Todo
pensamiento vibra, todo pensamiento irradia una señal y todo pensamiento
atrae una señal que se corresponde con él. Este proceso se denomina la
Ley de Atracción.
La Ley de
Atracción dice: «Todo lo que se asemeja se atrae». Por tanto podemos
afirmar que la poderosa Ley de Atracción es un Gerente Universal que se
afana en reunir todos los pensamientos que concuerdan.
Para comprender este principio basta con que enciendas la radio y
sintonices deliberadamente tu receptor para que capte la correspondiente
señal de una antena emisora. No puedes oír la música emitida por la
frecuencia de radio 101 FM si sintonizas en tu receptor la frecuencia
98.6 FM. Entiendes que la frecuencia vibratoria debe coincidir, y la Ley
de Atracción lo confirma.
Así
pues, cuando tu experiencia te haga lanzar cohetes vibratorios de
deseos, debes hallar el medio de mantenerte constantemente en una
armonía vibratoria con esos deseos a fin de captar su manifestación.
¿A
qué prestas atención?
Aquello a lo que prestas atención hace que emitas una vibración, y las
vibraciones que ofreces equivalen a lo que pides, lo cual equivale a tu
punto de atracción.
Si
en estos momentos deseas algo que no posees, sólo tienes que centrar tu
atención en ello y, en virtud de la Ley de Atracción, lo obtendrás,
porque cuando piensas en ese objeto o experimentas lo que deseas, emites
una vibración, y según esa Ley de Atracción, obtendrás ese objeto o esa
experiencia que deseas.
Ahora bien, si deseas algo que en estos momentos no tienes y centras tu
atención en el hecho de que no lo tienes, la Ley de Atracción seguirá
respondiendo a la vibración de que no lo tienes, de forma que seguirás
sin obtener lo que deseas. Así funciona esta ley.
¿Cómo puedo saber qué atraigo?
La
clave para atraer algo que deseas hacia tu experiencia consiste en
alcanzar una armonía vibratoria con lo que deseas. La forma más sencilla
de alcanzar esa armonía vibratoria es imaginar que ya tienes lo que
deseas, fingir que ya forma parte de tu experiencia, hacer que tus
pensamientos se deleiten con la experiencia, y a medida que practiques
esos pensamientos y empieces a ofrecer sistemáticamente esas
vibraciones, facilitarás que lo que deseas pase a formar parte de tu
experiencia.
Ahora bien, si prestas atención a lo que sientes, te será fácil
averiguar si diriges tu atención a tu deseo o a la ausencia de él.
Cuando tus pensamientos coinciden a nivel vibratorio con tu deseo te
sientes bien, la gama de tus emociones pasa de la satisfacción a la
expectativa, al anhelo, a la alegría. Pero si prestas atención a la
falta, o la ausencia, de lo deseado, tu gama de emociones pasa del
sentimiento de pesimismo a la preocupación, al desánimo, a la ira, a la
inseguridad y a la depresión.
Así
pues, en la medida en que seas consciente de tus emociones, siempre
sabrás si facilitas esa parte de tu Proceso Creativo, y no volverás a
interpretar erróneamente el motivo por el que no consigues lo que
anhelas. Tus emociones constituyen un maravilloso sistema de guía, y si
les prestas atención podrás orientarte hacia lo que deseas.
Te
guste o no, obtienes aquello en lo que piensas
Según la poderosa Ley de Atracción, atraes hacia ti la esencia de lo
que ocupa predominantemente tu pensamiento. De modo que si piensas sobre
todo en las cosas que deseas, tu experiencia vital reflejará esas cosas.
Por el contrario, si piensas ante todo en lo que no deseas, tu
experiencia vital reflejará esas cosas.
Pienses lo que pienses, es como planificar un acontecimiento futuro.
Cuando valoras algo, lo planificas. Cuando algo te preocupa, lo
planificas. (Preocuparse es utilizar tu imaginación para crear algo que
no deseas.) Cada pensamiento, cada idea, cada Ser, cada objeto… todo es
vibratorio, de forma que cuando centras tu atención en algo, siquiera
durante un breve espacio de tiempo, la vibración de tu Ser comienza a
reflejar la vibración de aquello a lo que prestas atención. Cuanto más
piensas en ello, más vibras como ello; cuando más vibras como ello, más
atraes a aquello que se corresponde con tu vibración. Esa tendencia en
materia de atracción aumenta hasta que ofreces una vibración distinta. Y
cuando ofreces una vibración distinta, las cosas que coinciden con esa
vibración son atraídas hacia ti, por ti.
Cuando comprendes la Ley de Atracción deja de sorprenderte lo que
ocurre en tu experiencia, pues entiendes que eres tú quien lo ha
propiciado, a través del proceso de tu pensamiento. No puede ocurrir
nada en tu experiencia vital que tú no hayas propiciado a través de tu
pensamiento.
Puesto que no existen excepciones a la poderosa Ley de Atracción,
resulta sencillo comprenderla. Y cuando comprendas que consigues aquello
en lo que piensas y, lo que no es menos importante, cuando seas
consciente de lo que piensas, podrás ejercer un control absoluto sobre
tu propia experiencia.
¿Son muy grandes tus diferencias vibratorias?
Te
pondré unos ejemplos. Existe una gran diferencia vibratoria entre tus
pensamientos de apreciación hacia tu pareja y tus pensamientos de lo que
te gustaría que fuera distinto en tu pareja. La relación con tu pareja,
sin excepción, refleja la preponderancia de tus pensamientos. Porque,
aunque quizá no seas consciente de ello, al pensar en tu relación haces
literalmente que ésta cobre vida.
Tu
deseo de mejorar tu situación económica no puede cumplirse si envidias
la buena fortuna de tu vecino, porque la vibración de tu deseo y la
vibración de tu sentimiento de envidia son distintas.
Comprender tu naturaleza vibratoria te ayudará a crear tu propia
realidad de forma sencilla y deliberada. Luego, con el tiempo y la
práctica, comprobarás que todo lo que deseas puede realizarse
fácilmente, pues no hay nada que no puedas ser, hacer o tener.
Eres el invocador de tu Energía Vibratoria
Eres Conciencia.
Eres
Energía.
Eres
Vibración.
Eres
Electricidad.
Eres
Fuente de Energía.
Eres
Creador.
Te
hallas en Primera Línea del pensamiento.
Eres
el más activo y específico usuario e invocador de la energía que crea
mundos que existe en todo este Universo, que evoluciona sin cesar y
deviene eternamente el Universo.
Eres un genio creativo que se expresa en Primera Línea de esta realidad
tiempo-espacio con el propósito de llevar el pensamiento más allá de
donde haya estado antes.
Por
extraño que parezca al principio, conviene que empieces a aceptarte como
un Ser Vibratorio, pues vives en un Universo Vibratorio y las leyes que
rigen este Universo se basan en las vibraciones.
Cuando alcances conscientemente la armonía con las leyes universales y
comprendas por qué las cosas responden de la forma en que lo hacen, la
claridad y la comprensión ocuparán el lugar del misterio y la confusión.
El conocimiento y la confianza sustituirán la duda y temor, la
incertidumbre cederá ante la certidumbre, y la alegría se convertirá de
nuevo en la premisa básica de tu experiencia.
Cuando tus deseos y tus creencias vibran al unísono
«Lo
semejante se atrae», de modo que para obtener lo que deseas la vibración
de tu Ser debe corresponderse con la vibración de tu deseo. No puedes
desear algo, centrarte ante todo en su ausencia y confiar en obtenerlo,
porque la frecuencia vibratoria de su ausencia y la frecuencia
vibratoria de su presencia son muy distintas. Dicho de otro modo: para
obtener lo que anhelas, tus deseos y tus creencias deben vibrar al
unísono.
Te
propondré un ejemplo más general: Vives aquí experiencias que hacen que,
en tu perspectiva divinamente específica, identifiques, de manera
consciente o inconsciente, tus preferencias personales. Ahora bien,
cuando esto ocurre, la Fuente, que te oye y te adora, responde de
inmediato a tu petición vibratoria, electrónica, tanto si eres capaz de
expresarlo conscientemente con expresiones verbales como si no.
De
modo que pidas lo que pidas —tanto si lo pides a través de tus palabras
o de una sutil señal de tu deseo—, tu petición siempre es escuchada y
atendida, sin excepción. Cuando pides, siempre se te concede.
Todo Cuanto Existe… se beneficia de tu existencia
Debido
a que vives tu experiencia específica, que hace que se formule en ti un
deseo específico, y debido a que la Fuente te escucha y atiende tu
petición, el Universo, en el que nos hallamos todos, se expande. ¡Algo
maravilloso!
Tu
actual realidad tiempo-espacio, tu actual cultura, tu actual forma de
ver las cosas —todo lo que compone tu perspectiva— ha evolucionado a lo
largo de un sinfín de generaciones. De hecho, sería imposible seguir el
rastro de todos los deseos, las conclusiones y las perspectivas que son
fruto de tu singular punto de vista aquí y ahora. Pero lo que deseamos
fervientemente que sepas que es al margen de lo que haya generado tu
singular punto de vista, el caso es que lo ha generado. Tú existes;
piensas, percibes y pides, y tus peticiones son atendidas. Y Todo Cuanto
Existe se beneficia de tu existencia y de tu punto de vista.
De
modo que tu importancia no admite duda, al menos para nosotros.
Comprendemos perfectamente tu inmenso valor. Tu valía personal no está
en tela de juicio, al menos por lo que respecta a nosotros. Sabemos que
mereces que la Energía que crea mundos atienda todos tus deseos, y
sabemos que lo hace, pero muchos de vosotros, por diversas razones, no
permitís que lo que habéis pedido fluya hacia vosotros.
Redescubre el arte de permitir que tu Bienestar natural fluya hacia ti
Deseamos que redescubras tu capacidad innata de permitir que el
Bienestar de este Universo fluya constante y libremente hacia tu
experiencia, una disciplina que nosotros denominamos el Arte de
Permitir. Consiste en permitir que el Bienestar —que constituye cada
partícula de lo que eres y de dónde procedes— fluya a través de ti
mientras sigas existiendo. El Arte de Permitir es el arte de dejar de
resistirle al Bienestar que mereces, al Bienestar que es natural, al
Bienestar que es tu legado, tu fuente, tu Ser.
No es necesaria ninguna preparación previa para comprender lo que te
proponemos aquí. Escribimos este libro para que empieces a gozar de su
utilidad desde donde te encuentres en este momento. Estás preparado para
recibir esta información, ahora mismo, y esta información está preparada
para ti.
Fragmento del libro
Pide y se te
Dará - Esther y Jerry Hicks