronto puede aparecer un gris deprimente como un radiante amarillo o un sedante azul. Si eres una romántica incurable que pretende encontrar la armonía perfecta, corres algo más que cierto peligro.

Diga lo que diga el resto de su carta natal, si el Sol estaba en Géminis cuando el nació, este hombre no seguirá estando mañana donde está hoy, ni conservará de ayer ningún recuerdo perdurable. De una manera o de otra, cambiará. Es cierto que los cambios pueden ser siempre para mejorar, que es posible que apunte constantemente a metas más altas. Pero eso nunca podrás saberlo con certeza. Si tienes alma de jugadora, es posible que con él tengas suerte y te encuentres celebrando tus bodas de oro en medio de una gloriosa armonía mental y emocional. Pero los buenos jugadores saben cuales son las posibilidades antes de hacer su apuesta. Asegúrate de que tú las sabes. Dos raras excepciones a la inestabilidad geminiana son, aparentemente, el presidente Kennedy o la reina Victoria de Inglaterra. Sin embargo, no olvides que John Kennedy tuvo siempre múltiples intereses que cambiaban constantemente, y la reina Victoria (que por su posición planetaria se acercaba mucho a Tauro) introdujo muchos cambios importantes en las costumbres de su país. De todas maneras, entre nosotros no hay muchos que se casen con reyes, reinas o presidentes, a quienes las circunstancias han obligado a madurar y a adaptarse a una pauta establecida.

Un excelente ejemplo de la dualidad de expresión de Géminis es la confesión de una mujer que fue víctima de ella. El Mercurio era un productor cinematográfico y la mujer una famosa actriz, una morena nacida bajo el signo de Piscis. Después de un fin de semana que ella y otros signos pasaron como invitados en el yate de Géminis, y durante el cual el huésped se mostró con ella abiertamente insultante, grosero y distante, en forma alternativa, la actriz se sentía desalentada e intrigada.

No se que es lo que le pasa –comentó–. Supongo que me odia. Yo jamás le he hecho nada, y sin embargo casi no me ha dirigido la palabra durante todo el fin de semana. Ah, pero es que... vaya si ella le habrá hecho algo: había hecho que Géminis se enamorara de ella, y con la seriedad suficiente para que se casara con la actriz poco después del incidente. ¿Pero cómo reaccionó al tomar por primera vez conciencia del amor que sentía por ella? Como si su amada hubiera sido Lucrecia Borgia.

Es probable que esa experiencia no impida que las lectoras se zambullan en un romance con un hombre de Mercurio, pero tal vez les calme el dolor de las heridas a algunas chicas que hayan venido padeciendo la frialdad de un Géminis que está, casi con seguridad, perdidamente enamorado de ellas, pero que lo oculta cuidadosamente por sus propias e insondables razones. Géminis tiene una necesidad inconsciente de disfrazar sus verdaderas intenciones, de entablar con los otros una suerte de esgrima verbal y de encubrir sus motivos con acciones duales.

En general, buscarán confundirte. Después, con la característica incongruencia de Géminis, harán un giro de 180 grados y se mostrarán tan directos que te dejarán poco menos que sin aliento con su franqueza y brusquedad.

Con Géminis, el amor es fácil y divertido, siempre que no trates de aproximarte demasiado. Hay un núcleo íntimo que sólo le pertenece a él, que jamás compartirá con otro ser humano, ni siquiera contigo. Mantén las cosas calmas y no te muestres abiertamente apasionada ni dramática. No le aburras, interésale siempre, y tu romance con Géminis puede ser muy especial. No te rebeles contra su versatilidad; cambia con él. Mantente tan alerta, interesante tanto por la vida como él. De otra manera, tu amor podría no ser mas que... una de esas cosas. Mercurio busca, por encima de todo, una compañera mental, que esté a la altura de su ingenio, que incluso pueda superarle de vez en cuando, porque no es egoísta. Es muy realista y disfruta de los desafíos mentales. Lo último que quiere es un felpudo o una ratita aburrida. Deja que a través de tu imaginación femenina se trasluzca el cerebro, que eso no le asustará, como podría pasar con otros hombres. Le hará girar en la dirección debida: hacia ti.

Géminis tiende a dejar a los viejos amigos por otros nuevos, pero eso no significa que no tenga corazón. Su propia personalidad fluctúa y avanza de manera tan inevitable que para los de este signo es natural buscar a quienes armonizan con sus intereses del momento. Para Géminis, donde cuelga su sombrero está su hogar. Es raro que muestre apego profundo y duradero hacia recuerdos, lugares, personas y cosas del pasado.

Durante un largo período de soledad, es posible que el mercuriano vierta algunas lágrimas sentimentales, pero la causa esta mas bien en la soledad que en la nostalgia del ayer. Es sociable y le enferma –cuando no le da pavor– estar solo durante mucho tiempo. Si puedes hacerle llegar el mensaje de que tú serás una pareja que esté siempre próxima, pero sin depender de él ni esperar que él dependa de ti, es probable que se avenga a firmar un contrato a largo plazo. Pero ten en cuenta algunas cosas. Muchos Géminis se casan más de una vez, aunque los matrimonios múltiples se darán con más probabilidad si se casan demasiado jóvenes que si esperan a la madurez. No todos los Géminis tienen dos esposas, pero de casi cualquier cosa sí tienen dos: tal vez dos coches, dos apartamentos, dos títulos universitarios, dos trabajos, dos sueños, dos animales mimados, dos afeitadoras, dos pasatiempos favoritos, dos ambiciones. Para Géminis, el dos es un tic.

Tengo un excelente amigo Géminis, Frank Blair, reportero de la NBC, que hasta se toma sus vacaciones anuales en dos épocas distintas del año. ¿Sus pasatiempos? Pues, pilotea su propio avión, navega en su propio yate y juega mediocremente al golf. (No estoy segura, pero creo que Frank puede ser uno de los Géminis trillizos.) Toca dos instrumentos musicales, tiene montones de hijos, montones de premios y de trofeos en las paredes de su oficina en la NBC, montones de amigos, dos trabajos en la radio, dos afeitadoras eléctricas en su escritorio y por lo menos una docena de sueños y de proyectos a la vez, que cambian cada seis meses más o menos. En cambio, tiene una sola esposa. (Debe de tener ascendente en Cáncer o en Tauro.) Observa además que la radio es una ocupación típica de Géminis; Mercurio rige las comunicaciones y las noticias. Indudablemente, Frank tiene el encanto de Géminis y su habilidad manual. Es frecuente que esté sirviéndose un vaso de zumo de tomate, dictándole a su secretaria, telefoneando a su mujer, afeitándose y ordenando sus papeles, y de alguna manera, lo hace todo al mismo tiempo. Los Géminis son expertos en prestidigitación.

En asuntos financieros predomina también la dualidad. Un mercuriano puede ser de una generosidad fabulosa y después, bruscamente, mostrarse avaro. Si calibramos las dos actitudes gemelas, yo creo que gana, con mucho, la generosidad. Géminis tiene pocos deseos de acumular, ya sea dinero o conocimientos. En cualquiera de los dos casos, prefiere absorber, seleccionar y devolver mejorado. Es el comunicador cuya función es crear ideas siempre nuevas y originales y servir a los demás mediante la versatilidad de sus procesos mentales, rápidos y brillantes.

¿Si te será fiel? A su manera si, claro. Hay mil respuestas a esta pregunta, cuando hablamos de Mercurio. A él le gusta conversar y le gusta estar con gente. Tiene también un extraño atractivo para las mujeres, de modo que no faltará ocasión de murmuraciones y sospechas. Pero puedes contar con una cosa: es raro el Géminis a quien su sentido de honestidad, profundamente arraigado, le permita ser falso en sus acciones si tú tienes fe en él. Quiero decir, verdadera fe y verdadera confianza, no de esas que secretamente ocultan una duda. Mercurio percibirá siempre si estás dudando en secreto, es frecuente que su mente intercepte tus pensamientos como si estuvieras enviándole una emisión por radio. Sin embargo, no es buena idea esperar que un marido Géminis desanime a todas las mujeres, simplemente porque lleva anillo de casado. Las mujeres forman parte de la escena y Géminis no quiere perderse la escena. Si hay mujeres, el mercuriano hablará con ellas, y hasta bromeará o se beberá alguna copa con ellas. Para Mercurio la comunicación es lo mas natural, independientemente del sexo de quien le escucha. Pero eso no significa que deba tener romances con ellos.

Es verdad que hay muchísimos Géminis que son lisa y llanamente promiscuos, pero no importa lo que te hayan contado: siempre hay una causa. Ser objeto de desconfianza o de incomprensión, en el terreno que sea, es profundamente perturbador para el hombre de Mercurio, es algo que le frustra y le deprime. Cuando se siente así desdichado, Géminis puede revolotear de un lado a otro, en busca de alivio para la maraña de sus emociones. Cuando se ve libre de la sensación de aislamiento mental y no siente que tenga que demostrar nada a nadie, no cae en la compulsión de experimentar entregándose a fugas caprichosas. Una mujer que tenga perfecta armonía mental con un Géminis no necesita temer sus infidelidades, ni emocionales ni físicas. Hasta tal punto es ello verdad en los Géminis, que se puede considerar como una regla. Pero Géminis tampoco se dejará encadenar irrazonablemente. Esperar que cuando alguien le sonríe, sea hombre o mujer, niño o adulto, él no le devuelva la sonrisa, es tanto como esperar que el sol no brille. Su naturaleza, amistosa y alegre, lo lleva constantemente a buscar compañía, y esta compañía puede ser el conductor del tren en que viaja todos los días o la camarera del café que está a la vuelta de su oficina. No trates de acorralarlo, pues cuando alguien intenta cercar su espíritu, Géminis puede volverse tan escurridizo e impredecible como el viento.

Con los niños será compinche, pero no esperes que los discipline, aunque les enseñará muchísimas cosas antes de que lleguen siquiera al jardín de infancia. Es probable que les encante confiarse a él, porque muy rara vez se mostrará escandalizado o será duro en sus juicios. Géminis sabe amar sin sofocar. La relación de Géminis con sus hijos es por lo común muy íntima, aunque tal vez poco coherente, por contradictorio que esto pueda parecer. Por mas afectuoso, cálido y vivaz que pueda ser con la gente, es posible que no les insista en la necesidad de ajustarse a rutinas, ya que al propio Géminis no le gustan las rutinas. También mostrará tendencia a criticar el comportamiento de los críos un día y aprobarlo al día siguiente, con lo cual puede crearles confusión. Aunque a veces él consiga pergeñar un sermón, cuando haga falta una palmada o una imposición más seria, tendrás que intervenir tú para ello. Los papás Géminis tienden a malcriar a los chicos.

Es posible que su imaginación le lleve en ocasiones a afirmar algo que no puede mantener. Tú tendrás que hacerle ver lo importante que es que cumpla su palabra. Pese a todas sus buenas intenciones, acabará quebrantando algunas de sus promesas, rápidas e impulsivas. Si los niños no le significan ningún tipo de atadura ni traban sus múltiples actividades, Géminis gozará enormemente con ellos. Una palabra de advertencia: aunque será raro que los castigue físicamente, la propensión geminiana a los comentarios sarcásticos y punzantes puede causar profundas heridas en sus jóvenes corazones, dejando cicatrices que permanecerán toda la vida. También puede mostrarse renuente a expresar su afecto en forma de besos y abrazos, a menos que haga un esfuerzo consciente por superar el natural desapego de Géminis. Sin embargo, yo he conocido algunos padres de este signo que aparentemente prodigan a sus hijos la ternura que son incapaces de volcar sobre los adultos. Ocúpate de que los pequeños no le abrumen, no le pidas que haga de canguro si a él evidentemente no le gusta, y se desempeñara muy bien como padre, no importa que tengáis un hijo o una docena.

Los celos son una preocupación que posiblemente nunca tendrás con un marido Géminis, porque el afán de posesión no se cuenta entre los rasgos típicos del signo. Si en alguna ocasión una sospecha le susurra algo al oído, por lo común la apartará (a menos que una influencia en su carta natal condicione otra cosa). Claro que hasta cierto punto los celos son normales en todo el mundo, pero normalmente, en Géminis no son exagerados. Con este hombre, el amor no es una relación estrictamente física. Sus sentidos le permiten oír más, ver más y percibir más que otros, y Mercurio le ayuda a registrar vivamente las impresiones más delicadas. Su amor tiene una cualidad tan etérea y fugitiva que puede dar la impresión de que le falta la pasión terrenal de otros signos solares. Pero a menos que lo que busques sea un hombre de las cavernas que te arrastre del pelo por los bosques, Géminis te resultará un amante más que satisfactorio. Te pintará sus emociones con frases románticas e imaginativas, y responderá a la avidez de tu corazón con la extraña belleza de su idealismo.

Recuerda que la típica frialdad emocional de Mercurio puede caldearse considerablemente si los dos escucháis la misma música y soñáis los mismos sueños. Géminis necesita experimentar una fusión total en lo mental y espiritual para que la pasión física cobre intensidad. Aunque parezca tortuoso, es el único camino verdadero hacia su corazón.

Tendrás que acostumbrarte a la palabra <<si>>. Es posible que te diga: <<Si te amara, podríamos...>> o: <<Si te amara, habría que...>> y que a veces deje la oración sin terminar. Empieza por borrar la palabra <<si>>; él la usa únicamente como cortina de humo, por razones de seguridad. Una actitud de crítica áspera y fastidiosa, unida a continuas escenas emocionales, mellará sin duda el filo del delicado y sensible amor de Géminis. Trata de coger con la mano un puñado de mercurio. ¿Qué pasa? Inmediatamente se disuelve en centenares de brillantes pelotillas plateadas que se te escapan sin cesar por entre los dedos contraídos. Un hombre de este signo, cuya esposa creía conocerle muy bien, escribió las siguientes líneas antes de abandonarla, y ella las encontró después del divorcio entre los papeles de él:

Irrumpiste en el sueño y con botas claveteadas

pisoteaste la blanda alfombra de mi ensueño...

Más de una vez leerás u oirás decir que Géminis necesita siempre dos amores al mismo tiempo. La dualidad geminiana, con su sugestión de engaño, es algo que se menciona con tanta frecuencia que puede causar angustias sin fundamento. Me permitiré modificar esa afirmación. Géminis necesita dos amores, pero no necesariamente dos mujeres. Es una adivinanza, pero si tú lo comprendes de verdad, podrás hallar la respuesta.

     

La mujer Géminis

Aunque consiguió arrancar muy hermosos junquillos mientras el bote pasaba,

había siempre uno más bello que no conseguía alcanzar.

...¡Los más bonitos siempre están lejos!>> exclamó por fin con un suspiro, ante el empeño de los

 junquillos por crecer tan lejos.

¿Acaso has pensado siempre en secreto que Brigham Young tuvo una idea sensacional al proponer que cada hombre tuviera varias mujeres? ¿Envidias para tus adentros a los potentados orientales con sus harenes? Pues no necesitas resignarte a ensueños románticos al estilo de Walter Mitty. Cásate con una muchacha Géminis y ya está. Esto te garantiza que tendrás por lo menos dos esposas diferentes y alguna vez, para los fines de semana, hasta tres o cuatro.

Claro que la cosa tiene su bemol. La diferencia entre una chica nacida bajo el signo de los Gemelos y un harén es que a ella, aparentemente, no le interesa la pasión terrenal. Es difícil conseguir que se asiente un poco durante el tiempo suficiente para tomarse en serio la pasión o cualquier otra cosa. Su mente está continuamente viajando, y simultáneamente va haciendo los comentarios. Pero si miras un poco mas hacia dentro, habrá un lugar donde, escondida entre las demás mujeres que forman una Géminis, encontrarás una romántica, capaz de demostrar una pasión intensa, si tú puedes conseguir que la fusión de lo mental, lo espiritual y lo físico sea completa. Cómo conseguir que tu romántica se desarrolle, sin dejar de disfrutar de todas las otras mujeres encerradas en la personalidad de Géminis puede ser todo un problema. Lo que puedo decirte es que una sola Géminis es igual a varias mujeres, pero temo que seas tú quien tenga que romperse la cabeza para encontrar la forma de separarlas. Cada caso individual es diferente.

La edad puede ser un indicio importante de lo que puedes esperar, porque hasta que las gemelas maduran, el romance no es más que un juego para ellas. Pueden ser impredecibles y veleidosas en una medida increíble. Primero, Géminis caerá en un arrebato de éxtasis por obra de tu sonrisa, tu voz, tu manera de andar. Después cambiará bruscamente y empezará a criticártelo todo, desde los calcetines hasta la forma en que te cortas el pelo, y por lo general lo hará con tan agudo y cortante sarcasmo que tendrás que aplicar tintura de yodo a tus heridas.

Sin embargo, no por eso te retires de la puja por conseguir una esposa Géminis. Recuerda que te darán por lo menos dos por una, lo que indiscutiblemente es buen negocio.

Las mujeres mercurianas no son tan falsas de corazón como puede parecer a veces. La actividad de su imaginación crea muchas fantasías. El romance es la forma de expresarlas mas fácil que encuentran, y una mujer Géminis tiene, por lo menos, el doble de cosas para expresar que otras mujeres. Un hombre del mismo signo puede ser productor, cantante, marinero, abogado, actor, viajante de comercio y presidente de unos cuantos Consejos de Administración, todo al mismo tiempo, y así estará expresándose ad infinitum. Pero una mujer no puede desempeñarse muy bien con todo eso, sin que la consideren un poco rara. Y no porque las mercurianas no sean chicas de carrera. Lo son, y casi sin excepciones. Pero, en las actuales condiciones de la sociedad, todavía una carrera no le ofrece las oportunidades múltiples que le presenta el romance de poner a prueba sus miles de teorías y de hacer su práctica de gimnasia emocional.

La muchacha Géminis necesita que la compadezcas, no que te enojes con ella. Le resulta dolorosamente difícil interesarse por una sola persona a la vez. Al mismo tiempo que le impresiona la capacidad mental de un hombre y su inteligente sentido del humor, otra faceta de ella advierte que a él no le gusta el arte y no tiene sensibilidad para la música y la poesía. Cuando encuentra alguien que es adecuadamente creativo, que se mueve cómodamente en el ambiente del ballet o en el mundillo literario, vuelve a surgir la dualidad. Mientras estén recorriendo el museo, el otro yo de ella empezará a preguntarse si su galán tendrá bastante sentido práctico para ganarse la vida o la sensatez suficiente para saber dónde pisa. Confío en que todo esto te servirá para entender mejor y con mejor disposición cuales son los conflictos propios de los nacidos en Junio.

Concédele crédito. Por lo general, Géminis conseguirá arreglárselas sola con la perplejidad que le ocasiona su propio y complejo carácter, sin cargarte a ti con ella. Es una compañera vivaz y alegre. Durante la mayor parte del tiempo (cuando esté bien de ánimo) será un chisporroteo de vivacidad, te divertirá con sus observaciones despiertas e ingeniosas y conversará con inteligencia de casi todos los temas posibles. La mercuriana disfruta de todos los gestos sentimentales del romance, y no tiene problema en hacer conquistas. Jamás habrás conocido mujer que te deleite más con sus múltiples maneras imaginativas de amarte y con la atracción de su encanto. Es capaz de mover las pestañas con fascinante feminidad, pero no se encontrará desvalida a la hora de ganarse el sustento. Una mujer Géminis puede desempeñar a la perfección el papel de muchacha casquivana y halagar a un pobre hombre desvalido que ha caído en la trampa hasta hacerle perder la cabeza y hacerse con su talonario de cheques. Pero con toda facilidad puede convertirse en buena esposa seria y enamorada, sin perjuicio de cambiarse de buenas a primeras en una grave intelectual que estudia a los grandes filósofos y diserta brillantemente de política o poesía, para de pronto volverse un manojo de nervios, lagrimas y miedos, llena de emociones en bruto. Seguramente, no la encontrarás aburrida ni monótona.

Si todo esto te parece una exageración, acuérdate de Marilyn Monroe. Cada uno de los hombres que conoció, desde Carl Sandburg hasta su peluquero, la veía como una persona totalmente diferente de como la veían los demás hombres que también creían conocerla. Coloca una fotografía de ella como la seductora diosa del amor junto a otra en la que se la vea con gafas de gruesa montura, como una babushka, sin maquillaje y absorta en una conferencia sobre los novelistas rusos. Agrégale un par de fotos mas: la tercera con un delantal a cuadros, aprendiendo a hornear un suflé de queso para un marido cuyas cualidades de humana ternura y su capacidad atlética ella admiraba, y la cuarta andando tranquilamente junto a otro marido, a quien respetó y admiró profundamente por sus dotes intelectuales y su talento literario. Y otras dos fotos. Una que la muestre con la cara surcada de lágrimas, llena de dolor tras haber perdido su tercer bebé, y otra en que se la ve en bikini, riendo alegremente con un apuesto astro del cine francés, en la Riviera. Ninguna de estas fotos fueron preparadas. Fueron todas instantáneas tomadas cuando ella ni miraba siquiera, y menos aún buscaba publicidad. Son el perfecto ejemplo de cómo el ojo de la cámara descubre todas las mujeres contenidas en una sola mujer Géminis, que consiguió con éxito mantener oculta su naturaleza múltiple tras la imagen que se propuso dar con mayor frecuencia.

La muchacha regida por Mercurio anhela estar <<real y verdaderamente enamorada>> pero no lo consigue. Esta ávida de maternidad, pero no pocas veces también la maternidad la elude. Encuentra una perfección diferente en cada hombre que conoce, mientras busca incansablemente a aquel que reúna todas las cualidades que ella necesita para ser feliz.

Encontrarás en ella una gran compañera. Una joven mercuriana te seguirá en cualquier cosa, desde el submarinismo hasta las carreras de automóviles, el ciclismo o el bádminton. Se mostrará interesada por todos los deportes al aire libre, sin dejar de aparecer tan suave y femenina como un pompón, ni de tener una mente rápida como un látigo. La aguda mentalidad de Géminis se mostrará inequívocamente cada vez que un tema nuevo despierte su curiosidad. Su disposición mercuriana le permitirá ver todas las complejidades de tus ideas creativas, y es probable que te aporte algunas sugerencias de su cosecha. Con tal de que no esperes de ella que se muestre constante, te parecerá absolutamente fascinante.

Tienes derecho a que te advierta que esta chica puede creer sinceramente que está enamorada, y al mismo tiempo encontrar que otros hombres son atractivos. A menos que esté cerca de ti todo el tiempo, es capaz de olvidarte con más rapidez que una mujer nacida bajo cualquier otro signo solar. Esté en su naturaleza aceptar el cambio, y buscarlo incluso. Hasta que aprenda a controlar su tendencia a la actividad constante, su negligencia en el cultivo de la paciencia y la estabilidad, la mujer Géminis puede complicarse tremendamente la vida... y complicártela a ti también. Por suerte para los hombres que se enamoran de ellas, las Géminis se asientan y llegan a tener un conocimiento mas profundo de su propia naturaleza antes de que sea demasiado tarde.

Una vez que le hayas declarado tu amor, y que ella te haya aceptado, bien puedes compadecer a todos los hombres que están condenados a una vida entera de monogamia con una sola mujer. Cuando te cases con tu Géminis, tú tendrás varias esposas.

La esposa Número Uno será capaz de adaptarse a todo lo que tú esperes de ella. Podrás tener incluso su fidelidad siempre y cuando seas lo bastante interesante como para haberte ganado su auténtico amor. Me refiero a esa fusión de la compatibilidad mental, espiritual y psíquica, a las que la parte física debe agregarse al final, como la paprika, cuando las otras tres estén bien mezcladas. Esta esposa jamás te pondrá mal gesto si cambias de trabajo y tenéis que ir a vivir a otra ciudad. Con su ingenio, su buen gusto y su sentido del color, puede hacer de tu nuevo hogar algo encantador con un leve toque de su mano pulcra y hábil. Además, le fascinará la aventura, y no te acosará con reproches so pretexto de que estás poniendo en peligro vuestra seguridad futura. La emoción de los nuevos horizontes le interesa más. Es posible que tenga una cabeza excepcionalmente buena para los negocios, y que apoye todas sus ideas originales. Puedes contar con que ella vaya a trabajar si necesitáis aumentar vuestros ingresos, y será muy práctica en la forma de gastar el dinero. Aunque exteriormente pueda dar una impresión de traviesa, no lo es tanto como parece. Tiene una cabeza que piensa, y con mucha inteligencia, aparte de todo su brillante parloteo.

Tu esposa Número Dos será caprichosa, es importante que lo sepas. Tendrá sus momentos satíricos en los que podrá mostrarse alternativamente cínica e impertinente. Al mismo tiempo, mentalmente será un desafío para ti. Pero un hombre necesita ese estímulo,  ¿o no? Adelante, intenta superarla en una discusión intelectual. (De todas maneras, es lo que secretamente quiere.) Es una esposa a la que la vida no escandalizará fácilmente y que no se dejará llevar por prejuicios ni preconceptos. Es posible que decida incorporarse a una marcha de protesta o a un encierro y se olvide de volver a casa. ¿Y si mientras ella anda por ahí pronunciando un discurso o se fue a la escuela nocturna para seguir un curso mas, tú tienes que salir a ver a tus amigos? Por lo menos, lo más probable es que no te acose con preguntas desconfiadas: con quien estabas, dónde estabais, que estuvisteis haciendo. No le interrogues tú tampoco. Si tú haces honor a tu palabra, ella también. Y es muy individualista y muy independiente.

La esposa Número Tres se sentirá aburrida y deprimida por la rutina del cuidado de la casa. Las camas estarán sin hacer, y los platos dormirán en el fregadero mientras ella sueña despierta, lee o hilvana el argumento de una comedía. Es posible que para la cena te sirva una lata de judías sin molestarse en abrirla siquiera. Pero a las horas más inverosímiles de la noche podrás mantener con ella una conversación para satisfacción de tu alma. Se compadecerá de las frustraciones que te ha impuesto la vida. Satisfará al mismo tiempo tus anhelos intelectuales y emocionales, querrá saber tu opinión sobre el budismo y se entusiasmará con tus intentos de componer una canción. En una palabra, es una excelente compañera. También será muy afectuosa, ya que tú no la atormentas con sacudir el polvo, cocinar y todas esas tonterías. De vez en cuando, esta esposa puede armarte un tremendo lío económico. Pero si le sugieres de pronto que salgáis de camping u os vayáis a pasar unos días en Las Vegas, hará las maletas de todo corazón, sin salirte con un montón de objeciones tontas sobre el golpe que supondrá para vuestro presupuesto o quien le dará de comer al gato siamés o si no se romperá alguna tubería mientras estéis fuera.

Esposa Número Cuatro: será una madre alegre y risueña. No dejará que los niños la frenen, porque, sin duda, siempre estará demasiado llena de proyectos para olvidarlos mostrándose sobreprotectora. Y ellos imitarán su independencia, y les hará bien. Si alguien le pregunta cuanto tiempo está con los niños, lo mas probable será que esta esposa conteste: <<En casa no es cuestión de cuanto tiempo, sino con cuanto amor>>. Y tendrá razón. Es posible que los niños no siempre la obedezcan, porque un día se inclinará a ser enfática y al siguiente se ablandará, pero a los críos les encantará tener largas charlas con ella. Su imaginación estará a la altura de la de ellos, y todos se divertirán juntos. Probablemente será una madre blanda, pero también se preocupará por su actuación en la escuela, y es posible que insista en que saquen buenas notas. Si de ella depende, no se salvarán de hacer los deberes, aunque es posible que no les obligue a que cuelguen la ropa.

Tu esposa Número Cinco será una espléndida ama de casa, experta en las artes de encender velas, disponer flores y hacer lucir los objetos de plata. Puedes invitar a cualquiera a cenar, a tu jefe o al alcalde de la ciudad, y ella se mostrará tan graciosa y encantadora que los invitados se resistirán a irse. Organizará su vida de manera eficiente y sin esfuerzo, se vestirá como una modelo y le encantará el teatro. Puedes ir con ella a exposiciones y conciertos, que en cualquier marco social se sentirá cómoda. Todos te mirarán con envidia, preguntándose quien es esa mujer fascinante que con tanta dulzura se cuelga de tu brazo. Será romántica y ultra femenina, y hasta es posible que para tu cumpleaños te escriba una poesía. Y tú querrás comprarle túnicas de terciopelo y perfumes carísimos, porque la gracia de su estilo te hará sentir como un noble terrateniente.

Si le hablas de un viaje a Europa, veras cómo le brillan los ojos. Le atrae tremendamente.

Bueno, pues ya está. Es posible que me haya olvidado de alguna de las chicas que integran tu harén de Géminis. Todos los casados de la ciudad se pondrán verdes de envidia cuando te vean todos los días con una mujer diferente. Y si te preguntan cómo lo conseguiste, hazte el tonto. No olvides que la poligamia no es legal.

Tu mujer Géminis jamás viajará en tren cuando pueda ir en avión. Jamás se quedará callada cuando pueda hablar. Jamás esquivará el bulto cuando pueda ayudar. Y si puede correr, jamás caminará. Su mente está llena de tantas ideas, y su corazón de tantas esperanzas, que puede parecer que necesita una computadora para distinguirlas a todas. ¿O necesita simplemente a alguien que sea capaz de correr junto a ella y arrojar con ella sueños al aire, desde aquí a mañana? Si tú eres ese hombre, ella no se atreve a mirar por encima del hombro para ver si estás cerca. Dentro de ella hay un miedo, profundo y no explicado, que le impide mirar nunca hacia atrás. Cuando finalmente alcances su velocidad, consigue que sea ella quien disminuya el paso. Puedes hacerlo, si la tomas firmemente de la mano y no se la sueltas nunca. Aunque los vientos mercurianos del norte la impulsen a seguir, es posible que secretamente esté más deseosa de lo que tú te imaginas de descansar un poco. Date prisa y trata de alcanzarla, que ella te necesita.

El niño Géminis

– ¿Quieres andar un poco mas deprisa?

– dijo un romero a un caracol–,

que una marsopa nos sigue de cerca

y ya está pisándome la cola.

Si la cigüeña acaba de dejar en tu casa un bebé Géminis, engrasa bien tus patines de ruedas y sácate las telarañas de los sesos. Durante los próximos quince o veinte años tendrás que ser rápido y estar alerta, y más vale que empieces ahora, mientras tu flamante bolita de mercurio está todavía inmovilizada en su cuna. No tardará mucho en aprender a andar y a hablar. Si no te preparas para volar junto con él, es posible que se te escape de entre los dedos como una burbuja de aire. ¿Has intentado alguna vez sujetar una burbuja de aire?

Las cifras de la Oficina del Censo de Estados Unidos demuestran que durante el período de Géminis, los Gemelos, se producen muchos mas nacimientos múltiples que en cualquier otra época del año, de modo que tu regalo de junio pueden haber sido mellizos, o mas. ¿Dices que no? No estés tan seguro. Es posible que entre las manos y pies no alcances a contar más de veinte deditos, y en la mayoría de los casos el resultado es un bebé, pero no necesariamente, cuando el niñito es Géminis. Es posible que tengas que cambiar un poco tu concepto de las matemáticas. Ya sabrás a que me refiero tan pronto como empiece a gatear, y te pasará una docena de veces por día. Tu jurarías que acababas de verle metiendo la mano dentro de la batidora eléctrica, en la despensa. Pero, ¿cómo podría ser? Si ahí está, en el porche de delante de la casa, comiéndose angelicalmente las petunias. ¿Cómo puede estar en dos lugares al mismo tiempo? Recuerda que tu vástago está regido por Mercurio. Es aquel dios griego a quien se ve representado en los libros, con alas en los pies y un brillante casco plateado. A modo de casco, pon una cacerola en la cabeza de tu bebé Géminis, y usa la imaginación para ver las alas que brotan de esos tobillos rosados y regordetes. ¿Ves ahora cómo se parecen?

Personalmente, jamás me han parecido bien esos adminículos que parecen arneses que compran las mamás para sujetar a los niños que hacen pinitos cuando salen con ellos a comprar.

Siempre me dan la impresión de mujeres que estuvieran paseando el perro. Sin embargo, a la madre de un niño Géminis le insistiría en que se compre dos o tres, para más seguridad.

Tal vez lo primero que se te ocurra es que, si tu bebé va a ser tan activo, un buen parque es imprescindible. Entiendo tu razonamiento, y hasta simpatizo con él, pero no estoy tan segura de que los parques y los niños Géminis armonicen. Estar confinado en un espacio reducido puede ser una crueldad para un pequeño Géminis, cuya naturaleza le impulsa a buscar, a explorar, a aprender. Peor todavía que las restricciones físicas es el aburrimiento mental de verse reducido a un recinto rectangular de plástico azul y rosado, mientras toda la emoción del mundo que se puede ver y disfrutar se queda fuera. Los períodos en el parque deben ser breves. Demasiada restricción y obstrucción de la libertad pueden provocar en Géminis una depresión emocional nada fácil de superar. Recuerda que Géminis es un signo de aire, y que el aire debe moverse. Cuando tengas que mantenerlo encerrado, asegúrate de que tenga juguetes muy diversos y muchos libros de brillantes colores para mirar.

Claro que una vez que se sienta aburrido no permanecerá mucho tiempo allí. Mercurio rige las cuerdas vocales, y cuando tu pequeño Géminis decida desplegar esos talentos, te parecerá increíble que tanto ruido pueda salir de una sola boquita. Apuesto a que le sacarás sin demora del parque, a no ser que tengas vecinos muy comprensivos, y un poco duros de oído.

Es frecuente que los niños Géminis pongan nerviosa a la gente mayor, que es más plácida, con sus rápidos movimientos de pájaro. Los mayores siempre están diciendo al pequeño Géminis que deje de molestar, o que tenga paciencia y haga una sola cosa a la vez. Pero para estos niños, hacer dos cosas a la vez es lo natural. Lo que para la gente pesada o reposada es molestar, para Mercurio no es más que su estado normal de actividad. Es un error hacerle sentir que sería mejor recibido si intentara imitar a otras personas mas lentas y menos vivaces. Tal vez, por su propio bien, haya que enseñarle a disminuir un poco la velocidad, pero es imposible cambiar su naturaleza básica sin frustrar sus inclinaciones naturales. Debemos tratar de recordar que el activo pequeño Géminis que molesta a sus mayores, mas introvertidos, lo mismo que el silencioso y lento niño Capricornio que irrita a sus padres mas agresivos no hace otra cosa que ser él mismo. Bastante difícil es ser uno mismo, sin que nadie trate de imponerle a uno un cambio de personalidad.

Ama a tu hijo Géminis tal como es: una personita amistosa, despierta, inquisitiva y precoz. A una libélula no puedes convertirla en caracol, ni a un caracol en libélula. Tampoco el leopardo puede borrarse las manchas, y cabe agregar que si alguien se empeñara en quitárselas, podría terminar siendo un leopardo desdichado y neurótico.

Claro que tú no estás criando leopardos. Lo que estás criando es un niño, despierto, interesante, entusiasta. Pero la analogía conserva su valor. Deja tranquilas esas manchas de dualidad que encuentras en tu Géminis. Algún día te enorgullecerás de algún edificio que proyectó y de algún premio literario que ganó, y cuando ponga un manifiesto de duplicidad de talentos, te preguntaras asombrada por que querías reducirle a un único molde. Si anda saltando es porque esta practicando la rapidez de reflejos con que nació. Es posible que su mente de libélula os confunda, pero recordad que Géminis corre en pos de mil fantasías, decidiendo cual ha de destacar y con cual ha de quedarse.

Por lo general, los maestros se darán cuenta en seguida de que estos niños –y niñas– no tienen problemas para aprender a leer. Géminis es poco menos que el inventor de las palabras. Son niños a quienes no les molestará que les pidan que reciten, y es posible que, mientras el resto de la clase suspira, ellos sonrían cuando se asigna un tema. Para ellos es un placer comunicarse con otros y compartir sus conocimientos, ya sea verbalmente o por escrito. Muchos muestran inclinación por la mecánica y son ambidiestros. No es raro encontrar un niño Géminis que escribe con la mano izquierda y dibuja con la derecha. Es posible que se muerda las uñas, pero normalmente es de dedos delgados y flexibles, y le resulta fácil hacer trucos de prestidigitación y tocar instrumentos musicales. Su habilidad puede hacer de él un excelente cirujano, dentista o relojero. Las manos de Géminis son sensibles, expresivas y hábiles.

Tiene por lo general una notable capacidad para la imitación, y su agudo sentido del ingenio y de la crítica se muestra desde muy temprano. En casa o en la escuela, el niño Géminis vive en un mundo de ficción y de realidad que constantemente se entremezclan, donde la verdad se presenta con frecuencia como fantasía y la fantasía se disfraza de verdad. Es posible que de la impresión de exagerar y hasta de mentir pero, simplemente, no puede dejar de poner unas notas de color cuando relata un incidente, y es frecuente que él mismo se convenza de que sucedió de esa manera. En esos momentos hay que tratarle con suavidad, porque lo que hace en realidad es ensanchar y ejercitar su vívida imaginación. Más que hacerle sentir culpable por tener tanta imaginación se le debe aconsejar que diga siempre la verdad y que el cuento lo narre por escrito. Una vez haya aprendido esta técnica, será capaz de ver la diferencia entre sueños y hechos, en vez de quedarse perdido en algún rincón entre los dos mundos. Las criaturas Géminis a quienes no se les permite expresarse y comunicarse con naturalidad pueden, a manera de autodefensa, retirarse a un mundo parcial de ilusión. Es buena idea hacerles aprender idiomas desde pequeños, ya que probablemente los aprenderán sin esfuerzo. Como los niños Sagitario, al Géminis le vendrá bien su capacidad lingüística, porque conversará mucho y viajará mucho.

El niño Géminis que afirma que puede hacer los deberes al mismo tiempo que escucha la radio te dice probablemente la verdad. Si sus notas le dan la razón, ¿por qué no dejarlo? Géminis jamás se satisface con una sola actividad a la vez. Es como si tuvieran que vivir dos vidas en el tiempo que les ha sido asignado, de modo que tienen que absorber todo lo que pueden, y con la máxima rapidez posible. Los principales peligros son la falta de paciencia y la escasa disposición a persistir en el esfuerzo hasta aprender verdaderamente algo. Son niños en quienes hay que combatir la tendencia a dejar que la rapidez del intelecto y la volubilidad del ingenio los paseen por la superficie del conocimiento, sin profundizar.

A los niños Géminis puede resultarles difícil ser puntuales, porque a cualquier parte que vayan siempre se encontrarán con algo nuevo. Es posible que también les sea difícil escuchar sin interrumpir, porque captan instantáneamente la idea y no les interesa oír los detalles. A veces el mercuriano tiende a repetirse, pero no permitirá que los demás lo hagan y eso, naturalmente, puede irritar a la gente. En el aula, una mosca, un trozo de papel de colores o un hilo de humo que se ve por la ventana pueden distraerle. Ganar su atención nunca es fácil, pero cuando lo hayas conseguido encontrarás recompensa en la decidida curiosidad de Géminis, y te sentirás halagado por su interés.

En la adolescencia, los varones Géminis vivirán prácticamente pegados al teléfono, saldrán con una persona diferente cada semana, cambiarán cien veces de idea respecto de su futura carrera, conducirán el coche un poco demasiado rápido, meterán mano en el motor y te arreglarán la lavadora. Las chicas serán populares, y tan pronto se las verá en un diluvio de lágrimas como con una radiante sonrisa. Son chicos que te harán vivir con el alma en un hilo, pero te mantendrán joven.

Cuando tu hijo Géminis crezca por fin, mucha gente te comentara con desaprobación que <<está metido en demasiadas cosas a la vez>>. Y tú te reirás, y es posible que ellos se sientan molestos por ello. Pero es que estarás acordándote de un día de primavera, cuando él tenía siete años. Había metido los dedos en un pastel de chocolate, en la crema de afeitar del padre, en la pecera, en el tarro de basura, en una olla de sopa caliente y en un enchufe. Tú ya estabas furiosa. Después, al oscurecer, mientras le mirabas andar por el césped cazando luciérnagas, suspiraste, preguntándote en voz alta: <<¿Por qué no descansa un momento? ¿Por qué se mete en todo? ¿Qué demonios está buscando?>>. Él te oyó, y se inquietó. Jamás te olvidarás de la expresión de sus brillantes ojos claros al contestarte: Oye, mami... No se. Pero no te preocupes, que ya lo encontraré.

El jefe Géminis

–Voy en busca de mariposas– dijo–, que duermen entre el trigo

y con ellas hago pastel de carnero para venderlo por las calles.

Se los vendo a los hombres –dijo–, que navegan en mares turbulentos;

y de esta manera me gano el pan... un poco, por lo menos.

Un día, tu jefe Géminis será un reloj humano, con los ojos de lince que registran cada segundo que te demores en tomar el café. Al siguiente, ni se dará cuenta de que has tardado tres horas en volver de almorzar. Si quieres prever sus cambios, puedes arrojar una moneda al aire; es un método tan seguro como cualquier otro. Bien comprendo que te seria muy útil saber como se comportará tu jefe cada día.

Pero el ejecutivo Géminis tampoco sabe con que pie se va a levantar cada mañana, y si él no lo sabe, comprenderás que es imposible que yo pueda decírtelo. Lo mas seguro es no esperar que hoy sea lo que fue ayer, y en cuanto a mañana, cruzar los dedos.

Como ejecutivo, puede ser brillante, pero inquieto. Géminis se encuentra más cómodo en el sillón presidencial que otros signos mutables como Virgo, Piscis o Sagitario, pero no tiene condiciones para dirigir o mandar a otras personas durante toda su vida. Un Géminis que crea haber nacido para dirigir con calma y resolución una gran empresa se está engañando (claro que siempre hay excepciones a la regla, como por ejemplo un Géminis con ascendente en Leo y la Luna en Libra). En primer lugar, a los de este signo se les hace difícil estar sentados más de una hora detrás de un escritorio. El presidente Kennedy, uno de los raros Géminis con dotes para asumir las cargas del liderazgo, resolvió elegantemente este problema. Muy simple: liberaba su energía nerviosa moviendo frenéticamente su mecedora.

Si es Mercurio quien le riñe, tu jefe necesita movimiento. Géminis es un signo de aire, y ¿has visto alguna vez que el aire se quedara quieto? Puede parecerlo, a veces, en un día caluroso y húmedo (y lo mismo pasará con Géminis si lo encuentras en un momento excepcional), pero en ambos casos, eso no es mas que una ilusión. El jefe Géminis típico hará un agujero en la alfombra, a fuerza de pasearse de un lado para otro si se encuentra demasiado tiempo enjaulado en una oficina. Se siente mas a gusto como consultor administrativo, experto en rendimiento o vicepresidente encargado de mediar en los problemas laborales, que si se ve obligado a adaptarse al estrecho molde de un puesto de nueve a cinco, por mas fantástico que sea el nombre del cargo. Géminis funciona a base de ideas, principios y abstracciones; la monotonía y las responsabilidades materiales del ejecutivo medio terminan por reducir el vuelo de su espíritu. De ahí que cuando un mercuriano llega a aterrizar en un cargo ejecutivo, lo primero que hace es ejercitar su agudo espíritu de discriminación para delegar autoridad en quienes le rodean. Serán estos especialistas, cuidadosamente elegidos, quienes en realidad dirijan la empresa, y él dedicará su propia mentalidad inquieta a idear planes innovadores y proyectos originales que duplicarán los beneficios de la empresa y reducirán sus gastos generales. Los aburridos detalles mundanos impacientan a Géminis.

Si en tu empresa acaba de entrar un jefe Géminis, hay que esperar que se produzcan unos cuantos cambios en breve plazo. Probablemente, la forma de comunicación mas lenta sean los cablegramas, y es posible también que haga instalar unas cuantas conexiones telefónicas mas que su predecesor. Tu nuevo jefe Géminis no llevará una semana en el trabajo sin que haya empezado a husmear inquisitivamente todas las actividades de la empresa. Tan pronto como sepa que es lo que se hace y como se hace, querrá saber el por qué. Y si le contestas que siempre lo habéis hecho de esa manera, conseguirás que el brillo de sus ojos se convierta en un resplandor helado capaz de congelarte a treinta pasos de distancia. A Géminis no le interesa ni le impresiona en absoluto la tradición. Cuando le dicen que algo es una vieja costumbre, ya es razón suficiente para que él quiera cambiarla.

El jefe mercuriano típico hará cambiar los muebles de lugar, una vez por semana le pondrá los pelos de punta a su secretaria con la nueva idea para organizar el archivo de manera más eficiente, y cambiará los horarios de trabajo hasta encontrar uno que le satisfaga.

Hay una cosa con la que puedes contar, y es una de las pocas de que se puede estar seguro con un nativo Géminis: jamás será monótono. También es raro que sea dogmático. Sus opiniones son flexibles. No podrás engañarle ni confundirle, porque su mentalidad mercuriana captará instantáneamente las circunstancias, atravesará las cortinas de humo y verá con absoluta claridad todos los aspectos de la cuestión. Eso significa que tampoco le cuesta mucho descubrir las intrigas. A veces podrás jurar que tiene ojos en la nuca, y hasta dos oídos más que los demás. Y hablando de rarezas anatómicas, incluso es difícil creer que no tenga más que dos pies, tantas serán las veces que parecerá estar en dos lugares al mismo tiempo.

Nunca temas que tu patrono Géminis te odie o se convierta en tu enemigo. No es mucha la gente que le interesa durante el tiempo necesario para un sentimiento tan intenso. Tú no ocuparás su pensamiento durante más de una hora por vez, y eso no es bastante para cultivar sentimientos violentos, ni a favor ni en contra. Además, es capaz de comprender perfectamente como se sienten otras personas.

Tal vez te sorprenda descubrir que, por más que él sea un individualista en todos los sentidos, es posible que tu jefe Géminis no te trate como un individualista. Parece una incongruencia, pero la dualidad de este signo ofrece más de una sorpresa. No quiero decir que no respetará tus opiniones individuales, al contrario. La mentalidad de Géminis es tan abstracta que a veces no ve más que el diseño básico, tanto en los objetos como en la gente. Toda clase de gente le resultará fascinante, pero tiende a clasificarlos de acuerdo con sus capacidades, ideas y potencialidades.

Sin embargo, esta extraña manera de ver no le hace rechazar a los demás, de ninguna manera. Aunque su forma de enfocar las cosas sea mucho mas racional que emocional, le gusta tanto la gente que, a su vez, no puede menos que caerles bien. Sin el constante desafío del contacto humano, Mercurio se secaría, se evaporaría. Su signo le exige que sea sociable y que viva a través de los demás, porque de lo contrario, es desdichado. Será raro que lo veas solo. Es posible que clasifique a la gente por tipos, y que no se apegue emocionalmente, pero necesita tenerlos a su alrededor.

Es probable que tu patrono Géminis tenga considerable poder de persuasión. Es capaz de convencerte de que hagas o dejes de hacer cualquier cosa, simplemente envolviéndote en ese encanto y ese ingenio irresistibles que él tiene, pero que son un talento compensatorio que le concedieron los planetas al nacer, para ocultar la frialdad básica de su naturaleza. Géminis vive en el aire, en etéreos palacios inalcanzables para las personas promedio. Su verdadero carácter, pese a su cordialidad superficial, es tibio, retraído y solitario en última instancia; aunque frecuentemente busque compañía, lo que persigue en verdad es algo que hay dentro de él. Sin embargo, no es hosco. Su forma de ser puede ser cordial y compasiva, pero al mismo tiempo ofrece su simpatía y su comprensión de la misma manera que ofrece amor y amistad: a distancia.

Tendrá excelente sentido del humor, y te será más fácil ganártelo con una broma que con lágrimas. No es manifiestamente sentimental, y siempre es capaz de ver el aspecto ridículo de las cosas. El sentido del humor es un requisito previo a la verdadera inteligencia, de modo que no es sorprendente encontrarlo en los mercurianos, aunque a veces pueda mostrarse teñido de áspero sarcasmo. En una oficina dirigida por un Géminis siempre habrá un pequeño torbellino de confusión... y una actividad constante. Pero el confundido no será nunca él.

Géminis es especialista en purificar aguas lodosas dejándolas claras. La rapidez de su ojo y la de su cerebro están perfectamente sincronizadas, y es probable que el ojo tenga una chispa muy especial. Será el mejor vendedor de la compañía, el mejor para los discursos y para atender gente. Y probablemente viajará tanto que tendrá siempre una maleta lista para salir en el primer avión. Si flirtea con esa secretaria nueva, tan bonita, será bueno advertirle a la chica que la cosa no va en serio; él no hace más que ejercitar su encanto.

Disfruta de tu jefe mientras puedas, porque Géminis se aburre súbitamente después de haber logrado un éxito comercial o financiero y, mucho antes de llegar a jubilarse, se va en busca de nuevos desafíos. Antes de que parta, aprende lo que puedas de su estrategia, que es realmente fantástica. Es un experto en ambigüedades. Es capaz de darte vuelta a un argumento, confundirte, ponerte cabeza abajo y tenerte de su lado antes de que tú te des cuenta de lo que ha sucedido. Sin embargo, así como es astuto en las situaciones competitivas, también es un soñador incurable, y un narrador excelente. No prestes atención a la nacionalidad que el declare. No importa que haya nacido en Israel, en Australia o en Afganistán, todos los Géminis del mundo son irlandeses en lo profundo de su corazón.

¿Cómo se explica, si no, ese maravilloso don de zalamería?

Fíjate en todas las corbatas verdes que usa. Es lo que te digo...

El empleado Géminis

–Ha llegado el momento–dijo la Morsa– de hablar de muchas cosas raras:

de zapatos, de barcos y de lacre, de coles y de cucharas,

y de por qué el mar es turbulento, y de si los cerdos tienen alas.

Pero... de que sirve una pobre vocecita contra un conjunto de tres lenguas?

¿Hay en su oficina algunos empleados que hablan deprisa, se mueven deprisa y piensan deprisa? ¿Qué son jóvenes de aspecto y de conducta, no importa cual sea su edad? ¿Y son imprescindibles, inquietos, originales e impacientes? ¡Pues usted si que es despierto! Ha contratado unos cuantos empleados Géminis.

Es fácil entender por qué. Dado el encanto y la seducción que tienen, por no hablar de ese intelecto relampagueante y esa imaginación creativa, era lo menos que podía usted hacer. Ahora que ya ha tenido oportunidad de ver a los mercurianos en acción, habrá advertido que son más capaces que nadie de tomar una idea abstracta y reducirla a una fórmula. Su empleado Acuario puede pensar en términos desaforadamente abstractos, Aries puede salirle con algunas ideas recién sacadas del horno y bañadas de entusiasmo, y Virgo es capaz de organizar meticulosamente los detalles. Pero Géminis puede hacer las tres cosas.

Sin embargo, antes de despedir a los demás, acuérdese de que Géminis no tiene la intensidad de impulso de Aries, ni su buena disposición para trabajar fuera de horario. También les falta la fija y constante determinación de Acuario y no entenderán jamás la perdurable y fiel dedicación de Virgo. No hace falta que le hable de los demás signos solares, con esto ya tiene la idea general. Por más que sea una personalidad dual, su empleado Géminis no es un hombre que valga para todo. Es, de todos, el que más se le aproxima, pero de todas maneras usted necesitará de sus demás colaboradores.

Géminis comparte con Virgo, Aries, Leo y Escorpio una capacidad innata para hacer frente a cualquier emergencia. Puede dominar rápidamente una crisis. El Géminis típico tomará decisiones instantáneas y se pondrá en acción cuando la mayoría de los que le rodean están todavía encerando los esquís. Se aburre fácilmente con la rutina y adora la libertad, de manera que no trate usted de encadenarlo a su mesa de trabajo. Preferiría pasarse una temporadita en Sing Sing antes que trabajar como un esclavo del reloj. En prisión, por lo menos, podría dedicar su mentalidad inquisitiva a estudiar el comportamiento de los demás reclusos. Pero sinceramente, quisiera señalar aquí que un Géminis entre rejas es un solitario que no ha podido encontrar el lugar adecuado para sus múltiples talentos en una sociedad súper organizada y conformista. Más de un falsificador o ladronzuelo Géminis es, básicamente, tan honrado como el juez que le condenó, y dos veces más idealista. Cuando a Géminis se le hace sentir, en la infancia, culpable por su vivaz imaginación y su energía incansable, cuando después en el mundo de los negocios le critican constantemente por ser demasiado innovador y negarse a entrar en los viejos moldes, su elevado sentido moral, en lo mental y en lo social, se resiste y el mercuriano echa a andar por la única senda original que en su sentir le resta.

La mayoría de los Géminis son tan fecundos y persuasivos que hablando pueden convencer a la gente de que compre cosas que no llegarán a usar siquiera. Siempre es un acierto confiar a su talento las ventas o las actividades de promoción.

Cuando el pico de oro de Géminis comience a ensalzar las virtudes de su empresa, usted mismo no la reconocerá, por más que también esté ciego de admiración por su compañía. Confíe a su Géminis las ventas al público, o encárguele de engatusar a sus clientes en los restaurantes o en los campos de golf. O haga que le lleve a cabo la promoción callejera y se encontrará con una avalancha de buena voluntad y de órdenes de compra. Si no hay mas remedio que tenerlo en la oficina, fíjese bien dónde lo pone. La supervisión no le resulta tan irritante como a Leo o Aries, pero se pondrá nervioso y trabajará mal si se ve constreñido y no se le permite expresarse. Cuando esto suceda, su empleado Géminis romperá las cadenas y se ira con viento fresco en busca de mas libertad, sin pensarlo dos veces. Bueno, no hace falta que salga corriendo a ver si todavía está en su escritorio. No va a salir volando ni a hacerse humo sin haber tenido ocasión de exponerle a usted sus razones y convencerlo de su punto de vista. A menos que él mismo le diga directamente otra cosa, lo más probable es que esté tan contento como podría estarlo sobre la tierra el alado mensajero de los dioses haciendo cualquier cosa que usted haya confiado a su despierta mentalidad.

Si en la oficina se organiza cualquier tipo de apuestas entre el personal, ya verá cómo Leo, Aries y Sagitario juegan ostentosamente, pero puede apostar usted el recuerdo romántico que mas quiera a que quien lo organizó todo fue probablemente una de esas descargas eléctricas nacidas en junio que tiene usted por empleado. Géminis no se jugará extravagantes sumas de dinero en proyectos complicados e inconscientes, con la facilidad con que puede hacerlo Leo, el León. Es mas probable que se decida a arriesgar su seguridad en una situación que suponga un desafío para su ingenio, donde la acción sea rápida y los beneficios inmediatos. En su conversación abundarán las frases como <<Veamos cómo viene la mano>>, <<Vale la pena jugarse>> o <<Yo pruebo cualquier cosa una vez>>. Y claro que si. Prueba cualquier cosa una vez, porque para la segunda ya no está. Se ha aburrido antes.

Su empleado mercuriano puede brillar por su ausencia física o mental (lo mismo da) durante la temporada de béisbol o cuando hay campeonatos de golf. A la mayoría de los nacidos bajo este signo les encantan esos deportes, y muchos de ellos los practican, gracias a la sobrenatural destreza geminiana. No es mucho lo que Géminis no pueda hacer con una buena sincronización de su inteligencia y de sus manos, y desde luego está perfectamente capacitado para calcular con toda precisión un golpe de bate o hacer un hoyo en los greens de un solo golpe. Es frecuente que el deporte lo atraiga como manera de descargar toda esa energía nerviosa, pero a la larga, los Géminis prefieren ejercitar el ingenio y poner a prueba la mente, con lo que puede apuntar muchísimos tantos para su empresa. De todas maneras, hay que insistirle en que practique actividades físicas, que le cansen, para que pueda dormir. Todos ellos son propensos al insomnio. Muchos empleados Géminis que trabajan en lugares donde les exigen que lleguen temprano por la mañana se distinguen fácilmente por las ojeras.

Los Géminis mantendrán su despacho bullente de actividad, de bromas y de alegría, pero harán su trabajo. Una secretaria mercuriana puede ser la dactilógrafa más rápida del mundo, e insuperable para tomar dictados. Normalmente, si es una Géminis típica, sabrá redactar una carta con claridad e inteligencia, con sólo que usted le de una idea del asunto. Pero a pesar de todo su talento como secretaria, sería más acertado que la pusiera usted en la recepción, donde podrá hechizar a todos los que entren por la puerta al mismo tiempo que maneja el conmutador. (Para una chica de Mercurio, hacer dos cosas al mismo tiempo, y hacerlas bien, no es ningún problema.) Ya verá usted cómo le llama menos gente rezongona. Y no sólo será capaz de hechizar a los extraños con su dulzura y su inteligencia, sino que difícilmente se le mezclarán las líneas y le interrumpirá en mitad de una conferencia con Kalamazoo para comunicarle con Katanga.

Me falta advertirle que no se le ocurra consultar con Géminis problemas de ascensos, bonificaciones, comisiones y cosas por el estilo. Para la labor de asesoramiento, recurra a un austero Capricornio, al dogmatismo de Tauro o al sentido común de Virgo. Si no la habilidad dialéctica de Géminis puede inducirle a que le ascienda a él a un puesto más alto (aunque para eso tenga que despedir a su cuñado) y a pagarle dos veces mas de lo que usted mismo gana. Géminis puede hacer que todo eso parezca impecablemente 1ógico, de manera que es preferible no discutir las cuestiones financieras con un persuasivo mercuriano. Si usted se anima al jueguecito, adelante. Pero puede ser que termine el partido prometiéndole una remuneración semanal que alcanzaría para pagar durante un año a un par de Virgos o de Cangrejos.

Si tiene empleados mercurianos, más de una vez andará por los pasillos pisando corazones destrozados. Uno o dos flirteos por mes, y una manera bastante versátil de cambiar de opinión constituyen el comportamiento estándar de Géminis, hasta que madure. A menos que su carta natal indique una naturaleza más estable, muchos Géminis tienen un aire de juvenil irresponsabilidad. Mentalmente, tienen un millón de años por lo menos, pero sus emociones son las de la adolescencia... y su aspecto también.

La verdad es que a Géminis, como a Peter Pan, le enferma crecer. Y, como Peter, necesita una Wendy tan vivaz como él para que le entienda y le deje ir y venir a su gusto. Si usted es de los jefes a quienes les gusta hacer el papel de Cupido en la oficina, no le presente mas que chicas de ese tipo, porque si no, no pasará mucho tiempo antes de que tenga usted que adelantarle dinero para pagar los alimentos.

¿Quiere dar verdadero impulso a su oficina? Ponga juntos en un despacho a un Aries y a un Géminis para que estudien un proyecto nuevo. Después, llénese de algodón los oídos para protegerse los tímpanos de un ruido como el de cien máquinas de sumar y doscientos teletipos que marcharán al mismo tiempo. Quédese cerca, con una red grande y resistente para atrapar todos los globos rosados que empezarán a volar por el aire, lléveselos a su despacho y, antes de pincharlos con un alfiler, estúdielos cuidadosamente.

Es probable que alguno de ellos contenga una idea de un millón de dó1ares.

 

 
 
 
 

 
 

 
         
         
       
       
       
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