SESIÓN DEL 27/6/03
Médium:
Jorge Olguín
Interlocutor:
Horacio Velmont
Entidad que se
presentó a dialogar:
Eón, el Absoluto.
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Interlocutor:
¿Quién está presente?
Eón: Soy
Eón… Estoy aquí presente… En realidad estoy siempre presente, pero a
través de este receptáculo puedo transmitir algunos conceptos. Sé que
tienen preguntas para hacer, por lo que seré muy breve.
Por una
parte quiero destacar que es muy valiosa la participación de este espíritu
que en este momento me está ofreciendo ser mi receptáculo, porque es uno
de los pocos espíritus creadores.
La
creación, a la que muchos dejan pasar por alto, es tan importante como el
Servicio, porque se pueden crear palabras, se pueden crear enseñanzas, se
pueden crear parábolas…
Y por la
otra parte, deseo señalar que muchos seres en este planeta –hablo de este
planeta porque es el que les incumbe a ustedes– omiten esa parte del
Servicio.
Eso es lo
que quería poner de relieve. Puedes pasar directamente a las preguntas.
Interlocutor: Está
bien... Mi primera pregunta es la siguiente: Si nosotros tuviéramos más
dinero también podríamos difundir más los conocimientos que usted y los
Maestros de Luz nos transmiten. Mi pregunta es qué sucedería si por
ejemplo le pidiera para que este receptáculo mejorara sus ingresos. Me
refiero a que si dentro de las alternativas previstas por el Absoluto se
encuentra la concesión de este pedido mío. Tengo en cuenta que usted
promovió nuestro sitio web, que estaba prácticamente ignorado y de pronto
hubo una avalancha de visitantes que aún sigue.
Eón: Ese
libre albedrío que se brinda dentro de las diversas alternativas previstas
por mí es lo que equilibra el universo. A veces se puede jugar –siempre
hablo en el lenguaje del decodificador que me está canalizando–, como lo
hice con ese sitio virtual que ustedes poseen, porque al ser gratuito
resulta más fácil activarlo, siempre respetando el libre albedrío de
todos.
Yo no
puedo –en realidad puedo pero no lo hago– manipular la mente de nadie. Lo
único que hago, con lo que podríamos llamar “soplo divino”, es interesar
un poco más a las personas.
Eso mismo
también lo puedo hacer –y lo hago– con las consultas que atiende este
receptáculo. Pero aun interesando, hay muchos factores que juegan en
contra, como lo es el económico.
Además,
ustedes están en un país donde todo lo que es espiritual, y siempre
hablando en el lenguaje de mi decodificador, es permanentemente manoseado.
Esto, de alguna manera, si bien no impide, frena una reactivación
completa.
Interlocutor: Creo
que está claro. Era una duda que tenía. El otro punto se refiere a mi
esposa, que sabemos que está siendo sugestionada por los espíritus del
Error para ponerse en contra de mi misión, y que esto la está llevando,
como espíritu, a descender de plano. La pregunta es si yo puedo pedirle
alguna ayuda para que esa situación sea revertida, siempre, naturalmente,
que esta alternativa esté prevista en los planes del Absoluto. Lo pregunto
porque aquí ya no estaría de por medio el impedimento económico.
Eón: Este
hermoso espíritu –K.A.–, en su 10 % encarnado, tiene roles que son muy
egoicos y que no le permiten razonar. Lo correcto, lo que le haría bien,
cualquier asesoramiento, cualquier consejo u orientación lo tomaría como
una invasión a su privacidad.
Nada está
destinado. Como dijera un filósofo de hace muchos siglos de vuestra era,
opinión que yo comparto plenamente, “nosotros somos dueños de nuestro
destino”.
Y digo
“nosotros” porque yo me involucro con ustedes, porque yo también soy
ustedes.
Vosotros
sois amos de vuestro destino, sin perjuicio de que tengan en cuenta que el
destino final de este universo es una Singularidad, donde ustedes estarán
nuevamente formando parte de mi núcleo.
Mientras
tanto, durante todos esos miles de millones de vuestros años, que son una
eternidad para ustedes, sois dueños de vuestro destino.
Respecto
de la persona por la que preguntas, muchos de sus roles, especialmente el
de víctima, hacen que todo lo traslade al soma, a lo que ustedes llaman el
cuerpo, y a causa de eso es que tiene diversas dolencias
Interlocutor:
¿Originadas en esos mismos roles?
Eón: Así
es.
Interlocutor: ¿O
sea que en este caso a este espíritu no se le podría dar una manito desde
arriba, para decirlo de alguna manera?
Eón:
Siempre se les manda Luz a todos los espíritus, pero lo que ocurre es que
muchas veces no la recepcionan, la pasan por alto.
Es algo
similar a lo que sucede en el plano físico cuando un espíritu encarnado
que tiene el don envía Luz: hay gente que la recibe y gente que no.
Cuando
hablo de gente que tiene el don me refiero a gente que se ha dado cuenta
de que tiene el don y lo ha desarrollado, porque el don lo tienen todos.
Interlocutor: Creo
que el tema está aclarado…
Eón: De
cualquier manera quiero agregar que a mi receptáculo le ocurre algo
parecido, pero por otro motivo. Este receptáculo pasa, a veces, por
algunos altibajos anímicos por distintos motivos, sean económicos o
familiares, y en ese caso baja sus defensas energéticas.
Al bajar
sus defensas energéticas, esta circunstancia adversa le afecta su parte
física más de lo normal.
Interlocutor:
¿Estamos hablando de ese dolor que me comentaba antes de empezar la sesión
en la región lumbar?
Eón: De
ese dolor y otros.
Interlocutor: ¿No
es acaso muscular?
Eón: Sí,
cuando el dolor se hace físico, es físico. Pero se acentúa por la baja
energética de su aura y eso se debe a motivos emocionales.
Son casos
parecidos al otro espíritu encarnado K.A., pero en este caso no es por
rol, no es por ego. Es decir, es por ego, porque la emoción no deja de ser
una raíz del ego, pero es otro tipo de ego. No es por apego, sino
simplemente porque al tener su sensibilidad muy desarrollada, propia de
los grandes Maestros, como Jesús, por ejemplo, percibe ampliada las
negatividades de su entorno y esta circunstancia no puede dejar de
afectarlo emocionalmente.
Interlocutor:
Entiendo…
Eón:
Puedes continuar preguntando…
Interlocutor: Esta
es una pregunta muy personal… Sabemos que los espíritus del Error y los
elementales hacen travesuras en el plano físico. Bueno, hace unos días
llamamos a un plomero para que arreglara un caño roto y resultó que por
razones que no pudimos evitar dejamos la casa sola mientras efectuaba la
reparación. Al regresar, y cuando el plomero se había retirado, nos dimos
cuenta de que faltaba un anillo de valor. El que lo había sacado rompió la
bolsita y la dejó a la vista. De inmediato sospechamos del plomero.
Quisiera saber si son justas nuestras sospechas.
Eón:
Todos los acontecimientos extraños, de cambio de lugar de los objetos o
sus desapariciones, que a veces vuelven a aparecer, son producidos por los
elementales, directamente para molestar y luego estar a la expectativa de
lo que suceda.
La
conducta de los elementales es algo similar a la conducta de esos chicos
que están muy aburridos de no hacer nada y de pronto, simplemente para
hacer algo, empiezan a tirar cosas por la ventana.
Interlocutor:
¿Hacen foco para mover los objetos de lugar?
Eón: Sí,
e incluso pueden llegar a hacer transustanciación.
Interlocutor: ¿Se
está refiriendo a que pueden hacer desaparecer un objeto y hacerlo
aparecer en otro lugar?
Eón: A
eso precisamente me estoy refiriendo.
Interlocutor:
¿Entonces en el caso que planteo el plomero no tuvo nada que ver?
Eón: En
absoluto. No fue hecho por ninguna persona encarnada. Fueron los
elementales.
Interlocutor:
¿Pueden aparecer los anillos en otro lado en algún momento?
Eón:
Aunque lo sé, no te lo puedo decir. Digamos que a lo mejor aparecen.
Interlocutor:
Entiendo… Aquí tengo un mail que lo voy a leer para que quede grabado y
después le haré la pregunta:
“El domingo 18 de
mayo pasado, aproximadamente a las 19,30 hs., estaba solo en casa leyendo
las comunicaciones telepáticas que ustedes tuvieron con Eón, el Absoluto.
En un determinado momento levanté la vista y pensé: ¡Qué bueno sería vivir
teniendo la certeza de cómo es en realidad todo el peregrinar de nuestra
evolución! De inmediato me surgió la idea de que estaba teniendo esa
certeza. Seguidamente pensé en que bueno sería salir al patio y ver en el
cielo alguna luz o estrella “diferente”, algo que me indique que lo que
estaba sucediéndome era cierto. Me sentí impulsado a salir. Lo hice, y
luego de no más de un par de minutos diviso la trayectoria de una luz
pequeña que se desplazaba en dirección aproximada Norte-Sur. La sigo
visualmente en su lenta trayectoria, como lo hice otras tantas veces que
vi luces en el cielo, las cuales según me han dicho suelen ser satélites
que una vez que entran en el cono de sombra de la Tierra dejan de verse.
En un determinado instante, y con la vista fija en ese punto de luz que se
desplazaba, el mismo se agranda y se achica a modo de latido tres o cuatro
veces (tal vez más grande de lo que suele verse Júpiter, no puedo
precisarlo), para luego volver a la intensidad pequeña que tenía, y sin
dejar la línea de trayectoria que seguía. Quedé sorprendido y emocionado a
la vez, y claro está que en ese momento lo tomé como la señal que hacía
instantes había pedido mentalmente, pero más tarde mi mente inferior me
plantó la duda, porque bueno, uno es humano. Espero su comentario y desde
ya le agradezco su atención, la que valoro mucho. Gracias. Javier”.
La pregunta es si
esto se trató de una mera coincidencia o de alguna manera usted le dio la
prueba que pedía.
Eón: Esta
persona lo que vio fue real, era una nave de otro planeta.
Interlocutor:
¿Pero esta persona salió por puro azar al patio?
Eón: A
veces las cosas suceden por azar y otras directamente no son azar. En este
caso no fue azar, porque él tenía que salir al patio para convencerse de
que estaba en el camino correcto.
Interlocutor: Le
hago la pregunta directa: ¿Usted lo influenció de alguna manera para que
justo en ese momento saliera al patio y viera lo que vio?
Eón: Así
es, salió al patio por una influencia mía.
Interlocutor: Este
punto quedó aclarado… Se lo transmitiré a esta persona que está esperando
mi respuesta. Bueno, pasando a otro tema, hay un libro escrito por Neale
Donald Walsch titulado “Conversaciones con Dios”. En realidad son tres
tomos los que hasta ahora han aparecido y se han vendido una enormidad.
¿Los dictó usted?
Eón: Así
es. Ese autor que citas me ha canalizado, y lo ha hecho incluso antes que
el propio Johnakan.
Interlocutor: ¿Hay
algún problema con ese libro? Me refiero a si hay que creerlo a pies
juntillas o tomarlo con pinzas, como se dice vulgarmente.
Eón: El
libro tiene un problema, quizás no grave, y que no invalida su lectura
para aquellos espíritus encarnados que quieran interiorizarse de su
contenido. Pero hay muchas cosas que han impedido la fluidez de la
canalización.
Interlocutor: ¿Por
ejemplo?
Eón: Los
condicionamientos egoicos de este canalizador, que han modificado los
dictados, sea agregándole mensajes que no he dado o directamente
suprimiendo muchos de ellos.
Pero esto
no ocurre solamente en los canalizadores terrestres, sino también de otros
mundos.
Interlocutor: ¿Qué
características tendría que tener un buen canalizador para no tergiversar
los mensajes?
Eón:
Simplemente tendría que estar libre de condicionamientos, porque cuando el
canalizador está imbuido de muchos preconceptos no puede evitar poner
parte de sí en los mensajes.
Interlocutor: ¿Los
tres tomos de la serie fueron dictados por usted?
Eón: Así
es. Fueron recibidos en distintas temporadas.
Interlocutor:
Estas alteraciones de la que usted habla ¿fueron de alguna manera a
sabiendas? Me refiero, por ejemplo, a que pone como padre de Jesús a José,
cuando se sabe que su padre biológico fue Herodes Antípater.
Eón: No,
no fueron a sabiendas. El autor escribió lo que de buena fe creyó que
recibía de mí. Fueron sus condicionamientos, sus preconceptos, sean
religiosos, sean morales, sean espirituales, los responsables de las
alteraciones.
Interlocutor: Me
gustaría poner en nuestro sitio web algún comentario sobre este libro. La
pregunta es si lo valido o lo invalido.
Eón: No
se lo puede invalidar, pero tampoco se lo puede validar hasta no
filtrarlo, porque hay muchas cosas, que sin ser perniciosas, pueden llegar
a provocar desidia.
Fíjate
que hay textos de un supuesto comando, el comando Asthar, que en realidad
se trata de seres de Luz del 5º plano, que fue mal canalizado, donde se le
da prioridad al Ser y no al Hacer, que en realidad es lo correcto.
Interlocutor: ¿El
error de dar prioridad al Ser y no al Hacer provino exclusivamente del
canalizador?
Eón: No
solamente del canalizador, sino también de esos espíritus de Luz. No te
olvides que dentro de los mismos espíritus de Luz puede haber conceptos
erróneos. Y no por eso bajan de nivel. Simplemente tienen interpretaciones
distintas.
Y esto es
lo que hay que recalcar, que el 99 % de los seres que canalizan, o
aquellos maestros que no canalizan pero brindan enseñanzas espirituales,
dejan de lado el Servicio, haciendo hincapié únicamente en el Ser. El
Hacer, es decir, el Servicio, es lo más importante.
Este ser
que me ha canalizado, Neale Donald Walsch, no es que omita, sino que no le
da prioridad a la parte del Servicio. Habla más del Ser y del Trascender
que del Hacer.
Y como
dijera mi receptáculo –y por eso es tan valioso su mensaje–, “sólo se
trasciende con la Obra”.
Interlocutor:
Según tengo entendido, este receptáculo está completando las enseñanzas
que el Maestro Jesús no pudo hacer en razón de su crucifixión… ¿Es así?
Eón: Es
así… Hay nociones nuevas, en las que Johnakan está trabajando, que son
tanto o más valiosas que las que expusiera mi querido hijo el Maestro
Jesús, como el concepto del Servicio, complementado con el concepto de
humildad que éste enseñara, el concepto de participación y de empatía, que
Jesús no lo menciona, el concepto del abrazo, que eso lo menciona un ser
de otro planeta muy cercano a ustedes…
Interlocutor: Sí,
Rah, de Antares 4.
Eón:
Todos estos conceptos no fueron enseñados por el Maestro Jesús y por eso
los dará a conocer este receptáculo oportunamente… Volviendo al tema del
libro por el que me preguntaste y para dar por concluida mi respuesta,
aunque puedes preguntar igual si lo deseas, es válido en cuanto a la base
de que enseña el amor partiendo del amor a sí mismo, pero no aclara bien
que el amor a sí mismo es sólo el primer paso.
Da la
impresión de ser más bien un libro de los que ustedes llaman de autoayuda,
donde lo único que interesa es salir adelante uno mediante el amor a sí
mismo. Pero, como dijera Johnakan, a quien valido mucho, “el amor hacia
uno es estéril si después no se vuelca hacia el otro”.
Y a fuer
de pecar de reiterativo –pidiendo por esto desde ya disculpas, ¿por qué no
habría de pedir disculpas?– recalco otra vez las palabras de Johnakan, que
lo más importante es saber que lo que cada espíritu hace tiene que ser en
función del otro, de su aplicación al otro.
Interlocutor:
Ahora que se está mencionando esto caigo en la cuenta de que todos los
libros de autoestima hablan únicamente de la propia persona.
Eón:
Exacto. ¿Y una vez que la propia persona logra la autoestima, qué? En
ningún libro hay un segundo paso, se plantan en el primero. ¿Cómo sigue
esto, entonces? ¿Qué hago en lo sucesivo ahora que ya me quiero, ahora que
tengo autoestima, ahora que salí adelante, ahora que ya vencí mis temores,
mis apegos, mi ego?
Son muy
pocos los libros que mencionan el segundo paso. Y ésta es la labor que
está haciendo Johnakan. ¿Cómo sigo? Interesándome en el otro, ayudando al
otro, involucrándome con el otro.
¿Cómo
puede ser que todos los espíritus de Luz, del 4º y 5º plano, cuando están
desencarnados viven en Servicio, pero cuando encarnan se olvidan del
Servicio y buscan solamente lograr la autoestima para quererse?
Pero en
el planeta Tierra –pido nuevamente disculpas por irme del tema e
inmiscuirme en los problemas terrestres–, específicamente en vuestro país,
hay un sinfín de talleres de autoayuda de distintos niveles, de personas
que por ejemplo tienen problemas de adicciones, sea de drogas, de
tabaquismo, etc., y hay otros que tienen problemas de soledad… Son
talleres de reflexión o de autoayuda donde dan una mano para salir
adelante, pero no enseñan a Servir.
Y cuando
no se tiene en cuenta al otro no se crece espiritualmente, no se
evoluciona.
Hay otro
punto que quiero tocar antes de concluir con este tema, y es que muchos
seguidores se retraen cuando ustedes les hablan del Servicio, como si se
les estuviera pidiendo una dura prueba.
Toman al
Servicio como un sacrificio. Eso tiene que ver con el ego. Por eso es
importante también la nota de Johnakan “Servicio o sacrificio”.
Todo esto
viene a colación de lo que me has preguntado sobre el libro
“Conversaciones con Dios”, que en general está bien, pero que es
cuestionable en cuanto no hace el debido hincapié en el segundo paso, que
es el más importante.
Interlocutor:
Entendí perfectamente… Voy a tratar en lo sucesivo de recalcar más la
importancia del Servicio y de que éste es gozo y no sacrificio… En este
momento recuerdo un hecho que me llamó mucho la atención y que me llenó de
intriga. Hace un tiempo viajaba en un auto alquilado con mi esposa,
nuestra hija y su marido rumbo al aeropuerto de Ezeiza. Mi hija y su
marido tenían pasaje en avión para regresar a Alemania, donde estaban
radicados. Salimos con tiempo suficiente, pero no contamos con una huelga
de “piqueteros” que cortaron todas las rutas. Esto hizo que los
automóviles y camiones tuvieran que ir a paso de hombre. Cuando apenas
faltaba un poco más de media hora para que saliera el avión, nosotros
estábamos a 5 Km. del aeropuerto y la ruta repleta de vehículos que apenas
se movían. Obviamente era imposible que llegáramos. Los trastornos que
provocaría la pérdida del avión serían indecibles. Yo sabía que no había
nada que pudiera suceder que hiciera que llegáramos a tiempo, salvo que
bajara de pronto algún helicóptero y nos trasladara. Entonces, en la
desesperación, le pedí un milagro al Absoluto, sabiendo que ni siquiera él
lo podría hacer. No había terminado de hacer el pedido cuando de pronto se
escuchó la sirena de una ambulancia que iba a toda velocidad por la
banquina, algo obviamente prohibido para el resto de los vehículos.
Nuestro chofer, en una maniobra impensable, hizo un viraje brusco que lo
sacó de la hilera de coches y de inmediato se pegó a la ambulancia que con
el ulular de la sirena despejó el camino y nos sacó del atolladero.
Lo más curioso de
todo fue que cuando yo hice notar a mis familiares lo insólito de lo
sucedido, no demostraron asombro ni tampoco señal alguna de que hubiera
ocurrido nada del otro mundo, con lo que obviamente quedé más confundido.
La pregunta,
entonces, es si hubo una “intervención divina”, para decirlo de alguna
manera, o fue simplemente una mera coincidencia.
Eón: No
existen en realidad las “intervenciones divinas”, en el sentido de que
puedo intervenir en cualquier circunstancia aun violando el libre
albedrío, porque éste hay que respetarlo para bien o para mal.
Pero sí
puedo intervenir cuando el libre albedrío no se encuentra comprometido. Y
lo he hecho infinidad de veces, en cosas graves y no graves. Hay curas
“milagrosas” que he realizado que van en contra de todo paradigma físico.
Tú has
dicho muchas veces que en ese juego de cartas, llamado Truco, si tienes
tres “Cuatro” no puedes ganar. Yo tampoco puedo ganar en este juego si
tengo tres Cuatro.
Interlocutor:
Bueno, pienso que podría ganar si en ese momento cambia las reglas y
entonces el cuatro es la carta más fuerte del juego…
Eón:
Podría cambiar las reglas, provocarte una amnesia temporal haciendo que tú
no recuerdes las tuyas, o podría llevarte a un universo paralelo donde el
Cuatro le ganara al As… Podría hacer mil jugarretas para ganarte. Pero eso
sería algo que no daría frutos.
Entonces,
sí intervengo cuando de alguna manera se pueden lograr cosas para
favorecer.
El hecho
de que se haya abierto la posibilidad de que el vehículo en el que
viajaban pudiera salirse del atascamiento, sí fue obra mía.
Interlocutor: ¿Fue
real la ambulancia o usted la reprodujo holográficamente?
Eón: La
ambulancia fue real. Mis intervenciones están basadas fundamentalmente en
jugar con los factores reales de modo que ustedes tuvieran una brecha para
avanzar rápidamente.
Interlocutor: Lo
que más me asombró fue la velocidad con la que el chofer maniobró para
pegarse a la ambulancia… Fue un acto automático, de una tremenda velocidad
y de total riesgo… ¿Aquí usted también intervino?
Eón: Sí,
así es. La rápida acción del chofer fue motivada ex profeso por mí, pues
de lo contrario, por sí mismo, no podría haberlo logrado.
Interlocutor:
Como usted se habrá dado cuenta –obviamente–, rememorar este hecho me ha
sacudido como si lo estuviera viviendo otra vez… Por eso, para aflojarme
un poco, le pregunto, haciendo una chanza, si el favor fue gratis o lo
tengo que pagar…
Eón: No,
no es gratis, lo tienes que pagar con Servicio.
Interlocutor: ¡Ya
me parecería que había algo detrás! Pero bueno, ahora que aflojé la
tensión, le digo que estoy contento por el favor y por el precio que tengo
que pagar…
Eón:
Aunque tú ya lo sabes, quiero dejar aclarado para quienes en el futuro
lean estos diálogos, que el Servicio se brinda a los semejantes, no a
mí.
Interlocutor:
Pienso que eso era algo sobreentendido, pero lo transcribiré tal cual
usted lo dice, porque, y haciendo otra chanza, “hay de todo en la Viña del
Señor”.
Eón:
Antes de que hagas la siguiente pregunta quiero comentar algo muy breve, y
es referente a cómo desvirtúan en el plano físico algunos profesores las
enseñanzas mezclando materias que deben tratarse por separado.
Hay
profesores de Transpersonal que enseñan Meditación. Hay profesores de
Reiki que enseñan Esoterismo. Y así por el estilo. La consecuencia de esto
es que los estudiantes quedan con una tremenda confusión mental de la que
después les va a resultar muy difícil salir.
Ahora
puedes continuar con las preguntas.
Interlocutor: Ésta
que le voy a hacer es una pregunta muy simple, pero quizás pueda dar pie a
alguna enseñanza de parte suya… ¿Cuál es la razón de que haya tanta
afinidad entre los abuelos y los nietos, que no se da entre los padres y
los hijos?
Eón:
Generalmente, abuelo y nieto pertenecen al mismo plano, o en un momento
determinado pertenecieron al mismo plano o van a pertenecer al mismo
plano.
No son
necesariamente almas gemelas, aunque en muchos casos puede haberlas, pero
sí tienen una gran afinidad.
Quiero
dejar en claro que la diferencia entre almas gemelas y almas compatibles
es que las almas gemelas directamente son espíritus que vibran en la misma
sintonía, tal como las cuerdas de una guitarra afinadas al unísono. Este
ejemplo ya lo ha dado Johnakan en diversas oportunidades.
Interlocutor: Sí,
siempre lo tengo presente.
Eón: De
pronto tú pones una nota La, en determinada vibración, y con uno de estos
aparatos modernos puedes llegar hasta hacer saltar o quebrar incluso un
cristal blindado a prueba de balas.
Interlocutor:
Entiendo lo que me quiere decir, porque además de escritor soy músico…
Eón: Los
espíritus que vibran en la misma sintonía, entonces, son almas gemelas.
También hay espíritus que vibran en sintonía similar, no en la misma
sintonía, sino similar. Éstas son también almas compatibles, aunque no
sean gemelas.
Esto es
lo que a veces sucede entre los abuelos y los nietos.
Interlocutor:
Entiendo, pero mi pregunta va más bien a que esta relación se da como muy
seguido… ¿Acaso ésa alma nace como nieto de ese abuelo compatible por
alguna razón especial?
Eón: No
es una coincidencia, pero tampoco creas que lo que planteas sucede en
todos los casos. Solamente sucede entre los que se encuentran en los
planos de Maestría o de Luz, no en los planos del Error.
Y aun
así, tampoco es una constante, ya que hay abuelos que se desentienden de
sus nietos y nietos que se desentienden de sus abuelos.
Además,
hay que señalar que en el plano físico, por una cuestión de necesidad,
hay más empatía del abuelo hacia el nieto que al contrario.
Asimismo,
las criaturas, tanto varones como mujeres, que están recién formados,
tienen necesidades primarias y por eso quizás se aferren más a sus padres
que a los abuelos.
Por otra
parte, cabe también señalar que están más dispersos porque pueden
visualizar más cosas espirituales y por eso no ponen su foco de atención
en los abuelos.
No
obstante, a veces hay excepciones cuando los padres están mucho tiempo
ausentes y quienes crían a las criaturas son los abuelos. Entonces los
nietos, por una cuestión de necesidad, se aferran a ellos.
Interlocutor:
Bueno, mi duda quedó aclarada. Ahora que tocamos el tema de las almas
gemelas, ¿cuál es el sentido de su creación? Me refiero a que según usted
mismo lo dijo todo tiene un por qué. Por ejemplo, yo le pregunté por qué
son veintidós los universos paralelos y no veinte, cincuenta o cien, y
usted me respondió que por una cuestión de equilibrio.
Eón: La
existencia de las almas gemelas, que en todo el universo pueden ser miles
de millones, es una cuestión tanto de causalidad como de casualidad. De
pronto tú, por azar, tienes cinco dados, en ese juego terrestre llamado
Generala, y de pronto los tiras al tapete y te pueden salir dos 2. Es como
si tú me preguntaras por qué salieron dos 2, porque podrían haber salido
tres, cuatro o cinco 2.
¿Por qué
si yo creo un trillón de espíritus habrá quinientos mil que vibren en la
misma sintonía? ¿Por qué salieron dos 2?
Interlocutor: ¿Es
decir que en este caso no hubo un determinado número creado ex profeso por
usted por alguna razón específica?
Eón: Así
es, la cantidad de almas gemelas no tiene ninguna razón específica, porque
podrían haber sido tanto más como menos y nada hubiera variado. No
obstante, sí he tenido en cuenta que las almas gemelas ayudan mejor,
porque esos espíritus pueden trabajar en comunión. Recalco en comunión.
Interlocutor: Por
simple curiosidad, ¿cuántas almas gemelas podrían estar trabajando en los
planos espirituales de Luz “en comunión”?
Eón:
Pueden ser dos, cien o mil.
Interlocutor: No
puedo menos que pensar, obviamente como encarnado, lo hermoso que hubiera
sido que cada uno aquí encontremos a nuestra alma gemela del sexo opuesto
y formemos pareja… Pero esto aparentemente nunca se da…
Eón: ¡Hay
muchos seres encarnados que se han encontrado con su alma gemela del sexo
opuesto y por apego, por desavenencias, por ego, por roles de
protagonismo, por miedos ocultos o porque directamente estaban en planos
del Error, no han conjugado.
Tú de
repente puedes tener un alma gemela en el plano 4 y aquí en la Tierra esa
persona puede ser completamente egoica y condicionada e incluso descender
de nivel por su conducta errónea.
Interlocutor:
¿Quiere decir que yo aquí puedo encontrarme con un alma gemela del sexo
opuesto y no reconocerla como tal?
Eón: ¡Por
supuesto! No solo no la reconocerías como alma gemela sino que dirías que
ella no tiene nada que ver contigo.
Interlocutor:
¿Puede haberme ocurrido algo así?
Eón:
¡Claro que te ha ocurrido!
Interlocutor:
Apenas puedo creerlo… ¿Cómo está el receptáculo para seguir?
Eón: Está
un poco desestabilizado, pero puedes hacer unas preguntas más.
Interlocutor:
Bien… La siguiente pregunta se refiere al libre albedrío, que no lo llego
a entender. En principio, ¿el Absoluto está inmóvil?
Eón:
Depende de lo que tú entiendas por inmóvil. Supongamos que tienes una
botella de un litro, y la llenas con un litro de líquido. ¿Ese líquido
puede moverse?
Interlocutor:
Obviamente no porque no tiene espacio para moverse.
Eón:
Perfecto. Si el universo es una manifestación mía y yo estoy contenido en
el universo, físicamente no puedo moverme porque estoy contenido por el
universo, de la misma forma que la botella contiene al líquido.
A su vez,
el universo es contenido por mí, porque yo soy toda la manifestación. Yo
soy las estrellas y también la parte espiritual y también soy el vacío y
la masa oscura. Soy el todo y la nada.
Entonces,
visto desde este punto de vista no tengo movilidad, estoy inmóvil.
Interlocutor: Está
claro.
Eón: Pero
a su vez, como la inmovilidad sería una limitación y yo soy ilimitado,
puedo moverme hacia cualquier lado.
Lo que
ocurre es que mi foco de atención es infinito. Por ejemplo, en este
momento yo estoy actuando a través de este decodificador y al mismo tiempo
estoy en infinidad de mundos, quizás haciendo lo mismo, precisamente
porque tengo infinitos focos de atención y no tengo limitaciones.
Si yo
todo lo puedo –y realmente todo lo puedo–, por definición eso significa
que no tengo por qué estar inmóvil, porque la propia inmovilidad es un no
poder.
Interlocutor:
¿Estamos hablando de una movilidad física?
Eón: Es
una movilidad en todos los aspectos, pero no necesito moverme físicamente
porque mi foco de atención está en todo. Es como si yo fuera un insecto de
diez mil ojos y cada ojo ve para todos los lados posibles o como si fuera
una estación de subte que tiene equis estaciones y cada estación se ocupa
de sus usuarios.
Son dos
puntos de vista distintos: puedo moverme físicamente pero no necesito
hacerlo porque yo lo abarco todo.
Interlocutor: Está
claro. Ahora bien, yo en este momento he alzado la mano derecha y la estoy
moviendo. ¿Realmente la estoy moviendo o tengo la ilusión de que la estoy
moviendo. Es decir, ¿es mi conciencia la que está recorriendo los diversos
instantes y me da la ilusión del movimiento?
El ejemplo clásico
sería una película filmada cuyos fotogramas no tienen movimiento, pero que
al pasarla por el proyector, a una velocidad determinada acorde con el
mecanismo del ojo del espectador, produce la ilusión de que las figuras se
están moviendo.
Eón: Tú
tienes la costumbre de visualizarlo, o mejor dicho querer visualizarlo,
desde mi punto de vista. Pero mi punto de vista no es el tuyo. Tú estás
dentro de este mundo y dentro de este mundo físico el tiempo no es una
ilusión, el tiempo para ti corre.
Cuando
mueves el brazo, realmente lo estás moviendo, ya que mueves los músculos.
No es, por lo tanto, una ilusión de tu conciencia. Lo mueves de verdad. Si
a ti te pinchan te duele, te pueden lastimar y hasta puedes desencarnar si
te hieres o te caes. Entonces, reitero, no es una ilusión.
Interlocutor: Mi
pregunta tiene su razón de ser porque Kronbus, el viajero del tiempo,
puede ir al día de mañana y percibir que yo estoy haciendo un recorrido
que ya hice.
Aquí está la
dificultad mía de entender el libre albedrío, porque tanto Kronbus como
usted ya sabían que iba a hacer este movimiento, porque ya lo había hecho
antes.
Es como si yo
estuviera haciendo por segunda vez lo que ya hice. Ahora no estoy hablando
desde el punto de vista del Absoluto…
Eón: Sí,
estás hablando desde el punto de vista mío… No estás haciendo el
movimiento por segunda vez. Estás haciendo el movimiento por primera vez.
Y no solamente por primera vez, sino que lo estás haciendo por única vez.
El hecho
de que yo lo perciba o que yo supiera lo que ibas a hacer es porque yo soy
un Eterno Presente.
Interlocutor: Pero
Kronbus también lo podía percibir.
Eón:
Kronbus no. Lo que hizo Kronbus directamente es retroceder en el tiempo…
Es como que tú pudieras viajar al pasado a la época del asesinato de
Lincoln. No es que cuando tu veas el asesinato de Lincoln lo veas por
segunda vez. ¡Pasó una vez sola! No estás repitiendo, sino que simplemente
estás presenciando lo que ya sucedió. No se está repitiendo la escena.
Todo pasa
una vez sola. Tu reciente movimiento del brazo sucedió una sola y única
vez. No estás repitiendo el movimiento. El asesinato de Lincoln no se está
produciendo de nuevo. Tú lo estás presenciando porque retrocediste en el
tiempo hasta esa época.
Reitero
que las cosas pasan una vez sola. El incendio de Roma pasó una vez sola.
La crucifixión del Maestro Jesús pasó una vez sola.
Entonces,
no es que Kronbus viene al pasado y los hechos se vuelven a repetir.
Kronbus puede venir todos los días al día actual, pero es una vez sola lo
que pasó.
Es como
si tú pusieran una cinta de video en la videograbadora y presenciaras una
y otra vez el hundimiento del Titanic en 1912.
La escena
pasó una vez sola. Eres tú el que la está viendo una y otra vez.
Interlocutor: Voy
entendiendo… ¿Se puede interpretar a la Creación, salvando las distancias
obviamente, como una película ya filmada que uno pasara infinidad de veces
y que por más que la pase una y otra vez siempre es la misma escena?
Eón:
Claro, porque los actores la interpretaron una sola vez.
Interlocutor:
Entendí perfectamente… Ahora bien, ¿desde el punto de vista suyo hubo un
acto de creación o la Creación siempre existió? Me refiero a si la
Creación es siempre un Es.
Eón: En
la próxima sesión vamos a tocar ese tema del comienzo, de la nada.
Interlocutor:
¿Ahora no?
Eón:
Ahora no, porque no hay tiempo, ya que el tema es sumamente importante y
hay que dedicarle un largo rato. Es un tema que va a dar un buen golpe.
Interlocutor:
¿Golpe? ¿En qué sentido?
Eón:
Golpe a la capacidad de asombro de vuestros consultantes. Y ahora para
concluir quiero dedicarle los últimos minutos a algo muy importante como
es la sanación.
Interlocutor: Está
bien… Entonces voy a dejar que se explaye sin interrumpirlo con preguntas…
Eón:
Correcto… El tema de la sanación es así: Alguna vez se comentó de que hay
unas entidades que están en el plano más alto, los Aes, que son los que de
alguna manera controlan el equilibrio del universo.
¿Cómo lo
controlan? Son seres no encarnados que tienen un poder tremendo. En este
caso no es don sino poder, obviamente concedido por mí. Pero es como que
yo, de alguna manera –y me tomo la licencia de expresarlo en un lenguaje
tan pobre–, les dejo que se ocupen de todo.
Digamos
que en este caso, yo, el Absoluto, derivo en ellos la tarea. Ellos son los
que tienen la tarea de guardar el equilibrio de todos los universos en
manifestación, tanto de los universos paralelos como de los universos
alternos.
Son los
dueños, por llamarlos así, de los colores, de las notas musicales, de los
pozos gravitatorios, de todo lo que es la física, de todo lo que es la
Entropía. Ellos, de alguna manera, manejan todo, permitiendo el equilibrio
del universo hasta que llegue el nuevo Big Crunch.
Los Aes
son tan poderosos que no se mezclan con los elohim ni con las esencias. Lo
que hacen es supervisar que el equilibrio del universo no se rompa desde
ningún punto de vista ni bajo ninguna circunstancia.
Y son
casi imposibles de visualizar o de percibir por los espíritus encarnados.
Sin embargo, mi receptáculo, es decir Johnakan encarnado, los ha llegado a
percibir dos veces. Y es para destacarlo porque es el único ser encarnado
que lo ha hecho, ya que ni siquiera el Maestro Jesús lo hizo.
Los ha
percibido estando encarnado como Juan de la Cruz y los ha percibido
estando encarnado como Jorge Olguín.
En la
última percepción que tuvo este receptáculo llego a percibir la Nada, y
también sonidos y colores, experiencia que tendrá que asimilar para
después aplicarla.
Hay
determinadas vibraciones de sonidos, mezcladas con colores, que no pueden
ser percibidos en el plano físico. Son sonidos mentales, porque a nivel
mental también se pueden percibir sonidos. Se requiere un silencio enorme
para percibir un sonido mental.
Ya se ha
dicho que en el plano espiritual hay más de las siete notas conocidas.
Esas más de siete notas, Johnakan las ha percibido. Con ellas se pueden
curar problemas físicos y hasta altibajos emocionales.
Por eso
se hablaba de que había una técnica que podía ser superior a
Psicointegración, en la que incluso no era necesaria la colaboración de la
persona.
Es algo
similar a cuando a tí te hacen una operación con un rayo láser y en la
cual no es necesario que participes, pues te duermen, local o totalmente,
te hacen la laparascopía, te extirpan determinado tumor, y te vuelven a
“soldar” los tejidos con el mismo rayo.
Bueno, en
el caso de esta nueva terapia se te cura mediante el sonido. Es, como
dije, un sonido mental. Lo que sucede es que Johnakan tiene que dar un
pasito más como para percibirlo y llevarlo a la práctica.
El
problema con esta técnica es que es difícil de enseñar, porque cada uno se
tiene que dar cuenta por sí mismo de cómo es.
Fíjate
que en el planeta Tierra algunos terapeutas practican lo que ustedes
llaman la Delfinoterapia y están sanando a personas autistas con el sonido
ultra de los delfines.
Incluso
se ha llegado a demostrar que existen sonidos que pueden modificar la
cadena de ADN, haciendo que el ADN aumente la vibración y así esa persona
autista pueda llegar a mejorar.
La
vibración mental que Johnakan ha percibido de los Aes siendo Juan de la
Cruz, siglos atrás, es exactamente la misma. Es una vibración donde se
puede curar mediante la vibración mental.
Es algo
jamás visto. Se llama “vibración mental”, y si lo deseas puedes ponerlo
como anticipo.
Me
despido y los dejo con esa inquietud, porque para los seres de Luz la
inquietud no es un freno sino un aliciente.
Interlocutor: En
la sesión pasada usted habló de un “maremoto” que se iba a producir… ¿Nos
puede adelantar algo al respecto?
Eón: Les
dejo la inquietud como acicate…
Interlocutor:
Bueno, me resigno… Hasta
la próxima, Eón, y
gracias. |
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