La propiedad
intelectual de esta charla recae sobre el profesor S.W.Hawking. Queda
prohibida la reproducción, edición o distribución de este documento, en
forma alguna, con fines lucrativos.
En ciencia ficción,
la curvatura del espacio y del tiempo son eventos comunes. Se les
utiliza para viajes rápidos alrededor de la galaxia, o para viajes en el
tiempo. Pero a menudo, la ciencia ficción de hoy es la ciencia empírica
del mañana. De modo que ¿cuáles son las posibilidades de curvar el
espacio y el tiempo?.
La
idea de que el espacio y el tiempo pueden sufrir torsiones o curvarse,
es bastante reciente. Durante más de dos mil años, los axiomas de la
geometría Euclídea fueron considerados verdades evidentes. Como todos
aquellos que se han visto forzados a estudiar geometría Euclídea en el
colegio recuerdan, una de las consecuencias de estos axiomas es, que los
ángulos de un triángulo, sumados en conjunto, dan como resultado 180
grados.
Sin embargo,
durante el último siglo, la gente comenzó a darse cuenta de que existían
otras formas posibles de geometría, en la que los ángulos de un
triángulo, no necesariamente suman 180 grados. Considere, por ejemplo,
la superficie de la Tierra. Lo más cercano a una línea recta en la
superficie de la Tierra es lo que llamamos, un gran círculo. Estos son
los caminos más cortos entre dos puntos, por eso las compañías aéreas
los emplean como rutas de vuelo. Considere ahora el triángulo en la
superficie de la Tierra compuesto por el ecuador, la línea de 0 grados
de longitud que atraviesa Londres, y la linea de 90 grados longitud este
que atraviesa Bangladesh. Las dos líneas de longitud cortan el ecuador
formando un ángulo de 90 grados. Las dos líneas de longitud se
encuentran también en el polo norte formando otro ángulo de 90 grados.
Por ello, tenemos un triángulo con tres ángulos rectos. Los ángulos de
este triángulo sumados en conjunto dan como resultado 270 grados. Esto
supera a los 180 grados de un triángulo sobre una superficie plana. Si
dibujamos un triángulo con una superficie en forma de silla de montar,
descubriremos que la suma de sus ángulos da un resultado menor a 180
grados. La superficie de la Tierra, es lo que conocemos como espacio
bidimensional. Lo cual significa que puedes moverte a través de la
superficie de la Tierra en dos direcciones, las cuales forman un ángulo
recto entre si: puedes moverte norte-sur, o este-oeste.
Pero
por supuesto, hay una tercera dirección que forma ángulos rectos con las
otras dos, y esa dirección es arriba-abajo. Lo que es tanto como decir
que la superficie de la Tierra existe en un espacio tridimensional. El
espacio tridimensional es plano. Lo cual significa que obedece a la
geometría Euclídea. La suma de los ángulos de un triángulo es de 180
grados. Sin embargo, podríamos imaginar una raza de criaturas
bidimensionales que pudiesen moverse sobre la superficie de la Tierra,
pero que no pudiesen experimentar la tercera dirección, es decir
arriba-abajo. Ellos no conocerían el espacio plano tridimensional sobre
el que se apoya la superficie de la Tierra. Para ellos, el espacio sería
curvo, y la geometría no sería Euclídea.
Sería muy
difícil diseñar un ser viviente que pudiese existir en solo dos
dimensiones.
La comida que la criatura no podría digerir, debería escupirla por el
mismo sitio por el que entró. Si hubiese un pasaje que atravesase al
animal a lo largo, tal y como nosotros tenemos, el pobre animal acabaría
deshecho en dos partes.
De
modo que tres dimensiones, parecen ser las mínimas exigibles para la
vida. Pero así como se puede pensar en seres de dos dimensiones viviendo
sobre la superficie de la Tierra, también cabria imaginar que el espacio
tridimensional en el que vivimos, era la superficie de una esfera, en
otra dimensión que nosotros no vemos. Si la esfera fuese muy grande, el
espacio parecería ser casi plano, y la geometría Euclídea sería una
estupenda aproximación sobre distancias pequeñas. Pero nos daríamos
cuenta de que la geometría Euclídea no funcionaría para grandes
distancias. Como ilustración de esto, imaginemos un equipo de pintores,
dando capas de pintura sobre la superficie de una enorme bola.
A
medida que el grosor de las capas de pintura se incrementa, el área de
la superficie crece. Si la bola estuviese en un espacio plano
tridimensional, se podría seguir añadiendo pintura indefinidamente, y la
bola se haría más y más grande. Sin embargo, se el espacio
tridimensional fuera realmente la superficie de una esfera en otra
dimensión, su volumen sería enorme pero finito. A medida que se añaden
más capas de pintura, la bola llegaría eventualmente a llenar la mitad
de la superficie del espacio. Después de eso, los pintores descubrirían
que están atrapados en un región cuyo tamaño siempre decrece, y casi la
totalidad del espacio, estaría ocupado por la bola, y sus capas de
pintura. De modo que descubrirían que viven en un espacio curvado, y no
plano.
Este ejemplo
demuestra que no se puede deducir la geometría del mundo partiendo de
sus primeros principios, tal y como los antiguos griegos pensaban. En
lugar de eso, hay que medir el espacio en el que vivimos, y descubrir su
geometría experimentalmente. Sin embargo, aunque en 1854 el alemán
George Friedrich Riemann, desarrolló un modo para describir espacios
curvos, permaneció como una parte incompleta de las matemáticas durante
60 años. Podía describir espacios curvos que existiesen en el abstracto,
pero no había razones por las que creer que el espacio físico en el que
vivimos pudiese ser curvo. Esa idea llegó solo en 1915, cuando Einstein
presentó la Teoría General de la Relatividad.
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La
Relatividad General fue una revolución intelectual fundamental que ha
transformado la forma en que pensamos sobre el universo. Es una teoría
no solo sobre la curvatura del espacio, sino también sobre la curvatura
del tiempo. En 1905, Einstein había comprendido que el espacio y el
tiempo están íntimamente conectados el uno con el otro. Se puede
describir la localización de un evento con cuatro números. Tres de ellos
describen la posición del mismo. Podrían ser, por ejemplo, millas al
norte y al este de Oxford, y altura sobre el nivel del mar. En una
escala mayor, podrían representar la latitud y la longitud galácticas, y
la distancia desde el centro de la galaxia. El cuarto número, es el
tiempo del evento. Así, uno puede pensar sobre el espacio y el tiempo en
forma conjunta, como una entidad tetradimensional llamada
espacio-tiempo. Cada punto del espacio tiempo está determinado por
cuatro números que especifican su posición en el espacio y en el tiempo.
Combinar de esta forma el espacio y el tiempo resultaría bastante
trivial, si uno pudiera descombinarlos de una manera única, es decir, si
hubiera una única forma de definir el tiempo y la posición de cada
evento. Sin embargo, en un importantísimo artículo escrito en 1905,
cuando era un empleado de la Oficina Suiza de Patentes, Einstein
demostró que el tiempo y la posición en los cuales uno piensa que
ocurrió un evento, dependían de cómo uno se estaba moviendo. Esto
significaba que el espacio y el tiempo estaban indisolublemente ligados
el uno con el otro. Los tiempos que diferentes observadores le
asignarían a los eventos estarían de acuerdo si los observadores no se
estaban moviendo en relación de unos con los otros. Pero diferirían en
forma creciente de acuerdo a cuanto mayor fueran sus velocidades
relativas. Así que uno puede preguntarse cuán rápido debe moverse para
que el tiempo de un observador pudiera marchar hacia atrás con relación
al tiempo de otro observador. La respuesta se da en la siguiente jocosa
quintilla:
Había
una jovencita en Granada
Que más rápido que la luz viajaba,
Un día inició su partida
De una forma relativa
Y regresó en la previa alborada.
Así que todo
lo que necesitamos para viajar en el tiempo es una astronave que vaya
más rápido que la luz. Desafortunadamente, en el mismo artículo Einstein
demostró que la energía necesaria para acelerar a una astronave crecía
cada vez más y más, a medida que se acercaba a la velocidad de la luz.
Así que se necesitaría una cantidad infinita de energía para acelerar
más allá de la velocidad de la luz.
El artículo
de Einstein de 1905 parecía eliminar la posibilidad de viajar hacia el
pasado. También indicaba que el viaje espacial hacia otras estrellas
sería un asunto lento y tedioso. Si uno no podía viajar más rápido que
la luz, el viaje de ida y vuelta hasta la estrella más cercana tomaría
por lo menos ocho años, y hasta el centro de la galaxia un mínimo de
ochenta mil años. Si la nave viajara muy cerca de la velocidad de la
luz, podría parecerle a la tripulación abordo de la misma que el viaje
al centro galáctico hubiera durado solamente unos pocos años. Pero eso
no sería de mucho consuelo, si cuando volvieran a casa todos los que
hubieran conocido hubieran estado muertos y olvidados hace miles de
años. Eso no era muy bueno para los “westerns” espaciales, así que los
escritores de ciencia-ficción tuvieron que buscar en otros lados para
soslayar esta dificultad.
En un
artículo de 1915, Einstein mostró que los efectos de la gravedad podrían
ser descritos, suponiendo que el espacio-tiempo era curvado o
distorsionado por la materia y la energía que contenía. Podemos observar
realmente esta curvatura producida por la masa del Sol, en la ligera
curvatura sufrida por la luz o las ondas de radio que pasan cerca del
Sol.
Esto ocasiona que la posición aparente de la estrella o de la fuente de
radio-ondas se traslade ligeramente, cuando el Sol se encuentra entre la
Tierra y el objeto observado. El cambio de posición es muy pequeño, de
alrededor de una milésima de grado, equivalente a un desplazamiento de
una pulgada a la distancia de una milla. No obstante, puede ser medido
con mucha precisión, y concuerda con las predicciones de la Relatividad
General. Tenemos evidencia experimental de que el espacio y el tiempo
están curvados. La combadura en nuestro vecindario espacial es muy
pequeña, porque todos los campos gravitacionales en el sistema solar son
débiles. Sin embargo, sabemos que pueden ocurrir campos muy fuertes, por
ejemplo durante el Big Bang, o en los agujeros negros. Así, el espacio y
el tiempo pueden ser lo suficientemente curvados como para satisfacer
las demandas de la ciencia-ficción, en cosas tales como impulsos hiper-espaciales,
agujeros de gusano, o viajes en el tiempo. A primera vista, todo esto
parece ser posible. Por ejemplo, en 1948, Kurt Goedel halló una solución
a las ecuaciones de campo de la Relatividad General que representa un
universo en el que toda la materia está rotando. En este universo, sería
posible partir hacia el espacio en una astronave y regresar antes del
despegue. Goedel estaba en el Instituto de Estudios Avanzados en
Princeton, donde Einstein pasó también sus últimos años. Era más
conocido por probar que no se podía probar nada como verdadero, aún en
un asunto aparentemente tan simple como la aritmética. Pero lo que probó
acerca de que la Relatividad General permitía el viaje en el tiempo
realmente conmovió a Einstein, quien había pensado que eso era
imposible.
Ahora sabemos
que la solución de Goedel no puede representar al universo en el cual
vivimos, ya que el suyo no está en expansión. También contiene un valor
bastante alto para una cantidad llamada constante cosmológica, el cual
generalmente se cree que es de cero. Sin embargo, desde entonces se han
encontrado otras aparentemente más razonables soluciones que permiten el
viaje en el tiempo. Una que es particularmente interesante contiene dos
cuerdas cósmicas, moviéndose una con respecto a la otra a una velocidad
muy cercana, aunque ligeramente más pequeña, a la de la luz.
Las
cuerdas cósmicas son una destacada idea de la física teórica, a la cual
los escritores de ciencia-ficción aparentemente no han comprendido. Como
lo sugiere su nombre, son como cuerdas, en el sentido de que tienen
longitud, pero una muy pequeña sección transversal. En realidad, son más
como bandas elásticas, porque se encuentran bajo una enorme tensión,
algo así como cien mil cuatrillones de toneladas. Una cuerda cósmica
unida al sol lo aceleraría de cero a sesenta en un trigésimo de segundo.
La teoría de
las cuerdas cósmicas puede sonar como algo descabellado, pura
ciencia-ficción. Pero existen buenas razones científicas como para creer
que se pueden haber formado en el universo muy temprano, muy poco
después del Big Bang. Ya que se encuentran bajo tan enorme tensión, uno
podría suponer que acelerarían hasta casi la velocidad de la luz. Lo que
el universo de Goedel y el raudo espacio-tiempo de las cuerdas cósmicas
tienen en común, es que ambos comienzan tan distorsionados y curvados
que el viaje hacia el pasado fue siempre posible. Dios puede haber
creado un universo tan combado, pero no tenemos ninguna razón para
pensar que lo haya hecho. Toda la evidencia apunta a que el universo
comenzó con un Big Bang, sin el tipo de curvatura necesario para
permitir el viaje hacia el pasado. Ya que no podemos cambiar la forma en
que comenzó el universo, la cuestión de si el viaje en el tiempo es
posible, es la de si podemos hacer que el espacio-tiempo se curve tanto
como para que podamos viajar al pasado. Creo que esto es un importante
tema de investigación, pero uno tiene que tener cuidado de no ser
etiquetado como excéntrico. Si uno solicitara una subvención para
investigar sobre el viaje en el tiempo, sería descartado inmediatamente.
Ninguna agencia gubernamental podría permitirse ser vista dilapidando el
dinero público en algo tan descabellado como el viaje en el tiempo. En
cambio, uno debería utilizar términos técnicos, como curvas cerradas
tempo-similares, que son un código para el viaje en el tiempo. Aunque
esta conferencia trata parcialmente sobre el viaje temporal, sentí que
debía darle un título científicamente más respetable, como el de “El
Espacio y el Tiempo se curvan”. Aún así, es una cuestión muy seria. Ya
que la Relatividad General permite el viaje temporal, ¿lo permite en
nuestro universo?. Y en caso de que no, ¿por qué no?.
Cercanamente
emparentada con el viaje en el tiempo, se encuentra la habilidad de
moverse rápidamente de una posición en el espacio hacia otra. Como dije
antes, Einstein demostró que sería necesaria una cantidad infinita de
energía para acelerar una astronave más allá de la velocidad de la luz.
Así que la única manera de llegar desde un extremo de la galaxia al otro
en un tiempo razonable, parecería ser la de que pudiéramos curvar tanto
al espacio-tiempo que pudiéramos crear un pequeño tubo o agujero de
gusano.
Esto
podría conectar los dos lados de la galaxia, y actuar como un atajo,
para llegar del uno al otro y volver mientras los amigos de uno todavía
están vivos. Tales agujeros de gusano han sido seriamente sugeridos como
para estar dentro de las posibilidades de una civilización futura. Pero
si uno puede viajar de un extremo al otro de la galaxia en una o dos
semanas, también podría volver a través de otro agujero y arribar antes
de haber partido. Incluso se podría viajar hacia atrás en el tiempo a
través de un solo agujero de gusano, si los dos extremos del mismo
estuvieran en movimiento relativo uno con respecto al otro.
Se
puede demostrar que para crear un agujero de gusano, es necesario curvar
el espacio-tiempo en la forma opuesta a la que lo hace la materia
normal. La materia ordinaria curva el espacio-tiempo alrededor de sí
mismo, tal como la superficie de la Tierra.
Sin embargo,
para crear un agujero de gusano es necesario curvar el espacio-tiempo en
la dirección opuesta, como la superficie de una silla de montar. Lo
mismo es verdad sobre cualquier otra forma de curvar el espacio-tiempo
que pueda hacer posible el viaje en el tiempo, si el universo no comenzó
tan curvado como para permitirlo. Lo que uno requeriría sería materia
con masa negativa, y una densidad de energía negativa, para lograr la
curvatura espacio-temporal necesaria.
La energía es
como el dinero. Si se tiene un balance bancario positivo, uno puede
distribuirlo de varias maneras. Pero de acuerdo con las leyes clásicas
en las que se creía hasta hace muy poco tiempo, no estaba permitido
tener un descubierto energético. Así, estas leyes clásicas descartaban
la posibilidad de curvar el espacio-tiempo en la forma requerida para
permitir el viaje en el tiempo. Sin embargo, estas leyes clásicas fueron
desplazadas por la Teoría Cuántica, que es la otra gran revolución en
nuestra imagen del universo, además de la Relatividad General. La Teoría
Cuántica es más relajada, y permite los números rojos en una o dos
cuentas. ¡Si tan sólo los bancos fueran tan complacientes!. En otras
palabras, la Teoría Cuántica permite que la densidad energética sea
negativa en algunos lugares, siempre y cuando sea positiva en otros
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La razón por
la cual la Teoría Cuántica permite que la densidad energética sea
negativa, es que está basada en el Principio de Incertidumbre.
Esto quiere
decir que ciertas cantidades, como la posición y la velocidad de una
partícula, no pueden tener un valor bien definido. Cuanto más
precisamente sea definida la posición de una partícula, más grande es la
incertidumbre en la velocidad y viceversa. El principio de incertidumbre
también se aplica a los campos, como por ejemplo el campo
electromagnético o el campo gravitacional. Esto implica que estos campos
no pueden anularse exactamente, incluso en lo que pensamos que es
espacio vacío. Si fuera exactamente nulo, ambos valores tendrían una
posición bien definida en cero, y una velocidad también bien definida,
que sería también cero. Esto sería una violación del principio de
incertidumbre. Sin embargo, los campos deberían tener una cantidad
mínima de fluctuaciones. Uno podría interpretar estas fluctuaciones, que
son llamadas fluctuaciones en el vacío, como parejas de partículas y
antipartículas que repentinamente aparecen juntas, se separan y
posteriormente vuelven a juntarse y aniquilarse mutuamente.
Estas parejas de partículas y antipartículas se dice que son virtuales,
porque no pueden ser medidas directamente con un detector de partículas.
De cualquier modo, se pueden observar sus efectos indirectamente. Una
manera de realizarlo es utilizando el llamado efecto Casimir. Se tienen
dos discos de metal, separados por una pequeña distancia. Los discos
actúan como espejos para las partículas y antipartículas virtuales. Esto
quiere decir que las regiones entre los discos es algo así como el tubo
de un órgano, y solo admitiría ondas de luz de ciertas frecuencias
resonantes. El resultado es que hay ligeramente menos fluctuaciones en
el vacío o partículas virtuales entre los discos que fuera de ellos,
donde las fluctuaciones en el vacío pueden tener cualquier longitud de
onda. La reducción del número de partículas virtuales entre los discos
implica que no colisionarán con ellos tan a menudo, y por lo tanto no
ofrecerán tanta presión en los discos como las partículas virtuales de
fuera. Consecuentemente hay una pequeña fuerza empujando los discos el
uno contra el otro. Esta fuerza ha sido medida experimentalmente. Así,
las partículas virtuales de hecho existen, y producen efectos reales.
Ya que hay
menos partículas virtuales, o fluctuaciones en el vacío, entre los
discos, estos tienen una densidad energética menor que en la región
externa. Pero la densidad energética del espacio vacío lejos de los
discos debe ser cero. De otra manera curvaría el espacio-tiempo y el
universo no sería casi plano. Por tanto la densidad energética de la
región entre los discos debe ser negativa.
También se
tiene evidencia de la curvatura de la luz, de que el espacio-tiempo es
curvo y la confirmación por parte del efecto Casimiro, de que se puede
curvar en sentido negativo. Entonces parece posible, tal como se avanza
en la ciencia y tecnología, que quizás sea posible construir un agujero
de gusano, o curvar el espacio y el tiempo de alguna otra manera, tal
que se nos permita viajar a nuestro pasado. Si este fuera el caso,
provocaría una multitud de preguntas y problemas. Una de ellas es el
motivo por el cual, si en algún momento futuro aprendemos a viajar en el
tiempo, no ha vuelto ya alguien del futuro para decirnos como se hace.
Incluso
si hubiera razones lógicas para mantenernos en la ignorancia, siendo
como es la naturaleza humana, es difícil de creer que nadie se asomaría,
y nos diría a nosotros ignorantes paisanos, el secreto del viaje en el
tiempo. Por supuesto, alguna gente puede afirmar que ya hemos sido
visitados desde el futuro. Podrían decir que los platillos volantes
vienen del futuro, y que los gobiernos están involucrados en una
gigantesca trama para encubrirlos, y guardarse para ellos mismos todo el
conocimiento científico que traen esos visitantes. Todo lo que puedo
decir es que si los gobiernos estuvieran escondiendo algo, están
haciendo un trabajo un poco tonto extrayendo información útil de los
alienígenas. Soy un poco escéptico con las teorías conspiratorias, creer
la teoría de que lo han arruinado todo es más probable. Los informes de
avistamientos de platillos volantes no pueden haber sido todos causados
por extraterrestres, porque son mutuamente contradictorios. Pero una vez
que admites que algunos son errores, o alucinaciones, ¿no es más
probable que lo sean todos o que se nos esté visitando por gente del
futuro o del otro lado de la galaxia?. Si realmente quieren colonizar la
Tierra, o avisarnos de algún peligro están siendo un poco ineficaces.
Una vía posible para reconciliar el viaje en el tiempo con el hecho de
que no parece que hayamos tenido ninguna visita del futuro, podría ser
que dijéramos que solo puede ocurrir en el futuro. Bajo este punto de
vista se podría decir que el espacio-tiempo en nuestro pasado era fijo,
porque lo hemos observado, y parece que no está lo suficientemente
curvado como para permitir el viaje al pasado. Pero ya que si sólo se
podrá curvar el espacio-tiempo en el futuro, no seremos capaces de
viajar atrás al tiempo presente o un tiempo anterior.
Esto
explicaría por qué no hemos sido invadidos por turistas del futuro.
Aún
así esto dejaría un montón de paradojas. Supongamos que te fuera posible
despegar en un cohete espacial y volver antes del despegue. ¿Que te
impediría reventar el cohete en su plataforma de lanzamiento, o por otro
lado prevenir que partas la primera vez?. Hay otras versiones de esta
paradoja, por ejemplo ir al pasado, y matar a tus padres antes de que
nacieras, pero son esencialmente equivalentes. Parece haber dos
resoluciones posibles.
Una es la que
debo llamar la aproximación de las historias consistentes. Dice que uno
debe encontrar una solución consistente en las ecuaciones de la física,
incluso si el espacio-tiempo esta tan curvado como para hacer posible el
viaje al pasado. Según esta perspectiva, no podrías hacer que el cohete
hubiera viajado al pasado a menos de que ya hubieras venido y hubieras
fallado al reventar la plataforma de despegue. Eso es un escenario
consistente, pero implicaría que estamos completamente determinados: no
podríamos cambiar nuestra opinión. Demasiado para el libre albedrío. La
otra posibilidad es lo que llamo la aproximación de las historias
alternativas. Ha sido defendida por el físico David Deutsch, y parece
que era lo que tenía en mente Stephen Spielberg cuando rodó Regreso al
Futuro (Back to the Future).
Según
este punto de vista, en una historia alternativa, no habría ninguna
vuelta del futuro antes de que el cohete despegara, y por lo tanto no
habría posibilidad de reventarlo. Pero cuando el viajero vuelve del
futuro, entra en una historia alternativa distinta. En este caso, la
raza humana hace un tremendo esfuerzo para construir una nave espacial,
pero justo cuando va a ser lanzada, una nave similar aparece desde otro
punto de la galaxia y la destruye.
David Deutsch
apoya la aproximación de historias alternativas desde el concepto de
"suma de historias" introducido por el físico Richard Feinman, que murió
hace unos pocos años. La idea es que según la Teoría Cuántica, el
universo no tiene una única historia.
En
vez de eso, el universo tiene cada una de las historias posibles, cada
una con su propia probabilidad. Debe haber una posible historia en la
que exista una paz duradera en el Medio Oriente, aunque quizás la
probabilidad sea baja. En algunas historias, el espacio-tiempo estará
tan curvado que objetos como los cohetes serán capaces de viajar a su
pasado. Pero cada historia es completa y auto contenida, describiendo no
solo el espacio-tiempo curvado, sino también los objetos en ella. Por lo
tanto un cohete no puede transferirse a otra historia alternativa cuando
vuelve de nuevo. Es todavía la misma historia, que tiene que ser auto
consistente. Por lo tanto, a pesar de lo que afirma Deutsch, creo que la
idea de la "suma de historias" apoya la hipótesis de las historias
consistentes, más que la idea de historias alternativas.
Parece por
consiguiente, que estamos encerrados en el escenario de las historias
consistentes. De cualquier manera, esta necesidad no implica que existan
problemas con el determinismo o libre albedrío si las posibilidades de
que el espacio-tiempo esté tan curvado que el viaje en el tiempo sea
posible sobre una región macroscópica son muy pequeñas. Esto es lo que
llamo la Conjetura de la Protección Cronológica: las leyes de la física
conspiran para prevenir el viaje en el tiempo a una escala macroscópica.
Parece que lo
que ocurre es que cuando el espacio-tiempo se curva casi lo suficiente
para permitir el viaje al pasado, las partículas virtuales, y su
energía, se incrementan mucho. Esto quiere decir que la probabilidad de
esas historias es muy baja. Por lo tanto parece haber una Agencia de
Protección Cronológica trabajando, haciendo el mundo seguro para los
historiadores. Pero este tema de la curvatura del espacio y el tiempo
está aún en su infancia. Según la teoría de cuerdas, que es nuestra
mayor esperanza para unificar la Relatividad General y la Teoría
Cuántica en la Teoría del Todo, el espacio-tiempo debería tener diez
dimensiones, no solo las cuatro que experimentamos. La idea es que seis
de esas diez dimensiones están enrolladas en un espacio tan pequeño que
no nos damos cuenta de ellas. Por otro lado las cuatro que quedan son
bastante planas, y son lo que llamamos espacio-tiempo. Si este escenario
es correcto, quizás sería posible mezclar las cuatro direcciones planas
con las otras direcciones que están altamente curvadas. A que podría
conducir esto, no lo sabemos aún. Pero abre un abanico de posibilidades
interesantes.
La conclusión
de este discurso es que el viaje rápido en el espacio, o el viaje atrás
en el tiempo no tiene reglas, según nuestra compresión actual. Ambos
causarían muchos problemas lógicos, por lo que esperemos que existe una
Ley de Protección Cronológica que impida a la gente ir atrás y que maten
a nuestros padres. Pero los fans de la ciencia ficción no pierden su
entusiasmo. Hay esperanza en la teoría de cuerdas.
Y como no
hemos roto aún la barrera del viaje en el tiempo, me he quedado sin
tiempo. Muchas gracias por su atención.