Otros sacerdotes de espíritu más
elevado sirvieron a la Luz y guardaron esa sabiduría bajo escritura
jeroglífica, para que no sea fácil de descifrar por las personas que
sirviesen al Mal.
Uno de esos grandes Maestros venidos de Orión (actualmente está
nuevamente encarnado en Orión) era Thot,
que fue considerado el dios tutelar de la ciudad de Hermópolis, dios
lunar, señor de la sabiduría, inventor de las ciencias, de las artes
y de la ya nombrada escritura jeroglífica. El pueblo griego lo
conocía como Hermes Trimegisto.
De esta forma griega de denominar
a Thot proviene el título de los Libros herméticos,
aplicado a 42 tomos sagrados de sabiduría egipcia.
Una de las sociedades que estudian
esas ciencias ocultas es la Orden Hermética del Alba de
Oro (Hermetic Order of The Golden Dawn), fraternidad
inglesa fundada en 1887, por miembros de una Orden de carácter
Rosacruz.
La creación siguió su
curso y, para seguir apuntalando espiritualmente al ser
humano, llegaron a encarnar grandes Maestros de la Luz: Asaph
ben Berequías, profeta hebreo, cuyo verdadero nombre se dice
que era Osarsiph y habría sido iniciado en los Misterios de
Heliópolis.
El patriarca Enoch, a
quien se le atribuye el llamado Libro de Enoch, en donde
éste cuenta sus místicas y simbólicas visiones.
El profeta Elías, que
encarnó para unir a las familias y sembrar el amor en
todas las comunidades de aquella época tan oscura.
Y al final vino el Maestro Jesús, que
enseñó la religión sin religión, que predicó el Amor con
mayúsculas, que clamó tantas veces que al Padre se lo
encuentra en el interior del hombre, no en la cima del monte ni
en la sinagoga.
Eran palabras muy avanzadas para
aquella época, incluso para este tiempo.
Muchas personas todavía viven en una búsqueda infructuosa,
ávidas de diálogo personal con el amante Dios y tratan de
buscarlo en una imagen, en un santuario, mientras siguen con
su egoísmo cotidiano, sin ver más allá de sus narices.
Preocupándose poco y nada por su prójimo, y pensando que más
tarde, con un poco de arrepentimiento, la tarea ya estaría
hecha
.
No se dan cuenta que así lo
toman a Dios por un tonto, queriendo engañarlo, como si Él
no estuviera dentro de cada uno de nosotros.
El Maestro Jesús nos dejó una
provechosa enseñanza, dio conceptos para los seres de oscuridad y
también para los que empiezan a asomar a la Luz.
Con respecto a los elohim,
actualmente hay 7 dioses menores trabajando.
Estas jerarquías son las únicas que
quedan de las originales 72, y siguen creando espíritus que
comienzan el camino evolutivo.
Jesús, el Gran Maestro del Amor,
movilizó la conciencia espiritual y consiguió que muchos espíritus
pasaran de la Oscuridad a la Luz.
Hay Maestros Ascendidos que
trabajan en este plano material, así como hay Espíritus de
Luz que operan en los planos espirituales.
Hay seres humanos que desean superarse
y reconocen que cada día es más difícil evolucionar estando
encarnados. En los planos espirituales de Luz también se sigue
evolucionando, pero al no existir el ego es mucho más fácil
dicha evolución.
De todas maneras, los espíritus
encarnados no estamos tan desamparados como pensamos, pues los
ángeles vienen a proteger y orientar al ser humano. Aparte, los
Maestros de Luz tienen la misión de apuntalar al hombre para que no
retroceda en su evolución.
El ego es un tremendo lastre
para que el ser humano se eleve espiritualmente. Algunos se dicen
“Maestros”, sin saber que en muchos casos ni 50 años de “maestría
terrenal” alcanzan para llegar a los grados de LUZ.
Muchos seres encarnados buscan ser
aprendices en el campo espiritual, pero no todos son buenos
discípulos. La base para comenzar a ser un destacado discípulo es el
Amor, con el respaldo del Conocimiento, el Respeto y la Humildad...
sin dejar de lado el Servicio. Aquellos maestros que ocultan el
camino espiritual creando una atmósfera de misterio, solo satisfacen
a su ego. Por eso no hay que ser reticentes en dar Conocimiento.
Los exámenes en estas categorías
espirituales se pagan con lágrimas.