Desde
la aceptación del fenómeno OVNI, muchos han sido los investigadores que se
han sumergido en los textos históricos y religiosos en búsqueda de rastros
de anteriores apariciones de OVNIs. Como resultado de ello se han
producido multitud de libros, algunos de ellos con títulos tan curiosos
como "La Biblia y los platillos", "Dios viaja en platillos", o "Los OVNIs
en la historia"". Queda claro que si en la actualidad, con multitud de
Centros Privados de Investigación del Fenómeno Ovni, múltiples testimonios
brindados por personas de diferentes latitudes y hasta gobiernos
interesados en el tema, resulta imposible aseverar con rigor científico la
existencia de los OVNIs y de seres extraterrestres, las conclusiones
obtenidas a través de los diversos estudios practicados sobre testimonios
históricos revisten el carácter de meras especulaciones. Uno de los
testimonios mas cercanos en el tiempo data del siglo XIX y se trata de una
caso que, actualmente, hubiera acaparado la primera plana de todos los
periódicos. El 19 de abril de 1897, hacia las 22:30 horas, el campesino de
Kansas, Alexander Hamilton, fue despertado por un ruido procedente del
corral donde guardaba sus animales. Decidió verificar que sucedía, y, al
mirar hacia el exterior, ante su estupor, y según declaraciones publicadas
en los diarios de la época, "observó que una aeronave descendía lentamente
entre sus animales...", a una distancia aproximada de la casa de unos 200
metros. Luego de un primer momento, decidió llamar a su hijo y a uno de
los peones, dirigiéndose los tres hacia la nave, armados de hachas. Para
ese entonces, la aeronave flotaba suspendida en el aire, a una cierta
distancia del suelo. Hamilton manifestó en declaración jurada, que tenía
forma de cigarro, calculando su longitud entre 80 y 90 metros.
observándose debajo de la misma una halo transparente, de gran
luminosidad. Afirma, asimismo, que dentro de la aeronave viajaban media
docena de seres extraños, que dirigieron hacia él un haz de luz. A los
pocos momentos y según palabras de Hamilton, se escuchó un zumbido, y la
nave se puso en movimiento.
Al
elevarse, los asombrados testigos pudieron apercibirse de que de una
especie de lazo. colgaba una de las vacas del corral, la cual apareció
luego en el predio de un vecino. Mejor dicho, aparecieron sus despojos:
cabeza, patas y cuero. El periódico Colony Free Press, de Kansas,
aseveraba al relatar el hecho: "no se trata de una aeronave de este mundo.
Creemos que se halla bajo control de científicos marcianos..." Es decir,
en el siglo XIX se hablaba ya de seres extraterrestres, mas concretamente
de marcianos. Ya en 1976 el astrónomo inglés Edmund Halley era informado
por un matemático italiano de la observación de un objeto de tamaño
inusual, que había cruzado toda la península a una altura superior a los
60.000 metros, a una velocidad calculada en 15.360 kilómetros por hora. Al
año siguiente, el mismo Halley tendría la oportunidad de observar "una
gran luz celeste a muchas millas de altitud, visible en todo el sur de
Inglaterra." También observaría, ya en 1716, la evoluciones de un OVNI,
cuyo resplandor le permitiría leer sin esfuerzo alguno durante la noche.
Según el libro de navegación de Cristóbal Colón, hacia las 22 horas del 11
de Octubre de 1942, tanto él como otro tripulante de su carabela, pudieron
divisar "una luz trémula a gran distancia", la cual se desvanecía y volvía
a aparecer reiteradamente. Si bien es cierto que muchos de estos fenómenos
podrían merecer explicaciones que entrarían dentro del campo de la
meteorología, existen otros muchos que saldría airosos de cualquier examen
científico y que entran dentro de los misterios, aún sin resolver en
nuestros días. Ya en los tiempos de Carlomagno, existen constancias de
presuntos contactos con seres extraterrestres.
Según
Brinsley le Poer Trench en "The Flying Saucer Story", un grupo de
terrestres fue llevado por tripulantes de una aeronave para mostrarles
como vivían los seres del espacio. Al regresar a la Tierra, como
consecuencia del relato de su experiencia, fueron tomados por el populacho
como <brujos>, siendo torturados e incluso, alguno de ellos, muertos.
Retrotrayéndonos aún mas en el tiempo y examinando los textos sánscritos,
encontramos las referencias a los "vim anas", divinidades guerreras que
surcaban el cielo en aeronaves, portando aterradoras armas. En el "Drona
Parva", antiquísimo texto sánscrito, traducido al inglés en el año 1889
por Protap Chandra Roy, puede leerse: "Salió disparado un proyectil
brillante, poseído del resplandor de un fuego sin humo, y las huestes
enemigas quedaron rodeadas por una densa oscuridad: por todas partes se
hizo la oscuridad. Soplaban vientos terribles y las nubes se elevaban,
rojas como la sangre: los mismos elementos mostraban su confusión. Giraba
el Sol, y el mundo, achicharrado por el calor de aquella arma, parecía
presa de una fiebre. Los elefantes huían despavoridos, buscando refugio.
Las criaturas acuáticas se abrazaban y el enemigo caían como árboles
derribados por un voraz incendio... Corceles y carros, destruídos por la
energía de aquella arma, semejaban tocones sumidos por la conflagración
del bosque. Por todas partes se derrumbaban carros a millares. Y entonces,
la oscuridad se abatió sobre el ejército...". Los manuscritos antiguos
mencionan también a la "Saeta de Indra", poderosa arma accionada por lo
que hoy sería descrito como mecanismo de reflexión circular-. Con los
conocimientos actuales, no resulta en absoluto difícil asimilar esas
descripciones a las modernas bombas atómicas o al rayo láser. Pero...
¿quiénes poseían entonces el conocimiento suficiente para su utilización?.
Sobre los múltiples testimonios que contienen los textos sánscritos, el
catedrático Maharishi Bharadwaja, ha realizado una versión inglesa editada
por la Academia Internacional de Estudios Sánscritos de Mysore, India, que
posee el sugerente título de "Aeronáutica: un manuscrito prehistórico".
Hechos resonantes, ¿Intervención en la raza humana?
Una
distinta visión de la evolución
Vamos
a pensar en la siguiente hipótesis: en una isla, desolada en el Pacífico,
vivía una tribu de nativos en un estado cultural equivalente a la Pre-Historia,
y que conocían apenas otros aborígenes, como ellos. Cierto día, durante la
Segunda Guerra Mundial un hidroavión de reconocimientos de la marina de
los Estados Unidos sobrevoló la isla a la procura de japoneses.
Los
nativos nunca habían visto un "ave" plateada, ni tan grande y tan
barullenta como aquella. Se asustaron cuando cuando la nave posó en sus
aguas, aterrados mas aún cuando, de su interior, salían dos seres como
ellos que jamás habían visto. Eran blancos, usaban un uniforme militar,
botas, armas de fuego, anteojos "Ray-ban"; eran en fin, dioses.
Los
nativos, entonces, se postraron en respeto de los dioses Joe y Harry,
comandantes de la misión. Los blancos usaron un maletín de primeros
auxilios para curar la herida de un niño que había caído de un árbol,
distribuyeron chocolates a los pequeños, algunos encendedores y
prometieron (con gestos) volver algún día. Partieron. Luego los nativos
construyeron una réplica, en paja, de aquel pájaro mágico que trajera a
los dioses blancos, que curaban una herida con pociones milagrosas y
dieran a los hombres de la tribu la fantástica capacidad de hacer fuego
sin la ayuda de palitos. Y los chocolates, considerados alimentos
sagrados, están hasta hoy preservados.
Descontando algunos detalles que fueron inventados, eso realmente sucedió
en un isla próxima a Indonesia, en el Pacífico. Y el pájaro de paja allá
está, como una enigmática interrogación.
Ahora
vamos a archivar en la memoria esa posibilidad y reflexionar un poco sobre
una nueva cuestión: Lo que es la historia. ¿Cómo fue que el género humano
comenzó su aventura? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Existen millares de versiones posibles para la historia. Y entre ellas hay
varias que admiten la presencia de extraterrestres en el pasado del hombre
y del Planeta Tierra.
Sus
adeptos todavía no llegaron a un consenso sobre como llamar esta forma de
ver nuestra historia. Algunos por ejemplo, proponen el nombre de
ufoarquelogía ya que la fuente básica de su investigación está en el
reconocimiento de señales de visitantes del espacio en los registros del
pasado del hombre.
Pero
el nombre es lo que menos importa. Lo que mas interesa es la cuestión de
que es imposible no haber nadie mas inteligente o lo mismo otras
civilizaciones fuera de nuestro planeta, y que, en un determinado momento
de la historia humana, extraterrestres muy evolucionados interferirán en
la vida del planeta Tierra.
Estos
visitantes estarían ampliando artificialmente la capacidad evolutiva del
hombre, estarían enseñando algunos principios científicos y civilizatorios
en diversos puntos del planeta, y tendrían hasta peleas entre sí, en
terribles guerras en el cielo. Después, partieron con la promesa de
volver. En verdad, por lo que el hombre registró, ellos nunca dejaron de
vigilar, visitar y estudiar la Tierra.. Aunque oficialmente se considera
que el primer OVNI fue observado por Kenneth Arnold, en 1947, los
registros apuntan la presencia de extraterrestres en todas las épocas y en
todos los continentes. |