Todo está indicando que debes
retirarte. Si continúas donde estás, lágrimas serán
vertidas inútilmente. No estés. Retrocede, desaparece dignamente.
No huyas. Retírate en silencio, sin que nadie lo note. Deslízate
suavemente. No es éste tu lugar. No perseveres obcecadamente en
tu objetivo. Si todo se ha mostrado adverso y, lo que es peor, dudas, es
que no es éste el momento ni el sitio oportuno. Vete sin dejar rastro
alguno, y no habrá heridas que cicatrizar.
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