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LA MUSICOTERAPIA

Parte VIII

Terapia del Sonido

 
Las aplicaciones de la terapia del sonido se vienen estudiando desde antiguo ya que hay muchas personas y tipos de enfermedades que se pueden beneficiar. Presos, enfermos depresivos o enfermos terminales podrían mejorar con la terapia del sonido.

La terapia del sonido es una materia que forma parte del área de la salud. Usada y analizada en el mundo entero. Emplea la música, el acontecimiento sonoro y la vibración como instrumento para comunicar y manifestar a la persona humana. Toma en cuenta al hombre y a las vibraciones percibidas por él desde muy temprana edad.
Está escrito que desde épocas antiguas en la historia, se conoce el poder de la música para moderar las emociones y la conducta. Logra ordenar el ser interno del individuo haciendo posible la creación de una situación útil para futuros aprendizajes.

 

Se ha llegado a afirmar que cada vez más se ha venido estudiando las aplicaciones de la música en el comportamiento y las emociones de la persona humana. Dándose mayor relevancia a fundamentos puestos en practica desde los inicios de las civilizaciones orientales y que reprobados en una parte del globo, son en el tiempo presente sacados a la luz por la contribución de la neurociencia, neuropsicología o psico-neuro-inmuno-endocrinología.

Según opinión experta hay diversos libros en los cuales se muestran ciertas obras musicales con aplicaciones para combatir algunos síntomas como la arritmia cardiaca, estados depresivos, hiperactividad, etc. en los que no se toma en cuenta la individualidad del ser que recibe el tratamiento. Esto lejos de ayudar a la ocupación musicoterapéutica, la trastorna. La terapia del sonido está definida como un proceso dinámico con el cual el musicoterapeuta ayuda al paciente a alcanzar la salud utilizando acontecimientos musicales y sus relaciones.

Pueden beneficiarse de las aplicaciones con terapia del sonido

viñeta Los que buscan desarrollo personal.
viñeta Los que padecen trastornos emocionales.
viñeta Los que tienen discapacidades físicas o sensoriales.
viñeta Los de la tercera edad.
viñeta Niños con problemas de aprendizaje o trastornos del lenguaje.
viñeta Mujeres embarazadas.
viñeta Pacientes en situación terminal.
viñeta Los que se encuentran en estado de coma.
viñeta Los que padecen adicciones y los internos en las cárceles.

A la terapia del sonido se le atribuyen las aplicaciones o el poder de incrementar la capacidad de comunicación, de excitar la capacidad de recibir y diferenciar estímulos sensoriales, de excitar funciones como la atención, memoria, orientación, reconocimiento y creatividad, de contribuir al autoconocimiento personal, de impulsar la autoestima y el fortalecimiento del yo.

Vínculos y disparidad de la terapia del sonido

La terapia del sonido figura ya como un ente que se relaciona con las demás ciencias de la salud como la Medicina, Fisioterapia, Logopedia y Terapia Ocupacional; también en ciencias que tocan al hombre desde la perspectiva social y cultural como la Psicología Social. Tomando en cuenta el área musical se relaciona con la Musicología y la Educación musical. Se puede decir que la terapia del sonido recibe el aporte de las disciplinas antes mencionadas, no obstante obra de modo especial al usar el lenguaje musical con sus parámetros como instrumento de comunicación y expresión con los pacientes.

Se cree que en los inicios de la terapia del sonido, la Educación Musical cumplía una labor muy importante; puesto que en su mayoría eran pedagogos musicales los que los empezaron a trabajar con seres discapacitados para ayudarles a tener una mejor calidad de vida. La literatura especializada afirmó que pedagogos como Edgar Willems y otros desarrollaron métodos de enseñanza de música que trasformaron los métodos tradicionales. Se pensó que las metodologías tomaron con mayor consideración la figura del joven alumno, lográndose por ellas que el aprendizaje de conceptos musicales llegara a ser una situación divertida.

Acercamiento histórico de la terapia del sonido

Actualmente se acepta que en el inicio de varias culturas la música fue usada como instrumento terapéutico ya que tenía muchas aplicaciones. Se da por cierto que en textos antiguos de ciertas religiones, y en la tradición oral de varias tribus americanas, australianas, asiáticas y africanas se hallaron citas sobre el empleo del ritmo y ciertas canciones o formas musicales para lograr la inactividad de ciertos agentes a los que se les atribuía la capacidad de enfermar a personas.

Está aseverado que un intento de sistematización comenzó a producirse después de la Segunda Guerra Mundial cuando la cantidad de discapacitados aumenta en los países europeos y en América. Las primeras observaciones de una mejoría en pacientes con acompañamiento musical la efectuaron los primeros terapistas ocupacionales y los fisioterapeutas. Se dijo que en los años 70 se instauran carreras universitarias en Argentina y Brasil siguiendo el modelo de naciones con alto desarrollo como EEUU y gran Bretaña. En los ochenta la musicoterapia es vista en varias naciones del globo igual a una disciplina fundamental en el tratamiento de individuos con alguna enfermedad.

Elementos de la Música como Órgano Terapéutico

Según fuente especializada los musicoterapeutas trabajan fundamentalmente con resonancias físicas y emocionales que se producen en una persona. La música produce además un vínculo entre el musicoterapeuta y el paciente, por lo tanto la resonancia llega a ser además de acústica, psicológica y social.

Se afirma que la terapia del sonido tenía más énfasis en la música y actualmente se sabe que es mucho más que solo música lo que causa la acción terapéutica en el ser humano. No obstante, existen exámenes neurológicos que apoyan el hecho que la música cumple una labor concreta en la existencia psíquica de la persona humana.

Se considera que la terapia del sonido activa, entre otras aplicaciones, contribuye a la comunicación y manifestación de estados conflictivos de una persona que está padeciendo cierta perturbación, facilitándole un superior estado de ánimo y bienestar total. Teniendo en cuenta las teorías de evolución psicológica del ente humano cabe describir sobre los varios instrumentos musicales que son extensión de gestos motores humanos: gestos que diariamente se realizan con sentido estereotipado se pueden transformar en adquisiciones motoras con objetivo de comunicación e intercambio.

El niño y después el adulto en el juego musical incorpora gestos básicos sonoros

viñeta Sacudir: campanillas, sonajas. etc.
viñeta Golpear: tambores, con parche de cuero.
viñeta Entrechocar: manos, claves, castañuelas.
viñeta Rasgar: parches, cuerdas, superficiales rugosas o lisas.
viñeta Pulsar: teclas, botones cuerdas.
viñeta Apretar: chifles.
viñeta Soplar: flautas, silbatos, etc.
viñeta Aspirar: sirenas, armónicas y similares.
viñeta Prender: percutores de varios calibres.
También el niño:
bullet Grita: buscando atención de un adulto actuando contra una situación que no consigue dominar.
bullet Regurgita: como autoestimulación como manifestación de desagrado.
bullet Gime: como autoestimulación, como expresión de un dolor.
bullet Habla: a veces de forma rítmica o melódica.
bullet Canturrea: reproduciendo parte de canciones o elementos publicitarios.
bullet Rechina: por bruxismo.
bullet Chasquea: por autoestimulación vocal.

Los aspectos no verbales de la comunicación son tomados como instrumentos de trabajo de los musicoterapeutas y se afirma que en ese momento es cuando ellos pueden evaluar con más precisión las funciones comunicacionales o la carencia que presentan sus pacientes.

Existe el fundamento de que desde la terapia del sonido se evalúa como la persona humana se relaciona con el sonido y parámetros, como logra expresarse motrizmente y como utiliza su voz pudiendo imitar acciones sonoras o del cuerpo. Se podría evaluar etapas del desarrollo evolutivo a partir del gesto sonoro que tiene una persona y partir del uso se esté dando a un instrumento en una sesión musicoterapéutica.

También en una persona adulta perturbada se podría ver el nivel de bloqueo o de compromiso que existe en sus movimientos, así como emociones reprimidas manifestadas de una forma distorsionada.
 

Autor: Carlos Balarín
Musicoterapeuta
Articulista de Enbuenasmanos

 

 

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