Cuando
se habla de Índigos, podemos hablar tanto de niños, de adolescentes o de
adultos. Las primeras generaciones de Índigos llegaron hace tiempo, en
cierta manera siempre han estado, pues nunca se han ido; la vibración Índigo
simplemente ha estado dormida y ahora es tiempo de despertarla.
Desde hace tres o cuatro generaciones el numero se ha
ido incrementando paulatinamente hasta la generación que esta ahora en la
infancia, que es la gran masa critica, vibra totalmente en la frecuencia Índigo. Muchas de las personas que son Trabajadores de la Luz son Índigo o Índigo-Morado
siendo su misión la de preparar el camino y concienciar a la gente. Los Índigo-Morados
tienen los dos tipos de energías integradas, pudiendo trabajar tanto con las
vibraciones actuales como con las que están llegando. La función es ser un
puente energético de la vibración antigua a la moderna, ayudando en el proceso
del cambio vibracional, ya que se tiene el don de trabajar con las dos partes.
Los Índigos Adultos tenemos que preparar el camino, sea trabajando con padres o
educadores, con la Nueva Educación, o sea trabajando con los niños, enseñándoles
como funcionan las cosas en el plano físico, para hacer la encarnación lo
menos traumática posible.
¿Quizás tu puedes ser un Índigo adulto? ¿Cómo saberlo? Lo primero es preguntarle
a tu intuición, la cual te ha guiado hasta aquí, con que ya sabes parte de la
respuesta.
¿Has tenido o tienes
alguna de la características que suelen mostrar los Niños Índigo?
¿Tienes problemas de
concentración? ¿Diagnosticado con ADD ó ADHD?
¿Hay cierto caos en tu
vida y no sabes porque?
¿Vives a gusto en ese
caos?
¿Es difícil estar en
un trabajo que no sea variado y con cambios constantes?
¿Vives en un cambio
constante?
Solo te sientes a gusto
con gente de tu misma vibración
Crees que todo el mundo
tiene las mismas aptitudes que tú, por eso cuando no hacen las cosas de la
misma manera que tú, no lo entiendes.
Cuando tu jefe te dice
que hagas una cosa, casi siempre tú tienes una forma mejor de hacerlo.
Aprendes rápidamente
pero cuando sabes lo suficiente te aburres y lo dejas.
Si algo te interesa,
pones los cinco sentidos y te concentras hasta que lo consigues.
Atender en la escuela
te costaba mucho, aunque si la materia te apasionaba absorbías todo como
una esponja.
Has tenido problemas
con la autoridad, cuestionándola siempre.