web
analytics
Estadísticas
 
 
 

¿Quienes son los Hombres de negro?

Dentro del fenómeno OVNI, encierran un misterio en si mismos desde que comenzaron con sus inquietantes "visitas" a numerosos testigos. Sus primeras apariciones datan de los comienzos de la década del cincuenta, pero en nuestros días hay quienes aseguran haber sido abordados por estos enigmáticos y amenazantes seres. Raramente, quizás nunca, se cumplen las amenazas de los misteriosos Hombres de Negro. ¿Cuál es entonces el propósito de sus visitas? ¿Qué explicación tiene este fenómeno desconcertante?. En septiembre de 1976, el Dr. Herbert Hopkins, médico e hipnotizador de 58 años de edad, trabajaba como consultor en un caso de teleportación en Maine (EE.UU.).

Una noche en que su esposa y sus hijos habían salido dejándole sólo, sonó el teléfono y un hombre que se identificó a sí mismo como vicepresidente de la Organización de Investigaciones OVNI de Nueva Jersey solicitó entrevistarse con él para discutir el caso. El Dr. Hopkins aceptó, pues en aquel momento pareció lo mas natural. Se dirigió a la puerta trasera a encender la luz para que el visitante pudiera encontrar el camino desde el estacionamiento, y vio al hombre que ya estaba subiendo los escalones de la entrada. <No vi ningún coche, pero aunque lo hubiera tenido era imposible que llegara a mi casa con tanta rapidez desde ningún teléfono>, comentó mas tarde asombrado. Pero en aquel momento el Dr. no experimentó sorpresa alguna, y acogió al visitante. <El hombre vestía traje negro, sombrero, zapatos y corbata negros, y camisa blanca. Pensé que su aspecto era de un empleado de una funeraria. Sus ropas eran impecables: el traje, sin arrugas, y la raya de los pantalones, perfecta. Al quitarse el sombrero vi que era completamente calvo, y que carecía de cejas y de pestañas. Su palidez era cadavérica y sus labios eran de un rojo brillante>. En el transcurso de la conversación se frotó los labios con los guantes, de color gris, y el Dr. se sorprendió al descubrir que el visitante poseía los respectivos labios pintados. Sin embargo, fue mas tarde cuando el Dr. reflexionó sobre lo extraño del aspecto y de la conducta de su visitante. En aquel momento siguió la conversación con toda naturalidad, considerando que el episodio formaba parte de su actividad profesional. Cuando concluyó el relato, su visitante afirmo que el Dr. tenía dos monedas en el bolsillo relacionadas con el caso. Le pidió que pusiera una de las monedas en su mano y el Dr. así lo hizo. El extraño dijo que mirara la moneda, no a él; mientras miraba la moneda pareció desenfocarse y luego se desvaneció gradualmente.<Ni usted ni nadie más en este planeta volverá a ver esta moneda otra vez>, dijo el visitante. Después de hablar un rato más de los tópicos acerca de los OVNIs, el Dr. hopkins advirtió que el visitante hablaba mas despacio.

El hombre se levantó tambaleándose y dijo muy despacio, <Mi energía se está agotando, debo irme ahora> y se despidió. Se encaminó vacilante hacia la puerta y bajó los peldaños con inseguridad, de uno en uno. El Dr. vio una luz brillante en la carretera, una luz blanco-azulada y de brillo distinto a la de los faros de un coche. En aquel momento, sin embargo, supuso que se trataba del coche del extraño, aunque ni lo vio ni lo oyó. Mas tarde, cuando regresó la familia del Dr., examinaron la carretera, encontrando señales que no podían pertenecer a un coche, pues estaban en el centro de la calzada. Al día siguiente, y aunque la carretera no se había utilizado, las marcas ya no estaban. El Dr. quedó sumamente alarmado por la visita, sobre todo desde que comenzó a plantearse lo extraordinario de la conducta de su visitante. De ahí que siguiera al pie de la letra las instrucciones de aquel hombre; borró las cintas de las sesiones hipnóticas que estaba realizando en relación al caso que le ocupaba, y aceptó abandonar el mismo. Tanto en casa del Dr. como en la de su hijo mayor, siguieron ocurriendo accidentes curiosos. Hopkins supuso que tenían alguna relación con la extraña visita, pero nunca supo nada mas de su visitante. En cuanto a la Organización de Investigaciones de OVNI de Nueva Jersey, tal institución no existía. La narración del Dr. es probablemente la mas detallada de la visita de un Hombre de Negro, y nos enfrenta con el aspecto mas fantástico del problema. En primer lugar, debemos preguntarnos si un Dr. respetado y competente inventaría una historia tan extraña; y si así fuera; ¿por qué motivo? Por otra parte, ¿podría haber sido todo una ilusión, a pesar de las huellas que observaron otros miembros de su familia? ¿Es posible que la verdad se encuentre entre la realidad y la investigación? Es decir: ¿podría tratarse de un impostor que visitó al Dr. por alguna oscura razón, y que actuó para desencadenar en él, con alguna finalidad, la invención de sucesos misteriosos? La menos convincentes de todas la explicaciones es la de que todo el incidente se desarrollara en la imaginación del Dr. Cuando su esposa e hijos regresaron a casa le encontraron realmente asustado, con las luces de la casa encendidas y sentado en una mesa en la que había una pistola. Confirmaron las marcas en la carretera y una serie de alteraciones en el teléfono que, parece ser, comenzaron inmediatamente después de la visita.

Por lo tanto parece que si sucedió algún acontecimiento real, aunque su naturaleza permanece misteriosamente incierta. La existencia  de hechos extraños fue aceptada por las Fuerzas Aereas de los EEUU, que estaban al corriente de que personas que se hacian pasar por miembros de la USAF visitaban testigos de OVNIs. En febrero de 1967, el coronel George P. Freeman, portavoz del Pentágono para el proyecto Blue Book de la USAF, declaro al investigador John Keel en el transcurso de una entrevista: "Hombres misteriosos con uniforme de las Fuerzas Aéreas, o luciendo credenciales de agencias gubernamentales, han venido <silenciando> a testigos de OVNIs. Hemos comprobado gran cantidad de casos, y ninguno de estos hombres está vinculado a las Fuerzas Aéreas. Hasta ahora no hemos sido capaces de descubrir nada acerca de esos hombres. Al hacerse pasar por oficiales de la Fuerza Aérea o por agentes del gobierno están cometiendo un delito federal. Estamos seguros de atrapar alguno. Por desgracia, el rastro esta ya demasiado frío cuando nos enteramos de algunos de estos casos, pero seguimos intentandolo". Una pregunta sigue en el aire: los impostores referidos por el coronel Freeman y por el Dr. Hopkins, ¿pertenecen a la misma categoría de extraños visitantes?. Las observaciones de OVNIs, al igual que los crimenes pasionales, atraen a gran cantidad de personas mentalmente inestables que son perfectamente capaces de hacerse pasar por agentes autorizados con tal de tener acceso a los testimonios. Los Hombres de Negro suelen advertir al testigo que no diga nada acerca de la visita, y que cese toda actividad relacionada con ella. Este detalle constituye una característica casi definitoria de estos extraños seres. Además, hay que tener en cuenta que conocemos todos los casos registrados de estos sujetos solo porque esas instrucciones han sido desobedecidas, y eso significa que se deben haber dado muchísimos casos mas. Y, sin embargo, jamas, que se sepa, se ha producido ninguno de los castigos terribles con que son amenazados los testigos. En 1976, Carmen Cuneo, una testigo canadiense, fue avisada por un misterioso visitante para que dejara de contar su experiencia y abandonara el caso, o de lo contrario sería visitada por otros tres Hombres de Negro.

"Le dije:<¿y esto que significa?

- Bien - respondió él - podría causarle molestias... quizás algunas heridas

Un año antes, Carlos De los Santos, testigo mexicano, fue detenido cuando se dirigia a una entrevista en televisión, no por una, sino por dos limusinas negras, y uno de los ocupantes, vestido de Negro y de aspecto escandinavo, le dijo :"Cuidado chico, si aprecias tu vida y la de tu familia, no vuelvas a hablar de tu visión".

Sin embargo, no existe evidencia alguna de que estas amenazas se hayan materializado alguna vez, aunque muchos testigos han desoido las advertencias. En realidad, por muy siniestros que puedan aparecer, se caracterizan por su no violencia; lo peor que puede decirse de ellos es que atosigan a los testigos con sus visitas y llamadas inoportunas, o simplemente que les molestan con su presencia. Mientras que para la victima, el que no se cumplan las amenazas es lo mejor que puede suceder, éste resulta para el investigador uno de los aspectos mas desconcertantes del problema. La violencia, si se concretara en acciones fisicas, ayudaría cuanto menos a definir el fenomeno. Ademas, la matoria de las evidencias son, en el fondo, simple rumores, y con frecuencia no de gran calidad; casos tan bien descritos como los del señor Richardson o el Dr. Hopkins son por desgracia la minoria. Hay una gran falta de precision en la mayoria de los informes. El escritor norteamericano Brad Steiger asegura que cientos de ufologos, contactos y testigos casuales de OVNIs declaran haber sido visitados por Hombres de Negro (generalmente en numero de a tres). Asimismo, John Keel, expertos en fenomenos inexplicables, sostiene haber visto en muchas ocasiones los Cadillacs negros con pasajeros siniestros de aspecto oriental y vestidos de negro, pero tratandose de un reportero experto muestra un curioso recelo a ocuparse de esas visiones o a brindarnos un articulo versado sobre un tema tan importante. Aseveraciones como éstas no constituyen evidencias válidas sólo sirven para alimentar la imaginación. Y  volvamos al mito de los Hombres de Negro y a la posibilidad de que el fenomeno sea solo eso, un mito. ¿Es posible que se trate de una ilusión?, ¿que todo sea una creación de la imaginación popular, cuyas obsesiones personales toman esta forma porque, de una u otra manera, los OVNIs constituyen una de las preocupaciones culturales mas importantes de nuestro tiempo?

Por otro lado está la versión de Woodrow Derenberg, que insiste en que los dos hombres vestidos de negro que trataron de silenciarlo eran emisarios de la mafia. Por otro, David Tansley sugiere que se trata de entidades psiquicas representativas de las fuerzas ocultas que tratarian de evitar la expansion del verdadero conocimiento. Pero existe un hecho común a casi todos los informes sobre estos Hombres de Negro, hecho que toda teoría debe considerar y que puede encerrar la clave del problema. Se trata que estos misteriosos sujetos poseen información a la que no han podido tener acceso, información privada, no tratada en la prensa, quizas conocida únicamente por algunos investigadores y oficiales pero no por el publico. A veces la unica persona que posee esa información resulta ser que es la visitada. En otras palabras, los Hombres de Negro y sus victimas comparten conocimientos que quiza no posea nadie mas. Ademas, casi siempre esto extraños sujetos, aparecen cuando el testigo esta solo. En el caso del Dr. Hopkins, por ejemplo, el visitante tuvo mucho cuidado en llamar cuando la esposa y los hijos estaban fuera, y comprobó ese extremo antes de presentarse. La conclusión debe ser que entre los Hombres de Negro y sus testigos se establece una comunicación distinta, algún lazo paranormal. A todo esto hay que añadir otra serie de rasgos del fenómeno que no concuerdan con la realidad cotidiana. Por ejemplo, esos pomposos coches negros: ¿donde están cuando no visitan a los testigos? ?¿donde están guardados? ¿nunca se los ve en choques o accidentes? ¿es posible que se materialicen desde otro nivel existencial cuando son necesarios?. Estas son solo algunas preguntas que suscita el fenomeno. Lo malo es que estos casos se producen en un espectro que va desde lo mas creíble hasta los mas increíble. En un extremo están las visitas en las que no ocurre nada anormal, salvo la falsa identidad del visitante o el conocimiento de información privada. Pero en el otro extremo se dan casos en los que la única explicación posible sería que el testigo hubiera sucumbido a la paranoia. Pero esto, continuara como un misterios sin poder descifrarlo ni conocer su verdadera procedencia..

 
 
 
 

 
 

 
         
         
       
       
       
Conferencias Místicas